viernes, 12 de agosto de 2011

Costa Cántabra (desde la localidad de Somo hasta Castro-Urdiales) Julio/11


Las dos comarcas por la que recorremos su costa...







Entre montaña y montaña haremos un breve descanso y visitar la costa cántabra entre la localidad de Somo (a escasos kilómetros de Santander) con dirección oriental y Castro-Urdiales.
Para ello dedicamos dos días y situamos la tienda de campaña en el camping ubicado en la localidad de Islares.


Nuestra primera parada Somo donde una gran playa ubicada en la bahía santanderina nos dará la bienvenida, y junto a ella la playa de los tranquilos, donde la olas azotan fuertemente en la roca.






A escasos kilómetros la playa de langre, sin lugar a dudas una de las más bellas y más salvajes de la zona.
Decenas de furgonas con matriculas alemanas, austriacas, belgas ........ ataviadas con todo lo necesario para la práctica del surf.



Grandes olas se levantan sobre el agua y hacen disfrutar a los muchos surfistas instalados en la zona.



Sobre los acantilados de la playa un senderillo nos llevará hasta la playa siguiente en solo 20 minutos. Arnillas es una playa coqueta, tranquila y con un paisaje espectacular.





A continuación, en la localidad de Ajo nos desviamos hacia el mar para acercarnos al faro de Ajo. Una puerta cerrada nos impide el paso. Nos acercamos a los acantilados para intentarlo ver desde lo lejos.
De todos modos parece una zona algo más turística por lo que nos vamos hacia Santoña.

Santoña, bajo el monte Buciero y en plena reserva Natural de las marismas de Santoña.





Enclavada en un escenario, donde la belleza paisajistica y natural está garantizada. Se trata de un paraiso ornitólogico con más de 4500 hectáreas y alberga un valioso ecosistema con abundante fauna y flora.



Nuestro siguiente destino, Laredo. Impresionante playa vista desde uno de los miradores antes de llegar a la localidad.



La Puebla Vieja y el Arrabal, declarado conjunto histórico artístico está formada por callejuelas o rúas y rodeada por una esbelta muralla, en donde todavía podemos acceder a ella por una de sus puertas de entrada








Ahora iremos a una de las playas mas hermosa de la zona, la playa de San Julian. Pasado Laredo, y sin salir a la autovia, una carreterilla nos conduce hasta la localidad de Liendo. Aquí, una indicación nos envia hasta la playa de San Julian. Una pista de un kilómetro aproximadamente, y en un estado algo malo en algunos tramos nos llevará a este paraiso.


Como aquellas playas de ensueño, solitaria, silenciosa. Esta playa, con grandes acantilados vertiginosos que miran hacia el mar.




Allá abajo, la playa desierta. Nadie se puede bañar. Solo dos surfistas se aventuran en esta playa paradisiaca.



 Sobre los acantilados nos sentamos, y no nos cansamos de contemplar tanta belleza.


Intentamos avanzar por el borde del acantilado. Imposible, la vegetación está muy cerrada y no nos deja pasar. Nos conformaremos con esta excepcional vista.



Bordeando la costa salimos a Oriñón y Sonabia y por último a Islares, donde nos quedaremos a dormir.


Como casi siempre, nos despertamos con lluvia, un fuerte aguacero cae sobre Islares. Aún así nos vamos a la playa para disfrutar de las vistas. Una pequeña playa junto a su puerto y en frente la pequeña bahía de Oriñón por donde pasamos ayer.


Así que visto lo visto nos vamos a visitar Castro-Urdiales, una de las joyas cántabras.





Situada en la costa oriental, cerca ya de la frontera con Vizcaya, Castro-Urdiales está rodeada de espectaculares paisajes costeros repletos de abruptos acantilados.



Situado en el extremo de un promontorio y junto a la iglesia de santa maría se encuentra el castillo medieval. Sólida fortaleza convertida en faro.


Y frente a él  unida por el puente medieval se encuentra la Ermita de Santa Ana.



Localidad marinera por excelencia, su economía se mueve mirando al mar y además de todos los turistas que se agolpan para disfrutar de este bello lugar.




En la plaza del Ayuntamiento, los soportales acogen a muchos bares donde se mezclan los lugareños con todos los viajeros que rondan por estos lares.





Pero sin lugar a dudas, donde se forma un verdadero festin es en torno al puerto pesquero. Cuando los barcos vienen cargados de pesca, las gaviotas revolotean en busca de su recompensa. El espectáculo está servido, y el ambiente pesquero se respira a cada paso que damos.




Y como no, a la hora de comer, donde mejor que picar que en los muchos bares existentes en la zona. Buen tapeo, buen pescado y sobre todo para todos los bolsillos.


Y por la tarde hermosas terrazas donde saborear excelente reposteria, y el cafe que ya toca.

Castro-Urdiales es perfecta, reune todos los ingredientes para que un viajero pueda disfrutar de este trocito de costa, y además al estar cerca de Vizcaya, en sus bares, en la calle, se respira cierto ambiente del País Vasco. Estar por aquí y no vistarlo sería un gran error.


¡Ah se me olvidaba!, su gente encantadora, he aquí una pequeña muestra .............


Y mañana que ...., seguiremos subiendo montañas.

miércoles, 10 de agosto de 2011

Subida al Gorbeia (1481 m-Techo de Vizcaya) Julio/11


Datos de interés:


Lugar de partida: Localidad de Areatza (Villaro), a 10 km aparcamiento Pagomakurre (860 m)
Desnivel: 621 m
Desnivel acumulado: 621 m
Dificultad: Media-fácil
Duración: 4 horas
Fecha: 22-7-11
Distancia: 12 Kilómetros
Participantes: Rosa y Antonio

Gorbeia (Gorbea), una de las cumbres más emblemáticas de España, y a su vez una de las subidas más populares. Sobre todo el último y primer día del año, donde se brinda con cava para celebrar la despedida del año.

Como Muestra del arraigo popular de la cruz se canta la siguiente copla popular;


“En el monte Gorbea
en lo más alto hay una Cruz,
haciendo guardia a aldeas
de toda Arratia de ande eres tú.
El sol de madrugada
allá primero suele alumbrar
y yo pensando en Clara
cuidando ovejas suelgo cantar”

 

Nos situamos en la localidad vizcaína de Areatza, una vez allí, y en la plaza del pueblo, junto a la iglesia, una carretera que nos indica “Gorbeia parke naturala” nos llevará hasta el aparcamiento de Pagomakurre (10 km).


Una carreterilla estrecha en muchos de sus puntos y de una gran belleza por la frondosidad del lugar.
Son las 10,30, y como es natural por estos lares los montes mantienen la niebla.



 

Desde el aparcamiento cogemos la pista que sale de frente y que un cartel nos indica “Arraba 40, 2,8 km’”, este nos llevará a las campas de Arraba en 40 minutos.


Subiremos por la pista, y en unos 45 minutos estábamos en las campas de Arraba (200 m de desnivel).



Si el cielo estuviese descubierto desde hace ya tiempo se vería la cumbre del Gorbeia.





Al llegar a la campa hay un cartel, nosotros tiraremos por el que indica “Egiriñao 20’ que sale a la izquierda.


Bonito prado, verde muy verde, donde las ovejas, vacas, y caballos pastan y se alimentan saludablemente





La pequeña pista al poco la dejaremos, ya que esta nos llevaría al refugio de Ángel Sopeña (lo vemos desde aquí). Nuestro sendero será el de la izquierda (está indicado) que se adentra flanqueado por unos árboles.






Ahora pasaremos por un paso algo delicado, sin peligro alguno, pero fácil de resbalar, el paso de Aldepe se llega después de subir una fuerte pendiente y bordearemos una gran peña.


El sendero queda casi obstaculizado por las muchas ovejas melenudas por allí existentes.


¡Qué bonito lugar!, ¡qué paz, que silencio! Solo nosotros y este enorme paisaje. ¡Qué verdor!




Continuando el sendero ahora nos adentramos en un gran hayedo, hemos llegado a Egiriñao (1100 m) donde dejamos a nuestra izquierda el refugio privado del mismo nombre.




Hasta ahora el desnivel subido ha sido relativamente poco. A partir de aquí la tendremos toda la subida (400 m de desnivel).





El sendero seguido por unos hitos nos ascenderá hasta el collado de Aldamiñospe (1321 m). A la izquierda el pico Aldamin (1378 m), y a la derecha el Gorbeia.

Aquí la niebla ya nos invade, no vemos nada.


Tomamos como referencia mi altímetro, y unas esterillas que han colocado en  la tierra  para repoblarlo de hierba y por el que no se puede pisar. ¡Mala suerte, estas esterillas han finalizado!.

Nuestra referencia ha terminado. Estamos relativamente cerca y unos 70 metros de desnivel pero no se ve nada.


Al no haber camino marcado, echamos media hora en este tramo colocando hitos de piedra para guiarnos en la bajada. En el último tramo incluso clavamos los palos para tomarlo como puerta de bajada.

Ahí está, ya la vemos, una enorme cruz de 17 m de altura. Sin niebla se hubiera ido viendo desde casi el inicio de la ruta.




A los pocos minutos un montañero vasco nos pregunta si esos palos son nuestros, a lo que contestamos que si, y que lo hemos colocado como referencia de bajada.


Entonces el sonríe (o casi se ríe) y nos explica que la bajada por la vertiente vizcaína es siempre cogiendo la dirección de la cara de la virgen de Begoña, y la vertiente alavesa por la nuca de la Virgen. Hoy hemos aprendido algo nuevo.

Hemos tardado dos horas y media en subir (realmente dos, recordad media de hitos). Hace frío, la temperatura ha bajado bruscamente y hace un pequeño vientecillo helado. Así que unas fotos para el recuerdo y para abajo.


Volviendo por el mismo camino, en una hora y media estábamos abajo.


Según bajamos, la niebla levanta y el cielo queda totalmente despejado, y allá vemos, a lo lejos, una enorme cruz, la cruz del Gorbea.