Viene de Parte I
Ya vimos
unas fotos, con lo que preferimos ajustar el presupuesto.
El retablo
de la capilla mayor es gótico flamígero del siglo XVI y curiosamente muchos de
los azulejos que decoran el templo son de origen hispanos-árabes de 1503 del
taller de un sevillano, Pedro de Guijarro.
Siguiendo
por las empinadas cuestas nos dirigimos ahora hacia el corazón universitario,
su Universidad con mayúsculas.
Un bello
complejo de una serie de magníficos edificios
del siglo XVI-XVIII, todos ubicados alrededor del patio das Escolas. Fundada en
Lisboa en 1290 fue trasladada al Palacio Real de Coimbra en 1537.
La entrada
al recinto la podemos hacer por la elegante Porta Férrea.
En la plaza
central hay una gran estatua de Joao III, ubicada junto a una balconada con
espectaculares vistas sobre toda la ciudad de Coimbra.
El elemento
que más destaca en la plaza es el campanario del siglo XVIII, conocido con el
nombre de “la cabra” porque cuando sonaba la campana para indicar el final de las
clases, los estudiantes del primer curso eran víctimas de las novatadas de los
estudiantes más veteranos, a menos que se marcharan corriendo a sus casas
saltando como las cabras.
Desde el
mismo patio podemos acceder a la capilla de San Miguel, con un techo pintado de
varios colores vivos y un órgano barroco dorado.
Subiendo
unas escalinatas ubicadas a la derecha se llega a la solemne “sala de los
graduados”, antigua sala de exámenes, cuyas paredes están adornadas con
retratos de los reyes de Portugal.
En el otro
lado, la biblioteca de Joanina. Contiene una amplia colección de libros
antiguos, relacionados principalmente con
temas sobre derecho, teología y filosofía.
De estilo
barroco, se construyó en 1717 bajo el reinado de Joao V.
Junto a la
biblioteca, una amplia terraza nos deparará excelentes vistas sobre el río
Mondego y el casco viejo de Coimbra,
Abandonamos ya
el recinto universitario, sin dejar de ver a todos los estudiantes preparándose
para su fiesta de graduación. Al salir, no podemos evitar mirar hacia atrás, y
disfrutar de las vistas de tan magníficos edificios.
Seguidamente
nos dirigiremos a la Catedral nueva, Construida por los jesuitas en 1598.
Su fachada
se construyó en dos fases, la primera en etilo clásico y la segunda en estilo
barroco. Posee en una pila bautismal manuelina originaria de la catedral vieja.
Muy cerca de la catedral, nos adentraremos en las curiosas callejuelas del barrio de las “repúblicas”. Estas calles poseen muchas casas donde viven los universitarios, y a cada una de ellas las han bautizado con el nombre ficticio de alguna república imaginaria.
Por ejemplo
en la calle de “las matemáticas” nos podemos encontrar con las repúblicas de
“dos Incas”, “dos fantasmas”, “rapo-taxo”, “ras-te-parta”, “galifoes”…
A cada paso
respiramos ambiente estudiantil. Son calles estrechas y forman parte del casco
histórico de Coimbra.
Poco a poco
vamos descendiendo hasta la parte baja de la ciudad, cercana a la plaza del
comercio.
Esta zona
bien distinta de la monumental, está cargada de un ambiente de tiendas, bares y
restaurantes (todos los que ayer noche estaban cerrados). Unos vinos de la zona y unas cañas vienen bien
para aplacar la sed, por solo, algo más de un euro.
Es mediodía,
y en las calles se mezclan los turistas con los nativos de Coimbra. Como un día cualquiera, los habitantes de la
zona entran en sus comercios para llenar las cestas de frutas, verduras, carnes
y pescados. Por otra parte, algún turista ya hambriento saborea los platos
típicos que de forma tan llamativa los ilustran en las puertas de los
restaurantes.
Poco antes
de coger la calle peatonal que nos desemboca en “largo da Portagem”, ya junto
al río, hacemos una parada en la plaza 8 de Mayo. Una pequeña fuente situada en
el mismo centro de la plaza refresca en este día de calor. En ella se encuentra
el Monasterio de Santa Cruz, siendo el Panteón Nacional. Se fundó en 1131 por
los canónigos regulares de San Agustín.
Pasadas las dos de la tarde nos dirigimos hacia el Puente de Santa Clara,
cogemos el coche y partimos con dirección a Mata Do Bussaco, a 25 km.
Mata Nacional Do Bussaco
Tal como nos indica el folleto informativo
que nos dieron a la entrada del recinto:
“Clasificado como un bien de interés
histórico,el conjunto monumental de BuÇaco posee una riqueza patrimonial
excepcional. Al nucleo central formado por el Palace hotel de BuÇaco y por el
convento de Santa Cruz, se unen las ermitas de retiro, las capillas de oración
y las estaciones de via Crucis, la Cerca con las Puertas, el museo militar y el
monumento conmemorativo a la batalla de BuÇaco, los cruceros, las fuentes,
entre las que destaca la Fuente Fría…”
Para llegar a este idilico lugar saldremos de Coimbra con dirección norte,
tomando como referencia siempre hacia Oporto, a unos 15 km llegaremos a Mealhada,
hacia la derecha y a unos 10 km no encontraremos la indicación de Mata Nacional
de Bussaco. La carretera nos llevará hasta la entrada del recinto. Aunque se
podría entrar andando (sin pagar nada) nos aguardaría unos tres kilómetros en
una fuerte subida. La mejor opción es pasar con el coche aunque pagando cinco
euros por el mismo. Un guarda ubicado en un pequeño control con barrera
incorporada nos informará de la entrada.
Subiremos por una carretera que se adentra en un frondoso bosque. Aquí
aprovechamos para hacer una parada y comer unos bocatas con este penetrante
silencio.
Ya en el aparcamiento ubicado junto al palacio dejaremos el coche. Con
mapa en mano empezamos a orientarnos e intentar realizar todas las rutas: ruta
del agua, del bosque relicto, militar, de la naturaleza, del vía crucis.
Debo de indicar que aunque al principio parece dificil recorrer todo, las
distancias son cortas, entre tres y cuatro
horas se puede ver casi todo.
Perteneciente al obispado de Coimbra desde 1094. La Mata do BuÇaco fue
donada por el Obispo de Coimbra D. Joao Manuel en 1628 a la orden de los
Carmelitas Descalzos.
El Palace hotel (1888-1902) es considerado uno de los puntos de mayor
interés de todo este conjunto.
Proyectado por el escenógrafo italiano Luigi Manini, el edificio tiene la
influencia cultural del sentido romántico y nacionalista de los neos manuelinos
y renacentistas.
Además de ser un bello palacio, es tambien un lujoso hotel en el que está
totalmente prohibida la entrada a toda persona que no se cliente, y como bien
dice un cartel colocado en la puerta “para respetar el silencio de los que allí
descansan”.
Durante casi media hora nos dedicamos a contemplar este maravilloso
palacio por todas sus vertientes, y admás, recrearnos en tan bello enclave,
rodeado de jardines y un estanque con agua, en donde algunos cisnes le dan una
estampa perfecta.
Junto al palacio nos encontramos con varias sendas y veredas por las que
recorremos este recinto.
Como la cabras tiran al monte, y como montañeros que somos, la primera
ruta que hacemos es hasta lo más alto, la cruz alta, un excelente mirador desde
donde podeos disfrutar de unas fantásticas vistas.
Delante de nosotros un frondoso y extenso bosque. Uchos árboles son
autóctonos de la zona y otras tantas
especie exóticas como cedros, secuoyas, araucarías que fueron introducidas a
partir de 1850.
Bajando por el bosque relicto nos dirigimos hacia la “puerta de Coimbra”,
una de las entradas al recinto, y junto a ella la senda de la via crucis, en
las que se representa las estaciones de pasión de Cristo: la oración de Jesús
en el huerto, el prendimiento, Jesús en casa de Anás, Jesús en el Calvario, las
vestiduras, las caidas de Jesus, y así hasta un total d veintidos estaciones …
Capillas y ermitas como la de San Juan de la Cruz, de San Atonio, de San
Andrés...
Las características únicas de la Mata Nacional de Bucaco hacen de él un
lugar mágico, donde el pasear por sus veredas nos hace sentir a veces como si
estuvíesemos en alguna zona exótica de Sudamérica.
El Convento de Santa Cruz construido desde la simplicidad exigida por la
vocación eremítica del “desierto”, se caracteriza por el reultado d la mezcla
de entre la cruz griega y la cruz latina.
El revestimiento arquitéctonico de corcho o las incrustaciones, como
técnica decorativa del convento, traducen el espíritu de desprendimiento de lo
material.
Abandonamos ya este lugar y nos adentramos en el Parque Natural de la
Estrella, para ello nos dirigiremos hacia Seia, ya dentro del parque. Son unos
130 km los que nos separará de nuestro siguiente destino que será Manteigas.
La Sierra de la Estrella es un altiplano erosionado por los glaciares siendo la cordillera más alta del Portugal
continental.
La Sierra de la
Estrella
El Parque Natural de la Sierra de la Estella es la mayor zona protegida de
Portugal, con un pie en la Beira Baixa y el otro en la Beira Alta.
Cuando la gente piensa en Portugal, jamás pensarían que en este país uno
puede hacer rutas de montaña, incluso esquiar en una estación de esquí.
La entrada al Parque Natural desde Seia, resulta algo desértica, sin
apenas arboledas, Solo decenas de grandes rocas aparecen dispersas por el
paisaje, pero cuando nos acercamos a la población de Manteigas el panorama
cambia bruscamente.
Una serpenteante carreterilla nos baja por las montañas hasta dicha
localidad.
Ya en Manteigas, casi de noche, teníamos reservada una habitación en la
pensión Estrela, junto a la iglesia. Excelente calidad precio y en muy buena
ubicación.
Sin lugar a dudas Manteigas es el mejor punto de partida para visitar todo
lo más interesante del Parque Natural. Con vistas al valle de Zezere tal como
indiqué cuando hice la reserva, la pensión es sencilla, sin lujos. Está
regentada por una pareja joven muy competente y que amablemente nos ayudaron
con algunas cuestiones planteadas.
Cenamos muy cerca de la pensión, junto a una pizzeria, buenas carnes de la
zona pudimos degustar.
Día
3
Después de
tomar un abundante desayuno nos dispusimos realizar una circular por toda la
Sierra de la Estrella empezando por la visita al Pozo del infierno.
PoÇo do inferno
Según
salimos de Manteigas, a unos tres kilómetros a mano izquierda nos encontramos
con un desvío hacia el pozo del infierno.
Una
agradable carreterilla, pero en algunos tramos muy estrecha, nos acerca a este
bonito lugar tras recorrer cinco kilómetros.
El pozo del
infierno es una impresionante caída de agua en forma de cascada que se
precipita sobre una pequeña poza.
Ubicada en una estrecha garganta de la montaña, han colocado unas pasarelas
metálicas por las que hay que pasar para adentrarse en la cascada.
En un idílico
enclave, la frondosidad de los árboles ha creado muchas zonas húmedas donde los
líquenes y musgos aparecen por cada rincón. En la parte baja de la cascada, ya
en la orilla del río, han habilitado unos pequeños bancos donde a la sombra de
los árboles podemos realizar un picnic.
Continua en Parte III
Volvemos de
nuevo a la carretera para ahora recorrer el espectacular valle glaciar del
Zezere, hasta los pies del pico Torre.
Corresponde
a la lengua glaciar de mayor dimensión de la Sierra de la Estrella, alcanzando
los 13 km. En forma de “U” es el mayor valle de origen glaciar de Europa.
Valle de
Zezere
Según vamos
avanzando por la carretera, el valle, que queda a nuestra derecha, nos podemos
encontrar algunas pequeñas cabañas de pastoreo, y a nuestra izquierda una ancha
cascada que cae a los pies de la misma carretera.
http://antonio-bueno-todosmisviajes.blogspot.com.es/2014/05/ruta-por-las-beiras-portugal-parte-iii.html