martes, 7 de julio de 2020

Playa de los Castillejos-Caños de Meca (Cádiz) Julio/20





Ya metidos en el mes de julio, las temperaturas en Andalucía son altas, muy altas. En estos últimos días hemos superado los 40º con lo que ponemos rumbo hacia la costa..¿pero hacia donde? ...
Me gustan los lugares tranquilos, no masificados, salvajes, virgen, y que el pasear por su costa sin ver edificios, para mi es todo un gustazo.
Me voy a los Caños de Meca, en busca de unas calas bajo los acantilados del Parque Natural de la Breña. Calas, en donde los hippies, la tomaron como sus hogares naturales, a pie de playa y bajo esos paredones. Una costa en donde el agua dulce sigue cayendo desde los más alto del acantilado, filtrándose a través de la vegetación, que con un verde intenso, deja caer el agua en forma de chorro y de frágiles cortinas. 


Para que nos situemos en el mapa, nos dirigimos hacia los Caños de Meca, y una vez aquí, iremos hasta el final de la carreterillla, atravesando el poblado, en donde esta carretera queda cortada, ya que se adentra en el Parque Natural de la Breña. 
Puesto que es difícil aparcar, no hay espacio, recomiendo el último parking (4 € día completo, hasta las 21 h, está abierto desde muy temprano)


Una vez aquí, a unos 50 metros hay un acceso a la playa, atravesando un pequeño senderillo, que nos accederá directamente a la playa de los Castillejos, lugar en donde dejaremos todos nuestros bártulos (echaremos ya el día aquí de playa), para posteriormente ponernos a andar por la costa.

A nuestra derecha, hay una diminuta cala con rocas que la protegen del fuerte levante. Más allá  la playa de los Caños de Meca (de los Piratas), y al final, en el horizonte el faro de Trafalgar.
 

Y ya nos instalamos en la playa de los Castillejos, en donde el nudismo total hace su presencia por todos sus rincones. Debemos de recordad, que esta parte de Cádiz, ha sido históricamente zona de nudismo, ambiente hippie y con mucho libertinaje.


Para hacer esta ruta, es imprescindible tener controlado el tema de las mareas, ya que hay que aprovechar la bajamar, de lo contrario, nos veremos en un aprieto, y además que no haga levante, puesto que el fuerte viento, podría hacer caer piedras desde los acantilados.


Avanzaremos por esta playa hasta el final, en donde las grandes rocas hacen su presencia.
IMPORTANTE SABER: hay algunas pintadas en las oquedades de la roca en la que dice "Ojo, hay ladrones, amigos de lo ajeno", con lo que ya sabéis, las cosas de valor siempre con vosotros...


Y empieza la parte divertida, saltando entre grandes rocas, muchas de ellas caídas tras mucho tiempo, desde los acantilados, otras, seguro que ya reposan en las aguas desde hace siglos.


A veces encontramos algún hueco por donde pasar y así esquivamos los grandes bloque de roca, otras imposible, hay que subir y bajar...
Las paredes estratigráficas cada vez son más altas y la franja de arena menor... 


En ocasiones, las grandes rocas parecen obstaculizar nuestro paso, pero nosotros insistimos y seguimos saltando sobre estas. De ahí la importancia que esta rutilla la hagamos con marea baja, de lo contrario sería imposible.


El acantilado de Barbate es uno de los más espectaculares de la costa gaditana, con unos cinco kilómetros de longitud, y casi 100 metros en la parte más alta, que coincide en la torre del Tajo, dando una pared, prácticamente vertical..


Un poco de culturilla...
Su formación no solo se debe a la acción erosiva del oleaje, sino a una falla activa de dirección E-W en el límite Oeste del acantilado y ligado a las unidades litológicas aflorantes, surgen los conocidos Caños de Meca, que consisten en surgencias de agua o caños producidas por el contraste de permeabilidad entre las margas de la base (material impermeable) y las areniscas (material permeable).


Una inmensa mole de piedra parece que se ha desprendido no hace mucho tiempo, entre ellas forman pequeños pasillos...


A nuestro paso vamos curioseando en algunas oquedades que se han ido formando en las paredes de los acantilados, tras años y años de sacudida de las aguas del mar y el viento de levante...


Y por fin llegamos, tras una media hora de marcha.
El lugar es impactante, estamos en el principio de la playa de las Cortinas.
Los grandes bloque de rocas dispersos por la arena y el agua le dan un encanto especial...


¡Fantásticas imágenes!
Nos deleitamos observando los efectos de la erosión en las rocas, muchas de ellas, parecen ser esculpidas de forma magistral


Y al final de la playa, escondida tras estos grandes bloque de roca...aparece nuestra "cortina de agua dulce", cayendo hacia el mar, junto a varias oquedades inundadas por esta mezcla de agua dulce y salada a la vez.



Esta surgencia de agua provoca una pequeña cascada de caudal permanente, conocida también como el "Caño Grande" (en invierno, la tengo pendiente, seguro que caerá mucha más agua).



Avanzo hasta el final, bajo esa suave cortina de agua hasta donde las rocas ya no me permiten el paso. La marea está subiendo, y va siendo hora de volver, antes de que nos quedamos aquí atrapados.


Sigo recreándome con la retina de mis ojos y con el objetivo de mi cámara, para inmortalizar estos momentos con estas bellas imágenes...



Al regresar de nuevo, en esta playa desierta aparece un hippie melenudo, que seguro ya lleva tiempo viviendo aquí (tiene acento extranjero, está moreno como el carbón y obviamente "en pelotas"). Me detengo a hablar con él, y me explica la espectacular cala que hay detrás de las cortinas de agua, es CALA VERDE, un lugar paradisíaco, verde muy verde, complicado de llegar (parece ser) subiendo por un "pequeño senderillo. Hay un par de cuevas y tras ellas un camino ascendente llegando a Cala Verde, el último lugar accesible a pie. Tras ella termina la zona de paso y empiezan los grandes acantilados.

Una vez en casa, empecé a indagar, moviéndome con el Google Earth, para ver exactamente la zona, porque está claro que la tengo que descubrir, y muy pronto...




Volvemos tranquilamente hasta la playa de los Castillejos, antes de que la marea suba más...



Y aprovecho al "hippie de marra" que nos inmortalice en este bello lugar...



Y por fin llegamos a la playa de los Castillejos...
En total algo más de una hora y media...



Ya por la tarde, nos fuimos a pasear por la playa de los Piratas (la de los caños de toda la vida), y como no, tocaba tomar unas copas en el chiringuito de la playa, en donde la buena música y la marcha está servida...¡Que ambientazo!


Y si hay un lugar de Cádiz, en donde las puestas de sol son todas un clásico, es esta zona: los Caños de Meca, Zahara de los Atunes, Bolonia...la costa más espectacular de toda esta provincia. Ya lo podía haber disfrutado en varias ocasiones, a lo largo de muchos años de mi vida.
La excelente orientación de estas costas permite disfrutar de un espectáculo diario natural y gratuito, en el que el sol desaparece en el horizonte bajo la inmensidad del océano Atlántico,




Una Semana después


Tal como tenía previsto y planeado, una semana después volvimos con la intención de llegar hasta el final, hasta Cala Verde, en donde el paso por el acantilado ya es imposible.
Miramos la hora exacta de la BAJAMAR para aprovechar al máximo la marea baja, ya que no sabíamos que nos podríamos encontrar...y nos pusimos en marcha.


Con el camino ya sabido partimos de nuevo desde la playa de Castillejos, hasta las mismas cortinas de agua en donde el otro día nos quedamos.


Una vez allí, fuimos esquivando las grandes rocas situadas en el mar, y a los pocos metros aparece ante nuestros ojos una inmensa y profunda cueva, situada en la misma orilla.


Me adentro en ella, hasta prácticamente el final...mientras Rosa me espera en la misma orilla.


Seguimos la marcha hasta llegar al gran roca, la cual, en su parte posterior, tiene una cierta inclinación hacia la derecha.
De frente, tenemos un paredón de rocas, con lo que miramos por donde pasar, por la izquierda, imposible, está muy alto y sin paso alguno; por la orilla, son muchas las rocas situadas en la misma orilla, así que una vez que nos acercamos a la gran roca en forma de espolón, veo que podemos pasar por debajo de ella.


Y así lo hacemos a través de un pequeño túnel.


Una vez superado, tendremos que ir por la orilla, saltando por las rocas (con muchísimo cuidado, están muy resbaladizas) y evitando las zonas más profundas.


Y por fin, unos minutos después llegamos hasta el final de este tramo de la costa, en donde ya no podemos seguir, y desde una roca estratégica podemos ver la cala.


Para llegar a ella, aunque la podemos ver perfectamente, en este último tramo, la cosa se complica, nos tenemos que meter bastante en el mar, y trepar por unas grandes rocas.


Rosa ya no sigue, se queda aquí...tomando el sol en una roca.


Y yo busco la mejor alternativa para llegar...no hay otra, tengo que meterme por el agua...


Y llego a ella, después de trepar por algunas enormes rocas...


Rosa, desde lejos me inmortaliza en esta cala...y vuelvo de nuevo.


Disfrutamos un poco de este bello entorno y retornamos por el mismo camino, entre rocas y agua...hasta la playa de Castillejos.
En esta ocasión, son dos horas, las que nos ha llevado en total, para realizar esta bonita ruta. 





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