domingo, 24 de diciembre de 2023

República Checa (Noviembre/24)





Chequia: Praga, la ciudad de cuentos de hadas, la más bella de europa, la ciudad de oro…


Ya hacía años que Chequia la tenía pendiente, y sobre todo Praga. Creo que sería de los pocos españoles que todavía no la habían visitado. Este país del centro-este de Europa estaba todavía en blanco en mi mapa europeo, prácticamente era el único espacio por cubrir y, ahora llegó el momento.


Y para ello, Rynair sería mi aerolínea en una escapada de cuatro días, en el que además de Praga visitaría Cesky krumlov y karlory Vary, todas situadas en la región de Bohemia.


Ahora tocaba leer sobre ese bello país y, empezar a organizar la ruta. Solo eran cuatro días con lo que tenía que ser muy preciso en esta planificación para aprovechar el viaje al máximo y así lo hice. Resultó una buena experiencia.

Además, coincidió con un pequeño temporal de nieve por esa zona europea, con lo que casi todos los días me nevó dejando unos paisajes espectaculares tanto en los pueblos como en los recorridos que hice por este país centroeuropeo.

Empecé a mirar las distancias entre Praga y Cesky krumlov (172 km) y Praga y karlory Vary (128 km), dos excursiones que tenía en mente y, empecé a consultar los buses que salían a esos destinos. La compañía FLIXBUS fue la elegida, con muchos horarios disponibles y súper baratos. 

Así que yo solo haría esta escapada, repartiendo los días de la forma siguiente:

Praga, dos días, Cesky Krumlov 1 día y karlory Vary ½ día.

-Llegada a Praga 25 Noviembre 10:15 (Día completo en Praga)

-Día 26, día completo en Cesky Krumlov. Salida 9:00 y regreso 20:00

-Día 27, día a Karlory Vary. Salida 9:00 y regreso 15:30

-Día 28, salida de Praga  17:20.

Aunque Chequia o la república Checa es miembro de la Unión Europea no tiene como moneda el euro, así que habrá que cambiar algo de dinero, aunque la gran parte utilicé mi tarjeta Revolut (mejor tarjeta para viajar por el mundo sin pagar comisiones cada vez que se utiliza). La moneda oficial es la corona checa y a fecha de finales de noviembre/23, 1 €=24,5 coronas.

Por otra parte, Chequia pertenece al espacio Schengen, con lo que solo hace falta nuestro DNI, cartilla sanitaria europea y no hay controles fronterizos. 

Praga es una ciudad muy turística, millones de viajeros la visitan cada año y, en consecuencia, como todos los lugares turísticos, a la hora de comer o beber no es lo mismos hacerlo en pleno centro turístico que en las afueras del casco histórico. Pero podríamos decir que en general, los precios no son desorbitados, pudiendo comer bien por precios razonables.

A la hora de dormir, hay todo tipo de alojamientos, desde grandes hoteles hasta albergues, B&B y Hostels. Yo en mi caso me hospedé en el DREAM hostel Prague, muy bien ubicado, junto a la plaza Wenceslao a muy buen precio las tres noches.

Ni que decir que para viajar a Chequia no hace falta ningún tipo de vacuna y en cuanto a seguridad, en ningún momento he tenido la sensación de inseguridad, pero al igual que en cualquier parte del mundo, sentido común con nuestras pertenencias.

Empezamos...

Día 1 Sevilla (7:10)-aeropuerto Praga (10:20)
Praga


Como ya comenté anteriormente pillé un vuelo muy barato a Praga con la aerolínea Rynair, además con un buen horario para aprovechar al máximo el tiempo.

Tras un vuelo cómodo, aterrizamos puntual en Praga, abrigándonos bien, ya que el frío se notaba y se mantendría todo el tiempo.
Como siempre suele pasar (o al menos a mi) cuando llegamos a un país nuevo, andamos un poco despistado hasta que nos hacemos con el país. Todo es diferente: cartelerías, idioma, monedas, buses…empecemos.



Llegamos a la terminal T2 (vuelos países dentro del espacio Schengel y otros europeos). Existen también la T1 y T3 para otros vuelos intercontinentales y privados respectivamente. 

Para trasladarme al centro de Praga, la opción que cogí fue trasladarme en los buses AE (airport express) que me llevaría hasta la estación central de trenes (Praha hlavní nádrazi) 100 coronas=4 €. 

Este saldría desde la T1, que se encuentra a unos 10 minutos andando desde la T2. Pregunté y me enviaron allí directamente, aunque sin embargo a la vuelta si me dejó en la T2.

Sin tener claro si ese bus aceptaría pagar con tarjeta, cambié solo 20 € en moneda checa por si acaso, a muy mal cambio (1€=18,7 coronas). Ya se sabe, en los aeropuertos nunca interesa cambiar.

Al final, si pude pagar con tarjeta. En media hora llegamos hasta la misma estación central. Estos autobuses parten cada media hora, y cogería el de las 11:00.

Puesto que a mi alojamiento no podía entrar hasta las 15:00, decidí dedicar todo el día a visitar Praga.







Echando mano del google maps empecé a situarme y mi primer recorrido sería por la zona más turística de Praga El Camino Real, que se encontraba a unos quince minutos de distancia, empezando por la Torre de la Pólvora.

De camino pasaría por la  Sinagoga del jubileo, también conocida como la Sinagoga de Jerusalén, al estar ubicada en la calle de ese mismo nombre. Ésta construida en el año 1906.

Sigo guiado por el móvil, y entre tanto tranvía que va y viene voy callejeando y me encuentro de frente la torre de Enrique (Jindrisska vez). 

Esta torre tardogótica es el más alto campanario praguense con una altura de 65,7 metros.

Y al poco llego a la Torre de la Pólvora, en donde empezará todo el recorrido por ese Camino Real que conduce por las principales calles y plazas de la Ciudad Vieja.


Esta zona es el barrio de la Stare Mesto (Ciudad Vieja) en donde se encuentra esta Torre de la Pólvora, Plaza de la Ciudad Vieja (Starometske namesti) y hasta llegar al puente de Carlos (Karluv most). Toda esta  zona es el lugar más transitado por los turistas. Hoy es sábado y esto está atiborrado de personas, es imposible fotografiar sin que haya gente en las fotos. Después continuaré hacia la zona del Castillo (Prazsky hrad) ya en el barrio de Mala Strana, y por último subiré hasta la colina de Petrín, en donde se encuentra una torre Eiffel.
 












Junto a la torre de la pólvora se encuentra la casa Municipal de Praga (Obecni Dum), actualmente es un auditorio y un punto de referencia cívico en la ciudad de Praga. Está considerada la obra puntera del arte modernista checo, utilizándose para fines representativos.

La Torre de la Pólvora (Prrasna brana) es una torre gótica, siendo esta una de las 13 puertas originales de la ciudad. Data del siglo XV y conduce a la Ciudad Vieja.  
La Torre se usó para almacenar pólvora en el siglo XVII.

Junto a la torre se encuentra varios coches de época que se ponen al reclamo de los turistas para realizar un tour por la ciudad de Praga.

Avanzamos por la transitada calle Celetna que nos llevará directamente hasta la plaza de la Ciudad Vieja y el Ayuntamiento.

Declarada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco ofece varios estilos arquitectónicos como el gótico y el barroco.
En el centro de la plaza se encuentra la estatua del reformador religioso Jan Hus quien fue quemado vivo por sus creencias.

En el pavimento de la plaza está marcado el llamado Meridiano de Praga, el lugar que indicaba la sombra de la columna de la virgen María con el tiempo soleado en pleno medio día. Son 14 grados 25 minutos de Greenwich.

Formidables fachadas de muchas de las casas que rodean a la plaza.

La casa de la Antorcha fue construida en 1896 en estilo gótico de Vlatislav (último periodo del arte gótico). La fachada está decorada con frescos y sobre la entrada hay una estatua de la Virgen.

La Casa oeste del ayuntamiento es considerado uno de los edificios más importante del centro y por albergar uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad, el reloj astronómico.

El Reloj Astronómico de Praga (Starometsky orloj), el fondo representa a la Tierra y la visión local del cielo. El círculo azul del centro representa nuestro planeta  y el azul más oscuro la visión del cielo desde el horizonte. Las áreas rojas y negras indican la parte del cielo que se encuentra sobre el horizonte. Durante el día el sol se sitúa en la zona azul del fondo, durante el amanecer y el atardecer sobre la zona roja, mientras que por la noche pasa a situarse en la zona oscura.
Los números dorados del círculo azul representan las 24 horas del día, pero encontramos también la división de 12 horas, que se definen por el tiempo entre el amanecer y el anochecer que varía según la duración del día y dependiendo de la estación del año.













Nos alejamos de la plaza con dirección al Puente de Carlos, la calle kartova repleta de turistas, de tiendas de regalos, y de varios establecimientos en donde podemos comer los famosos trdelnik. 

Lo encontramos en casi todas las plazas y calles de Praga. Es un típico dulce que se prepara confeccionando varias tiras de masa fermentada, de un ddo de anchura que se enrollan en una barra de madera o hierro colado. A continuación se embadurnan de una mezcla sde ázucar con nueces 
molidas y se pone a asar dando vueltas a fuego lento. Cuando la masa está tostada, el rollo resultante 
Se corta en piezas de unos 8 centímetros y se rellena ese cucurucho o cilindro de helado, frutas, nutela..¡Está bueno, lo probé en dos ocasiones!

El precio oscila entre los 90 y 150  coronas (4 a 6 €), dependiendo de su contenido.

Según he leído, este dulce es típico de Eslovaquia y Hungría y ya hace años se introdujo también en Chequia.
Su nombre proviene de trdlo que es un palo de madera sobre el que se enrolla la masa.
Es tan popular este dulce que, a finales del 2004 se fundó la asociación civil denominada Skalicky trdelnik,  cuyo objetivo es la salvaguardia del origen del trdelnik mantenuendo su denominación y su elaboración.

Pues sigo andando con dirección al puente de Carlos tras saborear este exquisito dulce.

Y llegamos al río Moldava tras codearme con cientos de turistas a ambos lados de la calle kartova y la entrada al puente.

Es mediodía, la hora punta para que todos los turistas se concentren aquí, hoy sábado: orientales de China, Japón y Corea, árabes, del norte de Europa, hindues, americanos y españoles, muchos españoles. Cada metro que avanzo escucho hablar español; parece que medio mundo está concentrado aquí. Imposible inmortalizar al detalle este puente sin que aparezcan cientos de cabezas. Algo haré y, vendré eotro día más temprano, cuando el puente esté casi vacio.

Con algo más de 500 metros de longitud, el puente de Carlos es el más antiguo de Praga, construido entre 1357 y 1402 con el visto bueno del rey Carlos IV.
 
Este puente se tranformó en la vía de comunicación más importante entre la Ciudad Vieja y el Castillo de Praga y las zonas adyacentes hasta 1841. Ademá este puente fue una conexión importante entre la Europa oriental y occidental.

La torre localizada en la cabecera de la Ciudad Vieja es considerada por muchos como una de las obras más impresionantes de la arquitectura gótica en el mundo.

El puente está decorado por 30 estatuas situadas a ambos lados del mismo, la mayor parte de las cuales son de etilo barroco y fueron esculpidas alrededor de 1700.
Estas forman una combinación de estilos única, junto con el gótico  que prevalece en el puente propiamente dicho.

La mayor parte de estas esculturas representan a varios santos y santos patronos venerados en esa época.

Entre las esculturas más notables, se cuentan las de Santa Lutgarda, el crucifijo y el calvario.









Atravesando ya el punte de Carlos entramos en el barrio de Mala Strana (“ciudad pequeña”) por la calle Mostecka, siendo este el barrio con más encanto de la ciudad. Situado a los pies del castillo , también es uno de los más antiguos.

Conocida como La Perla del Barroco, los origenes de este barrio de este barrio se remonta al siglo VIII cuando ya había un mercado establecido em este lugar. Con el tiempo, muchos artesanos (sobre todo de origen alemán) se fueron estableciendo aquí, hasta que la zona recibió los privilegios de una ciudad insependiente en el siglo XIII.

El estilo de los edificios de este barrio son mayoritariamente barroco, de ahí el apodo de haber recibido el nombre de “Perla del Barroco”.
Sus tranquilas callejuelas empedradas, por lo general sinuosas, han cambiado poco desde los tiempos antiguos.

Subimos ahora por una empinada  escalinata que nos llevará directamente al recinto en donde se encuentra el castillo, el palacio de Vallenstein, la catedral de y varias iglesias y museos. Buenas vistas de Praga desde este mirador natural.

La Catedral de San Vito forma parte del conjunto artístico del castillo y es la mayor muestra de Arte Gótico de la ciudad, fundada en 1344 hasta terminar su construcción en 1420.
El castillo construido en el siglo IX, fue la residencia de los reyes de Bohemia, presidentes de la antigua Checoslovaquia y actualmente de la República Checa. En él se encuentran las joyas de la corona de Bohemia. Con 570 metros de largo y 130 metros de ancho, es considerado el castillo antiguo más antiguo del mundo. Dentro de este se encuentra el palacio Real

Abandono el complejo monumental y, rodeado de bellos edificios me dirijo ahora al monte Petrín, subiendo por esta calle empinada. Por momentos el agua que estaba cayendo de ha convertido en agua nieve. El frío se está acentuando.















Con una altura de unos 140 metros sobre el nivel del río, el monte Petrín es uno de los mejores lugares para admirar Praga.

La torre Petrín con sus 60 metros de altura y una estructura similar a la torre Eiffel no es casual su parecido con el monumento parisino, ya que se construyó dos años después de la torre Eiffel , en 1891, con objeto de la Exposición Nacikonal de Praga.

Junto a la torre Eiffel se encuentra el Laberinto de los Espejos, formó parte de la Exposición Universal de Praga. Este laberinto que tiene forma de un pequeño castillo, no es más que una serie de espejos convexos que deforman nuestra imagen.
Ahora empiezo a recorrer el monte por senderos que se adentrar en el bosque, en donde el bello color ocre de los árboles nos da una muestra clara de estar en otoño…y ahora empieza a nevar levemente.

Esta colina se levanta sobre un terreno de antiguos viñedos y que hoy han sido sustituisdo por árboles frutales. Se puede acceder a él tambien cogiendo un funicular desde Malá Strana, yo accedí a pie tras la visita del castillo.

Hermosa vistas desde aquí arriba puedo ir contemplando de toda Praga, mientras el viento azota, el frío se endurece y ahora si está nevando.

Bajo de nuevo hacia el barrio de Malá Strana con dirección al río Moldava, y una vez abajo sigo callejeando entre bellos edificios barrocos y renacentistas.









Malá Strana, significa literalmente “lado pequeño”, aunque frecuentemente se traduce como “pueblo pequeño”, “barrio pequeño” o “Ciudad Pequeña”. Uno de los distritos más antiguos y de mayor representación histórica en Praga.
Muchos de los palacios situados en este barrio, hoy en día son embajadas, como las de Serbia, Japón, Alemania, Gran bretaña…
Y de nuevo estoy bajo el puente de Carlos y, antes de atravesarlo.
Dentro de este mismo barrio se encuentra la isla de Kampa también conocida como la Venecia de Praga.
Es un pequeño parque rodeado del canal Certovka.

Un pequeño oasis en medio de la ciudad de Praga donde pasear, descansar o disfrutar de las increíbles vistas del puente de Carlos y la Ciudad Vieja de Praga. 

Y esto es lo que yo hago ahora, sentarme en uno de los bancos en la misma orilla y contemplar esta joya de ciudad.




Siguiendo mi paseo por la isla de kampa llego ahora al museo Zasnezena, encontrándonos en la puerta varias esculturas de tres niños cabezudos arrodillados, formando una curiosa imagen.

Y a escasos metros nos encontramos, la que se dice que es la calle más estrecha de Praga y de Europa. 






Se encuentra al lado del museo de Franz Kafka con aproximadamente 70,5 cm de anchura y 10 metros de longitud y, un curioso semáforo para dar paso en ambas direcciones y que no haya atasco.

Al originarse durante la edad media, instalaron campanas en ambos lados de la calle, que a día de hoy, se pueden visualizar, para que al comenzar la subida o bajada de los escalones de la calle, el otro estuviera avisado del comienzo de la ruta.







A pocos metros me dirijo ahora a uno de los lugares mas curioso de esta isla y a su vez de Praga El Muro de John Lennon. 
La mañana del 8 de diciembre de 1980, Jhon Lennon fue asesinado cuando regresaba a su apartamento de Nueva York y aunque sus cenizas fueron esparcidas en Central Park, en Praga aparecieron unas pintadas con su imagen.

En torno a la imagen del cantante comenzaron a proliferar, a su vez textos reivindicativos, las letras de sus canciones y consignas políticas que se valían del papel de Lennon como defensor de los derechos civiles para protestar contra el gobieno. Hay que recordar que en esa época, Checoslovaquia (antes de la división de Chequia y Eslovaquia) estaba bajo el control del regimen comunista de la Unión Soviética.

Las autoridades reaccionaron pintando el muro de blanco en varias ocasiones, pero poco después este volvía a cubrirse de estrofas de los beatles y mensajes pacifistas.

Tras borrar los graffitis del muro en varias ocasiones e incluso instalar cámaras de  seguridad, las autoridades terminaron rindiéndose ante la insistencia de los jóvenes praguenses por convertir el lugar en un simbolo de expresión dentro de un regimen donde la propia música  de los Beatles, considerada subversiva, estaba prohibida.

Tras un proceso de rstauración en 1998, hoy en día se puede contemplar el muro con un aspecto similar al que debió presentar aquel día de 1980.

Este muro se encuentra enfrente del Palacio Buquoy, actualmente embajada francesa, bajando por la escalera que conecta el puente de Carlos con la isla de Kampa.



Y de nuevo en el puente con dirección a la Ciudad Vieja, pero en este momento bajó bruscamente la temperatura y empezó a nevar bastante. Fue una bonita sensación al estar en este emblemático, histórico y bello lugar con esta nevada. 



La tarde empieza a caer y la luz poco a poco se va apagando por las calles de Praga, no son todavía las cuatro de la tarde, pronto empieza a anochecer.
Junto a la misma plaza de la Ciudad son muchos los tenderetes con comida en donde podemos degustar una buena carne con una buena cerveza, pero aquí en medio de la calle hace frío, además ha dejado de caer agua nive y ahora simplemente está lloviendo. 

Prefiero ir a comer al lugar que ya tenía previsto desde España, restaurante-cervecería El Fleku.





Esta cervecería es la única en Europa Central donde se elabora cerveza ininterrumpidamente desde hace ya 500 años. Su fama se debe a su especial cerveza de barril de 13 grados y a su renombrada cocina tradicional.

Pues como no podía ser de otra forma aquí comería el típico plato goulash y una jarra de una buena cerveza negra.
El camarero antes de que te sientes, ya te esta sirviendo la cerveza, y de fondo la música del acordeón.

Cada poco el camarero viene cargado con una bandeja de chupitos, que aunque yo no los pedí, se que siempre lo cobran, aunque parezca que te lo están ofreciendo de forma gratuita. Así que atención a ello. Y al poco otra bandeja con jarras de cervezas…

Sobre las seis de la tarde, cuando salí de la cervecería puse en marcha el google maps para que me llevase hasta mi hostel, junto a la plaza Wedneslao y el Museo Nacional de Praga, no estaba muy lejos. 

Tras el check in, acoplarme en mi habitación junto a otros tantos mochileros y descansar un poco, de nuevo a la calle para ver Praga de noche.






En la misma plaza, el ambiente callejero estaba servido. Con un majestuoso fondo iluminado por el Museo, los puestos callejeros están cargados de comida variada, y el que no quiera comer salchichas, guarniciones de patatas cocidas, champiñones, pistos…puede elegir algo dulce como los típicos trdelnik. Hoy ya estoy servido, mañana por la noche aquí picaré…

Me dirijo ahora a la zona más turística, la plaza de la Ciudad Vieja y el Puente de Carlos para verlos todo iluminado. El camino ya lo conozco bien, así que el móvil bien guardado, sigo solo con pies…







Praga de noche se llena de un encanto mágico y especial. Pasear por sus calles de noche  puede hacerte sentir que estas en un cuento de hadas o que eres el protagonista de una novela misteriosa.

Y ya en el río Moldava, allí de frente el castillo y su catedral en el barrio de Malá Strana, y ahora sosegadamente paseo por el puente, este puente cargado de historia y de una enorme belleza y, sí por la noche resulta incluso más mágico.
Y para rematar el día, he aquí La leyenda de los elfos que según la leyenda del folclore checo viven en las aguas del río Moldava y, que estos duendes pueden ser buenos o malos dependiendo de las circunstancias.

Dia 2 Praga-Cesky Krumlov-Praga


Son las 7:00 de La mañana, el móvil suena, es hora de levantar. Con mucho cuidado y en silencio para no despertar a los otros viajeros, preparo mis cosas y, en mi mochila meto lo justo para ese día y, eso si, mucho para el frío, las temperaturas estarán bajo cero. 

Hoy tocaba visitar el bello pueblo de Cesky Krumlov, al sur de Chequia, a unos 180 kilómetros y casi tocando la frontera de Austria. 
Mi autobús sale a las 9:00 de la estación de Florec, a una media hora andando desde mi hostel. Aunque lo tenía localizado en el mapa, quise ir con tiempo…

Cuando salgo a la calle veo todo nevado, la noche ha sido gélida y no ha parado de nevar.






Pongo en marcha el google maps y muy bien abrigo empiezo a recorrer las calles de Praga, a estas horas del domingo, aún muy solitarias.
Paso por delante del Museo Nacional, donde sus estatuas todavía tienen en su cabeza el blanco de la nieve caída. Y un poco más adelante La Ópera Estatal de Praga.
Siguiendo las indicaciones de mi móvil, poco a poco me voy acercando a la estación, cuando de nuevo empieza a nevar fuertemente. Por fin, ya estoy aquí.
Eran las ocho de la mañana pasadas, así que a controlar de donde sale mi autobús y a desayunar tranquilamente. 
Un café muy caliente y un croasant para desayunar, mientras, tras el escaparate veo como la nieve cae sin parar.

Ya en el autobús montado, el paisaje en casi todo su recorrido cargado de nieve, como estampas navideñas que corren frente a mis ojo.
 


Y tras algo más de dos horas y media llego a Cesky Krumlov. La estación de autobuses está en las afueras del centro pero muy cerca. Situado en alto ya veo las primeras imagen del pueblo.
Un meandro del Moldava, un casco viejo medieval muy bien conservado y una gigantesca fortaleza convierten a Cesky Krumlov en uno de los pueblos más bonitos de la Repúlica Checa.





Una afirmación que yo puedo corroborar, cuando desde este pequeño mirador, allí abajo puedo divisar un mar de tejados picudos y nevados, del que sobresalen agudos campanarios.

Con poco más de 13.000 habitantes, este pueblo fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1992, debido a su rica arquitectura gótica, renacentista y barroca.







Bajo de este pequeño mirador y una vez que atravieso la carretera de circunvalación me adentro en callejuelas sinuosas con cuestas que suben y bajan.
Un río que pasa por la ciudad tres veces, un castillo inmenso y numerosos rincones que ahora me adentro a descubrir.
 
Es una ciudad para olvidarse de las prisas y, simplemente pasear por su laberinto de callejas, dejandote llevar, ahora por aquí y ahora por allá, sorprendiéndome al doblar en cada esquina…













Un escenario de lujo por cualquiera de sus calles y, andando y andando llego a la Plaza Mayor con su clásica columna de La Peste.











No hay ciudad checa que se precie que no tenga una columna en su plaza mayor y Cesky Krumlov no iba a ser menos. Esas columnas son “Las Columnas de la Peste” y recuerdan a la Virgen o el santo que, según la tradición, ayudó a acabar con la plaga.






En Cesky Krumlov es la Inmaculada y lleva ahí desde el siglo XIII y, se egigió 30 años después de la epidemia de 1680-1682.

Todos los edificios renacentistas que la rodean son motivo más que suficiente para acercarme y contemplarlos de forma sosegada.

Sigo paseando por estas callejas rodeado de casitas de colores y me dirijo a lo más alto de la ciudad, hacia el castillo. Al llegar al río Moldava (afluente del Danubio) y, atavesar uno de sus pintorescos puentes adornado con varias esculturas, una de ellas, de Jesús en la cruz.

El río separa al castillo y el palacio de la ciudad vieja. 
Antes de entrar en el castillo, me detengo en el foso para intentar localizar a los osos que todavía viven aquí, tras intentar verlos, no lo consigo ver, así que me adentro en el recinto del castillo, en lo más alto de la ciudad. Desde hace siglos se conservan osos en ete fosos; protegerlos y mantenerlos se ha vuelto en una tradición.

Ya según voy subiendo por la cuesta contemplo bellas imágenes de Cesky Krumlov.

El castillo es un amplio complejo de unos 40 edificios donde conviven diversas épocas y estilo. Su construcción se inició en 1240 siguiendo el estilo gótico. Fue ammpliado en el siglo XIV. Y en el siglo XVI fue remodelado de acuerdo a los cánones renacentistas y en los siglos XVII y XVIII se introdujeron elementos barrocos y rococó. Impresionantes  vistas tendremos desde los miradores.

El paso que se abre entre el castillo y el palacio se hace a través de un puente que llega a tener hasta cuatro niveles de arcos que recuerda el diseño de los acueductos romanos; se le conoce como el Puente de la Capa. Por encima hay tres pìsos totalmente construidos.

La Torre del castillo, es la estructura más notable, siendo esta una torre defensiva de 86 metros de altura y un mirador circular que cuenta con 19 arcadas y 4 campanas, pudiendose divisar desde cualquier punto de la ciudad.

La parte baja de la torre es de mediados del siglo XIII pero fue completada en estilo renacentista 1581. 
El día de hoy está espectacular con todo nevado y, desde aquí las vistas de toda la ciudad son extraordinarias, viendo el meandro del río Moldava como abraza a Cesky Krumlov desde varias partes de la ciudad.

Recorro toda la parte del castillo, asomándome en cada uno de sus miradores, y el más grandioso es el que se encuentra pasado el puente en forma de acueducto. Al final y, saliendo ya del castillo, unos jardines hay ya fuera del recinto, pero que ya no entré y, empecé a bajar. No me canso de disparar y encuadran diferentes perspectivas desde aquí arriba. ¡Que vistas!

Es mediodía, casi la hora de comer, aunque son todavía la una de la tarde ya hay hambre, así que no lo pienso mucho, pongo en marcha el google maps para que me lleve al restaurante que ya tenía visto y, que sin lugar a dudas es el mejor de todas de Cesky krumlov,  el Krcma Satlava.










Situado junto a la plaza de la columna de la Peste, me acerco a la puerta del mismo y veo que hay ya mucha gente fuera esperando (sobre todo muchos orientales). Entro y pregunto para comer y, me dicen que si tengo reserva, a lo que contesto que no, contestándome que entonces tengo que esperar un par de horas al menos para entrar. Muchísimo tiempo pensé…
Así que entro dentro haber si hay algún hueco en donde me puedo acoplar, ya que al ir yo solo me resultaría más fácil. 



El restaurante es una cueva con varios espacios en donde comer, así que busco algún hueco y en una de las salas veo una mesa con dos chicas de China (después vi que eran de Taiwan).
La mesa era algo grande para ellas solas, y yo podría acoplarme en ella, así que les pregunto si les importa que me siente en esa mesa, a lo que ellas contestaron que no. Perfecto aquí voy a comer… ¿y que pido?

Una buena jarra de cerveza (después caería otra) “Budvar krouzek”, una sopa de queso y cebolla, riquísima servida en un recipiente de pan “Cibulacka v chelebu” y por último, un plato de carnes varias  “mix grill” con guarnición varia y cremas. Total 615 Kc.

Mantengo una ligera conversación con mis dos compañeras de mesa, que como ya dije no son de China, son de Taiwan. Son dos jóvenes estudiantes, una está en París y la otra en una ciudad alemana y, han venido varios días para visitar la República Checa.

Es el cumpleaños de una de ellas, 23 años, con lo que me dicen que si tengo inconveniente en cantarle el cumpleaños feliz, a la vez que nos graba en video y, aprovechando que en nuestra mesa hay una vela, soplarla. Pues ahí estamos los tres, cantando el cumple años feliz…
Tras una buena comilona sigo paseando.







De nuevo me dirijo a uno de los puentes que atraviesa el río Moldava y, ahora subo hacia la parte alta de la ciudad, en el otro extremo opuesto del castillo, para tener otras fantásticas vistas de la ciudad, desde otra perspectiva.

Cesky Krumlov maravilla por los pequeños detalles pero enamora a primera vista con sus indiscutibles panorámicas.









Y de nuevo a nivel del río continuo por la calle Letrán, sin dudas la calle más comercial, en donde uno puede comprar objetos de recuerdos típicos de la ciudad.
Esta es la calle más antigua puesto que es por donde se accedía al castillo.
Al final del paseo está la única puerta medieval que se conserva de lo que era la urbe amurallada. La conocida como Puerta de Ceske Budejovice.




Son ya las cuatro de la tarde, con lo que poco apoco iré con dirección a la estación, el bus sale a las 17:00.

Queda un poco para que salga el autobús, así que aprovecho para tomar un café bien calentito en la misma estación. Ya ha caído la noche y hace bastante frío.



Ahí está el mío, el de Praga, me dirijo a la vía 4. Somos pocos los pasajeros que montamos a esa hora, aunque en una parada posterior se montaran algunos más.
Por delante tengo tres horas de viaje hasta llegar a Praga, con la noche muy cerrada, da tiempo a descansar un poco y a recordar los bellos recorrido por esta impresionante ciudad de cuento y, que tanto he disfrutado.

Una vez en Praga y tras media hora de caminata hasta mi hostel, aprovecho para comer algo ligero en los tenderetes existentes en la plaza de Wenceslao.

Día 3 Praga-karlory Vary –Praga


Hoy tenía como destino a karlory Vary, ciudad balneario, destino muy popular en el siglo XIX gracias a sus numerosas fuentes termales.

Mi autobús partía también a las 9:00 con lo que, al conocer ya bien el camino hasta la estación Florenc 
salí un poco más tarde del hostel e incluso desayuné por el camino.








Hoy ya no nieva aquí en Praga, solo está lloviendo, pero en el camino todo estaba nevado, y súper bonito todo el paisaje.

Situada a unos 130 km de Praga y, muy cerca de la frontera con Alemania, el trayecto duraría un par de horas, con lo que a las 11 ya empezaría mi ruta por este pueblo balneario.



A las 13.30 tengo el autobús de vuelta, con lo que seguro que en este margen de tiempo pasearé por karlory Vary.

Llegando ya a mi destino, todo el paisaje estaba nevado, dando un ambiente navideño a toda esta zona.

Ubicada en la región del mismo nombre que la ciudad y, a una altitud de casi 500 metros, karlory Vary tiene unos 50000 habitantes escasos y el nombre es en honor del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Carlos IV, quien fundó la ciudad en 1350. Es famosa históricamente por sus fuentes termales (trece fuentes principales y unos cientos más pequeñas) y el río Tepla, también de aguas calientes. 






Es un destino muy popular desde el siglo XIX gracias a sus numerosas fuentes de aguas termales. En el barrio de los balnearios, junto al río, hay pasarelas peatonales con arcadas d columnas. En la moderna columnata de la fuente termal se encuentra el géiser Pramen Vridlo, que alcanza los 12 metros d altura.

La Columnata del Mercado situada en la margen izquierda del río Tepla cubre el manantial de Carlos IV. La estructura es una estructura abierta ricamente tallada construida en estilo suizo. Está cerrada por tres lados con paredes de madera, su fachada está formada por una arcada de columnas. 



El edificio se construyó en el lugar donde originalmente se encontraba  El balneario más antiguo de mkarlory Vary. En el nacimiento del manantial de Carlos IV, según la leyenda, el propio emperador curaba los miembros enfermos.  

La Columnata del Molino es una gran columnata que contiene varias fuentes termales. La estructura es uno de los símbolos tradicionales de la ciudad. Esta estructura neorenacentista tiene una nave, dos pasillos y mide 132 metros de largo y 13 metros de ancho. Hay 124 columnas corintias. Sobre el pórtico se encuentran doces esculturas que representan los 12 meses del año.



Desde La Edad Media se vienen usando sus aguas ferruginosas para tratar dolencias de todo tipo, aunque no fuera hasta el siglo XIX cuando este rincón de Chequia se convirtió en uno de los principales destinos turísticos de salud de Centroeuropa. 





Tras una prolongada visita y ya de vuelta hasta la estación de autobuses hago un pequeño descanso y  aprovecho para comer uno de los deliciosos trdelnik, en esta ocasión cargado de un rico chocolate.


Cerca de la calle Krale Jiriho, discurre paralela la calle Masaryka en donde podemos admirar grandes edificios y villas de una estupenda decoración y muy bien conservados.











Ya situado en la zona de autobuses en donde me dejó el mío cuando llegué a esta ciudad, veo que hay mucho movimiento de gente y de autobuses pero no consigo localizar de donde tenía que salir yo. 




Así que empecé a preguntar hasta que me indicaron que esa no era la estación central, solo una parada en donde paran muchos autobuses (aunque tenía pinta de ser una estación) Ahora sí, ya en la estación, me informo de donde sale mi bus, pues allá me dirijo, a la vía 16. Son las 13:30, en un par de horas de nuevo en Praga.



PRAGA, de nuevo

La tarde la dedicaré al barrio judío (Josefov). El antiguo gueto judío está repleto de sombríos recuerdos de su pasado…



Desde la estación central de autobuses, pongo en marcha el google maps para que me lleve a este barrio de Praga, junto al centro histórico.
No muy lejos, y tras pasar por la plaza de la república y posteriormente acercándome a la Plaza de la Ciudad Vieja, ya estoy en el barrio judío.





Situada junto a Staré Mésto (Casco viejo de Praga) callejeo entre iglesias y sinagogas para situarme en este histórico barrio, Josefov.

Los primeros judíos llegaron a Praga en el siglo X, siendo estos fundamentales en la historia de la ciudad, pero al poco tiempo de su llegada comenzarían a sufrir la represión.



La Primera Cruzada emprendida por la iglesia católica contra los no creyentes hizo estragos en la comunidad; el pueblo entero fue obligado a asentarse en el barrio viejo y quienes se resistieron fueron condenados por levantarse contra la autoridad de la iglesia. Los que si se mudaron comenzaron a vivir en esa zona de Praga que se convirtió en el barrio judío, junto al barrio viejo.

Establecieron sus propias reglas religiosas al margen de la católica y, en 1270 construyeron la primera sinagoga y en 1292 consiguieron que se les concediera la independencia administrativa para sus solucionar sus conflictos ya que vivían en un gueto.

En 1850 comenzó una etapa d apertura por parte de la ciudad hacia el pueblo judío y, el barrio de le llamo josefov, empezándose a desarrollar diferentes proyectos culturales.
Casi un siglo más tarde volvería la persecución. Durante el exterminio nazi gran parte de los judío de Praga fueron deportados a campos de concentración, sus bienes confiscados y sus viviendas entregadas a otras personas que pagaron muy poco por ellas.




En este barrio son seis las sinagogas que se pueden visitar: la sinagoga Vieja-Nueva, es la más antigua de Europa de estilo gótico tardío construida en 1270. Sinagoga Alta, construida en el siglo XVI por Maisel. Esta sinagoga está formada por dos pisos, en la primera es una tienda de recuerdos y en la segunda detalles de la historia del pueblo judío. Sinagoga Española, se trata del templo judío más moderno. Fue construida en 1868 y llama la atención su arquitectura mediterranea. Sinagoga Klausen, fue construida en 1694 y posee una gran colección de textos en hebreo y dibujos de niños que fueron encontrados en el campo de concentración de Terezin. Sinagoga Maisel, es del siglo XVI aunque sufrió distintos incendios y fue reconstruida varias veces  y Sinagoga Pinkas, construida en 1479 es una de las más conocidas, ya que en sus paredes aparecen los nombres de 77,297 judíos checos que fueron asesinados durante el holocausto.



En el barrio son varias las tiendas judías en donde podemos encontrar objetos relacionados con la historia judía y, además otras que hacen del lugar en donde podemos degustar los dulces típicos de Praga. Todas estas tiendas se encuentran junto a la Sinagoga más antigua la Vieja-Nueva.

Hora de comer, hay hambre, así que al pasar por una de las calles del barrio judío vi este establecimiento con muy buena pinta, en donde podía picar algo con una buena cerveza. Es un bar, a la vez hace de pastelería y panadería. Dispone de exquisitas “tartine sunka syr”, unas riquísimas tartinas de queso gratinada. Cayeron dos.




Abandono el barrio judío y, como aún es pronto, me traslado a la zona del puente de Carlos, para disfrutarlo todo iluminado y con poca gente. Así da gusto pasear.



Paso junto a este bello edificio y me detengo a observarlo. El Teatro de los Estamentos (Stavoske Divalo)  fue construido en 1783 en estilo clasicista y se ha mantenido hasta hoy en el estado casi original.


Y en muchas de las calles del centro, sobre todo la que va desde la Plaza de la Ciudad Vieja hasta el Puente de Carlos, en los escaparates de algunas tiendas deslumbra con elegancia el Cristal de Bohemia tan rico y tradicional en este país. Una verdadera maravilla.



El cristal de Bohemia se empezó a fabricar a finales del siglo XIII pero no obtuvo gran resonancia hasta finales del siglo XVI. Es especialmente notable el corte y los grabados durante el barroco (desde 1685 hasta 1750).




Su especialidad consiste en la suma transparencia del vidrio imitando el cristal de roca y en el grabado o tallado profundo y perfecto que el hueco o en relieve se aplica a las mejores piezas.


Día 4. Praga-Sevilla

Hoy tocaba ver todos aquellos detalles que generalmente no le prestamos mucha atención cuando visitamos una ciudad. Así que aproveché para levantarme temprano, ya que a las 11 debía de abandonar el hostel, y aunque mi vuelo salía a las 17:20, tenía toda la mañana para recorrer estos rincones de Praga.



Empecé por este edificio, arquitectónicamente rico en su diseño, cerca de la estación central de Florenc. Actualmente todas sus plantas están destinadas a oficinas.

Mi siguiente objetivo y,  junto al río Moldava, era el original edificio de la Casa Danzante diseñado en 1992 y terminado en 1996. De estilo desconstructivismo, actualmente pertenece al banco ING.




El diseño no muy tradicional, fue polémico en su momento porque la casa destaca entre los edificios barrocos, góticos y Art Nouveau del céntrico distrito Praga 2 y que, según un sector de la población no concordaba con  estos estilos arquitectónicos.

Originalmente el arquitecto Gehry llamó al edificio Fred and Ginger por los famosos bailarines Fred Astare y Ginger Rogers y la sensación que evoca la construcción de una pareja de bailarines.




Me sitúo ahora a orillas del río Moldava y lo recorro por su margen derecha con dirección al Puente de Carlos para, a esta hora de la mañana verlo con poca gente.

Paso junto a la Torre de Agua Sitkov, es una torre de agua del siglo XV.
La torre tiene 47 metros de altura, está ligeramente desviada de su eje vertical y, por lo tanto es la torre más inclinada de Praga.

La razón de este fenómeno es el hecho de que la torre fue construida sobre un fondo arenoso del río Moldava sin cimientos adecuados. En 1923 se creó un anillo de cimentación de hormigón armado alrededor de la base de la torre para garantizar su estabilidad.

Sigo avanzando y, al poco me encuentro con el impresionante edificio del Teatro Nacional, siendo este uno de los símbolos de identidad de la ciudad y una gran parte de la cultura europea. Construido en 1868, se inauguró en 1881.






Tras pasear un buen rato por el Puente de Carlos, me adentro de nuevo en el casco histórico y, al pasar una d sus calles me da por mirar hacia arriba y contemplo una curiosa escultura situada en la calle Husova.


Se trata de Viselec, el colgado, una de las esculturas más polémicas de David Cemy. Fue creado en  1996 y se trata de Sigmund Freud, colgado de una mano, mientras la otra la tiene metida en el bolsillo.



Representa una reflexión hacia el paso del nuevo milenio y, aunque hay varias versiones sobre esta peculiar escultura, hay quien dice que es un recordatorio a la caída del régimen comunista en 189, representada en la figura a punto de caer al abismo, en la misma situación política que vivieron los checos antes de la caída del Muro de Berlín.
Si tenemos en cuenta el tamaño de la estatua y la posición en la que se encuentra, no es de extrañar que tanto la policía como los bomberos tuvieran que atender innumerables llamadas de gente avisando que una persona se iba a arrojar desde lo alto.

Ya con todo visto en Praga y, teniendo en cuenta que mi avión sale a las 17:20, doy por finalizada mi visita y me traslado hasta la estación central de trenes de donde salía el autobús que me llevaría hasta el aeropuerto.




Sale cada hora, con lo que cogeré el de las 14:00 desde la misma puerta de la estación.
La temperatura ha bajado bruscamente y empieza a nevar. Aquí en la parada me estoy quedando helado.


Por fin, llega el autobús (100 coronas, unos 4 €) y todo para dentro calentito. La nevada se intensifica y, en la media hora que dura el trayecto, el paisaje cada vez más nevado.

Por cierto, en lo que estuve esperando el autobús, me tuve que resguardar dentro de la estación ya que el frío era insoportable y, pude contemplar la belleza del interior de esta estación.




Ya dentro del aeropuerto el correspondiente control de equipaje y a esperar mi puerta de embarque. Todavía es temprano, con lo que toca esperar. Un buen bocata en la baguetería, una buena cerveza y un café cargadito, y a esperar mientras miro por los ventanales y veo la nieve caer. 

Por la megafonía nos avisa de que nuestro avión todavía no saldrá por condiciones atmosféricas adversas. En una hora indicarán novedades. Ahora está nevando fuertemente y las pistas cargadas de nieve y, las quitanieves no dan abasto. Habrá que esperar.




Sobre las 18:30 nos avisan que podemos embarcar. Ya en las pistas cuando nos montamos en el avión, el frío se hace insoportable y no para de nevar, hace -8º C.



El viento azota y levanta la nieve caída del suelo directamente a nuestros cuerpos.

Una vez en el interior del avión, tendremos que esperar otro hora más, no se pude despegar. Las quitanieves están despejando las pistas y otros operarios están quitando el hielo de las alas del avión.


Las azafatas se disponen a explicar el protocolo de seguridad antes de despegar, cuando se dan cuenta que la megafonía no funciona. Así que toca esperar de nuevo porque han llamado a los ingenieros para arreglar la avería.
Tras intentarlo, no dan con ello, así que megáfono en mano y a dar las explicaciones pertinentes antes de partir. Por fin, volamos con dirección a Sevilla, llegando con algo más de dos horas y media de retraso.