lunes, 22 de abril de 2019

Circular Almendrón-Tajos del Sol-Navachica-Cielo (P.N Almijara, Málaga) Abril/19



Ya hacía tiempo, mucho tiempo que tenía esta circular en mi mente. Lo intentamos parcialmente, para subir al Navachica allá por mayo del 2012, subiendo en ese momento al Almendrón (pinchar para ver), y llegando hasta los Tajos del Sol, pero el fuerte calor y la falta de agua nos hizo abandonar.
Llegada la Semana Santa de este 2019, teníamos un par de días en el que se podía encajar esta aventura, de este modo, Pepe y yo lo fuimos hablando y planeando dicha ruta. Una vez planificado se lo hicimos llegar a otros compañeros-montañeros de nuestro club, añadiéndose a este proyecto, nuestra compañera y ferratera Pepi. 


(El grupo)

Para estirar y preparar las las piernas, el día anterior hicimos una circular con subida al pico Lucero desde el puerto Blanquillo, acercándonos a los casi 1000 metros de desnivel, 6 horas y unos 11 km.


Subida al lucero


Y llegó el momento de realizar la circular.
Es una ruta MUY DURA Y EXIGENTE en la que se reúnen muchos factores a tener en cuenta, y que por lo tanto hace que aumente su dureza: la distancia, el desnivel, el tipo de terreno, la duración, la falta de agua (implica cargar la mochila) y el cresteo. 
De ahí, que en nuestro caso, esta ruta nos llevara 11 horas, 21 km y 1700 metros de desnivel.
Es una de las rutas mas duras de la Sierra Almijara, pero que sin lugar a dudas compensa por las impresionantes vistas que se van disfrutando durante todo el recorrido, hacia las montañas y el mar.


Una vez preparados psicológicamente, teníamos que empezar temprano (ya que la ruta era larga, teniendo además después, que regresar a Sevilla). Así que a las 6:45 ya estábamos en planta, un buen desayuno y pusimos rumbo desde Nerja (en donde estábamos hospedados) al Área Recreativa del Pinarillo. Para ello, nos situamos en el aparcamiento de las Cuevas de Nerja, y desde ahí, por un carril en bastante mal estado en algunos tramos (se ha estropeado mucho desde las últimas veces que lo cogí) y tras recorrer unos cinco kilómetros llegamos al Área Recreativa (415 m). En época de verano este carril está cerrado, con lo que en ese caso tendríamos 5+5 kilómetros más y unos 300 metros más de desnivel. 


A las 8:30 nos ponemos en marcha. El pronóstico del tiempo es bueno, con poco viento en las cumbres (a diferencia del día de ayer). Las mochilas las llevamos bien cargadas de líquido, recomendable entre 4 y 5 litros.


Con track en mano, ponemos rumbo en esta primera parte hacia la Fuente del Esparto, a un par de kilómetros. Para ello tomamos el sendero GR-249 Gran Senda de Málaga, hasta salir a la pista que directamente nos lleva a la Fuente del Esparto, que antaño fue lavadero de minerales.


Siendo este, un lugar de referencia para realizar las muchas rutas que hay, por la Sierra de Almijara.


A no mucha distancia, el carril nos adentra hasta las mismas entrañas del barranco de los cazadores, siendo este, nuestro acompañante durante al menos un par de horas.


Este paraje sobrecogedor contiene unas paredes verticales en las que se encuentran covachas de grandes dimensiones y muchos cantiles. 


Este sendero conocido como la Vereda de las Minas es la confluencia del barranco de los Cazadores, el barranco de la Higuera y el arroyo del Esparto.


Iremos ascendiendo por el cauce seco del barranco. El sendero está marcado con hitos y manchas de color rojo. En algunos momentos hay que estar atentos para no despistarnos...


Al estar todo el tiempo sombreado, estamos avanzando cómodamente, progresando en desnivel y kilómetros sin demasiado esfuerzo.


Cuando la senda parece perderse, rápidamente damos con nuestras marcas rojas y la seguimos...


El Tajo de la Soledad a nuestra izquierda y el Tajo de Perruchino a nuestra derecha, nos muestran sus verticales paredes de varios centenares de metros.


En algunos tramos, la senda está perfectamente definida, incluso con bastante anchura cuando empezamos a coger altura.


Seguimos ascendiendo por las pedreras del lecho del barranco... 


Cuando el sendero se adentra ahora en un pinar...


Y al poco llegamos a un cruce, en el que, tal como indican lo escrito en las piedras, de frente iremos al Navachica y a la izquierda al Almendrón, este segundo será nuestra ruta a seguir. 


De frente, allá en lo alto podemos ver la entrada al Collado de la Puerta por la que accedimos ya en mayo del 2012. Las vistas desde allí son espectaculares, sobre todo teniendo a lado, junto a nosotros la Torre del Almendrón o Almendroncillo, como también se le conoce.


 En la cumbre del Almendrón con Rosa, Carmina y Juan

Mayo/12


Seguimos subiendo con dirección al Collado de la Mina o del Buitre, que separa la cumbre del Almendrón, a la izquierda, y los Tajos del Sol a la derecha.


En esta ocasión no subiremos al Almendrón (¡demasiada tela!), subiremos a los Tajos del Sol, pero haciendo primero una parada para disfrutar de este vertical paredón.


Allá abajo podemos contemplar el valle del río Chillar y el famoso Cortijo del Imán, que tantos recuerdos nos trae, sobre todo por los pinchazos.


Ahora tenemos una buena subida empinada (unos 300 metros de desnivel), a la que poco a poco iremos subiendo por el sendero, que en ocasiones se pierde en este terrero tan agreste.


Y allá, en la otra vertiente vemos todo el cordal (que parece interminable) por el que tendremos que pasar hasta llegar al pico Cielo.


Seguimos ascendiendo por este pedregal, en el que ahora el sol nos empieza a castigar, casi sin nada de viento. Nos estamos acercando a otro cortado, el Nido del Buitre.



Allá abajo vamos dejando la cumbre del Almendrón. Un poco de respiro y seguimos avanzando, a la vez que disfrutamos de unas excelentes vistas de las montañas y de la costa...


De frente vemos un paredón, por el que tendremos que subir. Desde aquí no se ve el camino por el que tendremos que trepar. Cada uno de nosotros, y desde esta distancia, intenta acertar cual será el "paso", ¿de frente, por la derecha, izquierda? ¡Cuando estemos allí ya lo veremos!


Esta pared ya la había leído en otras crónicas ¿expuesta al vacío, difícil de superar...?
Eso dependerá de la experiencia montañera de cada uno...pero en mi modesta opinión, se puede pasar tranquilamente sin problemas, ya que hay mucha piedra escalonada por la que podemos progresar.




Y llegamos al Alto de la Mina (1689 m de altura).
El viento aquí nos hace ponernos rápidamente algo de abrigo.
¡Una fotillo de grupo para inmortalizar el momento!


De frente, tenemos claramente a la vista la cumbre del Navachica. Quedará un par de kilómetros hasta alcanzar su cima y una hora para llegar.


Una pequeña bajada y llaneando por nuestra derecha nos dirigimos hacia el Navachica.


Allá atrás vamos dejando parte de nuestro recorrido...


Aunque parece que el Navachica está ahí, se hace de rogar (se va notando nuestro cansancio). Los últimos 200 metros de ascensión se hacen más duro. 


¡Y por fin llegamos a su cumbre, cinco horas y media después, son las dos de la tarde!


Ahora si necesitamos comer, hidratarnos y descansar un buen rato. Aquí estaremos 45 minutos.


Desde nuestro comedor improvisado, las vistas que tenemos de frente son espectaculares. Me pongo a mirar cada uno de los picos, e intento adivinar cuales son...


Una foto de grupo para inmortalizar nuestro momento triunfal y para abajo, a seguir con la ruta, que todavía nos queda bastante recorrido.


Empezamos la circular, en busca del pico Cielo, que será el último, antes de bajar bruscamente en busca del Área Recreativa del Pinarillo.


Echamos la mirada atrás, y vemos nuestro recorrido parcial...


Iremos ahora, subiendo y bajando...y subiendo los distintos cerros que encontramos a nuestro paso, manteniendo la altura de unos 1700 metros.
Detrás, las montañas cargadas con nieve, de las cumbres más altas de Sierra Nevada.


En nuestro camino nos encontramos con unas curiosas formaciones rocosas. Unas de ellas aplastadas en el mismo suelo, parece el perfil de un camello.


¡Que vistas tenemos alrededor de nosotros!


Y llegamos al Alto de las Lomas...y click, foto al canto.


Desde el puerto de la Orza, faldeando por la derecha el Cerro del barranco del Pino (1619 m) nos dirigimos ahora al cerro que está cubierto por un bosquete de pinos. 



Una vez que llegamos, el senderillo nos lleva ahora por la izquierda, enfilando la costa de Maro y Cerro Gordo.


El fuerte viento que debe azotar en esta zona, lo vemos reflejado en los esbeltos pinos que quedan golpeados lateralmente.


Mientras que Pepi y Pepe faldean el cerro, yo subo por una pequeña cresta, desde la que puedo divisar mejor toda la costa y las montañas de toda la sierra.


El sendero de nuevo nos tira por la izquierda...


Desde donde podemos disfrutar de toda la costa granadina de la Herradura y Almuñécar...



Cuando creíamos estar cerca del pico Cielo, y tras meternos en un berenjenal de troncos quemados y arrasados en el suelo...¡vaya quince minutos!, resulto no ser el pico Cielo, se veía aún muy lejos.




¡Por fin, allí está "el Cielo", que largo se ha hecho!
Un descansillo de cinco minutos tras la pesadilla de los troncos quemados...




Y llegamos a la cumbre del pico Cielo (1509 m)
Casi nueve horas de ruta hasta alcanzar este punto.


Diez minutillos de relax, fotillos,vistas... y para abajo que todavía nos queda mas de 1000 metros de una pronunciada bajada hasta llegar al coche. 


Y bajando por la Cuesta de la Media Luna, con fuertes pendientes y terreno resbaladizo y pedregoso.
Nuestros pies van notando el "recalentón". 


La piedra está muy suelta y fácilmente nos podemos caer...nuestros pies parecen que avanzan solo, como por inercia...empezamos a estar agotados.
Cada poco miramos el desnivel que nos falta: 700, 500, 400...ya queda menos.
¡Alguno está a punto de llorar, lástima no hay pañuelos. Queda entre los tres!


Allá abajo ya vemos la entrada al Barranco de los Cazadores, por donde ya entramos esta mañana...hace ya muuuuchas horas.


Una vez en el barranco cogemos la pista que nos llevará hasta el Pinarillo, tras avanzar algo más de un kilómetro.


Siete y media de la tarde, llegamos, 11 horas de ruta, no está mal.
Los pies los llevamos "cascaos"
¡Esto si que es un rutón, un pedazo de compañía, buena armonía, vistas impresionantes...!
Unas cervezonas para celebrarlo y "paSevillapitando" que llegamos de noche.

martes, 9 de abril de 2019

Sendero Cueva de la Batida (Carmona) Abril/19


Dos fines de semana seguidos llevamos de lluvia,  y sin poder salir a la montaña. Para nosotros, este tiempo es una verdadera eternidad. Así que aprovechamos este domingo, en una tregua de precipitaciones,  para realizar una pequeña escapada,


Quedamos Rosa, Irene, Julio el que escribe, y Zenda, un juguetón Perro de Agua Español, 
y ponemos rumbo hacia la cercana y hermosa ciudad de Carmona, a unos 30 kilómetros escasos de Sevilla. Perteneciendo ésta a la Campiña de Carmona, aunque geográficamente también está enmarcado dentro de la Comarca de los Alcores. 


 Nuestra ruta pondrá rumbo hacia la Cueva de la Batida, en la que recorreremos unos 11 kilómetros, poco más de 250 metros de desnivel, y tres horas y media de recorrido en plan disfrutón y recreándonos con las vistas. Justo cuando empezó de nuevo a llover.
Es una ruta por el término municipal. Empieza en la cuesta de San Mateo y termina en la Puerta de Córdoba, aunque con algunas variantes. Además de la calzada romana y el puente de los cinco ojos, podremos apreciar una cantera Medieval conocida como Cueva de la Batida.


Son las diez de la mañana cuando aparcamos nuestro coche junto a la Alameda, y a escasos metros de la Puerta de Sevilla, a la que nos dirigimos. Declarada como Monumento Histórico-Artístico en 1906, es una de las entradas a Carmona,


Bajamos por la antigua carretera que atravesaba Carmona, y a unos 100 metros cogemos la pista que sale a nuestra izquierda, en el que un cartel nos muestra las indicaciones de esta ruta.




Junto a este cartel, aparecen una curiosas indicaciones de rutas ecuestres: a Écija, el Viso del Alcor, La Campana, fuentes de Andalucía... 




Esta pista nos llevará, tras recorrerla en algunos metros a la ermita de San Mateo, construida en memoria de la reconquista de Carmona por manos del rey Fernando III el Santo.


Y subimos ahora con dirección al Parador de Turismo, desde el que se puede disfrutar de unas excelentes vistas de toda la campiña de Carmona y el río Corbonés. Allá abajo dejamos la ermita de San Mateo, de donde venimos.


Una vez arriba, junto a las puertas del Parador, en una balconada, hacemos una pequeña parada para contemplar todas la vistas. El día es ideal, ni frío ni calor...


Este Parador (Alcázar Real de Carmona), tras la reconquista fue tomado por los cristiano y fue reconstruido por Pedro I de Castilla en el siglo XIII. Fue declarado Monumento de interés Histórico-Artístico en el año 1931.


Y a través de la Puerta de Marchena, junto al Alcázar del Rey Don Pedro, nos adentramos en su casco histórico, uno de los más bellos de Andalucía. Aunque en esta ocasión, no lo recorreremos, solo la parte de la ruta que tenemos prevista.


Aquí, aprovechamos para que unos ciclistas procedentes de Michigan (USA) nos inmortalicen tras hacer nosotros lo mismo con ellos.


Tras pasear por sus callejuelas, y disfrutar de sus fachadas encaladas de blanco, desembocamos en la Puerta de Córdoba, con dirección a la campiña. 


Declarada como Bien de Interés Cultural y Monumento Histórico-Artístico en 1931, fue construida por los romanos en el siglo I d.c. Aunque con escasa capacidad defensiva, no tenía función de fortaleza, sino de símbolo propagandístico del Imperio Romano.


Bajamos por la pista, en la que todavía se conserva parte de la antigua Calzada Romana, y que coincidía con el trazado de la Vía Augusta, que era el principal medio de comunicación y transporte de la Hispania Romana.

Pero antes de seguir por este camino, nos acercamos para contemplar la ermita de la 
Virgen de Gracia.  


Su construcción se inició en el siglo XIV, y cuenta la leyenda que en 1290 se apareció la Virgen de Gracia bajo las puertas de Morón y Marchena, justo donde hoy se encuentra la ermita.
Siendo ésta la patrona de Carmona, en el mes de septiembre se celebra la romería de la Virgen de Gracia, en donde son muchos los devotos que se acercan hasta este lugar y celebran el día en esta pequeña arboleda diseñada para tal fin.


Retrocedemos por la pista de donde venimos, y a los pocos metros seguimos por parte de la calzada romana con dirección a los puentes romanos, uno de ello conocido como el de los Cinco Ojos. 


Allá a lo lejos dejamos Carmona, y destacando a primera vista su Parador de Turismo, inmejorables vistas desde él.



Y metidos ya en la campiña, llegamos al primer puente.

Lo atravesamos y llegamos al puente de los Cinco Ojos, puente romano Augusta que se siguió utilizando en época islámica y cristiana para uso agropecuarios. 


Este puente fue construido en el siglo XVIII, pero  puede tener su origen en la existencia de un puente romano.


Hasta aquí, parte del camino conserva el empedrado de  la calzada romana.


Y allá, en lo alto del cerro, Carmona...poco a poco nos vamos alejando de ella.


Y circulando por la pista que discurre paralela a la autovía de Andalucía, vemos a lo lejos una torre vigía, en el otro lado de la carretera.


Pasaremos por un túnel bajo la autovía, y nos dirigimos hacia la torre.


La torre de Martín Pérez se encuentra en la huerta del mismo nombre, en el que nos encontramos con un manantial y un abrevadero.
Esta torre medieval está enclavada en un asentamiento romano y posiblemente se trate de una mera torre de las muchas que existían en la campiña que fueron entregados a los caballeros como 
donadíos menores. 


Regresamos de nuevo por el túnel y seguimos la pista hasta llegar a las canteras medievales y la Cueva de la Batida.


Cuando me puse escribir esta crónica, y a recabar información de este lugar, dí con una curiosa información, y que indico a continuación:



Esta impresionante cantera medieval, moderna y quizás romana, ha creado un paisaje especial.
Nos vamos desplazando junto a estos paredones de tierra rojiza-anaranjadas-marrones (depende la luz del sol cuando incide en su paredes).


Un curioso y bonito lugar junto a Carmona, y tan cerca de Sevilla que jamás había visitado.


Junto a estas cuevas, y en un idílico y bello entorno, un pequeño cortijo con Carmona al fondo.
Una loma verde, muy verde nos dirige la mirada desde el cortijo hasta el cerro en donde domina esta ciudad romana de Carmona.


Nos seguimos desplazando junto a las paredes de esta cantera...y llegamos a las cuevas, una de ellas, la de mayor dimensión Cueva de la Batida.


Nos adentramos hacia ella. Sus dimensiones son dantescas.
Lástima que su interior esté tan degradado.
Muchos son los que vienen aquí, y no justamente los mas respetuosos con el medio, dejan su interior invadido de basura: cartones, latas...y demás desperdicios.


Parece ser, que según leí posteriormente, en el interior de una de ellas existe un "morabito", lugar de rezo de los musulmanes. También tiene bastante más profundidad de la que nosotros pudimos ver. 


Ya en la antigüedad este paraje fue utilizado como cantera, en el que se extraían las piedras para algunas construcciones de Carmona. 
Esta cueva formada por varias entradas, ha sido utilizada más recientemente como resguardo del ganado, y en los últimos tiempos como zona de motocross.


Salimos de la cueva y entre los paredones accedemos hasta otra oquedad que encontramos un poco más escondida entre los matorrales.


Por un momento, y sin que sea comparable...ni mucho menos, parecemos estar en la ciudad de Petra, allá por tierras de Jordania.


Vamos saliendo del paraje...pero antes nos acercamos a una era, que colocada en una especie de balconada, tenemos una bonita vista del entorno.


Algunas moles de piedra, ya muy erosionada por el tiempo, nos encontramos antes de dirigirnos a una pista que discurre paralelo a la carretera SE-4105, y que nos accede directamente a la ciudad de Carmona, de nuevo. 


Cuando son casi las 13:30, es hora de sacar los chubasqueros. 
La lluvia parece que se ha adelantado.
Zenda (os recuerdo, el perro de agua) juguetea con las aves, que a media altura revolotean, en perfecta armonía de juego con el canino,


En los últimos 500 metros la pista desemboca en la carretera local, con lo que, avanzaremos con mucha precaución y llegamos a Carmona, cuando la lluvia de verdad, empezó a apretar.


¡Buena mañana hemos echado y en buena compañía!
¡Sí, también tu, Zenda!