viernes, 12 de diciembre de 2008

Croacia Agosto/87


RUTA POR CROACIA

Lugares Patrimonio de la humanidad



Ubicada entre Eslovenia, Hungría, Servia, y Bosnia-Herzegobina y con una extensa costa que mira hacia el Adriático. Croacia es un paraíso natural, y no es de extrañar que muchos de sus rincones estén declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.



Mi ruta por este bello país la hice por el interior y por la costa, por las montañas, por la naturaleza, y por la arquitectura artística de Dubrovnik.
Viniendo desde Bosnia, mi primer destino fue el parque nacional de Plitvice, está situado en la región de lika, cerca de la frontera con Bosnia-Herzegobina, un paraje donde se alternan lagos, cascadas y manantiales de espectacular belleza. Esta región fue declarada Parque Nacional ya en 1949, y catalogada en el patrimonio universal de la UNESCO en 1979.

El parque tiene una superficie cercana a las 30.000 hectáreas, 22.000 de ellas cubiertas de bosques. La zona que se puede visitar se encuentra en el centro del parque, son 8 km² de valle poblado de bosques, donde la hidrografía ha conformado un paisaje formado por 16 lagos de diferente altitud comunicados por 92 cataratas y cascadas.

La visita se realiza a pie a través de senderos y puentes de madera, los lagos más grandes son recorridos por silenciosas barcas.
Los senderos suben, bajan, atraviesan lagos, cascadas. Se adentran en bosques, bosques frondosos de altos abetos y exuberantes hayedos.

En la parte más alta de las cascadas, y saliendo de los caminos, aparecen grandes prados verdes, con cientos de florerillas de todos los colores, y sobre ellas, miles de mariposas revolotean felices. Poco más allá, varias casas, con un estilo propio, estilo croata. Nos muestran un marco único, excepcional, para no olvidar.

Sus habitantes, reducido a una sola familia, se extrañan al vernos pasar. La abuela, vestida totalmente de negro, sentada en el suelo, junto a un viejo carro, pela las vainas de un montón de guisantes. Junto a ella, el resto de la familia intenta mantener una conversación con nosotros. Comunicación que se hace imposible.

El croata es un idioma difícil, muy difícil, de este modo, con un par de gestos nos pudimos apañar.
A la bajada, el fuerte ruido que algunas cascadas producen, ensordecen. Son altas caídas de agua que impactan bruscamente sobre el lago. Lago espectacular, azul a veces, otras verde, oscuro, claro. Pero siempre hermoso.

Bajando ya hacia la costa y muy cerca de la frontera con Montenegro nos dirigimos hacia la ciudad de Dubrovnik.
La “Atenas Eslava del Sur”, “la perla del Adriático”, si, así se le conoce a esta hermosa ciudad. Dubrovnik, puerto medieval y centro turístico situado sobre un cabo rocoso en Dalmacia, 145 Km al sur de Sarajevo. La ciudad antigua, protegida por una fortaleza del siglo XVI, es sólo para peatones. Sus dobles murallas de 20 torres y bastiones

Circundan la catedral barroca y las exquisitas iglesias, los monasterios, los palacios, las fuentes y las casas de techos rojos o amarillos. Dubrovnik fue una ciudad-Estado prácticamente independiente desde 1205 hasta 1808.
Cuando llegamos a esta ciudad, decenas de señoras nos invaden en el arcén de la estación, “room”, “bed”. Eran las palabras más pronunciadas, indudablemente nos estaban ofreciendo sus casas para alojarnos. Aceptamos la oferta de una de ellas, y allí pasamos dos noches.
Actualmente es uno de los centros turísticos más importantes de Europa meridional, y aquí cada año, aterrizan miles de personas procedentes de todos los rincones del mundo.

Dubrovnik hay que verla desde varias perspectivas: desde el interior, desde la costa, y sin lugar a dudas desde lo alto. Subiendo hacia la muralla, podemos recorrerla en todo su perímetro, la costa recortada, la esbeltez de las torres de las iglesias, y las estrechas calles tiene otra visión desde aquí.

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