miércoles, 7 de marzo de 2012

Cresteria de la Sierra de las Viñas y el Chaparral (Villaluenga del Rosario) Marzo/12




Fántastica la ruta de hoy, la Sierra de las Viñas y del Chaparral, ubicada en la localidad gaditana de Villaluenga del Rosario, en pleno corazón del Parque natural de Grazalema. Un poco de todo: mucho cresteo, unas vistas espectaculares y una grata compañía.
Será una ruta de unos 12 km, 850 metros de desnivel acumulado, y siete horas de recorrido. Debido a su terreno irregular, y al mucho cresteo, con trepadas y destrepes, y algunos pasos delicados, podíamos considerar esta ruta de dificultad media alta con un  MIDE 2334.
Nos moveremos siempre en picos que oscilan entre los 1000 y 1200 metros de altura: Cerro de las Viñas, de las Chapas, el Chaparral, el Sotillo, el Atochar, y otros tantos sin nombre.
Cuando nuestros compañeros Manolo y Quino plantearon la ruta, ellos planificaron la subida a tres de los cerros, pero para nosotros, eso sería poco, así que ascenderemos a todos los que nos encontremos al paso de nuestra ruta, es decir a nueve.


Nos trasladamos hacia la localidad del Bosque (aquí desayunaremos), y luego dirección Ubrique. Poco antes de llegar a esta localidad nos desviaremos a la izquierda en busca de Benaocaz. Pasado ésta, y dejando un edificio en ruinas a mano derecha llegamos al área recreativa el Cintillo (muy cerca de Benaocaz).
Aquí dejaremos un coche, pues la ruta la terminaremos aquí.
A continuación nos vamos hacia la localidad de Villaluenga del Rosario con el resto de los coches. Al final del pueblo nos encontramos un gran aparcamiento y un carril a mano derecha, que nos lleva hacia los "LLanos del Republicano". A un km aproximadamente aparcaremos el coche en una explanada que nos quedará a mano derecha.


Son las 9,40 horas, un día estupendo para andar.
Trece compañeros del club "Señal y Camino" preparados para emprender la ruta, y entre ellos, mi sobrina, que se extrena hoy en esta ruta montañera. Ella es una buena deportista y escaladora ¡vamos a ver que tal la montaña!


Cogemos el carril, y al poco dejaremos a la izquierda el que nos llevaría hacia los "LLanos del Republicano"


Pocos metros después tiraremos por una angarilla que nos encontramos a mano derecha.


Nos adentramos en una zona rocosa, muy húmeda, donde los musgos y liquenes asoman por todas partes.


Algunas formas curiosas de las rocas hacen que nos detengamos para fotografiar.


Poco a poco iremos ascendiendo a nuestro primer cerro (El de las Viñas).
Abajo, hermosas vistas de la localidad de Villaluenga del Rosario.




Ya desde este cerro nos hacemos una idea de lo que nos queda por andar.
Poco a poco avanzaremos por toda la Sierra de las Viñas, paralelo a la carretera y a la Manga de Villaluenga.




Ahí en frente tenemos nuestro siguiente objetivo.
No hay ni sendero,ni señal, ni camino alguno. Solo la dirección del siguiente cerro.
Mucha piedra por pisar, y que a esta hora de la mañana habrá que hacerlo con mucho cuidado, pues la roca está muy resbaladiza.


Ahí mi sobrina, bien contenta ella, en su primera ruta.


Lo subiremos por esa pequeña brecha que se ve entre las paredes.


Allá vamos ¡Al ataqueeee!



¡Ojo!, esta parte es más delicada.
A prestar atención, manos y pies a la roca.





¡Ea!, ya estamos arriba.
Que maravilla de vistas.


Seguiremos por la cresta hasta el final, y después "Pabajo"



Pero antes una fotillo de grupo, para inmortalizar.




Otra vez para abajo, y otra vez para arriba,
Otra vez para abajo, y otra vez para arriba,
Otra vez para abajo, y otra vez para arriba,
Esto es un rompepiernas.





Otra vez para abajo, y otra vez para arriba,

Otra vez para abajo, y otra vez para arriba,
Otra vez para abajo, y otra vez para arriba,
Siempre paralelo a la carretera que nos dejamos a mano derecha.


¡Vaya con las piedras, como cortan!.
No hay ni un solo senderillo.



Como estamos disfrutando, parecemos cabras.
o ¿las cabras se parecen a nosotros?


¿Ya llevamos tres o cutros cerros?
He perdido la cuenta.


Nos dirigimos ahora hacia el aljibe del Chaparral.
Bonita arquitectura.









Otra vez a subir, pero antes le preguntamos a este señor que arreaba al burro cargado con dos cántaras de fresca leche.


-Manolo: Buenas tardes, ¿donde hay por aquí unos restos de huesos que por lo visto están siendo analizados por la Junta de Andalucía?
--Señor del Burro: Pues lo tenéis en aquel lado de la pista, junto a esos chaparros, lo habéis dejado atrás.

Nos acompaña, y nos da unas pequeñas explicaciones pseudo-científicas.


Estan cubierto por una lona.
Intentamos levantarla, pero está clavada al suelo.


Otra vez a subir.
¡Ufff!, que dolor de piernas.






Ya queda poco.
En esta por lo menos los 300 metros de desnivel no hay quien nos lo quite.


Reagrupamiento y a picar un poco, que ya va siendo hora.




A lo lejos podemos contemplar el Peñón de Gibraltar.
Incluso detras podemos divisar vagamente los montes de Marruecos.


En el otro costado, la Silla de montar.


Otra vez para abajo.
Como van disfrutando Carmina y mi sobrina.






De frente ahora una alambrada que tendremos que saltar.



Que lugar más hermoso.
Que vistas.
Que formaciones tan curiosas.
Tan cerca de Villaluenga,
y nosotros sin subir nunca aquí.



Estamos en el cerro del Sotillo, el más alto de todos, con 1140 m de altitud.
las vistas son impresionantes mires hacia donde mires.


Bajarenmos hacia ese murete de piedras, siguiendo la alambrada.




Son las tres de la tarde, vamos a sacar los bocatas en este pequeño torreón.
Disfrutando de estas fantásticas vistas comeremos.


Media hora después otra vez para abajo.
Ahora vamos en busca de ese otro algibe.







Una vez alcanzado el aljibe, subiremos al último cerro, el Atochar, que con sus 1139 metros, ya tiene vistas hacia los pueblos de Ubrique y Benaocaz.




Bonito crestero a estas alturas.
Las siluetas de las montañas parecen dibujadas en el horizonte.
El sol marca perfiles con luz algo apagada.
Y nosotros aquí disfrutando de este hermoso lugar.













De nuevo toca bajar.
Nos dirigimos hacia ese pequeño collado, con una brecha abierta hacia abajo, y que amablemente con una angarilla nos dará su paso.


Pero antes todavía tendremos que "pelusear" un rato por estas rocas.



A partir de esta angarilla, el sendero ya está perfectamente señalado, poco a poco nos llevaría hacia la localidad de Ubrique.




Vistas parciales del pueblo de Ubrique.






Allá a lo lejos Benaocaz.



Ya junto al edifico abandonado y ruinoso está el área recreativa, donde hemos dejado el coche.



Siete horas después de emprender la ruta llegamos a nuestro destino.

Entre Ubrique y Villaluenga, se extiende una hermosa sierra, la sierra de las Viñas y el Chaparral.
No son altos sus cerros, pero eso da igual.
Lo importante es lo que hemos hecho hoy.
Disfrutar de este hermoso lugar.