miércoles, 15 de abril de 2009

Subida al pico Vilo (1415 m) Enero/09



Escrito por Joaquin Pascual
El sábado, 17 de enero, teníamos ruta del Grupo de Montaña en Alfarnate (Málaga), pueblo situado en pleno Arco Calizo Central y que se autotitula “Pirineos de la Costa del Sol”. La verdad
que montañas no faltan en sus alrededores. Salimos de Dos Hermanas y en Alcalá de Guadaira tomamos la A-92 hasta Lora de Estepa donde desayunamos. Seguimos por la A-92 y en
Antequera cogemos la autovía de Málaga. En el Puerto de las Pedrizas nos salimos en dirección a Colmenar. Antes de llegar a este pueblo nos metemos (a la izquierda) por la desviación hacia Alfarnate. Pronto vimos los espectaculares peñones del Alto del Fraile, Doña Ana y el Tajo de
Gomer. A sus pies Alfarnatejo y detrás asomaba la Sierra de Enmedio de Alfarnate donde está el Pico de Vilo. Al Tajo de Gomer (el de la derecha) ya habíamos subido en otra ocasión. Llegamos a Alfarnate y preguntamos por el polideportivo, lugar de inicio de la ruta de subida al Pico de Vilo.
Aparcamos en la Plaza de Andalucía y salimos caminando por un paseo entre pinos después de pasar una valla en recodo. Dejamos el Polideportivo a la izquierda y continuamos por una pista que sube hasta unas antenas y un repetidor de TV. En pocos minutos empezamos a tener calor y a sobrar ropa. Con las revueltas de la pista pronto ganamos altura y dejamos abajo a Alfarnate.
Después de un kilómetro llegamos a las antenas y vimos un poste con indicaciones. Al Pico de Vilo marcaba 90 minutos. Ahora veíamos el pueblo de Alfarnatejo y más a la derecha el Chamizo
(1.637 m), cumbre de la Sierra del Jobo y de la zona. José Manuel posó para la posteridad. De allí sigue bordeando el Morrón del Gallo una pista en la dirección que teníamos que seguir. Paco G. y Manolo R. deciden ir por la cuerda, los demás seguimos las pista subiendo poco a poco y
disfrutando de las vistas a pesar de haber algo de bruma. Después de unos tres kilómetros la ancha pista, que parece nueva, se acaba y nos metemos por un sendero que sube por la izquierda. Al poco el sendero se introduce en un pinar y llegamos a una antigua era que está en una especie de collado. Estamos en la cuerda y tenemos vistas al otro lado de la sierra. En este punto se nos une Paco G. y Manolo R. que han cresteado por el Morrón del Gallo. Ahora el
sendero sigue por el pinar donde quedan restos de la nieve caída el fin de semana pasado. Tenemos que saltar una portilla y seguimos a la izquierda de una alambrada. Salimos del pinar a una zona rocosa, allí un poste de señales nos confirma que vamos por el buen camino. En unos minutos subimos un último repecho dejando abajo a los peñones antes citados que ahora vemos desde arriba. Y al llegar a la cumbre nos encontramos la agradable sorpresa de ver la cima nevada de La Maroma (2.066 m) asomando entre una corona de nubes. El vértice geodésico del Pico de Vilo (1.415 m) esta situado sobre un peñasco que corona una pequeña meseta donde
pastan algunos caballos entre manchones de nieve. Dos horas hemos tardado en llegar desde Alfarnate superando algo más de 500 m. Todavía estaremos media hora más haciendo fotos y disfrutando de las vistas, incluida Sierra Nevada. Sobre la una de la tarde emprendimos la bajada y todavía tuvimos que pararnos un par de veces para recrearnos con los paisajes. En pocos minutos llegamos a la era y allí debatimos si bajar por el mismo sendero de subida o hacerlo por la cuerda. Paco G. que ha subido por la cuerda se ofrece a guiarnos y la mayoría le seguimos, un pequeño grupo decide volver por el sendero porque hay alguno que tiene molestias en las rodillas. Vamos subiendo sin sendero buscando el mejor camino entre las rocas hasta llegar al
Morrón del Gallo. Allí hacemos una parada para volver la vista y ver el Pico de Vilo, donde hemos estado un rato antes, y La Maroma que ahora se ve más despejada de nubes. Unas fotos y empezamos a bajar de nuevo cuidando de nos resbalar porque las rocas están humedas. Pronto
vemos a Alfarnate 400 m más abajo. El cielo empieza a cubrirse de nubarrones, veremos a ver si al final… La bajada se va haciendo más empinada y abrupta, ya vemos las antenas donde hemos quedado con el otro grupito. Sobre las dos y media nos juntamos todos en las antenas y nos comemos los bocadillos. Allí estaremos una media hora. Después de esta parada iniciamos el sendero de Las Morillas que parte de allí mismo. Así alargaremos un poco la ruta y volveremos a Alfarnate rodeando el Morrón de Mal Infierno. Este sendero baja hasta las ruinas del cortijo Lagar de Olmedo, pero se ve que cogimos un atajo por uno de los muchos senderos de cabras que había por allí y lo dejamos a un lado. Pronto dejamos arriba el Morrón de Mal Infierno. Volvemos a encontrar las balizas del sendero cerca del río Alfarnate. Ahora continuamos por su orilla izquierda (orográfica) y pasamos cerca de un antiguo molino de aceite que está en la orilla derecha. Llegamos hasta la misma orilla del río y vemos un cartel que nos indica que si lo cruzamos podemos llegar a la Venta de Alfarnate en pocos minutos. Nosotros seguimos el sendero que ya iremos a la venta a la vuelta. El último kilómetro lo hacemos por un camino
empedrado entre muros de piedra y rodeado de quejigos que ahora están sin hojas. Entramos en el pueblo por Pozo Rincón y llegamos a los coches poco antes de las cuatro de la tarde. Después de quitarnos las botas nos vamos a la Venta de Alfarnate para tomar café. Esta venta presume
de ser la más antigua de Andalucía, ya que data del siglo XIII. Durante sus muchos años de vida ha conocido cantidad de sucesos relacionados con el bandolerismo, como ejemplo el que relata un azulejo que hay en la fachada. Y así terminó la primera ruta montañera del año 2009 para ir entrando en faena poco a poco.

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