lunes, 12 de diciembre de 2016

Ferrata de Montejaque (Dic/16) (Enero/17)


En esta ocasión, quedamos Pepi, Víctor y yo par realizar las ferratas de Montejaque (considerada la reina de las ferratas) y la de Benaoján, ambas ubicadas en la serranía de Ronda. 


la ferrata de Montejaque está considerada como una de las más difíciles, ya no solamente por su amplio recorrido (258 metros) y su impresionante subida por las paredes (178 metros) sino también por su vertiginosa tirolina de 72 metros, quedando a una altura aproximada de 100 metros del suelo.


Por tal motivo esta ferrata la podemos clasificar con un nivel K3-k4 (máximo K6) con las siguientes características (máximo 5):

Fuerza:3
Factor psicológico: 4
Resistencia: 3
Equipamiento:3
Terreno:3

La ferrata está compuesta por dos tramos muy verticales (de poco más de 90 metros de altura cada una) separados ambos por la tirolina. En el primer tramo nos encontramos con un extraplomo o desplome y en el segundo tramo otros dos extraplomos, siendo uno de ellos (el último) muy exigente y en el que tenemos que hacer de brazos para superarlo.


Situados en Montejaque, nos dirigimos hacia el cementerio, en donde dejaremos los coches. ATENCIÓN: aunque hay otro camino mucho mas cercano del inicio de la ferrata, avisamos que es propiedad privada y por la que no podremos pasar (aunque algunos se atreven y los perros están atentos).


Una vez equipados con todo lo necesario y tras estudiar la ruta en los paneles informativos partimos por la pista que hay junto al aparcamiento y que nos llevará hasta la Ermita, en el mirador de la Escarihuela.


Una vez arriba tiraremos por un senderillo que hay en la parte trasera de la ermita, avanzando junto a unas plantaciones que quedarán a nuestra izquierda, dirigiéndonos hacia una canal que hay entre las dos paredes.


Una vez que llegamos al final de la misma nos encontramos con la zona intermedia de la ferrata, en donde se encuentra la tirolina. Cuando la vemos y miramos hacia abajo, ésta impresiona.


Seguiremos bajando con mucho cuidado, ya que el sendero no esta muy marcado y el terreno es bastante pronunciado y resbaladizo. De frente vemos la finca por la que no se podía pasar.


Llegando a la parte baja nos dirigimos hacia la pared que se encuentra a nuestra derecha y junto a una gran chumbera se encuentra el inicio de la ferrata (poco más de media hora hasta llegar aquí, por la finca cinco minutos)


Decidimos el orden de subida, Víctor primero, entre medio Pepi, y yo cerrando el grupo. Aunque a estas horas de la mañana hacía bastante frío en las paredes umbrías, en poco tiempo empezamos a sudar.


Allá vamos, para arriba,  a superar parte del primer tramo (53 metros de pared vertical) hasta llegar a una pequeña repisa. Poco a poco empezamos a progresar e intentando no mirar demasiado hacia abajo, ya que la altura empieza a ser considerable.



Ya desde abajo se puede ver el primer extraplomo que tendremos que superar y en el que ya tendremos que ejercitar nuestros brazos.


Los tres compañeros llevamos unas bagas de reposo por si tenemos que echar mano de ella cuando estemos superando el extraplomo (aquí cada uno tiene su sistema). Víctor que ya lo veo superándolo, nos podemos hacer una idea de la fuerza que hay que añadir a nuestros brazos para pasar el desplome.


Una vez superado el extraplomo, y algunos metros más hacia arriba llegamos al final del primer tramo, en donde se encuentra la tirolina. Unos minutos de relax y disfrutando de las hermosas vistas de los pueblos de Benaoján y Montejaque.


Miramos la tirolina, una y otra vez, miramos hacia abajo (no lo teníamos demasiado claro). Vimos que a la mitad del recorrido de la tirolina el cable queda combado, eso quiere decir que habría que llegar hasta el final tirando de brazos, y además en la última parte del cable hacía una pequeña subida.


Justo cuando estábamos debatiendo sobre si pasarlo o no, llegaron una pareja de Valladolid (ferreteros expertos) y que estaban realizando todas las ferratas de la Serranía de Ronda


Muy decididos ellos, sacaron de la mochila todo el material necesario y empezaron a montar la polea. A la vez que lo montaban nos daban algunas claves de como hacerlo para que fuese lo más eficaz posible.


Dicho y hecho, allá va. La polea solo lo rueda algunos metros, menos de la mitad, así que vemos al muchacho hacer un esfuerzo para llegar hasta el final de la tirolina


La última parte es bastante dura, ya que lo vemos retorcerse hasta llegar al final.


Ahora va la chica, ¡que maravilla! como se desplaza.
Llega hasta el final sin tirar ni un solo metro de brazos.



¿Cual es la clave?
¿Por qué uno ha llegado fácilmente y el otro le ha costado?
La explicación estaba en las poleas que llevaban (eran dos) una pequeña (igual que la nuestra) y la otra muy pesada y de gran tamaño.

Ahora ya si que lo tenemos claro, no nos tiraremos.
Avanzamos por el senderillo que hay junto al cortado y en cinco minutos llegamos.

El muchacho cogió la otra polea y se volvió a tirar. Ahora si, ¡Que maravilla!


Una vez superado la tirolina (por parte de ellos) y el senderillo (por parte nuestra) iniciamos el segundo tramo de ferrata que se encuentra justo al final de la tirolina.


Dejamos que pasen ellos primero (seguro que irán más rápido que nosotros, !como se nota la juventud!) y nosotros nos colocamos en el mismo orden anterior: Víctor, Pepi y yo.


Al poco de empezar ya tuvimos que superar un pequeño extraplomo, que sin ser demasiado duro, también hay que pasar. Está a solo unos metros del inicio.


¡Ahora si!
Desde abajo lo veíamos perfectamente. Este si que es duro. Un pequeño techo con barriga incluida. Tenemos que echar mano de la baga de reposo y pegar un fuerte impulso hacia arriba.
¡Como tiran los brazos hacia abajo!


Prueba superada. Víctor visiblemente destrozado por el gran esfuerzo realizado, yo con un moratón en el brazo y Pepi echa una campeona con vértigo incluido. Ya solo nos queda el último tramo de pared vertical y hemos terminado.



En la ultima cornisa ya nos deleitamos con las vistas del paisaje de Montejaque e inmortalizando en nuestros rostros esta fantástica vía ferrata.



El disfrutón de Víctor



La campeona de Pepi



Y ahí estoy yo


Bajando por un senderillo bien marcado nos llevara hasta la plantación por la que pasamos en la subida. Cuando llegamos a la valla, un cartel nos indica la salida y a los pocos metros una escalerilla nos salta la valla. En quince minutos ya llegamos a los coches.



Una cervecita fresquita con algo de bocata ... y a la 


Repetición de la ferrata (Enero/17)








 









lunes, 21 de noviembre de 2016

Ferratas de Ronda: La Escalerilla de la Muerte y la Sevillana (Nov/16)




Ayer de montaña y hoy de Ferrata, y casi siempre atraído por esta hipnotizante Serranía de Ronda. Algo tendrá cuando pasamos tanto tiempo por estos bellos rincones. Hoy toca realizar las vías ferratas de Jimera de Libar y las dos que hay en Ronda: La escalerilla de la muerte y la Sevillana.
Son vías fáciles e ideales para iniciarse en esta disciplina. De hecho, nuestro compañero Víctor ha organizado esta ruta con esa finalidad.
Somos siete socios del club los expedicionarios de esta actividad, cuatro con experiencia y tres que se estrenan en el día de hoy.

Nos dirigimos primero a la ferrata ubicada en la localidad de Jimera de Libar (pulsar aquí e ir al final de la entrada)


Una vez realizada la la ferrata de Jimera de Libar nos trasladamos a la hermosa ciudad de Ronda, y para ello  nos dirigimos hacia el barrio de San Francisco, bajando hasta los Molinos del Tajo. El aparcamiento lo haremos en el carril empedrado junto a la Puerta del Viento.   




Una vez aparcado los coches pasaremos por el arco de la Puerta del Viento y a los pocos metros tenemos el inicio de la primera vía ferrata, La escalerilla de la muerte.


Estas vías ferratas son en realidad la adaptación con cable de vida de un antiguo atajo vertical usado por los campesinos del pueblo. Ambas ferratas se encuentran muy cerca una de la otra, acabando las dos en el mismo lugar, junto a la Puerta del Viento.


De entre todas las dificultades que tiene una vía ferrata (K1-K6) esta la podíamos catalogar como K1, es decir fácil, sin ningún problema a destacar, solo la verticalidad.

Ferrata de la Escalerilla de la muerte





Esta ferrata mezcla tramos de escalera de piedra con la instalación de grapas por las que progresaremos, encontrándonos en su recorrido varios descansillos. Esta vía sin dificultad alguna nos hace disfrutar de unas excelentes vistas del Tajo de Ronda con el puente nuevo.
A continuación está el inicio de la ferrata por cada uno de los compañeros disfrutando de un bello paisaje. 



   



Puesto que como vamos varios con experiencia y otros nuevos, decidimos intercalarnos, de este modo primero irá uno que sabe, otro que no, otro si...  así iremos pendiente de nuestro compañero para guiarlo en la colocación de mosquetones, anclajes... y todo lo necesario.



Allá vamos para arriba. El día está un poco incierto, se espera lluvia, ojala que todavía no empiece a llover.
El orden de subida será Miguel Ángel primero, después Rosa, yo, José Manuel, Pepi, Susi y Victor cerrando el grupo.


El incio de la subida con el tajo de Ronda al fondo es espectacular. Muchos extranjeros que llegan hasta la misma Puerta del Viento para fotografiar las vistas, nos incluyen a nosotros colgados en las paredes como parte del fantástico paisaje.


Según subimos, de vez en cuando miramos alrededor nuestro, contemplando parte de la Serranía de Ronda, ¡Que vistas!

En esta ferrata se puede ir bastante relajado (siempre con seguridad y responsabilidad) ya que solo tenemos la verticalidad de la pared, disfrutando al máximo de la subida.


Tras unos veinte minutos de recorrido llegamos al mirador, junto a la Puerta del Viento. Fotografía del grupo y para abajo de nuevo.


Regresamos al mismo senderillo de antes y pasaremos el inicio de la ferrata que acabamos de realizar. Seguimos unos metros más hacia adelante y llegamos a un antiguo molino al que tenemos que entrar y atravesar un pequeño puentecito para llegar al inicio de la ferrata.

Ferrata de la Sevillana




Esta otra ferrata la podríamos catalogar como nivel de dificultad K1-K2, ya que en el recorrido vertical nos encontramos con un pequeño extraplomo que hay que pasar, de ahí que tampoco la podamos clasificar como fácil.




En el primer tramo nos encontramos con un pequeño saliente lateral sin grapa, con lo que tenemos que colocar los pies en un pequeño saliente de roca que nos encontramos a nuestra derecha (ver foto)



Una vez superada esta parte más dura y en la que tenemos que ejercer un poco nuestros brazos, a unos 5 metros más adelante, la pared tiene una ligera inclinación hacia afuera con lo que de nuevo tendremos que echar de brazos para pasarlo.


Justamente después nos encontramos con un agradecido descansillo, con lo que a más de uno le viene formidable un pequeño respiro de adrenalina.



Los últimos tramos se hacen fácilmente sin dificultad alguna, incluso con otro pequeño descansillo. Es obligatorio detenerse de vez en cuando y mirar hacia abajo y disfrutar de un excelente paisaje


Tras unos cuarenta minutos de recorrido, poco a poco fuimos llegando al mismo mirador de antes.
Los extranjeros y visitantes se quedan sorprendidos al vernos aparecer "de repente" bajo esas verticales paredes.



Contentos todos y satisfechos por disfrutar de un excelente día de ferrata, y sobre todo un 10 a los compañeros que se han estrenado hoy, ¡enhorabuena! y que esto solo sea el principio de esta atractiva actividad.

Y como siempre, después una buena cerveza con bocatas incluidos...