Mostrando entradas con la etiqueta Picos 3000s Sierra Nevada. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Picos 3000s Sierra Nevada. Mostrar todas las entradas

miércoles, 2 de septiembre de 2020

Subida a los Tajos de los Machos por Loma de Cuerda Alta (Sierra Nevada) Agosto/20

 


Son las 6:30 de la mañana y ponemos rumbo hacia la estación de esquí de  Pradollano (2078 msnm), en Sierra Nevada. En esta ocasión nos damos cita tres compañeros del club: Pepe, Fernando y yo, Antonio, el que escribe. La ruta de hoy, al menos en lo que se refiere al acercamiento, será distinta, muy distinta. Nos ahorraremos una buena subida hasta el Puntal de Cuerda Alta (3157 msnm) y el tajo de los Machos (3088 msnm); este será nuestro destino y objetivo de hoy. Subiremos en telecabina hasta la estación de Borreguiles (2645 msnm), y posteriormente en remontes hasta la parada de Veleta (2915 msnm), cerca de las Posiciones.  Aunque en un principio nuestro plan de ruta era llegar hasta Cerrillo Redondo, el último pico de la cuerda, al final no llegamos, más tarde explicaré el motivo.


Ojeando el mapa, vimos que una vez arriba, donde nos deja el remonte, un caminillo, marcando en verde, nos acerca hasta los lagunillos de la Virgen y desde ahí empezaremos a subir... 


Telecabina Pradollano (2078)-Borreguiles (2645)
Precio de subida y bajada con telecabina y remonte 11 €.


Remonte Borreguiles (2645)-Veleta (2915)



Tiempos de recorrido, en total casi una hora, repartidos en: 45 minutos de telecabina y quince minutos de remonte. 


El último remonte bajará a las 18 horas, con lo que nuestra intención, será, una vez finalizada la ruta, poder bajarlo en él.


Miramos nuestro reloj, y entre carretera, desayuno y subir hasta aquí, han pasado más de cuatro horas, con lo que siendo ahora las 10:45 empezamos a acoplarnos las mochilas a nuestra espalda y empezamos a andar. Por delante tenemos unos 15 kilómetros y 600 metros de desnivel, con mucha piedra suelta, en un sube y baja.
Cuando bajamos del telesilla, vemos un senderillo que sale por la izquierda (ese será nuestro camino a seguir) y otro por la derecha, que va a la laguna de las Yeguas.


El nuestro nos llevará hasta los Lagunillos de la Virgen (2950 msnm) tras unos 45 minutos andando por un terreno muy inestable, sin marcar, de piedra suelta, dejando a nuestro paso allá abajo, a la derecha,  la laguna de las Yeguas. Al principio tuvimos que subir un poco, bajando después hasta los lagunillos.


Detrás de nosotros, allá abajo, vemos la estación de Pradollano, de donde venimos.


Los lagunillos de la Virgen, conocido también como los lagunillos de Dílar, están formada por cinco pequeñas cubetas de agua, con poca capacidad y situadas cerca unas de otras.


Desde aquí, el sendero perfectamente marcado, nos irá ascendiendo hasta el refugio de Elorrieta, tras unos 45 minutos de dura ascensión, unos 250 metros de desnivel. 


Este sendero, en subida, que roza ya los 3000 metros de altura, se nota en nuestras piernas, tenemos que marcar nuestro propio ritmo en la subida.


A nuestra izquierda, podemos ir contemplando la cresta que hicimos el mes pasado de los Tajos de la Virgen, el Fraile de Capileira con su silueta inconfundible y el caos de rocas de los tajos del Nevero.


De vez en cuando, en un pequeño resoplido, aprovechamos para contemplar parte de toda esta sierra.


Y llegamos al refugio de Elorrieta.
Este refugio fue construido entre los años 1931 y 1933 y bautizado con ese nombre en honor del Director General de Montes, D. Octavio Elorrieta.
Durante la Guerra Civil fue ocupado por destacamentos africanos de las fuerzas nacionales, después fue abandonado y dedicado a refugio ocasional de montaña. 


En los años 60 se reconstruyó y adecentó para ser cedido a la Federación Española de Montaña, que declinó seguir usándolo a partir de 1993, al caducar su concesión. 


Son las 12:15, hora de tomar alguna fruta...y seguir nuestra marcha.


Por delante vemos nuestro camino a seguir, al principio el sendero está bien marcado, después aparecerán algunos hitos sueltos, y la última parte, sin marcar, solo la intuición y la dirección nos llevará hasta el tajo de los Machos.


La cuerda de la izquierda, será la nuestra, la loma de Cuerda Alta, Tajos de los Machos y cerrillo Redondo. En el valle, la laguna de Lanjarón y por la derecha, la cuerda que nos lleva al Cerro del Caballo, y que ya en otra ocasión pudimos hacer. 


Iremos avanzando por la Loma de Cuerda Alta, asomándonos de vez en cuando en los enormes tajos que quedan a nuestra izquierda, pudiendo ver detrás de nosotros, los otros tresmiles que llevan hasta el más alto, el Mulhacen. 


Seguiremos avanzando en un suave sube y baja de pequeños relieves que nos vamos encontrando a nuestro paso, desde, en donde más de uno, queda inmortalizado.


El terreno se empieza a complicar, y las lascas de piedras se hacen incómodas a la hora de andar...



De frente vemos un picacho rocoso y muy puntiagudo, creemos que es el Puntal de Cuerda Alta (3157 msnm) lo subiremos ...


Una vez en cumbre, lo cresteamos con mucha precaución, ya que en una zona estaba muy aérea... 





Y como no podía ser de otra forma, inmortalizamos nuestro otro tresmil a la lista...


En nuestra bajada, el caos de rocas estará presente en los próximos metros...tendremos que ir muy atentos, en donde y como pisamos...


Seguimos avanzando por las antesimas sur de este puntal, disfrutando de unas espectaculares vistas de gran parte de los tres miles de Sierra Nevada...




Y tras dos horas de marcha desde que salimos de Elorrieta, por fin llegamos a la cumbre de los tajos de los Machos (3088 msnm). Son unos 5 kilómetros los que separa, el camino se hace lento, por el terreno, y además hemos subido todas las crestillas que encontramos por el camino.


Inmortalizándonos en los tajos de los Machos

Miramos nuestro reloj, y las agujas nos marcan las 14:30. Hemos echado algo más de tres horas y media hasta llegar aquí. Empezamos a echar cálculos, y las cuentas no salían...
Allá, por la cresta, teníamos el Cerrillo Redondo, nuestro siguiente objetivo...todavía quedaría unos tres cuartos de hora hasta alcanzar su cumbre, pensamos, y a las 18 horas sale el último remonte  hacia Borreguiles..imposible no llegaríamos a cogerlo, y francamente volver andando hasta Pradollano, sería un palizón, así que descartamos nuestro inicial objetivo de llegar hasta el Cerrillo Redondo. 


Retornamos nuestra marcha, sin entretenernos con más crestillas, y buscando el camino más fácil, a veces complicado, sobre todo cuando llegamos al Puntal de Cuerda Alta que hay que estar muy pendiente de los hitos.


Son las 15:15, tenemos que parar para comer, el hambre aprieta...
Al poco y sin más demora, seguimos avanzando con dirección al refugio de Elorrieta..en el que las últimas cuestas hasta llegar a él, se hace larga y costosa, sobre todo después de comer.


Sin detenernos en el refugio, bajamos rápidamente hasta los lagunillos de la Virgen, viendo de frente siempre el impresionante caos de rocas del tajo de los Neveros. En media hora alcanzamos las escasas aguas de los lagunillos.


Una vez aquí, decidimos que hacer, si subir, por donde vinimos esta mañana (más corto, pero más desnivel de subida), hasta alcanzar los remontes, o ir hasta boreguiles (más largo pero con menos desnivel) para coger directamente el telecabina. Optamos por lo segundo.


De este modo bajamos hasta la laguna de las Yeguas (2873 msnm) en plan tranquilo, vemos que vamos bien de tiempo tras el acelerón en la parte más alta.


Cogemos la pista que nos lleva directamente hasta el collado de las Yeguas, y ya desde aquí directamente, ir bajando hasta Borreguiles.
A las 17:30 llegamos. 
Mascarillas a la cara, geles a las manos, y a montar de nuevo a la telecabina, después de que el operario hiciera la correspondiente desinfección de la cabina. 


Una vez abajo en Pradollano, por cierto, con bastante gente de turistiqueo, sobre todo de familia con críos. Terminamos los bocatas que dejamos a medias, algo de refrigerio, y para Sevilla, tomado nuestro bien merecido cafelito en el camino, y a las 21.15 llegamos.
¡Buen día hemos echados, dos tresmiles más a la mochila!
¡Y la compañía excepcional!