martes, 30 de abril de 2019

Subida al Torrecilla (1919 m) por el Paso del Cristiano (abril/19) con vídeo de la ruta




¿Cuantas veces hemos subido al Torrecilla: dos, tres, cuatro...seis...siete...?
¿Con sol, con niebla, con nieve...hielo, viento?
Es cierto, muchas veces ya la había subido, pero siempre desde el área recreativa de los Quejigales y en una ocasión por la Cañada de Froncaire.
Esta vez sería distinto, lo subiremos por la cara sur, por los paredones del Paso del Cristiano. 
Y ese justamente será el aliciente de la ruta de hoy.


Para ello, nos damos cita nueve compañeros del club (los de la foto, y el que queda detrás de la cámara, que soy yo), siendo Pepe el organizador de la ruta.

A las 7:30 partimos con dirección Ronda, y desde aquí por la carretera que nos lleva a San Pedro de Alcántara, desviándonos posteriormente a la izquierda transcurrido unos 12 kms desde Ronda.
Por delante tendremos, de momento unos 10 kilómetros que nos lleva con dirección al Área Recreativa, desviándonos posteriormente hacia el Monumento Natural de la Escalereta.


Alcanzado este cruce, tomamos el carril (se encuentra en un estado aceptable) con dirección a Tolox, y a unos 4 km exacto, aparcaremos en un pequeño ensanche del carril, junto a un peñón (a nuestra derecha) situado en el mismo carril. ¡Ojo, en la foto de los coches, ya le dimos la vuelta, por lo que hemos venido en la misma dirección hacia a donde apuntan los mismos! 


Estamos a unos 1080 metros de altura. Hace un buen día, perfecto para andar y disfrutar.
 Nuestros relojes marcan las 10:30. Nos ponemos en marcha.


Por delante, tendremos unos 12 kilómetros de recorrido, 1100 metros de desnivel acumulado, y para ello tardaremos algo más de las ocho horas y media.
Atención para el paso del Cristiano: en nuestras mochilas llevamos una cuerda de 40 metros, arneses, bagas de anclaje y algunos cascos. ¿por qué todo esto? por si lo tenemos que utilizar en dicho "paso". Más adelante, llegado el momento me extenderé en estos "menesteres", ya que en todo esto dependerá mucho de la destreza, experiencia...y para algunos será totalmente indispensable y para otros no. ¡Tranquilo, lo explicaré...!


Justo en frente de nuestros coches, encontramos un hito de piedras, por el que haremos nuestra primera trepadilla para coger el sendero que nos llevará al arroyo de los Pilones.



El sendero perfectamente marcado, nos va ascendiendo de forma progresiva sin mayor dificultad.


Paralelo a nuestro sendero y allá a lo lejos podemos contemplar los cerros Abanto y Alcojona, pudiendo observar la gran diferencia que hay en cuanto a vegetación entre uno y otro. 
Buenos recuerdos tenemos de las aulagas del Abanto (todo lo que se ve de amarillos en su ladera). 


Seguimos avanzando por el senderillo, desde donde podemos divisar ya, los enormes paredones de los Tajos Bermejo, por donde tendremos que pasar, aunque para eso, todavía queda un buen rato.


Por delante, algunas pequeñas empinadas que sin mayor dificultad las vamos superando.
En el horizonte empezamos a otear la costa, con San Pedro de Alcántara, destacando.


Hacemos una pequeña parada para deleitarnos por donde tendremos que pasar, junto a los paredones.


Y una vez que llegamos al Pinsapar de la Yedra, abandonamos el sendero, bajando hacia el arroyo de los Pilones para subir de nuevo y buscar las paredes, en donde al principio se encuentra la Cueva de la Yedra.


Lo atravesamos...sin mayor dificultad, está totalmente seco, aunque un poco más hacia abajo se ven un par de charcas junto al curso del arroyo.




A nuestras espaldas dejamos el pinsapar de la Yedra, y por encima de él, el Alcazaba.




Y echamos un vistazo a la Cueva de la Yedra...




Y a partir de aquí, por delante iremos junto a los paredones, sin sendero, ni trazo marcado, buscando el mejor paso posible. A veces por debajo, otras por encima...


Unos por aquí, otros por allí...pero todos avanzando.


Yo desde lejos, veo que "aparentemente" se puede seguir junto a los paredones. Lo más que puede pasar es que tire para abajo...de momento lo voy a intentar.


Mis compañeros siguen avanzando, unos junto a las paredes y otros algo más abajo...


En algunos tramos junto a la pared hay literalmente que adentrarse en las sabinas y pasar por su interior, con los correspondientes pinchazos. No hay más remedio, por nuestra derecha hay un cortado, no se puede pasar. 

Manolo, que viene detrás me pregunta ¿Antonio, por donde has pasado?
Yo le contesto, por el interior de la sabina. Ahí aparece, tras pasarlo 


¡Un poco de alivio, esta zona está más despejada!


Seguimos avanzando junto a los paredones, cuando aquí nos reagrupamos...


Nos sorprende una enorme yedra adosada a la roca, y que parece revestirla.


Juan, que hace un rato que va por un senderillo que discurre por debajo, Manolo también va en busca de el...


El resto seguimos avanzando junto a los paredones...


Allá van Juan y Manolo...


Y llegados al final de los tajos Bermejo, nos reagrupamos todos.


¡Impresionante y espectacular estos tajos, formado por unos enormes paredones de unos pocos de metros de altitud!


Aprovecho para subirme a una pequeña plataforma rocosa...y cuando Delia me avisa 
¡Click, me inmortaliza!


Y junto a la pared, una gigantesca y longeva encina, que nos hace de marco para inmortalizar a parte de mis compañeros.


Desde aquí, observo a Juan que está agrandando de piedras el hito que hay en la balconada. Las siluetas de sus cuerpos, el hito y el perfil de las montañas me hacen detener, y con mi cámara ¡disparar! 


Ya va siendo hora de parar y comer algo. ¡Vaya mirador!


Enormes vistas de la costa, el Peñón, e incluso Marruecos...


Y tras quince minutos de relax, seguimos avanzando...en busca del famoso Paso del Cristiano. 


Pepe que lleva el track, nos indica que "la cuerda" está junto a este peñón que sobresale.


Subimos, mejor dicho trepamos por la roca...


Cuando vemos por otros track, que por ahí no es, hay que seguir...


Regresamos y seguimos avanzando...


Y por fin, recordando esta encina solitaria como referencia, empezamos a buscar la cuerda y el Paso del Cristiano.


Empezamos a trepar por la roca (nunca mejor dicho trepar), en la que, con mucho cuidado hay que ir superando algunos tramos delicados. Los que están acostumbrado a estos menesteres no tiene mucho problema...pero otros tienen que controlar más.



Y tras avanzar algunos metros, y a la vuelta de unas grandes rocas, por fin vimos LA CUERDA.
¿Dónde, dónde, no la veo?
Allí, junto a esa zona de matorrales
¿La veis ya?
Ahora, ahora, la veo...POR FIN.


Empecemos con la explicación de este PASO DEL CRISTIANO.

Como ya dije al principio de esta crónica, en nuestras mochilas, llevamos todo lo necesario (por si lo tenemos que utilizar, y creo que así debe de ser): bagas de anclaje, arnés, casco...e incluso una cuerda, por si la que allí estaba instalada no daba confianza.

Nota: este paso puede ser difícil, aceptable o fácil, y ese grado de dificultad o no dependerá de la experiencia en trepar por las paredes, escalada, ferrata, etc. En nuestro grupo hay de todo, con lo que algunos ni tan siquiera se llegó a colocar los arneses, ni utilizar la baga de anclaje...otros si.
En cualquier caso si tengo que decir que es una zona MUY EXPUESTA, por lo que ante la duda o falta de seguridad, mejor siempre anclarse al cable de vida.


Son dos tramos diferentes:
-Un primer tramo vertical con cuerda
-Un segundo tramo horizontal con un cable de vida instalado


El tramo vertical de cuerda tiene a su vez dos subtramos:
-El primero (y esto es una opinión muy personal) se puede progresar por la misma roca, a la izquierda de la cuerda, sin necesidad de utilizarla, la roca tiene presas en la que podemos apoyar las manos y los pies.
-El segundo tramo, muy pendiente, la roca es muy lisa, con lo que si es recomendable utilizar la cuerda, ya que es fácil resbalar al estar la roca muy plana.


Por debajo, en el primer tramo, algunos treparon por la roca, otros apoyados por la cuerda...




Poco a poco todos subiendo...algunos con más ayuda que otros.
LO IMPORTANTE, es que cada cual tenga seguridad a la hora de progresar: con cuerda, o sin cuerda, con bagas o sin bagas...



Una vez superado el tramo de cuerda, llega el tramo habilitado con un cable de vida, en la que algunos pasaron directamente sin colocarse los arneses, otros si, anclando en el cable de vida las bagas. INSISTO, esto será fácil o difícil, dependerá de la experiencia de cada uno. EN CUALQUIER CASO para toda persona que esté leyendo esto, recomiendo SI o SI se coloque el arnés y se asegure al cable de vida. Una caída en esta zona expuesta traería fatales consecuencias.






Una vez superado el tramo horizontal más expuesto, el cable de vida coge verticalidad...


Y poco a poco cada uno va avanzando, siempre entre todos, controlando y ayudando...




Una vez superado el Paso del Cristiano, cada uno dio su versión (había de todo). Lo importante es que ahora estamos disfrutando, aquí sentado en este fabuloso mirador natural, mientras que algunos empezamos a pellizquear algo de los bocatas. Hay hambre, son las 14:15 horas.


Por delante tenemos una fuerte subida de 600 metros de desnivel en unos dos kilómetros, además por un terreno muy pedregoso, con lo que no es cuestión de llenarse el estómago de comida para después pegarse el palizón. 


Sin sendero marcado, y siguiendo las indicaciones de nuestros track, estos primeros 300 metros de desnivel son muy duros. La inclinación del terreno es muy fuerte, con grandes empinadas. 
Tendremos que ir poquito a poco.


El terreno, con muchas piedras sueltas, aún destrozan más nuestros pies...


Cuando hemos alcanzado casi los 1600 metros de altitud, las vistas desde aquí se hacen espectaculares. Por una parte, junto al mar, Sierra Blanca, con los picos de la Concha, Castillejo...y por otra parte, la Sierra de las Nieves, destacando en primer plano, el Alcazaba.




Los últimos 300 metros de desnivel, se hacen por un terreno menos pedregoso, al menos las rocas por las que pisamos son más suaves, aunque el desnivel todavía sigue siendo fuerte.


Mientras que mis compañeros se dirigen poco a poco con dirección al Torrecilla, yo, junto con Víctor nos quedamos bastante rezagados. Cada poco tenemos que parar, Víctor va fastidiado con la espalda.


Las paradas que hacemos son interminables, y en cada una de ellas disfrutamos plenamente de todo el paisaje que nos rodea.


Poco a poco, y con mucho esfuerzo nos vamos acercando a la cumbre del Torrecilla.


Cerca del cerro de las Plazoletas, nos volvemos a unir con nuestros compañeros.


Estas placas lisas de calizas, son conocida como "el desierto dolomítico". Una manifestación kárstica que recibe el nombre de "las plazoletas".


Desperdigados todos, vamos subiendo a la cumbre, unos por aquí y otros por allí...



Y alcanzamos la cumbre, cuando son las 16.15. Ya han pasado horas desde que iniciamos la ruta, allá sobre las 10.30. El esfuerzo hasta aquí, ha merecido la pena.


Ahora toca unos buenos bocatas, refrigerio, frutas...y a disfrutar de las vistas.
Tras media hora de descanso, foto de grupo y para abajo por la ladera oeste del Torrecilla.




Primero con dirección al Puerto Alto, cogiendo parte del mismo sendero que nos llevaría al Pilar de Tolox, desviándonos al poco del sendero, con dirección al Pinsapar de la Yedra que se ve allá abajo, todavía muy lejos.


En nuestra bajada, vemos a la derecha, el Peñón de los Enamorados, y el camino que nos traería desde el puerto de los Pilones y el área recreativa de los Quejigales hasta el Pilar de Tolox.


Nosotros seguimos bajando bruscamente ente grandes encinas ya muertas, y en las que solo sus troncos y sus ramas secas, son testigo de su pasado. 


Pero que de forma dispersa, y con perfilados bajos los rayos del sol, dan una bonita imagen.


Nos dirigimos ahora hacia un curioso barranco, por el que lo iremos cruzando en varias ocasiones...




La roca parece estar retorcida buscando la grieta por la que debería correr el agua en días de fuertes lluvias, o si el invierno ha sido frío, en algunos deshielo. 




Seguimos avanzando barranco abajo, siempre con dirección al pinsapar de la Yedra, que siempre tenemos de frente, y lo utilizamos como referencia de bajada. 



Curiosas formaciones de rocas vamos encontrando a nuestro paso, y que en días de fuertes caídas de agua deben quedar cubiertas por espectaculares cascadas.


Y casi sin darnos cuenta llegamos al pinsapar de la Yedra...


Nos adentramos en sus misteriosos, longevos y gigantescos pinsapos...


Muchos de ellos, caídos al suelo, ya muertos, por el paso del tiempo, incluso otros levantados de cuajo tras grandes temporales.


Este es el pinsapar que se encuentra a mayor altitud en toda la Sierra de las Nieves.
Situado junto al arroyo de los Pilones, cae bruscamente en fuertes pendientes, de ahí que que muchos grandes pinsapos queden destrozados tras las inclemencias del tiempo.


Observamos algunos de ellos, como el famoso "Pinsapo del Candelabro", que se encuentra en la ruta que nos lleva al peñón de Ronda, con cuatro brazos que se erigen hacia lo alto.


Y llegamos al punto en el que se termina la circular que empezamos esta mañana, ya hace muchas horas, y que atravesamos el arroyo de los Pilones para dirigirnos a la cueva de la Yedra, bajo los paredones.


Regresando por el mismo sendero, de frente nos recreamos de forma satisfactoria y orgullosa por los lugares por donde ya pasamos esta mañana...


Nuestra mente, por un momento retrocede en el tiempo, e intenta inmortalizar cada secuencia, cada metro, cada segundo de la ruta realizada...


Y de nuevo nos tenemos que detener...para contemplar, recrearnos sobre los momentos vividos...


Y ocho horas y cuarenta minutos después llegamos a nuestros coches...
Momento de cambiar impresiones sobre nuestra ruta...
Como ya dije al principio, son muchas las veces que ya había ascendido al Torrecilla, nunca por esta zona...ha merecido la pena, ya lo creo.


Sedientos todos, nos apañamos, cambiamos de calzado y carril abajo hacia la carretera, de nuevo con dirección Ronda. Al poco, nuestro lugar de refrigerio la "Venta el Navasillo". Unas cervezas fresquitas, algo de picar, buena charla en magnífico ambiente...y hasta la próxima que seguro que será pronto. "Peazorutahemostenido"