lunes, 9 de marzo de 2020

Sierra del Padrastro y Cañete la Real (Málaga) Marzo/20





Tras un parón de un par de meses sin salir prácticamente al monte, de nuevo empiezo a patear. 
¡A ver como me encuentro después de la operación! 

En esta ocasión, pondremos rumbo hacia la malagueña localidad de Cañete la Real, ubicada en la comarca del Guadalteba,  perteneciendo ésta a las Cordilleras Béticas, haciendo frontera por una parte con las montañas de la agreste Serranía de Ronda, y la fértil llanura de Antequera.


Haremos una visita cultural al pueblo y a su histórico castillo, el Hins Canit. Posteriormente realizaremos un sendero que nos adentrará en los bosquetes de pinos y cedros de la conocida como "sendero de las Carboneras" tras subir a su punto más alto de la zona, cumbre del Padrastro. 


Una vez aparcado nuestros coches, junto al colegio, cercano éste a la misma entrada del pueblo, los 16 participantes en el día de hoy nos dirigimos hacia el castillo. 


Tomando como referencia su torre, que la divisamos en lo alto del cerro, empezamos a callejear  por su núcleo urbano, dejando a ambos lados de las callejas bonitas casas encaladas de blanco, típicas de los pueblos andaluces. 


Allá abajo, con un fondo de nubes, que parecen aun dormidas y que, poco a poco empiezan a despertar. Nosotros vamos disfrutando de hermosas vistas del pueblo.


Son pocos los minutos que pasan después de las 10 de la mañana, cuando nos recibe Pedro Castaño. Será nuestro guía, un excelente guía, que nos dará todas las explicaciones sobre este histórico castillo y el pueblo de Cañete la Real, 


Ante nosotros, tenemos un claro ejemplo de la mezcla de diversas culturas: los íberos fue la primera civilización que se establecieron aquí, después los romanos la bautizaron como Sabora, y durante la conquista musulmana, fue llamado Hins-Canit. Finalmente los cristianos tras la reconquista le llamaron Cañete la Real.


Este castillo, posiblemente fue construido durante el siglo IX. Sus pobladores eran miembros de la tribu de los Banú Jali, siendo conquistada por Alfonso XI en 1330. Durante los siglos XIV y XV la fortaleza es ocupada alternativamente por musulmanes y cristianos.


En su interior podemos disfrutar, a la vez que Pedro nos ilustra con sus explicaciones, de un museo y todo un centro de interpretación, perfectamente acondicionado con verdaderas joyas encontradas por la zona, muchas de ellas, de un gran valor.


En su interior, podemos contemplar una maqueta con el diseño original del castillo, con sus tres niveles de muralla, en donde, en cada uno de ellos vivían parte de la población, militares...


Abandonamos el castillo con dirección al casco antiguo del pueblo, pero sin antes dejar de hacer la foto de grupo para el recuerdo.
Viendo a nuestras espaldas, nuestro primer tramo de ruta en la subida a la cumbre del Padrastro.


Bajando por sus empinadas cuestas, llegamos a la plaza del ayuntamiento, y desde aquí, a poca distancia nos acercamos a su iglesia, de San Sebastián.





Tiene su origen en el año 1526, inaugurándose en 1797, tras el estado ruinoso que ésta tenía debido a un terremoto acaecido en 1715.
Con su portada barroca, le confiere un gran interés arquitectónico. 


De vuelta ya hacia los coches, para dar inicio a nuestra ruta de hoy, pude inmortalizar algunas rincones del pueblo...


Empezamos la ruta


Nuestros compañeros Quino y Joaquín, nos van a brindar con un bello día espectacular. Una luz nítida, en donde los colores del campo y del monte resaltarán a cada paso que demos.
Nuestra ruta de hoy tendrá unos 10 kms, un desnivel acumulado de 450 metros, y poco más de cuatro horas de ruta.


Son las 12 del mediodía, la temperatura es perfecta. Estamos a una altura de 736 msnm. Empezamos a andar, saliendo desde donde tenemos aparcados los coches por el mismo lateral del colegio, con dirección al Padrastro que lo vemos allí de frente.



Parte de nuestra ruta de hoy coincidirá  con el sendero "PRA 419 sendero de las Carboneras", que abandonaremos para subir a la cumbre del Padrastro, pudiéndola más tarde encontrarla en los bosquetes de pinos y cedros por los que pasaremos.  


Allá vamos, a subir las primeras cuestas...


Abandonamos la carreterilla por nuestra derecha para empezar a enfilar los paredones que tendremos por delante...


Una compañera no se encuentra muy bien, así que cuando empezaron las primeras subidas, decide quedarse en el pueblo y hacer vida con sus vecinos... 


De vez en cuando miramos hacia atrás, dejando poco a poco en la lejanía el pueblo de Cañete la Real, y tras él, las siluetas de todas las montañas que nos rodean.


A los quince minutos aproximadamente, abandonamos la senda oficial, abriendo una angarilla, por las que pasamos todos con dirección a lo más alto.
Quino que va el último, haciendo de coordinador trasero será el encargado de cerrarlo.
La vuelta, ya de regreso, será por la misma senda de las Carboneras.


Yo me encuentro bastante bien, así que decido probarme, e imprimo un ritmo fuerte en la subida, atajando incluso con desniveles más pronunciado.


Desde lo alto voy inmortalizando con una serie de imágenes la subida de mis compañeros, cada uno subiendo a su ritmo...


Son poco más de 150 metros de desnivel los que tendremos que superar en este primer tramo...


Hasta llegar a una canal pedregosa por la que tendremos que pasar, sin mayor complicaciones...


Una vez arriba, casi en el collado, me detengo, me siento sobre una gran roca y contemplo el paisaje.
Por abajo mis compañeros, unos por aquí y otros por allí, poco a poco van subiendo...


Una paradita para tomar algún refrigerio y fruta, y  recuperar fuerzas para seguir...


Dirigiéndonos hacia la cumbre por la parte trasera de los paredones...


Y tras pasar una pequeña dolina, y entre rocas y más rocas, vamos subiendo los últimos tramos hasta alcanzar su cumbre.


Ya en su cima, foto de grupo, y a disfrutar de unas excelentes vistas hacia todos los puntos cardinales.
La Sierra del Pinar con el Torreón, San Cristobal, Reloj, Simancón...
La Sierra de las Nieves, con el Torrecilla...
La Sierra de Alcaparain...
Incluso, allá a lo lejos vemos las nieves de Sierra Nevada, con las siluetas entrecortadas de la sierra de Almijara con la Maroma, destacando en su primer plano.


Y allá abajo, Cañete la Real, rodeado de verde, verde por todas partes...
Y en  lo alto del cerro, su castillo, que majestuoso, vigila a su población...


Cuando Pepe prepara el trípode para inmortalizarnos con su cámara, detrás de él, a lo lejos, las siluetas de la Sierra del Pinar, con su pico más alto, el Torreón, destaca en el horizonte.


Y empezamos a bajar, para, poco a poco dirigirnos al bosquete de pinos, al que todavía queda por llegar y, mientras tanto voy observando las siluetas de los picos más altos de la provincia de Sevilla, El Terril y el Peñón de Algamitas.


Y entre roca y roca, por fin dimos con una sima (más bien una grieta entre las paredes de rocas) que intentábamos adivinar por donde quedaba.


No lo podíamos remediar, teníamos que entrar. Así que con el frontal encendido Pepe, Juan, Joaquín, Fernando y yo nos lanzamos hacia el interior de la grieta...  


Satisfecha la curiosidad, seguimos nuestra ruta bajando y bajando...


Nuestro siguiente objetivo, adentrarnos en el bosque de pinos, pero antes tendremos que llegar a la pista que vemos allá abajo, junto a una alambrada, que iremos bordeando... 


Y llegó el momento mágico para los recolectores y amantes del "espárrago". Pepe y Rosa, ya poco andan...a la izquierda, a la derecha, ven espárragos por todas partes. Y Juan, que intenta intuir por donde pueden estar. Y yo, que incluso teniéndolo delante, casi que ni los veo. 


Más espárragos...Rosa ya lleva un buen manojo, Pepe no se queda atrás...


Y llegamos a la alambrada. Tendremos que llegar hasta la puerta. Algunos compañeros ya la han pasado, y nos lo encontramos de frente...



Y los esparragueros, con tanto buscar y agacharse, se quedan los últimos y más rezagados...


Aunque Pepe, avanza y recoge ¡vaya vista!
Ahí está, el de la camiseta amarilla...lo pillo in fraganti, sin que el espárrago pueda escapar... 


Avanzando por esta pista de tierra, Quino nos espera para no despistarnos y tirar hacia la finca.
Nos adentramos en el bosquete hacia el puerto de la sopa, dejando a nuestra derecha la casilla del pozo del lobo


Rosa, detrás de Fernando y Juan, ni se ve...sigue con sus espárragos.
¡Rosaaaaa  vamossssss!


Y de nuevo, estamos incorporados en el "Sendero de las Carboneras"...pero ojo con las abejas.


Y ahora, sí que sí...nos adentramos en el pinar, por el que tendremos que ascender suavemente...


La puerta del bosquete, con todos los troncos de los pinos marcados...¡para que no nos perdamos!


Y ademas de la pintadas, cuanta paciencia para colocar ¿decenas, cientos? de piedrecillas marcando el camino hasta alcanzar el "cerro Tejano".


Son casi las 14:30 horas. Hay hambre. 
¡Joaquín vamos a parar para comer!
Ni se oyen. Se nota que ellos no cogían espárragos, van muy por adelante.


¡Ahí están, ya papeando!
Tras finalizar la ascensión por el sendero llegamos a una pista. 
¡Hora de comer! 


Tras nuestro suculento manjar "de bocatas", retomamos la marcha, abandonando de nuevo el sendero oficial de las Carboneras, y tirando por la pista en dirección contraria.


Tras avanzar durante 1 km aproximadamente por la pista, ésta la abandonaremos por la derecha cuando nos encontramos con una curiosa "biblioteca campera" en medio del bosque.


En el interior de un tronco de árbol y sobre un gran pedestal de piedras, varios libros que podemos ojear, y tranquilamente leer con solo el sonido de fondo, del canto de los pajarillos.


¡Vaya grupo cultivado, como leen...! 


Seguimos avanzando por el sendero que se encontraba junto a esta "biblioteca" y que quedaba a mano derecha de la pista que ya abandonamos,


Y sin darnos cuenta, y de forma sorprendente desembocamos en un hermoso bosque de cedros...


¡Bueno, por fin, aparezco en una foto!


Abandonamos los cedros, y siguen los pinos...
¡Que paseo más relajante!


¡Sin prisas, y disfrutando de un hermoso día!



Salimos del bosque, a cielo abierto, para desembocar de nuevo en el sendero oficial...girando a nuestra izquierda.


Y la Sierra del Pinar, allí de frente: Torreón, San Cristobal, Reloj, Simancón, cerro Coros...
¡Cuantas veces los hemos pisado!


Y acercándonos a Cañete la Real "topabajo"...


¡El día está espectacular!
¡Las vistas son dantescas!
Ahora toca bajar por un senderillo, un poco resbalocillo con las piedras...


Y de frente, nuestros amigos paredones de la Sierra del Padrastro, que ya subimos esta mañana...
¡Ya queda poco! 


Rosa y yo nos quedamos atrás, muy atrás. Ella sigue con los espárragos, y yo sigo con mi cámara, disfrutando de estos bellos contrastes de colores. Un verde intenso junto al cortijo de Tejano... 



Y poco a poco nos acercamos a los paredones de la sierra del Padrastro, en el que vemos muchas vías de escalada.


Si aquí estuviera mi colega Víctor, seguro que ya me estaría diciendo:
¡Vaya ferrata guapa que saldría aquí!



Con el pueblo de Cañete la Real allí abajo, hemos llegado a la angarilla por la que esta mañana subimos a la Sierra del Padrastro. 


Ya en el pueblo, tras cuatro horas y cuarto de ruta, a cambiarnos y a tomar café.
¡Ha sido un día disfrutón, y lo mejor que, me he encontrado muy bien!
¡Seguiremos en las montañas...!