¡Ahora si!.
Tras muchos años recorriendo estos pueblos: sus comarcas, sus montañas, sus senderos, sus ríos, sus barrancos...sus calles. Ahora si me dispongo a escribir sobre esta bella
ruta de los pueblos blancos de Cádiz.
Eran muchas, muchísimas las rutas de montaña que durante mas de 10 años ya había realizado por el entorno de algunos de estos pueblos, sobre todo los que están dentro de la zona del
Parque Natural de Grazalema.
Solo había algunos pueblos que no conocía, y que cuando me decidí a escribir sobre esta ruta, los fui a visitar.
Para situarnos en materia, serán 19 los pueblos que forman parte de esta ruta, todos en la provincia de Cádiz, algunos de ellos, ya haciendo frontera con Málaga.
Todos estos pueblos pertenecen a la comarca de la Sierra de Cádiz, muchos de ellos enclavados dentro del espacio natural denominado Parque Natural de Grazalema.
COMARCAS DE LA PROVINCIA DE CÁDIZ
Los pueblos son los siguientes (orden alfabético), los marcados en verde son los que están dentro del Parque Natural de Grazalema (7 en total), y además indico todos aquellos (en rojo) que están declarados como Conjuntos-Históricos-Artísticos (10 en total):
En mi opinión, los de obligada visita, los marcado con (**) O (*) por la belleza interior del pueblo o por el enclave y ubicación paisajística .
En mi opinión, los de obligada visita, los marcado con (**) O (*) por la belleza interior del pueblo o por el enclave y ubicación paisajística .
1-Alcalá del Valle
2-Algar
3-Algodonales (C-H-A)(*)
4-Arcos de la frontera (C-H-A)(**)
5-Benaocaz (C-H-A)(**)
6-Bornos (C-H-A)(*)
7-El Bosque(*)
8-El Gastor (**)
9-Espera (*)
10-Grazalema (con su pedanía de Benamahoma) (C-H-A)(**)
11-Olvera (C-H-A)(**)
12-Prado del Rey(*)
13-Puerto Serrano
14-Setenil de las Bodegas (C-H-A)(**)
15-Torre Alhaquine (C-H-A)(*)
16-Ubrique (C-H-A)(**)
17-Villaluenga del Rosario(*)
18-Villamartin
19-Zahara de la Sierra (C-H-A)(**)
Como dato adicional podemos decir que, además de los indicados en verde, en la provincia de Cádiz, existen otras cinco localidades pertenecientes a la provincia de Málaga y que están también dentro del Parque Natural de Grazalema, aunque no pertenecen propiamente a la ruta de los pueblos blancos (en algunas ocasiones se les incluyen por error): Ronda, Montejaque, Benaojan, Jimera de Libar y Cortes de la Frontera.
La fuerte herencia andalusí ha marcado profundamente la fisonomía de las localidades de la Sierra de Cádiz, conformando una arquitectura popular muy singular y característica, con lo que nos hace disfrutar de una de las zonas más bellas de Andalucía y de España.
Además, si a esto le unimos que la gran parte del territorio está dentro del Parque Natural de Grazalema, y otros tantos espacios naturales como las colas de los embalses de Bornos y Arcos de la Frontera, la Reserva Natural del Peñón de Zaframagón y el complejo endorreico de Espera nos dan una excelente ruta para conocer y disfrutar.
¡Bueno, allá vamos, empezamos a recorrer estos pueblos!
Una pequeña alameda enmarcada con muchos naranjos nos dirigen hacia las mismas puertas del ayuntamiento. Se trata del edificio históricamente civil más importante de la población.
Avanzando por la parte trasera de este ayuntamiento, me dirijo hacia la Parroquia de Santa María Magdalena, construida en el siglo XVII en estilo barroco inicial. Tiene tres naves: la central con bóvedas de cañón y las laterales de crucería. Entro en su interior y poca cosa que destacar.
Junto a la iglesia se encuentra el antiguo Molino de Siré. Este antiguo convento carmelita reconvertido en molino de aceite fue construido en el siglo XVIII.
Paseo por la parte trasera de estos edificios, y me asomo a una balconada hacia el río Guadalete.
Aquí nos encontramos con la Plaza de Diamantino García, un personaje reivindicador de las libertades.
De nuevo empieza a llover fuertemente, y aprovecho para entrar en un bar y tomarme un café e intercambiar impresiones con el camarero.
Tras una hora y media de visita por el pueblo, lo abandono, y al poco de salir cojo la carreterilla que me lleva hacia la Vía Verde de la Sierra, desde donde tomo una fotografía del pueblo junto al río.
PRADO DEL REY
Y SALINAS ROMANAS DE IPTUCI (FEBRERO/14)
Altitud: 440 metros.
Habitantes: 5.710
Con dirección hacia El Bosque, me detengo en la localidad de Prado del Rey. Una empinada carretera me lleva hasta las mismas puertas del pueblo.
Asentado bajo el Cerro Verdugo, al que ya tuve ocasión de subirlo en febrero del 2014, Prado del Rey es una localidad creada no hace mucho tiempo por los colonos que se asentaron aquí procedentes de la Serranía de Ronda y de Grazalema.
Subida al cerro verdugo
Altitud:583 m (desnivel: 143 m)
Recorrido:2,8 km
Tiempo: hora y media
De hecho, cuando ahora lo estoy visitando, se celebra su 250 aniversario de su fundación, allá por 1768, por el entonces Carlos III.
Sus calles se encuentran construidas de forma paralelas y perpendiculares, creando un auténtico plano de cuadrícula. Prácticamente todas las calles tienen el mismo ancho, unos 10 metros.
Lo más curioso de este pueblo, es la cantidad de limoneros y naranjos que hay plantados en las aceras, junto a las casas. Están cargados de estos frutos, dándole bastante belleza a las calles.
De nuevo, y según paseo por el pueblo, las nubes se concentran densamente y descarga una nueva tromba de agua. Las calles quedan desiertas, solo yo, bajo esta intensa lluvia cuando paseo por esta calle peatonal, famosa por estar llena de bares, restaurantes y terrazas.
Para poderla visitar hay que concertar una visita con su propietario.
Una vez allí nos explicarían todo el desarrollo para la obtención de dichas sales.
La fuerte herencia andalusí ha marcado profundamente la fisonomía de las localidades de la Sierra de Cádiz, conformando una arquitectura popular muy singular y característica, con lo que nos hace disfrutar de una de las zonas más bellas de Andalucía y de España.
Además, si a esto le unimos que la gran parte del territorio está dentro del Parque Natural de Grazalema, y otros tantos espacios naturales como las colas de los embalses de Bornos y Arcos de la Frontera, la Reserva Natural del Peñón de Zaframagón y el complejo endorreico de Espera nos dan una excelente ruta para conocer y disfrutar.
¡Bueno, allá vamos, empezamos a recorrer estos pueblos!
Nota: en la descripción de cada uno de los pueblos incluiré el año o periodos en los que lo visité, la altitud en la que está y su población (para hacerse una idea de lo grande o pequeño que es dicho pueblo). Además incluiré alguna mención a rutas de montañas o senderos cercano a la localidad, e incluso con algunas fotos.
En forma de índice, lo que a continuación describo estará en 5 bloques, agrupando en el recorrido varios de los pueblos:
En forma de índice, lo que a continuación describo estará en 5 bloques, agrupando en el recorrido varios de los pueblos:
Bloque 1: Puerto Serrano, Villamartín, Espera, Prado del Rey
Bloque 3: Olvera, Torre Alhaquime, Alcalá del Valle,
Setenil de las Bodegas, El Gastor, Algodonales, Zahara de la Sierra
Bloque 4: Grazalema (con Benamahoma), El Bosque, Benaocaz,
Villaluenga del Rosario, Ubrique
Bloque 5: Algar
Bloque 1: Puerto Serrano, Villamartín, Espera, Prado del Rey
(Marzo/18)
(Marzo/18)
En este día lluvioso y ventoso me preparo para recorrer estos cuatro pueblos que aun no conocía, a pesar de haber pasado por ellos en muchas ocasiones . Debido al mal tiempo que llevamos desde hace tres fines de semana sin poder salir a la montaña, hoy, yo solo me voy a conocer estos pueblos y casi siempre bajo un temporal de agua.
PUERTO SERRANO
Altitud: 168 metros.
Habitantes: 7.066.
Tras recorrer los 75 km que la separa de Sevilla, entro en la localidad de Puerto Serrano con una fuerte tromba de agua. Tengo que esperar algunos minutos en el coche mientras amaina el temporal.
Y mientras tanto...fotografío la escultura que nos encontramos en la entrada del pueblo.
Me dirijo hacia el centro del pueblo, y aparco cerca de las inmediaciones del ayuntamiento, y con paraguas en mano empiezo a recorrer sus callejuelas.
Una pequeña alameda enmarcada con muchos naranjos nos dirigen hacia las mismas puertas del ayuntamiento. Se trata del edificio históricamente civil más importante de la población.
Avanzando por la parte trasera de este ayuntamiento, me dirijo hacia la Parroquia de Santa María Magdalena, construida en el siglo XVII en estilo barroco inicial. Tiene tres naves: la central con bóvedas de cañón y las laterales de crucería. Entro en su interior y poca cosa que destacar.
Junto a la iglesia se encuentra el antiguo Molino de Siré. Este antiguo convento carmelita reconvertido en molino de aceite fue construido en el siglo XVIII.
Paseo por la parte trasera de estos edificios, y me asomo a una balconada hacia el río Guadalete.
Aquí nos encontramos con la Plaza de Diamantino García, un personaje reivindicador de las libertades.
De nuevo empieza a llover fuertemente, y aprovecho para entrar en un bar y tomarme un café e intercambiar impresiones con el camarero.
Tras una hora y media de visita por el pueblo, lo abandono, y al poco de salir cojo la carreterilla que me lleva hacia la Vía Verde de la Sierra, desde donde tomo una fotografía del pueblo junto al río.
Esta vía, es una antigua infraestructura ferroviaria en desuso acondicionada para el senderismo y el ciclismo que recorre 36 kilómetros entre Puerto Serrano y Olvera.
Me dirijo ahora hacia la localidad de Prado del Rey, situado a unos 21 kilómetros de distancia.
Y SALINAS ROMANAS DE IPTUCI (FEBRERO/14)
Altitud: 440 metros.
Habitantes: 5.710
Con dirección hacia El Bosque, me detengo en la localidad de Prado del Rey. Una empinada carretera me lleva hasta las mismas puertas del pueblo.
Asentado bajo el Cerro Verdugo, al que ya tuve ocasión de subirlo en febrero del 2014, Prado del Rey es una localidad creada no hace mucho tiempo por los colonos que se asentaron aquí procedentes de la Serranía de Ronda y de Grazalema.
Subida al cerro verdugo
Altitud:583 m (desnivel: 143 m)
Recorrido:2,8 km
Tiempo: hora y media
De hecho, cuando ahora lo estoy visitando, se celebra su 250 aniversario de su fundación, allá por 1768, por el entonces Carlos III.
Sus calles se encuentran construidas de forma paralelas y perpendiculares, creando un auténtico plano de cuadrícula. Prácticamente todas las calles tienen el mismo ancho, unos 10 metros.
Lo más curioso de este pueblo, es la cantidad de limoneros y naranjos que hay plantados en las aceras, junto a las casas. Están cargados de estos frutos, dándole bastante belleza a las calles.
De nuevo, y según paseo por el pueblo, las nubes se concentran densamente y descarga una nueva tromba de agua. Las calles quedan desiertas, solo yo, bajo esta intensa lluvia cuando paseo por esta calle peatonal, famosa por estar llena de bares, restaurantes y terrazas.
En la plaza de la Constitución se encuentra la Iglesia parroquial de Nuestra Señora del Carmen, edificio neoclásico del siglo XIX en donde se encuentra la imagen de la Patrona.
Muy cerca a unos 7 kilómetros se encuentran las antiguas Salinas Romanas de Iptuci, a las que ya tuve la ocasión de visitar en Febrero del 2014.
Esta construcción data de la época fenicia, hace unos 3000 años, alcanzando su máximo esplendor en la época romana.
Debido a que en la zona existen varios manantiales de las que salen agua durante todo el año a una temperatura media de 25º y de una salinidad de 28 gr/l, es por lo que este fenómeno natural dio origen a la construcción de dichas salinas.
Para poderla visitar hay que concertar una visita con su propietario.
Una vez allí nos explicarían todo el desarrollo para la obtención de dichas sales.
VILLAMARTÍN
SANTUARIO DE LA VIRGEN DE LAS MONTAÑAS
Altitud: 167 metros.
Habitantes: 12.207
Ahora me dispongo a visitar el pueblo de Villamartín, pero antes me acercaré al Santuario de la Virgen de las Montañas, que perteneciendo al término de Villamartín, está más cerca de Prado del Rey, a solo 2 kilómetros, que de el propio Villamartín, que se encuentra a unos 9 kilómetros.
Este complejo está compuesto por dos edificios, la Ermita, la más pequeña y junto a esta, otra mas reciente, moderna y espaciosa.
Es el centro de peregrinación de toda la comarca, celebrándose la romería el 8 de septiembre.
la antigua Ermita está consagrada a la Virgen de las Montañas y a San Ginés, patrón de los viticultores. El origen de esta Ermita era prestar atención espiritual a los viticultores de la zona.
Abandono este monasterio y me dirijo hacia Villamartín.
Una vez en el pueblo, y tomando como referencia la parroquia que nos encontramos en lo más alto del pueblo, subo por unas de las calles cuesta arriba (y sigue la lluvia...) hasta que por fin encuentro un hueco para aparcar el coche en la parte trasera de la iglesia.
Según aparco me adentro en la calle "Vista Hermosa", decorada con muchos macetones en las fachadas de las casas. La recorro hasta el final bajo esta ligera llovizna...
Villamartín, debido a su estratégica situación como nudo articulador de las comunicaciones entre las comarcas de Sevilla, Málaga y Cádiz, y siendo puerta de entrada hacia los Parques Naturales de Grazalema y Los Alcornocales, siempre ha estado presente en el desarrollo de la propia localidad.
Con un rico pasado histórico, Villamartín ya estuvo habitada desde la prehistoria tal como lo atestigua el Dolmen de Alberite.
El callejeo más importante se encuentra en los alrededores del ayuntamiento de la iglesia, siempre en la parte alta del pueblo. Las calles que tiran hacia abajo tienen un escaso interés, a pesar de que me quise perder por esa otra zona.
La iglesia de San Francisco, situada en la calle del mismo nombre y en el número 30, destaca junto al teatro municipal. Consagrada a la Vera Cruz, fue fundada en el siglo XVI
La iglesia de Las Angustias es la otra iglesia que destaca junto a la plaza del ayuntamiento. Desde este templo sale la famosa hermandad de La Borriquita, en su penitencia de Semana Santa.
La iglesia de Santa María de las Virtudes está situada en el mismo centro, junto a la plaza del Ayuntamiento. Data del siglo XVII, destacando su retablo de estilo barroco.
En su origen fue capilla del convento de las concepcionistas franciscanas.
Tras casi un par de horas paseando por Villamartín, pongo rumbo hacia mi último destino de hoy, Espera.
Altitud: 164 metros.
Habitantes: 3.909
Me desplazo hacia la cercana localidad de Espera, que se encuentra a solo 21 kilómetro de distancia, pero eso si, bajo una torrencial caída de agua, y con muchas curvas hasta llegar allí, viniendo por el embalse de Bornos.
Son las 14:30, hora de comer. He consultado en el móvil algún sitio para tapear, a buen precio y que esté bien. Todas las informaciones me envían hacia "Casa Frasquito", pues allá voy, pongo el google maps, y que me lleve. Ya estoy aquí, junto al mismo ayuntamiento y la iglesia.
¡Guau, formidable!
Vaya tapas...y que precios...¡he acertado!
Con paraguas en mano empiezo a recorrer el pueblo que se encuentra bajo la falda del castillo de Fatetar. Tiene una magnífica situación, allá en lo alto del pueblo.
Altitud: 167 metros.
Habitantes: 12.207
Ahora me dispongo a visitar el pueblo de Villamartín, pero antes me acercaré al Santuario de la Virgen de las Montañas, que perteneciendo al término de Villamartín, está más cerca de Prado del Rey, a solo 2 kilómetros, que de el propio Villamartín, que se encuentra a unos 9 kilómetros.
Este complejo está compuesto por dos edificios, la Ermita, la más pequeña y junto a esta, otra mas reciente, moderna y espaciosa.
Es el centro de peregrinación de toda la comarca, celebrándose la romería el 8 de septiembre.
la antigua Ermita está consagrada a la Virgen de las Montañas y a San Ginés, patrón de los viticultores. El origen de esta Ermita era prestar atención espiritual a los viticultores de la zona.
Abandono este monasterio y me dirijo hacia Villamartín.
Una vez en el pueblo, y tomando como referencia la parroquia que nos encontramos en lo más alto del pueblo, subo por unas de las calles cuesta arriba (y sigue la lluvia...) hasta que por fin encuentro un hueco para aparcar el coche en la parte trasera de la iglesia.
Según aparco me adentro en la calle "Vista Hermosa", decorada con muchos macetones en las fachadas de las casas. La recorro hasta el final bajo esta ligera llovizna...
Villamartín, debido a su estratégica situación como nudo articulador de las comunicaciones entre las comarcas de Sevilla, Málaga y Cádiz, y siendo puerta de entrada hacia los Parques Naturales de Grazalema y Los Alcornocales, siempre ha estado presente en el desarrollo de la propia localidad.
Con un rico pasado histórico, Villamartín ya estuvo habitada desde la prehistoria tal como lo atestigua el Dolmen de Alberite.
El callejeo más importante se encuentra en los alrededores del ayuntamiento de la iglesia, siempre en la parte alta del pueblo. Las calles que tiran hacia abajo tienen un escaso interés, a pesar de que me quise perder por esa otra zona.
La iglesia de San Francisco, situada en la calle del mismo nombre y en el número 30, destaca junto al teatro municipal. Consagrada a la Vera Cruz, fue fundada en el siglo XVI
La iglesia de Las Angustias es la otra iglesia que destaca junto a la plaza del ayuntamiento. Desde este templo sale la famosa hermandad de La Borriquita, en su penitencia de Semana Santa.
La iglesia de Santa María de las Virtudes está situada en el mismo centro, junto a la plaza del Ayuntamiento. Data del siglo XVII, destacando su retablo de estilo barroco.
En su origen fue capilla del convento de las concepcionistas franciscanas.
Tras casi un par de horas paseando por Villamartín, pongo rumbo hacia mi último destino de hoy, Espera.
ESPERA
Habitantes: 3.909
Me desplazo hacia la cercana localidad de Espera, que se encuentra a solo 21 kilómetro de distancia, pero eso si, bajo una torrencial caída de agua, y con muchas curvas hasta llegar allí, viniendo por el embalse de Bornos.
¡Guau, formidable!
Vaya tapas...y que precios...¡he acertado!
Con paraguas en mano empiezo a recorrer el pueblo que se encuentra bajo la falda del castillo de Fatetar. Tiene una magnífica situación, allá en lo alto del pueblo.
Culturas muy distintas han pasado por aquí: Turdetanas, íberos, Cartagineses, Romanos, Visigodos...estos últimos levantaron una fortaleza sobre los restos de una fortificación romana, donde hoy se alza el castillo.
La iglesia de Santa María de Gracia, construida en el siglo XVII, es donde se encuentra el patrón del municipio, el Cristo de la Antigua.
Ya en época de la reconquista se construyó el pueblo en la ladera de la colina.
Tras callejear un rato, me dispongo a subir a lo más alto del pueblo "estoy loco", con lo que está cayendo, y el fuerte viento que sopla...a veces me empuja hacia los lados.
¡Allá voy hacia arriba!
En la base del mismo castillo, nos encontramos con una serie de cuevas, y que con buen acierto han acondicionado con una serie "caminos" para acceder a ellas. Son las Cuevas del Castillo.
Andorreo por la zona de las cuevas, incluso me asomo en algunas de ellas.
Creo que más de un nativo del pueblo se viene aquí para echar el rato, se ven restos de fogatas.
Retrocedo, y de nuevo avanzo sobre la mojada y resbaladiza cuesta que nos asciende hacia el castillo. El viento es fortísimo, y el agua no deja de caer. Ya no se como colocar el paraguas para no empaparme...
Y llegué al Castillo de Fatatar, y lógicamente está cerrado, son ya las cuatro de la tarde.
Construido por Abderramán III en el 914, este castillo sirvió como recinto de defensa para los habitantes del pueblo, tras la destrucción total de Carissa Aurelia y Esperilla, ambas localizadas en las cercanías de Espera.
Con Fernando III a mediados del siglo XIII pasa a manos cristianas y sirve como fortaleza fronteriza hasta la caída del Reino de Granada.
Desde aquí arriba podemos disfrutar de unas magníficas vistas de Espera. Aunque en mi caso tengo que hacer virguerías con el paraguas...me protejo del viento junto a uno de los muros del castillo.
Y rápidamente empiezo a bajar hacia las callejuelas del pueblo.
ARCOS DE LA FRONTERA
Declarado como Conjunto Histórico-Artístico en 1962, Arcos de la Frontera se levanta sobre una peña rodeada por el río Guadalete y destaca por el trazado árabe de sus calles. Situada en lo alto de una colina a 160 metros de altura, es sin lugar a dudas uno de los pueblos con más atractivo de la provincia de Cádiz.
Dicha declaración de Conjunto Histórico-Artístico, le fue bien concedida debido a sus valores urbanos y arquitectónicos, con un caserío de impresionante blancura, por sus valores históricos, que se remontan a su época fenicia y romana, y posteriormente en un emplazamiento árabe durante muchos años y por sus valores artísticos.
Puerta de entrada a la Ruta de los Pueblos blancos, considerado como uno de los más bellos de España, ya no solamente por su enclave, que es espectacular, sino por su callejeo y su blancura...
Pasear por sus calles es toda una gozada, además si el día acompaña con este sol primaveral mucho más. ¡Empezamos a andar por todas sus callejuelas!
Son muchos los callejones, rincones, balcones engalanados de flores, empinadas cuestas, y rejas en sus ventanales...con los que Arcos de la Frontera acoge a los viajeros con los brazos abiertos.
A cada paso que damos nos tenemos que detener y disfrutar de sus muchos rincones escondidos...además de las muchas excelentes vistas que vamos teniendo desde lo alto de esta colina.
Son muchos los monumentos que nos encontramos en nuestro pasear: El palacio del Conde del Águila, de estilo gótico mudéjar, el Castillo de los Duques, la iglesia parroquial de Santa María de la Asunción, varios conventos e iglesias, y además la Puerta Matrera, única de las puertas que se mantiene en pie de la antigua muralla árabe.
A través de estrechísimas y empinadas calles y bajo antiguos arcos accedemos a plazuelas, iglesias, conventos...y a laguna que otra balconada.
Paseamos por el Callejón de las Monjas, callejón muy estrecho y pintoresco, junto a la iglesia de Santa María, y el antiguo convento de la Encarnación.
Hacemos una pequeña parada para tomar unos vinos, en la taberna San Pedro, una taberna acogedora, con buenos vinos y buena gente...
Desde la plaza del Cabildo, podemos contemplar unas increíbles vistas de la zona en el vertiginoso balcón de la Peña Nueva, y además quedándonos perplejos de como las casas están construida en el mismo filo del barranco.
Seguimos paseando por estas mágicas callejuelas, quedando fascinados por sus blancura y sus coquetos rincones, muchos de ellos adornados por macetones cargados de rojos claveles y muchos geranios.
La basílica de Santa maría de la Asunción es de origen mudéjar de los siglos XIV y XV que tras sus remodelaciones del siglo XVI quedó convertida en una iglesia gótica.
Tras varias horas de paseo por la parte alta de Arcos de la Frontera, decidimos bajar hacia el río para disfrutar de este mirador natural desde otra perspectiva.
Y ya ponemos rumbo hacia nuestro siguiente destino Bornos, a solo 11 kilómetros de distancia, pasando de un embalse al otro.
Ubicada a los pies de un risco coronado por un impresionante castillo, esta localidad de origen árabe fue declarado como Conjunto Histórico Artístico en 1983 por su exquisita mezcla de herencia andalusí, arquitectura popular y belleza monumental.
Cuando llego, aparco el coche justo en la zona que hay por debajo del castillo. Desde ahí me desplazo callejeando por las empinadas cuestas del barrio de la Villa, que se encuentran junto al castillo y la iglesia. Este barrio se asienta sobre lo que era el primitivo casco de la ciudad antigua.
Su trazado laberíntico, sus encaladas casas, sus estrechas callejuelas, sus cuestas...nos dan como resultado uno de los más atractivos barrios de Olvera.
El Castillo, al que ya había entrado en otra ocasión, es una imponente fortaleza musulmana del siglo XII, que aún conserva muros, torreones y la torre del Homenaje. Y junto a ella se encuentra la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, una verdadera joya del Neoclásico.
Sigo callejeando y llego a la plaza del ayuntamiento, desde el que podemos contemplar una hermosa vista del castillo y la iglesia, allí en lo alto del risco.
Olvera cuenta con varios monumentos civiles y religiosos de gran valor arquitectónico y artístico como las iglesias de la Victoria, Parroquia de Nuestra Señora de la Encarnación, Santuario de Nuestra Señora de los Remedios (se encuentra fuera de la localidad, más adelante hablaré de ella), las murallas musulmanas, el castillo, barrio de la Villa...en fin, un bello pueblo en el que podemos disfrutar de todo.
Me pierdo ahora por las callejuelas que van hacia la parte baja del pueblo, esta zona parece que no es tan visitada. Cuesta para arriba, cuesta para abajo, menos mal que estoy acostumbrado a las montañas...
Bonitas vistas por estas callejuelas empinadas y de forma irregular, algunas con curvas imprevistas, otras con un final desembocado en un coqueto rincón...y con el fondo, la Sierra del Pinar tantas veces recorrida...
De nuevo empiezo a subir por estas empinadas cuestas dirigiéndome hasta donde tengo aparcado el coche, ¡espero dar con él!
Doy por finalizada mi visita a Olvera, y saliendo con dirección a Torre Alhaquime, hago una parada en el Santuario de Nuestra Señora de los Remedios, situada a unos 3 kilómetros.
Este Santuario fue construido en el siglo XVII sobre el subsuelo de una Ermita del siglo XVI.
Según he podido leer en los últimos años la han podido visitar mas de 300000 personas al año,
¡todo un récord!
Es una de las escasísimas vírgenes gaditanas coronadas canónicamente, concretamente en el año 1966, se trata por lo tanto de una de las advocaciones andaluzas con mayor arraigo vocacional.
Me dirijo a su interior, en el que podemos disfrutar de un patio decorado con abundante vegetaciones de macetones ornamentales, y en en el centro un pozo.
Las paredes se encuentran ricamente decoradas con mosaicos que narran hechos piadosos o milagros de Nuestra Señora de los Remedios. También están decoradas con frescos las paredes del propio Santuario.
La estructura del patio se asemeja a la de un pequeño claustro, cerrado en su techo con un tragaluz.
Abandono el Santuario y me dirijo hacia la cercana localidad de Torre Alhaquime, a solo tres kilómetros de distancia.
Torre Alhaquime
Torre Alhaquime, pequeño pueblo del que ni tan siquiera había oído hablar de él hasta que no me puse a escribir sobre este reportaje de los Pueblos Blancos.
Alrededor de esta fortaleza musulmana fue creciendo el núcleo urbano, y lo hizo de un modo muy peculiar: en una disposición de círculos concéntricos, para salvar en lo posible, las pendientes.
Declarado como Conjunto Histórico-Artístico, tal como nos indica una placa, a la cual me dirijo.
Atravieso el arco que da salida directamente a un coqueto rincón en el que se encuentra una pequeña plazuela en donde se ubica el ayuntamiento y la iglesia del pueblo.
Sigo las indicaciones de una flecha en donde me marca "conjunto histórico-artístico" y empiezo a pasear por sus estrechas y empinadas callejuelas.
En este pueblo el bandolerismo andaluz hizo presencia en el siglo XIX con el que merece una mención especial, José María "El Tempranillo", quien tuvo una estrecha relación con este pueblo, donde contrajo matrimonio y vio nacer a su hijo.
El pueblo tiene bonitos rincones, de ahí que tenga esta declaración de Conjunto Histórico-Artístico.
Sigo callejeando y subiendo y bajando más cuestas...
Empiezo a bajar hasta donde tengo el coche y parto hacia mi siguiente destino Setenil de las Bodegas.
¿Allá voy!
Setenil de las Bodegas
Creo recordar que era la cuarta vez que visitaba este pintoresco, peculiar y encantador pueblo, una de ellas, cuando tuvimos que abandonar una ruta de montaña por las lluvias y optamos por venir a comer a uno de los restaurantes cuevas que hay en la localidad, allá por abril del año 2012.
Estamos en uno de los pueblos más visitados de Cádiz, de Andalucía y de España, ya no solo por los nacionales, sino también por los extranjeros, y no me extraña, ya que son muchos los atractivos y reclamos que tiene.
Declarado como Conjunto histórico-Artístico en 1985, debido a la belleza y originalidad de su entramado urbano.
A través de una elevada pendiente, el caserío baja desde el castillo, adaptándose al curso del río, lo que le confiere una singular disposición con diferentes niveles de altura.
En la parte baja los vecinos han aprovechado el tajo creado en la roca por el río para construir sus casas. Se trata de un excepcional ejemplo de un tipo de vivienda denominado "abrigo sobre roca".
A diferencia de otras construcciones trogloditas desarrolladas en Andalucía, estas no son excavadas en la roca, sino que se limita a cerrar la pared rocosa y se conforma la vivienda de forma longitudinal.
Pasear por sus encantadoras callejuelas es una verdadera gozada, aunque mejor que no sea un día festivo o fin de semana, el reclamo es tan fuerte que siempre está lleno de visitantes.
Son muchas las calles y barrios nazaríes típicos de Setenil, y algunos con sus correspondientes puentes sobre el río: Puente de la calle Triana, Puente de la calle Ronda, Puentes de la Villa...y barrios del Torreón, del Mirador de la Peña, de la iglesia...
Las casas, unas bajo la roca, otras sobre ésta, y otras en su interior, imprimen distintos niveles de altura a las calles, configurándose rincones tan espectaculares como las calles de las Cuevas de la Sombra y de las Cuevas del Sol, o los miradores de la Villa o de Lizón.
Como ya comenté anteriormente, en abril del 2012, y con varios compañeros del club, nos trasladamos a comer aquí en un restaurante cueva, tras la fallida subida a la montaña de la Salamadre por el mal tiempo.
!Aquí estamos el grupo, comiendo las famosas Rosas de Setenil!
Doy por finalizada mi visita a Setenil y me dirijo hasta la cercana localidad de Alcalá del Valle, a solo 7 kilómetros de distancia.
Alcalá del Valle
Tocando ya con los límites de la provincia de Málaga (de hecho perteneció a ella hasta el año 1833), es la última localidad de la ruta de los pueblos blancos por la parte oriental.
Me adentro hacia el interior del pueblo, tomando como referencia la iglesia de la localidad. Siempre me dejaba llevar por la vista del campanario en otros pueblos, pero en este caso, y en Alcalá del valle, me encuentro con una sorpresa, no hay torre campanario,y la iglesia tiene un estilo un poco distinto (original diría yo).
Esta iglesia, la de Santa María del Valle, de estilo barroco, es del siglo XVII y XVIII, aunque ha tenido muchas modificaciones posteriores sobre todo en 1833.
Subiendo y bajando por la calle central en donde se encuentra la iglesia y el ayuntamiento, en poco tiempo ya tengo visto el pueblo. Solo algunas calles, que suben con dirección al monte tienen algo de interés, el resto simplemente son calles sin mayor trascendencia.
Son las 14:30, busco un sitio en donde picar algo. Poco hay donde comer, así que el bar que hay en frente de la iglesia, me tomo una cerveza, una tapa de carrillada (¡que barato!) y a seguir la marcha.
El agua, es el principal recurso natural de este pueblo blanco, de hecho está presente en todas las manifestaciones artísticas, prueba de ello son el antiguo Convento Franciscano de Caños Santo y la Fuente Grande.
Abandono Alcalá del valle y retornando mis pasos de nuevo hacia Setenil de las Bodegas, mi siguiente destino será El Gastor situado a unos 27 kilómetros.
Las vistas de Zahara de la Sierra se va disfrutando poco a poco según nos acercamos, y eso es lo que haré yo, varias paradas antes de llegar a él.
La primera, la hago cuando veo a un burrito, y me imagino la fotografía con Zahara al fondo. Así es, a la altura de una casa que veo en la carretera, aparco y subo hasta donde está el burrito intentando de comer. ¡click, disparo!
Llego al embalse de Zahara y de nuevo parada obligatoria. No solo la fotografío desde arriba, sino que bajo por el pedruzqueo hasta el nivel del embalse y aquí la inmortalizo de nuevo.
De su época musulmana, además del típico entramado urbano andalusí, se conserva el castillo del siglo XIII y su recuperada Torre del Homenaje, además de los restos de la villa medieval con tramos de murallas.
En su coqueto casco antiguo resaltan la iglesia de Santa maría de la Mesa, la capilla de San juan de Letrán y la Torre del Reloj.
En esta misma plaza, tenemos una terraza-mirador de la que podemos disfrutar de excelentes vistas hacia el embalse, incluso podemos divisar algunos de los pueblos de donde ahora venimos: Algodonales, Torre Alhaquime y Olvera.
Callejeo un poco por el pueblo, sin subir al castillo, ya lo había hecho en otra ocasión (recuerdo que este pueblo ya lo había visitado en otras muchas ocasiones, de hecho fue el primero que visite hace ya muchos, muchísimos años en toda la zona de Grazalema)
Pedro Medina ya en el siglo XVI decía:
"Está asentado este pueblo sobre un gran Risco o Peña que solo tiene una entrada y subida muy agria y tan dificultosa que con gran pesadumbre se puede subir al pueblo cabalgando. Lo cercado y antiguo del pueblo está encima de la peña, a media ladera. las calles están picadas y hechas a mano una sobre otras, picadas en la peña, tan dificultosa de andarse que, para esto, están llenas de escaleras y, con todo esto es menester que estén los hombres muy acostumbrados a bajar y subir por ellas para acertar, andar y poner los pies..."
La Garganta Verde (se requiere permiso)
Subida al peñón de los Toros
Subida al Cerro Coro
Subida al Margarita
Todos estos pueblos están dentro del Parque Natural de Grazalema, y sería muy difícil indicar cuantas veces he andado por sus calles, cada vez que hemos ido de ruta.
El enclave paisajístico es uno de sus grandes atractivos, además de la blancura d sus pueblos.
Villaluenga del Rosario
Sierra de las Viñas en la Manga de Villaluenga.
Navazo Alto
Los Llanos del Republicano
Bajando desde Villaluenga, y apoca distancia se llega a Benaocaz...
Ojo del Moro hacia el Castillo de Tavizna
Seguimos bajando y a escasos kilómetros llegamos a Ubrique...
En la convergencia de los Parques Naturales de Grazalema y los Alcornocales se encuentra Ubrique, rodeada de impresionantes montañas y con un pasado de renombre en el arte de la piel.
Declarado como Conjunto Histórico Artístico es de origen romano tal como nos lo atestiguan la calzada romana situada entre Ubrrique y Benaocaz, perfectamente conservada y que tantas veces hemos pateado. En fechas posteriores estuvo bajo el dominio musulmán.
Su casco histórico de trazado medieval presenta calles angostas, pintorescos rincones e inmaculadas casas encaladas de blanco. Muchas de las casas están construidas sobre las mismas rocas.
Además de estas pintorescas callejuelas, nos encontramos con coquetas plazuelas y algunas fuentes, como la barroca fuente pública y la andalusí de los nueve caños.
Otros de los rincones más típicos Ubrique es el Peñón de la Becerra, situado en pleno centro histórico da paso entre la Ermita de San Antonio y El Calvario. Siendo este un lugar estratégico en Semana Santa al paso de la cofradía.
Como dato curioso de esta gran piedra es su participación en alguna película en blanco y negro de los años cincuenta con Fernando Rey como protagonista.
Sigo paseando por este bello pueblo y perdiéndome entre sus callejuelas...no dejo de asombrarme cuantos rincones voy descubriendo...
Además del propio callejeo, podemos visitar el castillo de Fátima, el caserío alto (siglos XVII-XIX), el ayuntamiento, casa Dintel, casa Solariega...
Voy saliendo ya del pueblo, dirigiéndome a mi coche que lo he dejado cerca de la carretera que atraviesa la misma localidad.
Tal como ya comente al principio de esta crónica, son varias las rutas de montaña que habíamos realizado por el entorno de Ubrique. Ahí va una muestra bajando desde la Sierra de las Viñas.
Y otra que hicimos en una circular por las montañas de Ubrique
Abandonamos ya Ubrique y me dirijo hacia el Bosque...a solo 13 km de distancia.
El Bosque
La iglesia de Santa María de Gracia, construida en el siglo XVII, es donde se encuentra el patrón del municipio, el Cristo de la Antigua.
Ya en época de la reconquista se construyó el pueblo en la ladera de la colina.
Tras callejear un rato, me dispongo a subir a lo más alto del pueblo "estoy loco", con lo que está cayendo, y el fuerte viento que sopla...a veces me empuja hacia los lados.
¡Allá voy hacia arriba!
En la base del mismo castillo, nos encontramos con una serie de cuevas, y que con buen acierto han acondicionado con una serie "caminos" para acceder a ellas. Son las Cuevas del Castillo.
Andorreo por la zona de las cuevas, incluso me asomo en algunas de ellas.
Creo que más de un nativo del pueblo se viene aquí para echar el rato, se ven restos de fogatas.
Retrocedo, y de nuevo avanzo sobre la mojada y resbaladiza cuesta que nos asciende hacia el castillo. El viento es fortísimo, y el agua no deja de caer. Ya no se como colocar el paraguas para no empaparme...
Y llegué al Castillo de Fatatar, y lógicamente está cerrado, son ya las cuatro de la tarde.
Construido por Abderramán III en el 914, este castillo sirvió como recinto de defensa para los habitantes del pueblo, tras la destrucción total de Carissa Aurelia y Esperilla, ambas localizadas en las cercanías de Espera.
Con Fernando III a mediados del siglo XIII pasa a manos cristianas y sirve como fortaleza fronteriza hasta la caída del Reino de Granada.
Desde aquí arriba podemos disfrutar de unas magníficas vistas de Espera. Aunque en mi caso tengo que hacer virguerías con el paraguas...me protejo del viento junto a uno de los muros del castillo.
Y rápidamente empiezo a bajar hacia las callejuelas del pueblo.
Me encuentro a un señor que va con un burro (ya es raro porque con esta lluvia el pueblo está desierto) y le pregunto sobre el "Molino de Espera", por donde queda. Me indica, y callejeo otro rato con dirección al Molino
Como era natural estaba cerrado, así que aproveché para leer un poco de información sobre dicho molino "somos una pequeña empresa familiar que moltura aceitunas desde el año 1878"
Doy por finalizada mi visita a Espera y a la ruta de estos cuatro pueblos: Puerto Serrano, Prado del Rey, Villamartín y Espera.
Bloque 2: Arcos de la Frontera y Bornos
(Abril/12)
(Abril/12)
En esta ocasión Rosa y yo nos vamos para visitar ambos pueblos, dos bellos pueblos con un denominador común: el agua y la cola de los embalses, el de Bornos y Arcos.
¡Un estupendo día primaveral soleado!
Altitud: 185 metros.
Habitantes: 30.983
Declarado como Conjunto Histórico-Artístico en 1962, Arcos de la Frontera se levanta sobre una peña rodeada por el río Guadalete y destaca por el trazado árabe de sus calles. Situada en lo alto de una colina a 160 metros de altura, es sin lugar a dudas uno de los pueblos con más atractivo de la provincia de Cádiz.
Dicha declaración de Conjunto Histórico-Artístico, le fue bien concedida debido a sus valores urbanos y arquitectónicos, con un caserío de impresionante blancura, por sus valores históricos, que se remontan a su época fenicia y romana, y posteriormente en un emplazamiento árabe durante muchos años y por sus valores artísticos.
Puerta de entrada a la Ruta de los Pueblos blancos, considerado como uno de los más bellos de España, ya no solamente por su enclave, que es espectacular, sino por su callejeo y su blancura...
Pasear por sus calles es toda una gozada, además si el día acompaña con este sol primaveral mucho más. ¡Empezamos a andar por todas sus callejuelas!
Son muchos los callejones, rincones, balcones engalanados de flores, empinadas cuestas, y rejas en sus ventanales...con los que Arcos de la Frontera acoge a los viajeros con los brazos abiertos.
A cada paso que damos nos tenemos que detener y disfrutar de sus muchos rincones escondidos...además de las muchas excelentes vistas que vamos teniendo desde lo alto de esta colina.
Son muchos los monumentos que nos encontramos en nuestro pasear: El palacio del Conde del Águila, de estilo gótico mudéjar, el Castillo de los Duques, la iglesia parroquial de Santa María de la Asunción, varios conventos e iglesias, y además la Puerta Matrera, única de las puertas que se mantiene en pie de la antigua muralla árabe.
A través de estrechísimas y empinadas calles y bajo antiguos arcos accedemos a plazuelas, iglesias, conventos...y a laguna que otra balconada.
Paseamos por el Callejón de las Monjas, callejón muy estrecho y pintoresco, junto a la iglesia de Santa María, y el antiguo convento de la Encarnación.
Hacemos una pequeña parada para tomar unos vinos, en la taberna San Pedro, una taberna acogedora, con buenos vinos y buena gente...
Desde la plaza del Cabildo, podemos contemplar unas increíbles vistas de la zona en el vertiginoso balcón de la Peña Nueva, y además quedándonos perplejos de como las casas están construida en el mismo filo del barranco.
Seguimos paseando por estas mágicas callejuelas, quedando fascinados por sus blancura y sus coquetos rincones, muchos de ellos adornados por macetones cargados de rojos claveles y muchos geranios.
La basílica de Santa maría de la Asunción es de origen mudéjar de los siglos XIV y XV que tras sus remodelaciones del siglo XVI quedó convertida en una iglesia gótica.
Tras varias horas de paseo por la parte alta de Arcos de la Frontera, decidimos bajar hacia el río para disfrutar de este mirador natural desde otra perspectiva.
Y ya ponemos rumbo hacia nuestro siguiente destino Bornos, a solo 11 kilómetros de distancia, pasando de un embalse al otro.
BORNOS
Enclavado a orillas del lago al que ha crecido durante miles de años, este pueblo es declarado como conjunto histórico-artístico por su rico patrimonio artístico, fruto de la confluencia de diferentes civilizaciones.
Este embalse del río Guadalete, forma el Paraje Natural de la Cola del Embalse de Bornos desde julio del año 1989, siendo también Zona Protegida de Especial Protección de las Aves.
La iglesia parroquial de Santo Domingo de Guzman del siglo XVI al XVIII, con restos de su primitivo estilo ojival y profusión barroca, el Convento del Corpus Chirsti y el Monasterio de los Jerónimos, ambos del siglo XVI son algunos de sus edificios religiosos a destacar.
Seguimos avanzando por las callejas empedradas del pueblo, y de vez en cuando nos vemos inmersos en alguna ligera conversación con los nativos del pueblo.
¡Parece que están a la espera de que se les pregunte, y ahí empieza la charla!
Y callejeando y callejeando llegamos al ayuntamiento, enclavado en una bonita plaza...
Y llegamos a nuestro último destino en el pueblo, quizás el más importante y la joya de la villa.
Altitud: 182 metros.
Habitantes: 7818
Enclavado a orillas del lago al que ha crecido durante miles de años, este pueblo es declarado como conjunto histórico-artístico por su rico patrimonio artístico, fruto de la confluencia de diferentes civilizaciones.
Este embalse del río Guadalete, forma el Paraje Natural de la Cola del Embalse de Bornos desde julio del año 1989, siendo también Zona Protegida de Especial Protección de las Aves.
Antes de dar una vuelta por el pueblo, paseamos por la orilla del lago, y a la vez nos inmortalizamos para el recuerdo.
¡Empezamos nuestra ruta por Bornos!
El trazado urbanístico de la villa gira en torno a su joya monumental que es el Castillo-Palacio de los Ribera, declarado como Bien de Interés Cultural.
¡Empezamos nuestra ruta por Bornos!
El trazado urbanístico de la villa gira en torno a su joya monumental que es el Castillo-Palacio de los Ribera, declarado como Bien de Interés Cultural.
La iglesia parroquial de Santo Domingo de Guzman del siglo XVI al XVIII, con restos de su primitivo estilo ojival y profusión barroca, el Convento del Corpus Chirsti y el Monasterio de los Jerónimos, ambos del siglo XVI son algunos de sus edificios religiosos a destacar.
Seguimos avanzando por las callejas empedradas del pueblo, y de vez en cuando nos vemos inmersos en alguna ligera conversación con los nativos del pueblo.
¡Parece que están a la espera de que se les pregunte, y ahí empieza la charla!
Y callejeando y callejeando llegamos al ayuntamiento, enclavado en una bonita plaza...
Y llegamos a nuestro último destino en el pueblo, quizás el más importante y la joya de la villa.
El palacio de los Enriquez de Ribera es un edificio construido por el linaje nobiliario de los Ribera en el siglo XVI a partir del castillo de Fontanar.
Es este un singular palacio dentro del castillo de Fontanar, de origen árabe, de los que solo se conserva algunos restos de la muralla y la torre del Homenaje.
Dentro de este complejo y junto al palacio, unos bellos jardines de estilo renacentista y declarado igualmente como Jardín Histórico de Interés Cultural, nos alegra la vista al poder disfrutar de tanto colorido de flores y hermosos rincones.
El palacio conserva todavía parte de la crestería superior que la remataba, que en su mayor parte fue desmontada y trasladada también a la Casa de Pilatos de Sevilla por sus entonces propietarios los Duques de Medinaceli.
Poco a poco vamos abandonando el Castillo-Palacio y ponemos rumbo hacia Sevilla, dando por finalizada nuestra ruta de hoy a estos dos bellos pueblos: Bornos y Arcos.
Bloque 3: Olvera, Torre Alhaquime, Alcalá del Valle, Setenil de las Bodegas, El Gastor, Algodonales, Zahara de la Sierra
(Marzo/18)
En esta ocasión, aprovecho este lunes santo soleado, cojo mis bártulos y yo solo parto para estos otros pueblos. Algunos de ellos nunca había estado (Torre Alhaquime y Alcalá del valle), otros solo cuando fui de ruta de montaña o sendero, pero realmente no los conocía al detalle (El Gastor, Algodonales) y otros ya los conocía de otros años (Olvera, Zahara de la Sierra y Setenil de las Bodegas).
¡Ahora es el momento de recorrerlo todos con detalle!
OLVERA
Altitud: 643 metros.
Habitantes: 8.153
Olvera, conocida ya en la antigüedad como Hippo Nova, es uno de los pueblos más bellos de Andalucía y también quizás de España, ya no solo por su enclave, sino también por su callejeo.
Ubicada a los pies de un risco coronado por un impresionante castillo, esta localidad de origen árabe fue declarado como Conjunto Histórico Artístico en 1983 por su exquisita mezcla de herencia andalusí, arquitectura popular y belleza monumental.
Cuando llego, aparco el coche justo en la zona que hay por debajo del castillo. Desde ahí me desplazo callejeando por las empinadas cuestas del barrio de la Villa, que se encuentran junto al castillo y la iglesia. Este barrio se asienta sobre lo que era el primitivo casco de la ciudad antigua.
Su trazado laberíntico, sus encaladas casas, sus estrechas callejuelas, sus cuestas...nos dan como resultado uno de los más atractivos barrios de Olvera.
El Castillo, al que ya había entrado en otra ocasión, es una imponente fortaleza musulmana del siglo XII, que aún conserva muros, torreones y la torre del Homenaje. Y junto a ella se encuentra la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, una verdadera joya del Neoclásico.
Sigo callejeando y llego a la plaza del ayuntamiento, desde el que podemos contemplar una hermosa vista del castillo y la iglesia, allí en lo alto del risco.
Olvera cuenta con varios monumentos civiles y religiosos de gran valor arquitectónico y artístico como las iglesias de la Victoria, Parroquia de Nuestra Señora de la Encarnación, Santuario de Nuestra Señora de los Remedios (se encuentra fuera de la localidad, más adelante hablaré de ella), las murallas musulmanas, el castillo, barrio de la Villa...en fin, un bello pueblo en el que podemos disfrutar de todo.
Me pierdo ahora por las callejuelas que van hacia la parte baja del pueblo, esta zona parece que no es tan visitada. Cuesta para arriba, cuesta para abajo, menos mal que estoy acostumbrado a las montañas...
Bonitas vistas por estas callejuelas empinadas y de forma irregular, algunas con curvas imprevistas, otras con un final desembocado en un coqueto rincón...y con el fondo, la Sierra del Pinar tantas veces recorrida...
De nuevo empiezo a subir por estas empinadas cuestas dirigiéndome hasta donde tengo aparcado el coche, ¡espero dar con él!
Doy por finalizada mi visita a Olvera, y saliendo con dirección a Torre Alhaquime, hago una parada en el Santuario de Nuestra Señora de los Remedios, situada a unos 3 kilómetros.
Este Santuario fue construido en el siglo XVII sobre el subsuelo de una Ermita del siglo XVI.
Según he podido leer en los últimos años la han podido visitar mas de 300000 personas al año,
¡todo un récord!
Es una de las escasísimas vírgenes gaditanas coronadas canónicamente, concretamente en el año 1966, se trata por lo tanto de una de las advocaciones andaluzas con mayor arraigo vocacional.
Me dirijo a su interior, en el que podemos disfrutar de un patio decorado con abundante vegetaciones de macetones ornamentales, y en en el centro un pozo.
Las paredes se encuentran ricamente decoradas con mosaicos que narran hechos piadosos o milagros de Nuestra Señora de los Remedios. También están decoradas con frescos las paredes del propio Santuario.
La estructura del patio se asemeja a la de un pequeño claustro, cerrado en su techo con un tragaluz.
Abandono el Santuario y me dirijo hacia la cercana localidad de Torre Alhaquime, a solo tres kilómetros de distancia.
Altitud: 495 metros.
Habitantes: 795
Torre Alhaquime, pequeño pueblo del que ni tan siquiera había oído hablar de él hasta que no me puse a escribir sobre este reportaje de los Pueblos Blancos.
Conocido también como La Torre para sus habitantes, se encuentra encaramado sobre una peña, en que todavía se conservan los restos de la muralla de la torre-fortaleza.
Alrededor de esta fortaleza musulmana fue creciendo el núcleo urbano, y lo hizo de un modo muy peculiar: en una disposición de círculos concéntricos, para salvar en lo posible, las pendientes.
Declarado como Conjunto Histórico-Artístico, tal como nos indica una placa, a la cual me dirijo.
Atravieso el arco que da salida directamente a un coqueto rincón en el que se encuentra una pequeña plazuela en donde se ubica el ayuntamiento y la iglesia del pueblo.
Sigo las indicaciones de una flecha en donde me marca "conjunto histórico-artístico" y empiezo a pasear por sus estrechas y empinadas callejuelas.
En este pueblo el bandolerismo andaluz hizo presencia en el siglo XIX con el que merece una mención especial, José María "El Tempranillo", quien tuvo una estrecha relación con este pueblo, donde contrajo matrimonio y vio nacer a su hijo.
El pueblo tiene bonitos rincones, de ahí que tenga esta declaración de Conjunto Histórico-Artístico.
Sigo callejeando y subiendo y bajando más cuestas...
En una de las calles, saludo a unas señoras del pueblo:
-Buenos días, bonito pueblo señoras, digo yo.
-Ellas, con un acento muy pronunciado, me contestan: si, es bonito pero con muchos "pesos"
¿pesos?
Que son pesos...me pregunto yo.
Son las cuestas...es lo más trabajoso para la gente cuando visita el pueblo, según ellas.
Empiezo a bajar hasta donde tengo el coche y parto hacia mi siguiente destino Setenil de las Bodegas.
¿Allá voy!
Según me voy retirando del pueblo, miro hacia atrás y contemplo una bonita vista de Olvera y Torre Alhaquime. Tengo que parar, e inmortalizar esa estampa.
A unos 11 kilómetros de distancia llego a Setenil de las Bodegas.
Altitud: 640 metros.
Habitantes: 2.781
Creo recordar que era la cuarta vez que visitaba este pintoresco, peculiar y encantador pueblo, una de ellas, cuando tuvimos que abandonar una ruta de montaña por las lluvias y optamos por venir a comer a uno de los restaurantes cuevas que hay en la localidad, allá por abril del año 2012.
Estamos en uno de los pueblos más visitados de Cádiz, de Andalucía y de España, ya no solo por los nacionales, sino también por los extranjeros, y no me extraña, ya que son muchos los atractivos y reclamos que tiene.
Declarado como Conjunto histórico-Artístico en 1985, debido a la belleza y originalidad de su entramado urbano.
A través de una elevada pendiente, el caserío baja desde el castillo, adaptándose al curso del río, lo que le confiere una singular disposición con diferentes niveles de altura.
Es obligatorio, si vamos bajando en coche por la carreterilla con dirección al río, hacer varias paradas en los distintos niveles para ir disfrutando de las vistas panorámicas del pueblo, y para ello, son varios los miradores naturales que nos vamos encontrando en la bajada.
En la parte baja los vecinos han aprovechado el tajo creado en la roca por el río para construir sus casas. Se trata de un excepcional ejemplo de un tipo de vivienda denominado "abrigo sobre roca".
A diferencia de otras construcciones trogloditas desarrolladas en Andalucía, estas no son excavadas en la roca, sino que se limita a cerrar la pared rocosa y se conforma la vivienda de forma longitudinal.
Pasear por sus encantadoras callejuelas es una verdadera gozada, aunque mejor que no sea un día festivo o fin de semana, el reclamo es tan fuerte que siempre está lleno de visitantes.
Son muchas las calles y barrios nazaríes típicos de Setenil, y algunos con sus correspondientes puentes sobre el río: Puente de la calle Triana, Puente de la calle Ronda, Puentes de la Villa...y barrios del Torreón, del Mirador de la Peña, de la iglesia...
Las casas, unas bajo la roca, otras sobre ésta, y otras en su interior, imprimen distintos niveles de altura a las calles, configurándose rincones tan espectaculares como las calles de las Cuevas de la Sombra y de las Cuevas del Sol, o los miradores de la Villa o de Lizón.
Como ya comenté anteriormente, en abril del 2012, y con varios compañeros del club, nos trasladamos a comer aquí en un restaurante cueva, tras la fallida subida a la montaña de la Salamadre por el mal tiempo.
!Aquí estamos el grupo, comiendo las famosas Rosas de Setenil!
Doy por finalizada mi visita a Setenil y me dirijo hasta la cercana localidad de Alcalá del Valle, a solo 7 kilómetros de distancia.
Alcalá del Valle
Altitud: 628 metros.
Habitantes: 5.150
Tocando ya con los límites de la provincia de Málaga (de hecho perteneció a ella hasta el año 1833), es la última localidad de la ruta de los pueblos blancos por la parte oriental.
Me adentro hacia el interior del pueblo, tomando como referencia la iglesia de la localidad. Siempre me dejaba llevar por la vista del campanario en otros pueblos, pero en este caso, y en Alcalá del valle, me encuentro con una sorpresa, no hay torre campanario,y la iglesia tiene un estilo un poco distinto (original diría yo).
Esta iglesia, la de Santa María del Valle, de estilo barroco, es del siglo XVII y XVIII, aunque ha tenido muchas modificaciones posteriores sobre todo en 1833.
Subiendo y bajando por la calle central en donde se encuentra la iglesia y el ayuntamiento, en poco tiempo ya tengo visto el pueblo. Solo algunas calles, que suben con dirección al monte tienen algo de interés, el resto simplemente son calles sin mayor trascendencia.
Son las 14:30, busco un sitio en donde picar algo. Poco hay donde comer, así que el bar que hay en frente de la iglesia, me tomo una cerveza, una tapa de carrillada (¡que barato!) y a seguir la marcha.
El agua, es el principal recurso natural de este pueblo blanco, de hecho está presente en todas las manifestaciones artísticas, prueba de ello son el antiguo Convento Franciscano de Caños Santo y la Fuente Grande.
Abandono Alcalá del valle y retornando mis pasos de nuevo hacia Setenil de las Bodegas, mi siguiente destino será El Gastor situado a unos 27 kilómetros.
El Gastor
Altitud: 590 metros.
Habitantes: 1.724
Eran varias las veces que había venido a este pueblo para subir al Lagarín y las Grajas, pero nunca me había detenido para ver este vistoso pueblo, gran error cometí.
Conocido como El balcón de los Pueblos Blancos nunca he entendido como este maravillosa localidad no está declarada como Conjunto Histórico Artístico, ya que méritos tiene sobrados.
Situado sobre un cerro, y muy cerca del nacimiento del río Guadalete y colindando con la provincia de Málaga, posee el urbanismo de las típicas villas serranas de estrechas y tortuosas callejuelas, casas de blanco con ventanales enrejadas, de las que cuelgan macetones con coloridos geranios.
La carreteriilla que atraviesa el pueblo esta decorada con decenas de macetas adosadas a las paredes de las casas, es un museo de colorido al aire libre.
Empiezo a caminar por sus callejuelas con sus encaladas fachadas y mi cámara no deja de disparar.
Dos señoras me esquivan cuando cojo mi cámara y al mirar por el objetivo, disparo a esta hermosa calle adornada con tantos macetones.
El Gastor, al igual que otras localidades de la zona, está ligado a las leyendas románticas de los antiguos bandoleros. Fue cuna de personajes como "El Tempranillo" "El cerrito" y "El Potaje", y no solo es reconocido por haber dado vida a estos famosos forajidos, sino también por ser una región que posee restos arqueológicos provenientes de la Edad de Bronce.
En una de las calles, y junto a una placa que nos indica "tipicas callejuelas" me adentro a través de un arco, y otro arco, y otro más. Subiendo por su interior, efectivamente son callejuelas típicas de las localidades serranas.
Hago una pequeña parada en la plaza del ayuntamiento y de la iglesia para tomar un café. El día está soleado, un espléndido día para disfrutar de estos pueblos blancos...
Tal como ya indiqué, una muestra de la subida al alto del Lagarín y las Grajas con unas espectaculares vistas sobre el embalse de Zahara.
Hora de partir hacia mi siguiente destino, Algodonales, a unos 10 kilómetros. A partir de aquí ya cojo la carretera nacional que une Jerez con Ronda, y que tantas y tantísimas veces hemos cogido cada vez que vamos de ruta.
Abandono Algodonales y me dirijo a la cercana localidad de Zahara de la Sierra, que ya vemos imponente allí en lo alto del monte, a unos 14 kilómetros de distancia.
Zahara de la Sierra
Eran varias las veces que había venido a este pueblo para subir al Lagarín y las Grajas, pero nunca me había detenido para ver este vistoso pueblo, gran error cometí.
Conocido como El balcón de los Pueblos Blancos nunca he entendido como este maravillosa localidad no está declarada como Conjunto Histórico Artístico, ya que méritos tiene sobrados.
Situado sobre un cerro, y muy cerca del nacimiento del río Guadalete y colindando con la provincia de Málaga, posee el urbanismo de las típicas villas serranas de estrechas y tortuosas callejuelas, casas de blanco con ventanales enrejadas, de las que cuelgan macetones con coloridos geranios.
La carreteriilla que atraviesa el pueblo esta decorada con decenas de macetas adosadas a las paredes de las casas, es un museo de colorido al aire libre.
Empiezo a caminar por sus callejuelas con sus encaladas fachadas y mi cámara no deja de disparar.
Dos señoras me esquivan cuando cojo mi cámara y al mirar por el objetivo, disparo a esta hermosa calle adornada con tantos macetones.
El Gastor, al igual que otras localidades de la zona, está ligado a las leyendas románticas de los antiguos bandoleros. Fue cuna de personajes como "El Tempranillo" "El cerrito" y "El Potaje", y no solo es reconocido por haber dado vida a estos famosos forajidos, sino también por ser una región que posee restos arqueológicos provenientes de la Edad de Bronce.
Una de las calles, la de las macetas y las flores hay que subirla lentamente y disfrutar a cada metro que damos en la subida, y después bajarla de nuevo, lentamente y seguir disfrutando de la vistosidad de esta calle. Adornada y decorada con decenas de macetones con muchas flores...
En una de las calles, y junto a una placa que nos indica "tipicas callejuelas" me adentro a través de un arco, y otro arco, y otro más. Subiendo por su interior, efectivamente son callejuelas típicas de las localidades serranas.
Hago una pequeña parada en la plaza del ayuntamiento y de la iglesia para tomar un café. El día está soleado, un espléndido día para disfrutar de estos pueblos blancos...
Tal como ya indiqué, una muestra de la subida al alto del Lagarín y las Grajas con unas espectaculares vistas sobre el embalse de Zahara.
Hora de partir hacia mi siguiente destino, Algodonales, a unos 10 kilómetros. A partir de aquí ya cojo la carretera nacional que une Jerez con Ronda, y que tantas y tantísimas veces hemos cogido cada vez que vamos de ruta.
Algodonales
Altitud: 370 metros.
Habitantes: 5630
A la sombra de la Sierra de Lijar (y que ya en algunas ocasiones la habíamos recorrido) se encuentra este encantador pueblo, que es cruce de caminos entre Jerez de la Frontera, Ronda y Sevilla.
Cuando llego al pueblo, lo primero que hago es subir hacia los miradores en donde se encuentra el sendero "de los Nacimientos". Desde este punto tenemos unas hermosas vistas del Algodonales y los alrededores: Zahara y la Sierra del Pinar.
Su monumento más importante es la iglesia de Santa Ana, conjunto de estilo barroco tardío con elementos neoclásicos que dominan esta bella plaza.
Me dispongo a recorrer algunas de las callejuelas que salen desde la misma iglesia y que se dirigen cuesta arriba dirección al monte. Estas son las calles más antiguas del pueblo.
Desde aquí podemos seguir viendo algunas de las indicaciones que nos marcan el camino a seguir para subir a la Sierra de Lijar y el sendero de los Nacimientos.
Y como ya comenté anteriormente, una pequeña muestra de las rutas que ya realizamos por la Sierra de Lijar, y la cercana pedanía de La Muela.
Esta Sierra es ideal para recorrer sus senderos, pero sobre todo si por algo destaca es por el vuelo de parapentes (vuelo sin motor) disponiendo de varias zonas de despegue y aterrizaje.
Ruta circular que hicimos por la Sierra de Lijar, pudiendo ver al fondo el Lagarín y Las Grajas en el Gastor, previamente descritos.
A la sombra de la Sierra de Lijar (y que ya en algunas ocasiones la habíamos recorrido) se encuentra este encantador pueblo, que es cruce de caminos entre Jerez de la Frontera, Ronda y Sevilla.
Cuando llego al pueblo, lo primero que hago es subir hacia los miradores en donde se encuentra el sendero "de los Nacimientos". Desde este punto tenemos unas hermosas vistas del Algodonales y los alrededores: Zahara y la Sierra del Pinar.
Su monumento más importante es la iglesia de Santa Ana, conjunto de estilo barroco tardío con elementos neoclásicos que dominan esta bella plaza.
Me dispongo a recorrer algunas de las callejuelas que salen desde la misma iglesia y que se dirigen cuesta arriba dirección al monte. Estas son las calles más antiguas del pueblo.
Desde aquí podemos seguir viendo algunas de las indicaciones que nos marcan el camino a seguir para subir a la Sierra de Lijar y el sendero de los Nacimientos.
Y como ya comenté anteriormente, una pequeña muestra de las rutas que ya realizamos por la Sierra de Lijar, y la cercana pedanía de La Muela.
Esta Sierra es ideal para recorrer sus senderos, pero sobre todo si por algo destaca es por el vuelo de parapentes (vuelo sin motor) disponiendo de varias zonas de despegue y aterrizaje.
Ruta circular que hicimos por la Sierra de Lijar, pudiendo ver al fondo el Lagarín y Las Grajas en el Gastor, previamente descritos.
Abandono Algodonales y me dirijo a la cercana localidad de Zahara de la Sierra, que ya vemos imponente allí en lo alto del monte, a unos 14 kilómetros de distancia.
Zahara de la Sierra
Altitud: 500 metros.
Las vistas de Zahara de la Sierra se va disfrutando poco a poco según nos acercamos, y eso es lo que haré yo, varias paradas antes de llegar a él.
La primera, la hago cuando veo a un burrito, y me imagino la fotografía con Zahara al fondo. Así es, a la altura de una casa que veo en la carretera, aparco y subo hasta donde está el burrito intentando de comer. ¡click, disparo!
Llego al embalse de Zahara y de nuevo parada obligatoria. No solo la fotografío desde arriba, sino que bajo por el pedruzqueo hasta el nivel del embalse y aquí la inmortalizo de nuevo.
Espectacular vista en alzado de Zahara de la Sierra.
Y por fin llegamos al pueblo, tras una fuerte subida con el coche.
Una blancura impoluta es lo primeros que se nos viene a la vista. Miremos a donde miremos, el encalado blanco de las casas se penetra en nuestras retinas.
Su historia se remonta hasta la Edad Antigua, pero es en la Edad Media cuando adquiere importancia al convertirse en un importante enclave musulmán.y conquistado por los cristianos en el proceso de conquista del Reino de Granada.
De su época musulmana, además del típico entramado urbano andalusí, se conserva el castillo del siglo XIII y su recuperada Torre del Homenaje, además de los restos de la villa medieval con tramos de murallas.
En su coqueto casco antiguo resaltan la iglesia de Santa maría de la Mesa, la capilla de San juan de Letrán y la Torre del Reloj.
En esta misma plaza, tenemos una terraza-mirador de la que podemos disfrutar de excelentes vistas hacia el embalse, incluso podemos divisar algunos de los pueblos de donde ahora venimos: Algodonales, Torre Alhaquime y Olvera.
Callejeo un poco por el pueblo, sin subir al castillo, ya lo había hecho en otra ocasión (recuerdo que este pueblo ya lo había visitado en otras muchas ocasiones, de hecho fue el primero que visite hace ya muchos, muchísimos años en toda la zona de Grazalema)
Pedro Medina ya en el siglo XVI decía:
"Está asentado este pueblo sobre un gran Risco o Peña que solo tiene una entrada y subida muy agria y tan dificultosa que con gran pesadumbre se puede subir al pueblo cabalgando. Lo cercado y antiguo del pueblo está encima de la peña, a media ladera. las calles están picadas y hechas a mano una sobre otras, picadas en la peña, tan dificultosa de andarse que, para esto, están llenas de escaleras y, con todo esto es menester que estén los hombres muy acostumbrados a bajar y subir por ellas para acertar, andar y poner los pies..."
Abandono el pueblo, sin antes hacer mención a las muchas rutas que por esta zona del Parque Natural de Grazalena he realizado con mis compañeros de montaña. Muy cercana a esta localidad se puede realizar las siguientes rutas:
La Garganta Verde (se requiere permiso)
Subida al peñón de los Toros
Subida al Cerro Coro
Vista de Zahara haciendo la travesía completa Peñón de los Toros-Pico Margarita.
Subida al Margarita
Para la ruta del día de hoy, y en el que he visitado los pueblos descritos, habré echado unas 12 horas desde que salí y llegué a Sevilla.
Bloque 4: Grazalema (con Benamahoma), El Bosque, Benaocaz, Villaluenga del Rosario, Ubrique
Visitados muchísimas veces, coincidiendo con las muchas rutas,
aunque lo escribo en marzo/18
El enclave paisajístico es uno de sus grandes atractivos, además de la blancura d sus pueblos.
Villaluenga del Rosario
Altitud: 858 metros.
Habitantes: 446
Situada en el mismo centro del Parque Natural de Grazalema, Villaluenga del Rosario, la hace distinta al resto de localidades, ya que es la más pequeña, la que menos habitantes tiene y la que se encuentra a mayor altitud junto con Grazalema.
Situada a los pies del macizo rocoso del Navazo Alto, esta localidad tiene su origen con la cultura musulmana, al igual que el resto de pueblos de la zona.
Sus empinadas y estrechas calles se funden con la roca acogiendo a destacados monumentos como la iglesias de San Miguel y del Salvador
Cuenta Villaluenga con la plaza de toros más antigua de la provincia (siglo XVIII) que tiene la particularidad de no ser redonda sino poligonal con un graderío realizado con roca local.
En poco tiempo el pueblo se puede recorrer. Son pocas las calles, pero de gran belleza, sobre todo por el entorno montañoso en el que está asentado.
Como bien he comentado antes son muchas las rutas de montaña que hemos realizado por la zona, destacando el cercano "llanos del Republicano" con una de las simas más importante de la provincia "Sima del Republicano", además de la subida al Navazo Alto, y la travesía por la Sierra de las Viñas en la Manga de Villaluenga.
Navazo Alto
Los Llanos del Republicano
Bajando desde Villaluenga, y apoca distancia se llega a Benaocaz...
Benaocaz
Altitud: 790 metros.
Habitantes: 687
Situada en las faldas de la Sierra de Grazalema, la blancura del caserío contrasta con los rocosos montes que le sirven de fondo.
Aunque de fundación árabe, son numerosos los restos arqueológicos como los de la sima de la Manga que atestiguan asentamientos desde la prehistoria.
Declarada como Conjunto Histórico-Artístico tiene un bello barrio nazarí con estrechas calles empedradas y laberínticas callejuelas.
Son muchas las veces que hemos pasado por sus calles cada vez que íbamos de ruta, incluso en alguna ocasión hemos comido en el restaurante con las vistas mas hermosas de Benaocaz, con una gran terraza y unos enormes ventanales; es un verdadero mirador natural hacia las montañas.
El barrio nazarí, estando en la parte mas antigua de Benaocaz, de claro origen medieval y una de las zonas de estas características mejor conservadas de la comarca. Una de las últimas áreas de dominio musulmán que no caería en manos cristianas hasta la guerra de Granada.
Son muchas las rutas que hemos iniciado desde este pueblo, algunas de montaña, otras de sendero y otras de barranco, y que a continuación he reflejado una pequeña muestra de las mismas.
Barranco del Arroyo Pajaruco
De la Subida al Navazo Alto y bajando de la Manga de Villaluenga, al fondo Benaocaz
El Salto del Cabrero y las vistas de Benaocaz
Situada en las faldas de la Sierra de Grazalema, la blancura del caserío contrasta con los rocosos montes que le sirven de fondo.
Aunque de fundación árabe, son numerosos los restos arqueológicos como los de la sima de la Manga que atestiguan asentamientos desde la prehistoria.
Declarada como Conjunto Histórico-Artístico tiene un bello barrio nazarí con estrechas calles empedradas y laberínticas callejuelas.
Son muchas las veces que hemos pasado por sus calles cada vez que íbamos de ruta, incluso en alguna ocasión hemos comido en el restaurante con las vistas mas hermosas de Benaocaz, con una gran terraza y unos enormes ventanales; es un verdadero mirador natural hacia las montañas.
El barrio nazarí, estando en la parte mas antigua de Benaocaz, de claro origen medieval y una de las zonas de estas características mejor conservadas de la comarca. Una de las últimas áreas de dominio musulmán que no caería en manos cristianas hasta la guerra de Granada.
Son muchas las rutas que hemos iniciado desde este pueblo, algunas de montaña, otras de sendero y otras de barranco, y que a continuación he reflejado una pequeña muestra de las mismas.
Barranco del Arroyo Pajaruco
De la Subida al Navazo Alto y bajando de la Manga de Villaluenga, al fondo Benaocaz
El Salto del Cabrero y las vistas de Benaocaz
Ojo del Moro hacia el Castillo de Tavizna
Ubrique
Altitud: 337 metros.
Habitantes: 16.683
En la convergencia de los Parques Naturales de Grazalema y los Alcornocales se encuentra Ubrique, rodeada de impresionantes montañas y con un pasado de renombre en el arte de la piel.
Declarado como Conjunto Histórico Artístico es de origen romano tal como nos lo atestiguan la calzada romana situada entre Ubrrique y Benaocaz, perfectamente conservada y que tantas veces hemos pateado. En fechas posteriores estuvo bajo el dominio musulmán.
Su casco histórico de trazado medieval presenta calles angostas, pintorescos rincones e inmaculadas casas encaladas de blanco. Muchas de las casas están construidas sobre las mismas rocas.
Además de estas pintorescas callejuelas, nos encontramos con coquetas plazuelas y algunas fuentes, como la barroca fuente pública y la andalusí de los nueve caños.
Otros de los rincones más típicos Ubrique es el Peñón de la Becerra, situado en pleno centro histórico da paso entre la Ermita de San Antonio y El Calvario. Siendo este un lugar estratégico en Semana Santa al paso de la cofradía.
Sigo paseando por este bello pueblo y perdiéndome entre sus callejuelas...no dejo de asombrarme cuantos rincones voy descubriendo...
Además del propio callejeo, podemos visitar el castillo de Fátima, el caserío alto (siglos XVII-XIX), el ayuntamiento, casa Dintel, casa Solariega...
Voy saliendo ya del pueblo, dirigiéndome a mi coche que lo he dejado cerca de la carretera que atraviesa la misma localidad.
Tal como ya comente al principio de esta crónica, son varias las rutas de montaña que habíamos realizado por el entorno de Ubrique. Ahí va una muestra bajando desde la Sierra de las Viñas.
Y otra que hicimos en una circular por las montañas de Ubrique
Abandonamos ya Ubrique y me dirijo hacia el Bosque...a solo 13 km de distancia.
El Bosque
Altitud: 285 metros.
Habitantes: 2.147
En plena Sierra de Albarracín, junto al río Majaceite y rodeados de valles se encuentra El Bosque, entrada hacia el Parque Natural de Grazalema, y si hay algo que caracteriza a este pueblo, eso es el agua. El río Majaceite es uno de sus grandes atractivos, en el son miles de senderistas los que lo recorren todos los años.
Además, para nosotros cuando vamos de ruta por esta zona, suele ser lugar de parada para el desayuno, en nuestra querida venta Julián.
El Bosque está enclavado entre frondosos bosques y salpicado de manantiales de agua,configurándose como un lugar con mucho atractivo para el senderismo.
Una de estas rutas, es la que recorre el río Majaceite hasta llegar al Benamahoma. Es uno de los senderos más practicado dentro del Parque Natural, ya no solo por su facilidad de su recorrido sino también porque además atraviesa un hermoso paraje.
Durante el recorrido nos deleitará con un excelente bosque de galería d chopos, fresnos y olmos, en donde podrá ver y oír a gran cantidad de aves.
Allá abajo se puede contemplar la localidad de Benamahoma...
Y Allá abajo la localidad del bosque
BenamahomaEn plena Sierra de Albarracín, junto al río Majaceite y rodeados de valles se encuentra El Bosque, entrada hacia el Parque Natural de Grazalema, y si hay algo que caracteriza a este pueblo, eso es el agua. El río Majaceite es uno de sus grandes atractivos, en el son miles de senderistas los que lo recorren todos los años.
Además, para nosotros cuando vamos de ruta por esta zona, suele ser lugar de parada para el desayuno, en nuestra querida venta Julián.
El Bosque está enclavado entre frondosos bosques y salpicado de manantiales de agua,configurándose como un lugar con mucho atractivo para el senderismo.
Una de estas rutas, es la que recorre el río Majaceite hasta llegar al Benamahoma. Es uno de los senderos más practicado dentro del Parque Natural, ya no solo por su facilidad de su recorrido sino también porque además atraviesa un hermoso paraje.
Durante el recorrido nos deleitará con un excelente bosque de galería d chopos, fresnos y olmos, en donde podrá ver y oír a gran cantidad de aves.
Además de este sendero, desde el bosque podemos subir al pico Albarracín desde el Manantial Los Cañitos en el área recreativa.
Allá abajo se puede contemplar la localidad de Benamahoma...
Y Allá abajo la localidad del bosque
En la cumbre del cerro Albarracin
Mi siguiente destino en ruta será Benamahoma, siendo esta una pedanía de Grazalema
Altitud: 500 metros.
Habitantes: 400
Aunque con bastante población, y a unos 13 kilómetros de Grazalema, realmente Benamahoma pertenece a Grazalema, siendo una pedanía de esta.
Ibn Muhammad, "hijos de Mahohma", tal como nos indica su procedencia del árabe.
Enclavada en un pintoresco lugar bajo la Sierra del Pinar y del Albarracín y el extenso Pinsapar de Grazalema, esta pedanía tiene bellos rincones con calles estrechas y casas encaladas con un blanco intenso.
Su mayor patrimonio artístico y cultural son sus "fiestas de Moros y Cristianos" que se celebran en el primer fin de semana de agosto en honor a San Antonio de Padua, patrón de la localidad.
Otro atractivo turístico es el manantial del Nacimiento, fuente del río Majaceite que fluye hasta la cercana localidad del Bosque.
Son muchas, muchísimas las veces que hemos venido de montaña por esta zona, y en ocasiones dejamos el coche aquí aparcados.
Por ejemplo para subir al Monte Labradillo
O subir al Cerro Albarracín y el Albarracinejo
Benamahoma allá abajo
Grazalema
Enclavado en el corazón de la Sierra de Grazalema, y haciendo honor a este pueblo con el mismo nombre, esta localidad es una de las más bellas y cuidadas de toda la zona.
Con calles recoletas inundadas de flores y tejados que en invierno se cubren de nieve debido a este peculiar microclima del que goza (ostenta el índice pluviométrico más alto de la península), Grazalema es y debe ser de obligada visita para cualquier viajero que venga a esta zona de Cádiz.
En su casco urbano declarado como Conjunto-Histórico-Artístico, se combina a la perfección la típica arquitectura popular con la riqueza monumental.
La joya patrimonial de la villa es la iglesia barroca de Nuestra Señora de la Aurora, además d la iglesia de San José, la parroquia d Nuestra Señora de la Encarnación y las ermitas del calvario y los Ángeles.
Desde los tres miradores naturales que hay en Grazalema podemos disfrutar de unas excelentes vistas de todo el Parque Natural: de los Asomaderos, El Tajo y los Peñascos.
Caminar por sus callejuelas es toda una experiencia que jamas olvidaremos. Casas de un blanco intenso adornadas con muchas macetas de claveles rojos y rosáceos geranios, nos van acompañando en nuestro paseo por el pueblo.
Los ventanales enrejados en muchas de sus casas nos dirigen la mirada hacia el fondo de la callejuelas, en donde majestuoso podemos contemplar el Peñón Grande que custodia de forma orgullosa a Grazalema, que descansa bajo sus pies.
A continuación dejo una pequeñísima muestra de las muchas rutas que hemos realizado por la zona de Grazalema, sería interminable poner todas ellas...
Circular desde el Puerto de las Palomas, por el Pinsapar con el San Cristobal y la Crestería detrás
Crestería del Jauleta...
Crestería desde el San Cristobal hasta el Torreón, con Grazalema allá abajo.
Subida al Peñón Grande...
Circular por la Sierra del Endrinal: Subida al Navazuelo, Corona de los Yedarales...
Subida al Torreón (techo de Cádiz)
Subida al Reloj y el Simancon
Aquí doy por finalizada este grupo de pueblos, a los que además de visitarlo hemos podido patear por todos sus montes, sus crestas, sus ríos, sus barrancos...Es el Parque Natural de Grazalema.
Bloque 5: Algar
Aunque con bastante población, y a unos 13 kilómetros de Grazalema, realmente Benamahoma pertenece a Grazalema, siendo una pedanía de esta.
Ibn Muhammad, "hijos de Mahohma", tal como nos indica su procedencia del árabe.
Enclavada en un pintoresco lugar bajo la Sierra del Pinar y del Albarracín y el extenso Pinsapar de Grazalema, esta pedanía tiene bellos rincones con calles estrechas y casas encaladas con un blanco intenso.
Su mayor patrimonio artístico y cultural son sus "fiestas de Moros y Cristianos" que se celebran en el primer fin de semana de agosto en honor a San Antonio de Padua, patrón de la localidad.
Otro atractivo turístico es el manantial del Nacimiento, fuente del río Majaceite que fluye hasta la cercana localidad del Bosque.
Son muchas, muchísimas las veces que hemos venido de montaña por esta zona, y en ocasiones dejamos el coche aquí aparcados.
O subir al Cerro Albarracín y el Albarracinejo
Benamahoma allá abajo
Y además bajo estos montes podemos hacer una ruta de barranco, el de Tavizna
Y ya desde Benamahoma parto hacia Grazalema por el Puerto del Boyar.
Altitud: 913 metros.
Enclavado en el corazón de la Sierra de Grazalema, y haciendo honor a este pueblo con el mismo nombre, esta localidad es una de las más bellas y cuidadas de toda la zona.
Con calles recoletas inundadas de flores y tejados que en invierno se cubren de nieve debido a este peculiar microclima del que goza (ostenta el índice pluviométrico más alto de la península), Grazalema es y debe ser de obligada visita para cualquier viajero que venga a esta zona de Cádiz.
En su casco urbano declarado como Conjunto-Histórico-Artístico, se combina a la perfección la típica arquitectura popular con la riqueza monumental.
La joya patrimonial de la villa es la iglesia barroca de Nuestra Señora de la Aurora, además d la iglesia de San José, la parroquia d Nuestra Señora de la Encarnación y las ermitas del calvario y los Ángeles.
Desde los tres miradores naturales que hay en Grazalema podemos disfrutar de unas excelentes vistas de todo el Parque Natural: de los Asomaderos, El Tajo y los Peñascos.
Caminar por sus callejuelas es toda una experiencia que jamas olvidaremos. Casas de un blanco intenso adornadas con muchas macetas de claveles rojos y rosáceos geranios, nos van acompañando en nuestro paseo por el pueblo.
Los ventanales enrejados en muchas de sus casas nos dirigen la mirada hacia el fondo de la callejuelas, en donde majestuoso podemos contemplar el Peñón Grande que custodia de forma orgullosa a Grazalema, que descansa bajo sus pies.
A continuación dejo una pequeñísima muestra de las muchas rutas que hemos realizado por la zona de Grazalema, sería interminable poner todas ellas...
Crestería del Jauleta...
Crestería desde el San Cristobal hasta el Torreón, con Grazalema allá abajo.
Subida al Peñón Grande...
Circular por la Sierra del Endrinal: Subida al Navazuelo, Corona de los Yedarales...
Subida al Torreón (techo de Cádiz)
Subida al Reloj y el Simancon
Aquí doy por finalizada este grupo de pueblos, a los que además de visitarlo hemos podido patear por todos sus montes, sus crestas, sus ríos, sus barrancos...Es el Parque Natural de Grazalema.
Bloque 5: Algar
Ya hacía muchos años que lo visité, pero muchísimos, cuando mis hijos eran pequeños. Así que este último pueblo, el de Algar, lo tengo pendiente para visitar...
FIN
FIN
Como siempre, un magnifico reportaje. Enhorabuena por todo lo que compartes con nosotros. Susi.
ResponderEliminarGran reportaje Antonio . Muy bien documentado , muy didactico . felicidades
ResponderEliminarGracias compañeros, es una ruta que recomiendo por la belleza de los pueblos!
ResponderEliminarSaludos
Enhorabuena Antonio, un nuevo reportaje a la altura de los tuyos, bien contado y con preciosas fotografías. Me ha encantado volver a ver sitios que conozco y descubrir otros que aun no he visitado, incluyendo algún pueblo que ni sabía que existía, como Torre Alháquime. Gracias por compartirlo y un abrazo.
ResponderEliminarGracias María Luisa. Mira por donde yo tampoco conocía Torre Alháquine, ni esa zona, lo recomiendo.
ResponderEliminarSaludos