jueves, 27 de agosto de 2020

Caminito del Rey, Cueva de Ardales y Álora (Agosto/20)



En esta ocasión Rosa y yo, nos iremos a pasar el fin de semana a la comarca malagueña del Guadalorce-El Chorro, pernoctando para ello en un modesto hostal de Álora, en el que hemos planeado:

1-Realizar el Caminito del Rey
2-Visitar la Cueva de Ardales
3-Visitar los pueblos de Álora y Ardales


Caminito del Rey

Abierto en marzo del 2015

El estrecho y desvencijado Caminito del Rey ya no da miedo. Era una pasarela de apenas un metro de anchura que, colgaba sobre el vacío, recorría las verticales paredes del malagueño desfiladero de los Gaitanes, a unos 100 metros de altura sobre el río Guadalorce. El peligro que entrañaba su pésimo estado de conservación, sucesivos episodios con desenlace mortal y un vídeo colgado en las redes en 2008, que mostraba su maltrecha estructura y que se hizo viral, lo proclamaron como uno de los caminos más peligrosos del mundo. 




Aventurarse por este voladizo ya no implica el riesgo de antaño, cuando había que sortear inmensos boquetes en su reducida superficie producidos por desprendimientos de rocas. O practicar funambulismo sobre los oxidados travesaños de su esqueleto metálico cuando el suelo desaparecía por completo.


 Después de más de diez años cerrado al público, el nuevo Caminito del Rey ha sido reabierto gracias a la construcción de una nueva pasarela impulsada por la Diputación de Málaga. Aunque, como medida preventiva, es obligatorio llevar casco, el nuevo sendero permite a los visitantes disfrutar de su espectacular entorno vertical sin sobresaltos.


¡Tuve la ocasión de recorrerlo, en la primera parte... y de esto hace ya casi 30 años!

Para poder recorrer este impresionante "caminito", será imprescindible realizar la reserva a través de su página web, ya que está muy, pero que muy solicitado.
Precio de la entrada 10 €.

Hay que planificar muy bien su recorrido y sus tiempos parciales, ya que habrá que empezar casi hora y media antes de la hora que tengamos de reserva. 
¿Cual es el motivo?
Veamos...

Dejar el vehículo aparcado en la estación de trenes El Chorro (Álora), que es donde se termina el recorrido (zona Sur)
 

Prever entre una hora y  una hora y media hasta que se empieza el recorrido oficial de El Caminito. Este tiempo se reparte del siguiente modo:

1) Unos 30  minutos de espera para subirse al autobús lanzadera situado en la Estación de ferrocarril y que comunica El Chorro con la zona del embalse del Conde de Guadalhorce en Ardales. 

 2) Unos 20-25 minutos de recorrido en autobús lanzadera  (variable según esté el tráfico).

3) De 20-25 minutos para recorrer el trayecto entre la zona del embalse del Conde de Guadalhorce y la caseta de control de acceso al Caminito situada en la Central Hidroeléctrica Gaitanejo, según se siga:
-  el camino más corto, atravesando el túnel situado un poco antes del restaurante El Kiosko (unos 200 metros) (túnel "pequeño").


 

4) De 15 a 30 minutos de espera en la zona de la caseta de control para que se formen los grupos de visita correspondientes a la hora en la que el visitante tiene su entrada.

 RECORRER EL CAMINITO DEL REY

El recorrido total de El Caminito del Rey son 7,7 kms., de los cuales 4.8 kms. de accesos y 2,9 kms. de pasarelas. En lo que se refiere a las pasarelas (la parte más conocida), la distancia desde la entrada a la salida es de 2.9 kms., repartidos entre 1.5 kms. de pasarelas y 1.4 kms. de sendero o pista forestal.

El tiempo estimado para realizar el recorrido completo (tramo de la puerta de una pasarela a la otra, más los senderos o pistas forestales para llegar/salir de la zona) es de unas 3 a 4 horas.

A modo de resumen, los tiempos parciales para realizar el recorrido son los siguientes:

 Desde la zona del embalse del Conde de Guadalhorce (Ardales), hay dos caminos. Uno primero más corto, atravesando el "pequeño"túnel  (iluminado) situado un poco antes del restaurante El Kiosko  (a unos 200 m) hasta la caseta de control situada en la Central Hidroeléctrica Gaitanejo; recorrido que se hace en unos 20-25 minutos. Un segundo más largo, partiendo desde el sillón de Alfonso XIII  o atravesando el túnel que está junto al Kiosko -túnel "grande"- (sendero señalizado en descenso), donde hay que recorrer unos 2,7 kms, en unos: 50 minutos.

Desde la caseta de control hasta el acceso a la pasarela: 10 minutos.

Total recorrido interior: Zona controlada: Pasarela – Valle del Hoyo – Pasarela: 150 minutos.

Desde la salida de la pasarela por El Chorro (Álora) a la caseta control: 15 minutos.

Desde la caseta de control (Álora) a la de estación ferrocarril: 15 minutos 

Empezamos el recorrido

Una vez aclarado todos esos tiempos parciales, empezaremos nuestro recorrido. La reserva la teníamos a las tres de la tarde, con lo que lo planificamos con tiempo para llegar antes, y así lo hicimos. A las 13:30 ya estábamos en la entrada. Hablamos con uno de los guías y le consultamos si podríamos entrar ya, puesto que nosotros íbamos por libre, sin un grupo organizado. Perfecto, entramos...


El recorrido lo podríamos dividir en cuatro zonas bien diferenciadas:
1-Primer cañón: desfiladero del Gaitanejo
2-Segundo cañón: el tajo de las Palomas
3-El valle del Hoyo: zona de descanso
4-Tercer cañón: El desfiladero de los Gaitanes


Antes de entrar en el primer cañón nos inmortalizamos junto al pequeño embalse que deja caer sus aguas en forma de una vertical cascada. 

Desfiladero del Gaitanejo


Con unos diez metros de ancho y una altura considerable, empezamos a caminar por la ancha pasarela de madera, perfectamente habilitada con sus pasamos.
Bajo nuestros pies discurre el río Guadalorce, cogiendo velocidad sus aguas, entre los estrechos paredones.





El camino empieza a descender, y los paredones del desfiladero se empiezan a separar...
y la pasarela hace una serie de meandros descendiendo y aproximándose al río.

El tajo de las Palomas


Avanzamos ahora casi a nivel del río, con lo que desde aquí podemos disfrutar de las vistas panorámicas de los paredones del desfiladero...






Las pasarelas de madera ahora van serpenteando, buscando los caprichosos perfiles del desfiladero.
Tras haber recorrido unos 700 metros llegamos al llamado Puente del Rey, aquel que cruzó Alfonso XIII en 1921. Un puente que comunicaba las dos laderas del Tajo de las Palomas, la vía del tren y las pasarelas.


El valle del Hoyo


 Tras haber caminado poco mas de 900 metros, las pasarelas desaparecen y a partir de aquí será un sendero perfectamente señalizado el que tendremos por delante hasta llegar al desfiladero de los Gaitanes. El paisaje se abre y  las laderas se cubren de pinos. El sendero baja hasta nivel del río, pudiendo disfrutar de una buena panorámica de todo el Valle del Hoyo con el tajo Ballestero a la izquierda.
En este tramo, son varios los descansaderos que vamos encontrando bajo la sombra de los pinos. Y tras haber recorrido otro kilómetro y medio, el sendero empieza a subir y encañonándose llegando al "Gran Caitán", punto que se corresponde con la última parte de nuestro recorrido y la más espectacular junto con los primeros tramos.

El desfiladero de los Gaitanes


Cuando ya hemos realizado  2,5 km de recorrido, llegamos de nuevo a un tramo colgante de pasarelas adosada a las paredes verticales, situadas a más de 100 metros de altura, en donde el desfiladero se estrecha muchísimo.


En este momento sentimos que el Caminito del Rey es una ruta de vértigo. Aunque no da miedo, ya que las pasarelas son muy amplias...si es emocionante verse abrazado por estos paredones.


Miramos allá abajo, al río, cada vez más lejos. Y alucinamos con la megaobra que aquí se hizo para que el tren pudiera pasar, excavando en la roca este túnel. 


Además, a partir de ahora comenzamos a ver las antiguas pasarelas del Caminito del Rey, ya rotas y oxidadas. El desfiladero se retuercen varios puntos, serpenteando en las paredes en un recorrido más aéreo que antes.  


Recorreremos unos 800 metros con paredes que se alzan 250 metros sobre nosotros y 100 metros sobre el nivel del río. Las vistas son alucinantes desde un saliente en forma de terraza, teniendo en nuestros pies un suelo de cristal, a través del cual  podemos ver allá abajo el río.   


Sentimos que estamos suspendidos en el vacío ante esta inmensidad de cañón que parece abrazarnos con sus verticales paredones...


Al poco llegamos al puente colgante de 35 metros, que une las dos paredes del desfiladero, unas de las vistas más alucinantes del recorrido. 


Antes de llegar al puente tenemos que seguir la pasarela que hace una amplia curva en medio de la cual se puede ver el camino de madera, a ambos lados del desfiladero. 



Me recuerda, un poco al desfiladero del río Caranca, en la comarca de la Cerdanya francesa, aunque de esto ya yace muchos años y el camino también de vértigo no estaba protegido con pasamanos...


Desfiladero del río Carança, la Cerdanya, Francia, julio 2003


Francamente, después de haber realizado muchas vías ferratas, atravesando puentes de mono, puentes tibetanos y puentes nepalíes. Atravesar este, es como dar un paseo (obviamente esto es una opinión muy personal) para el que no esté acostumbrado, igual le da un poco de vértigo. Creo que se puede pasar tranquilamente.


Una vez atravesado el puente, el río se ensancha formando un embalse, siendo este tramo uno de los más espectaculares, ya que las pasarelas transcurren por la pared totalmente voladizas.


Ya nos estamos acercando al final del recorrido de las pasarelas, aunque no del sendero... 


Me detengo en el puente, y aprovecho para inmortalizar a Rosa que avanzando junto a los paredones, nos da unas bonitas vistas del entorno. 


Una vez en el sendero, no nos podemos resistir a detenernos en varias ocasiones y mirar hacia atrás y contemplar tal belleza, y el lugar de donde venimos...


Es alucinante ver las pasarelas adosadas a la misma pared vertical, y nosotros avanzando por ellas como simples lagartijas...


Y como no podía ser de otra forma, una última fotillo en forma de selfie, en donde se contempla perfectamente los paredones y la grieta en donde se encuentra instalado el puente.


Dos horas después de iniciar la ruta llegamos al final de nuestro recorrido, en donde ya habíamos dejado aparcado nuestro coche, aunque antes de partir tomamos unas buenas cervezas con bocatas bajo la sombra de los árboles...al fresquito.

Pueblo de Árdales


Uno de los pueblos que teníamos en mente ver, era Árdales, ya que aquí es donde se encontraba la cueva que teníamos que visitar.
Son varias las veces que había venido por aquí para realizar rutas de montañas, pero nunca lo visité, y esta sería la ocasión.


Con poco más de 2500 habitantes y estando situado a una altitud de 445 msnm, Ardales es uno de esos típicos pueblos de Andalucía: con las fachadas de las casas muy blancas, con su castillete (restos) sobre una peña, su plaza central en donde se encuentra el ayuntamiento, su iglesia...en fin uno más.


Teníamos la reserva hecha para visitar la cueva de Ardales, con lo que antes nos adentramos en el pueblo para pasear por sus callejuelas que de forma ascendente nos lleva hasta la misma peña en donde se encuentran los restos de un castillo. Que por cierto no pudimos acceder, ya que hay una cancela que da paso a la subida y estaba cerrada.


Con algo más de una hora paseando por sus calles, tenemos más que de sobra, el calor empieza a ser sofocante...

Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios, siglo XV

El castillo de la peña se trata del monumento más emblemático de Ardales. Data del siglo IX y fue testigo de la rebelión de Omar Ben Hafsun. en contra del califato de Córdoba.
Se sitúa sobre un promontorio en forma de peña a 496 metros de altitud, de ahí su nombre.


Una curiosa construcción que desentona con el encaldado blanco del resto de fachadas.


Estamos en pleno agosto, con muchísimo calor, con lo que el colorido de las plantas y flores que adornan las casas están un tanto apagadas, habrá que venir en primavera...



En nuestro paseo por sus calles, vemos algunas de ellas, que en  años atrás fueron premiadas por el  colorido de sus flores y su belleza.


Damos por finalizado nuestro recorrido, y nos dirigimos a la misma entrada del pueblo, en donde hemos quedado a las 12 a.m (en el museo de la prehistoria) para la visita de la cueva de Ardales.

Cueva de Ardales, Doña Trinidad


llamando al teléfono 952 4580 46. Precio de la entrada 10 €.


El lugar de encuentro es en el mismo museo de la Prehistoria, que una vez visitado nos trasladaremos cada uno con su coche y el guía a unos 4 kilómetros que es en donde se encuentra la cueva, siguiendo por una carreterilla muy ascendente, a veces son carriles de tierra.


Entrada de la cueva con nuestra guía. 
Recorrido que haremos en un par de horas, tras recorrer unos 900 metros del total de algo más de 1500 metros de cueva.  
Fue declarada Monumento Nacional en 1931.
La temperatura en su interior rozan los 16º C. con lo que es conveniente llevar algo para cubrirse, e imprescindible llevar calzado que agarre bien al suelo, ya que está muy resbaladizo.


Información facilitada por la propia web de la cueva:

"La Cueva de Ardales o de Trinidad Grund fue descubierta en 1821 gracias a un terremoto que dejó libre la actual puerta de entrada. Trinidad Grund la adquirió y condicionó para su visita a mediados del siglo XIX, como complemento de su negocio termal instalado en la vecina Carratraca. Citada en el Diccionario de Madoz de 1850, en 1918 recibe una visita por dos ocasiones del Abate Breuil quien publica estudios de varias de las figuras pintadas y grabadas destacando su relevancia. A pesar de los estudios, la cueva cae en el olvido hasta 1985 en que se protege, se estudia y se reabre al público.

La Cueva conserva más de 50 figuras y otros símbolos pertenecientes al Paleolítico Superior (Solutrense y Magdaleniense, 18.000-14.000 a. de C.) casi todos localizados en la Galería del Calvario. Son figuras de animales, ciervas, caballos, cabras y un pez, grabadas en su mayoría con punzones o buriles de sílex. Otras están pintadas en negro, rojo y ocre-amarillo. También se han encontrado restos de época epipaleolítica (8.000 a. de C.) y del Neolítico-Medio-Final (4.000 a. de C.) en la Sala del Saco y en la Sala de Las Estrellas. En las Galerías Altas se conservan restos de enterramientos del Calcolítico. En general, los grabados y pinturas datan del Paleolitico Superior hace unos 20000 años.

El recorrido interior de la cueva es superior a 1,5 Kms., en el destacan la Gran sala, la Galería del Arquero, la Sala del Lago, la Galería del Espolón, la Galería de los Grabados y la sala de las Manos, además de encontrarnos con laberintos de columnas, lagos permanentes y bellas formaciones de estalagmitas.

A partir de la apertura al público de la Cueva de Ardales en 1985, y de la creación del Parque de Ardales, en 1987, se replantea el turismo local de la zona de forma globalizada con particular interés hacia las modalidades de turismo cultural y de la naturaleza. En este contexto se plantea la formación de un museo que albergue y conserve de manera adecuada los restos arqueológicos provenientes de los yacimientos de la zona, facilite la comprensión de las organizaciones geológicas, espectaculares en muchos casos, explique la gran variedad de los recursos naturales, y sirva de punto centralizador de las actividades que se organizan en el entorno del Parque." 





Sobre las dos y media de la tarde finalizamos nuestra visita.
Hace calor, muchísimo calor, y al salir de la cueva aún lo notamos mucho más.
Hora de comer, ¿Donde?
Antes de ir, estuvimos consultando algún sitio por Ardales, y dimos con uno: restaurante-brasería Juan Vera en el mismo centro de Ardales. Buena calidad precio.


 

Pueblo de Álora


Nuestro viaje continuaría hacia la cercana localidad de Álora, otro bello pueblo de nuestra Andalucía, en donde ya habíamos reservado alojamiento, en un modesto hostal "Caminito del Rey", que propio, ese era el nombre. ¡Bueno, bonito, barato!


La visita al pueblo la hicimos, parte esa tarde, y el resto al día siguiente, antes de partir hacia el Caminito del Rey.


Álora, con poco más de 12000 habitantes, y estando situado a una altitud de 222 msnm, se encuentra coronando el valle del Guadalorce entre tres grandes cerros en el margen derecho del río Guadalorce.
Conocida también esta como el balcón del Guadalorce.


El castillo de Álora situado en el cerro de las torres, fue construido por los árabes, durante la Edad Media, aunque sus orígenes son fenicios y romanos.


Junto al castillo se encuentra el mirador de Ali Ben Falcum "Al Baezi", desde donde se divisa el espectacular y bello paisaje de la fértil vega de Álora.




Para acceder al castillo, lo haremos desde la plaza "Baja de la Despedida", en donde se encuentra la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, la más grande de la Diócesis de Málaga.


Este nombre procede por estar en la parte más baja de la localidad, y desde 1994 pasó a llamarse además de la "Despedida" por ser el lugar donde se celebra cada Viernes Santo el encuentro entre las imágenes de Jesús nazareno de las Torres y la Virgen de los Dolores.


  

Una callejuela muy empinada, sale desde la misma plaza, y que en diez o quince minutos nos llevará hasta el mismo castillo.


En las fachadas encaladas de sus casas cuelgan macetas con diversos tipos de flores, aunque con tanto calor, no lucen. 
Además, me llama la atención que en muchas de ellas, y todas iguales, cuelgan unos tablones de color añil, adornada con diversos tipos de flores.







Nos dirigimos ahora callejeando con dirección a la plaza del ayuntamiento que se encuentra en la "plaza Fuente Arriba", siendo este el centro neurálgico del pueblo.



Nuestro pasear por el pueblo nos lleva por las calles con más historia de Álora: calle Zapata, calle de Atrás, calle La Parra...








Y por último llegamos a la esquina de la confluencia de las calles Carmona y Cantarranas, en donde se encuentra la emblemática escultura de "La Faenera", sin lugar a dudas una de las figuras más simbólicas de Álora, que deja constancia de lo sacrificado del trabajo de la mujer que recoge y manipula el fruto de las huertas de la vega del río Guadalorce.




Y llegando ya por la noche tocaba la hora de comer, y que mejor sitio que el bar Marín, exquisito pescado y marisco. De hecho a este bar vienen a comer desde distintos puntos de la provincia de Málaga. Aunque el bar es pequeño, todo lo que se come es de buena calidad...y además muy bien de precio. Recomendado 100%.