lunes, 27 de febrero de 2017

Crestería Sierra Crestellina (S. Casares 906 m-Cerro de las Chapas 948 m) Febrero/17




Hoy, un grupo de compañeros nos vamos de montaña, concretamente  a crestear un poco por la Sierra Crestellina, en la bonita localidad de Casares, provincia de Málaga.


Para ello nos trasladamos desde Sevilla hacia la costa buscando la localidad de Manilva, y desde ahí, a unos 13 kilómetros hacia el interior y circulando por una carreterilla estrecha nos vamos acercando a la localidad de Casares, que ya desde lejos la vamos viendo imponente sobre dos cerros con una reluciente blancura.
Poco antes de entrar en el pueblo y en el PK 2, a nuestra izquierda vemos un pequeño hueco en donde dejaremos los coches.


Desde este mismo lugar parte un pequeño senderillo que de forma progresiva nos llevará al refugio, en una media hora aproximadamente.
Son las 10:15 de la mañana, una estupenda temperatura y estamos a 285 msnm. Miramos hacia la costa y a pesar de estar cerca no la llegamos a divisar. Una pequeña bruma cae sobre el mar.


11 compañeros nos hemos dado cita, dos de ellos nuevos. Por delante tenemos unos 9 kilómetros, 850 metros de desnivel acumulado y una cinco horas y media de pateo, incluyendo gran parte en el cresteo.


Aunque la ruta es corta, no es apta para todo senderista, ya que tendremos que pasar por algunas zonas en el cresteo, que para el que no este acostumbrado a este tipo de terreno le puede resultar algo difícil. Además el suelo es muy pedregoso, teniendo que esquivar constantemente zonas de rocas, en muchos casos bastante afiladas.



Una vez que llegamos al refugio (para reservarlo hay que llamar por teléfono) nos reagrupamos después de la pequeña subida, y un senderillo que se encuentra en su parte trasera nos lleva hacia el mirador del Castillón.


En algo más de 10 minutos llegamos al mirador. Desde el mismo tenemos una bonita vista de toda la zona de este Paraje Natural, y allá abajo Casares, uno de los pueblos más hermosos de la provincia de Málaga, y además famoso, por ser el lugar de nacimiento de Blas Infante.





Unos minutos de disfrute, una fotito de grupo y a seguir la marcha con dirección a la Sierra de Casares (906 msnm). De momento, y en el poco recorrido que llevamos, vemos a nuestros dos nuevos compañeros (Delia e Isidoro) que tiran perfectamente, ¡vamos a ver como va la cosa en el crresteo!




A los poco metros después de bajar del mirador (hay que estar muy atentos) hay una bifurcación, hemos venido de frente, ahora tiraremos hacia nuestra izquierda. Pepe se queda para indicar la dirección correcta, detrás el mirador.


Ahora nos metemos en una zona que no esta señalizada, y que a cada paso tendremos que ir sorteando a los matorrales y pinchos, que casi cubren nuestros cuerpos. Algunas pequeñas trepadas de rocas y para arriba.


Detrás el mirador, y Valme como buena coordinadora trasera se queda a la espera de que no quede nadie rezagado y atrapado por los arbustos. Carmen le va acompañando ¡para que no se aburra! 


Por fin, hemos salido de este pequeño "sufrimiento de pinchos" y ahora la subida empieza a ser más pronunciada, y ademas por un terreno rocoso por el que hay que pisar con cuidado.


De vez en cuando nuestra mirada la dirigimos hacia atrás, y allí abajo de nuevo Casares ¡impresionante las vistas!. Al fondo se empieza a divisar la costa recortada, que casi linda con la provincia de Cádiz.


Ahora tenemos el desnivel más fuerte, unos 300 o 400 metros de subida, en la que cada uno tendrá que marchar a su ritmo. Nuestros dos nuevos compañeros siguen tirando y subiendo perfectamente, eso es buena señal para el cresteo.

Los buitres leonados planean sobre nuestras cabezas, algunos parecen mirarnos desde la altura, y otros tantos seguro que si pensaran, llegarían a la conclusión de ... "donde van estos locos"


Ya nos estamos acercando al primer cerro (Sierra de Casares) pero antes de llegar tendremos que sortear y esquivar muchas de las rocas que se asoman ligeramente al vacío. Unos por arriba, otros por abajo, y los más atrevidos saltando de roca en roca.


¡Que gente más disfrutona y como les gusta esto de montañanear (me acabo de inventar esta palabra, pero me gusta). Pues nada...seguimos avanzando.


Un saltito por aquí, otro por allí y para arriba. Tranquilos que esto es solo saltar, aun no ha llegado el verdadero cresteo.


Allá en la cumbre ya veo a Paco (el si empezó con el cresteo desde más abajo) y a Manolo (hoy liberado...) y que va como una bala


Por debajo, y todavía subiendo el resto de compañeros. Desde aquí parecen hormiguitas saltando de piedra en piedra.

En una dos horas después de iniciar la ruta, ya estábamos todos en la cumbre. Desde aquí arriba y aunque el día no está claro, intuimos las montañas de la Sierra de las Nieves, los pueblos del valle del Genal...y frente a nosotros Sierra Bermeja con el pico Los Reales, y que de vez en cuando se llegan a ver toda la parafernalia de antenas.


Con las nubes jugueteando sobre el Cerro de las Chapas (nuestro siguiente destino) y de vez en cuando una brisa algo fría...empezamos a bajar, y empezar con el verdadero cresteo de la Sierra Crestellina.





A bajar se ha dicho, en busca del verdadero cresteo. Ahora si que hay que andar con precaución, Asi que ojo donde se pisa y en donde se colocan las manos.





Curiosas formaciones de rocas van apareciendo a nuestro encuentro. Aquí Lorenzo nos hace de primer plano, y detrás el Hacho de Gaucín, que imponente él, parece proteger al pueblo del mismo nombre.


LLegó el momento, a Crestear, ahora poco hablar y atentos...









¿Como va la cosa, bien?
Pues seguimos cresteando.
Ahora el paso algo más delicado, que sin ser exigente (cada uno responde de diferente forma) hay que aferrarse bien a la roca.






 Ya casi hemos pasado todos. Paco y Carmen son los últimos. Yo espero en la cresta para inmortalizar estos momentos mediante una serie de imágenes.


Y nuestros dos nuevos compañeros, un 10, formidables por ellos para ser la primera vez. Ya estarán en el grupo de montaña.


La Sierra de Casares la vamos dejando allá atrás y poco a poco todos vamos llegando a nuestra segunda cumbre, el cerro de las Chapas (948 msnm).


En algo más de tres horas y media ya estábamos en la cumbre. Los más rezagados y subiendo a su ritmo unos quince minutos después. Ya todos arriba, la foto de grupo y cada uno a comentar como le ha ido con el cresteo...





¡Ufff, hace fresquillo...y además tenemos hambre, son las 14:00 horas!
Hora de comer. Mejor vamos para abajo y resguardados ya comeremos.



Aquí vale, ya no corre viento.
Pues a abrir los bocatas, las cervezas...y de postres:bombones, higos...y algo de chuchería.
Tras una comida placentera bajamos en busca de la pista que vemos ya cerca.


Y dejando a nuestra derecha toda la crestería, poco a poco, relajados y charlatanes fuimos bajando hacia nuestro punto de partida.
Eran casi las cuatro de la tarde cuando ya estábamos en los coches.
¿Y ahora que?
Habéis acertado, unas cervezonas algunos, otros unos cafelitos...
y todos degustando los postres de Ana Mari, y que en esta ocasión toco... 
Un bizcocho de nueces.









lunes, 20 de febrero de 2017

Ferrata de Benadalid (Febrero/17)



En el día de hoy tocaba realizar las ferratas de Benadalid, Benalauría y Atajate, para ello nos reunimos cinco compañeros del club: Pepi, Victor, Miguel Angel, Juan y yo. 


Todos teníamos ganas de ferrata. Así que nos dispusimos a partir hacia Ronda y después dirección Algeciras, y justamente en el cruce que hay hacia Benalauría, aquí dejamos los coches, junto a una venta.


En frente tenemos una pista por la que ascenderemos en unos tres kilómetros aproximadamente y con un buen desnivel. En algo más de media hora llegamos a la base del peñón.


Tanto la de Benalauría como la de Benadalid están una al lado de la otra, así que primero hicimos la de Benalauría, y de nuevo regresamos por un senderillo a la base del peñón para realizar la de Benadalid, que será la que aquí contaré.

Las características de esta ferrata son las siguientes:

Dificultad: (K3) con un factor psicológico fuerte (4) por la expoción a la altura.
Tiempo de acceso a la vía: 45 minutos
Tiempo de realización: 60 minutos.
Desnivel ascendido: 80 metros



Nos ponemos de acuerdo en el orden de subida, ya que Juan es el que lo hace por primera vez, así que lo dejamos justamente en el centro de los cinco. Primero se coloca Pepi, después yo, Juan, Victor y Miguel Angel cerrando el grupo. 


¡Allá vamos para arriba!, sabemos que nos espera una verticalidad bastante psicológica, y sobre todo los dos extraplomos, siendo el primero el que requiere de mayor resistencia ya que en unos 10 metros de subida tendremos que mantenernos fuerte con los brazos.



En los primeros 58 metros, simplemente iremos a nuestro ritmo, con alguna pequeña inclinación de la pared, pero casi inapreciable. Ya veo a Pepi que está justamente en el extraplomo mantenido. Oigo sus exclamaciones de fuerza...y poco a poco veo como lo va superando. 


Miro para abajo y veo a Juan, que como un verdadero campeón está subiendo sin rechistar (ya tenía sus pinitos de escalada y barrancos) aunque ya después nos contará.


Ahora voy yo...hay que observar bien el tramo de desplome para medir las fuerzas y llegar hasta el final. Aunque en caso de apuros o de cansancio siempre llevamos la baga de reposo, que al final no la llegué a utilizar. Menos mal que justo al principio de este tramo hay una pequeña repisa en la que se puede descansar y estudiar el tramo más duro.

Las grapas ahora se desplazan ligeramente hacia nuestra izquierda, en busca del segundo extraplomo, que aunque es corto y después del castigo del tramo anterior, los brazos lo notan.


Pepi y yo ya arriba, no llegamos a ver a nuestros compañeros allá abajo (por los desplomes salientes) pero si que de vez en cuando oímos algumos suspiros en forma de "uffffff"


Poco a poco ya van llegando. Las caras se notan de esfuerzo o... "nos miramos los pañales y están todos bien".


Aprovechamos para comentar la subida, y a la misma vez de disfrutar de las excelentes vistas de los pueblos del valle del Genal


Bajando por el mismo senderillo de la ferrata de Benalauría, y como siempre riéndonos y pasándolo bien, nos dirigimos pista abajo en busca del coche.


Una despedida de nuestro peñón, la inmortalizamos en imágenes y dirección hacia la ferrata de Atajate, a la que llegamos después de unos siete kilómetros de carretera.