sábado, 10 de diciembre de 2011

El Vaticano Agosto/86


El Vaticano, el país más pequeño del mundo


Para cualquier viajero que elija como destino Roma, el Vaticano será una visita obligada. Resultará un espectáculo impresionante cuando entremos en la majestuosa plaza de San Pedro.


Este diminuto país, es el más pequeño del mundo, y es, al igual el que cuenta con menos habitantes. Todos los censados están relacionados con el papado.



La basílica de San Pedro está considerada como la más grande, y la más bella de la cristiandad.


Fue en el siglo I cuando ocurrió el martirio del santo, y en el año 315, Constantino ordenó la construcción de una basílica en el lugar donde se encontraba su sepulcro.


Desde que entramos en el Vaticano, todo reluce: sus majestuosos museos, sus tesoros, sus cúpulas, sus obras de arte, sus columnas… El Vaticano en sí es todo un museo.
La Piazza de San Pedro, considerada como una obra maestra, fue construida por Bernini en el siglo XVII como un lugar de congregación de todos los cristianos.
Para ver la impresionante colección de obras de arte, y tesoros acumulados por los papas, se necesitarán de varias horas para poderlo ver. Pero sin lugar a dudas, la Capella Sistina es quizás una de la más impresionante. Edificada, y decorada en una época de grandeza artística.  Fue finalizada en 1484, y desde el siglo XVI se utiliza para el cónclave que elige el Sumo Pontífice. 



En esta ocasión, nos hemos reunido con Jordi y Carmen, dos catalanes con los que hemos coincidido en Roma, y juntos la estamos visitando.
En la entrada, los porteros se encargan de comprobar, que las indumentarias que llevamos son lo suficientemente decentes como para no ofender a la ética del Papado. Es decir, nada de pantaloncitos demasiado cortos, camisas de tirantitas, estreches en ropa de fémina etc.


Para recorrer sus museos, disponemos de cuatro itinerarios, por lo que es importante que hagamos uso de un mapa con el plano de los pisos.

Aunque probablemente nos dejaremos muchísimas cosas por ver, hay algunas que son destacadas, como por ejemplo subir a lo alto de la cúpula, las tumbas papales en las grutas Vaticanas, la cúpula de Miguel Ángel  etc.


Se suele decir que cuando se ha visitado de forma intensa todo este inmenso tesoro Vaticano, uno termina un tanto empalagado de tanta opulencia, tanta maravilla y tanta riqueza. De hecho, uno termina algo cansado de tanto museo. Pero claro, quién se resiste a no contemplar tan magníficas obras de arte cuando uno viene a Roma.


Como curiosidades podemos destacar, el dedo del pie de la estatua de bronce de San Pedro, desgastado durante siglos por los besos de los peregrinos.

La tumba de San Pedro

“Las excavaciones bajo San Pedro, que comenzaron en 1940, han descubierto parte de la iglesia original, un cementerio cristiano primitivo y tumbas romanas. Los arqueólogos también



creen haber encontrado la tumba se San Pedro, marcada por un altar y una pared pintada de rojo. Al lado se encuentra otra pared con inscripciones de peregrinos. En 1942 se encontraron los huesos de un hombre mayor, de constitución fuerte, en una caja situada en un nicho tras esta pared. En 1976, tras un exhaustivo examen forense, el papa Pablo VI declaró que los huesos pertenecía a San Pedro. Juan Pablo II mandó traer parte de esas reliquias al hospital en el que fue ingresado tras el atentado que sufrió en 1981. Los huesos fueron retornados a la tumba original y se guardan en unas cajas herméticamente selladas, diseño de la NASA.”

Texto recogido del libro “Roma” de Lonely planet.

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