domingo, 25 de marzo de 2018

Río Tinto:Berrocal-Puente de las Majadillas (Marzo/18)




Cuatro fines de semana completo sin salir a la montaña por el mal tiempo, un mes entero casi con lluvias de forma ininterrumpida. Hoy miramos el tiempo, y por la parte de Huelva da bueno, así que aunque no sea de montaña, nos vamos a descubrir este maravilloso mundo de colores del río Tinto.


Nos trasladamos hacia la cercana localidad de Berrocal, en la provincia de Huelva, casi en los límites de Sevilla, pasado el Madroño. Nos damos cita Concha, Pepe, Ricardo y el que escribe.

Berrocal, con más de 300 habitantes es un pueblo minero, incluido en la cuenca minera del Río Tinto que contribuyo eficazmente con personal y trabajo al desarrollo de la Cuenca Minera de la provincia.


En el día de hoy haremos la ruta que nos traslada desde Berrocal hasta el Puente de las Majadillas (se podría llegar hasta Nerva: 18 km) a lo largo del cauce del río Tinto, siguiendo el trazado del ferrocarril (algunas ya abandonadas). Nuestro itinerario tendrá unos 17 km (I/V, lineal), poco más de 200 metros de desnivel y no llegará a las 6 horas, en plan muy tranquilo y disfrutando de los variados colores del río. Al iniciar la ruta hace un poco de fresquillo, pero al poco ya entramos en calor.


Nos dirigimos hacia la parte baja del pueblo, y un senderillo nos marca la bajada con dirección al río, coincidiendo con un GR y un PR. A nuestro paso unos curiosos troncos de árbol ya muertos, han sido pintados por algunos "personajes, pacíficos y amantes de la naturaleza", esto lo digo por lo que esta escrito en los mismos troncos "peace y nature"



Y ya podemos contemplar el serpenteo del río, con sus peculiar paleta de colores que podrá ir desde el rojo intenso de las aguas hasta el amarillo de las rocas. 


En este río no existe vegetación de ribera debido a la gran acidez de sus aguas con gran contenido de sales ferruginosas. 


Las aguas carecen de oxígeno, no hay en ellas peces ni anfibios, pero eso no quiere decir que no exista vida. Estas aguas contienen una cantidad de microorganismos únicos que se alimentan de minerales, capaces de soportar condiciones extremas de acidez y carencia de oxigeno. 


Aquí podemos ver las marcas del GR y PR anteriormente comentado, el PR se correspondería con el sendero "de los Mineros"


Y llegamos a la curiosa Cruz de Aurorita en el que nos cuenta lo que ya sucedió aquí en el año 1897. ¡Que barbaridad!


Atravesamos el río por el puente de Gachán, una pasarela peatonal de hierro diseñada en 1875 por el ingeniero británico George Bruce. 



Justo antes del puente nos encontramos con una indicación hacia Nerva y Berrocal. Una vez pasado el puente ya no seguimos ninguno de los senderos oficiales (PR y GR), solo seguiremos por la otra orilla del río siguiendo el trazado del ferrocarril.


Impresionante la gama de colores que forman las aguas junto a las rocas adheridas en la misma orilla: azulados, rojizos, turquesa, amarillos...


Este ferrocarril se empezó a construir en 1873 cuando la Riotinto Company Limited obtuvo la concesión para explotar las minas.


El sistema ferroviario comprendía mas de 300 kilómetros de vías, de los cuales 84 correspondían a la línea comercial.


El trazado recorría el cauce sinuoso del río, contando con varios puentes y ocho túneles.
Estuvo en funcionamiento hasta el año 1975.


A veces abandono la vía, y me acerco a la orilla, para más de cerca disfrutar de estos espectaculares colores. Debido a la alta concentración de minerales en las aguas del río y a la acción de estas bacterias extremófilas sobre estos minerales son los responsables de este color rojizo.



Y recorriendo el tramo de vía llegamos al apeadero de los Frailes ( a unos 6 kilómetros), el punto hasta el que llega el actual tren turístico, que ha recuperado un trazado de 12 kilómetros, procedente de Nerva.



Aquí hacemos una pequeña parada en el que tomaremos unas frutas, y contemplaremos este bello paisaje del río junto a la orilla.


Seguimos avanzando por la pista paralela a las vías del tren, y de vez en cuando nos asomamos desde lo alto para disfrutar de las frecuentes visiones de los meandros del  río.


Y tras un rato andando y avanzando unos dos kilómetros llegamos a este espléndido rincón del río Tinto: El Puente de  las Majadillas.


Bajamos hacia él, pero ¡Ojo, habrá que atravesarlo con muchísima precaución!, o no, eso ya lo dejo en responsabilidad de cada uno. Indicado está.


Este viejo puente peatonal unía las provincias de Huelva (término de El Campillo) y Sevilla (término del Madroño), ya que el mismo río hace de linea divisoria entre ambas provincias 


La construcción de este puente tiene unos 40 metros de longitud (actualmente en muy mal estado) y lo utilizaban los empleados para acceder a la vecina mina de Río Tinto.


Una vez en la otra orilla del río, el sendero asciende bruscamente, viendo de nuevo las señales del PR, que ya abandonamos hacía tiempo.


 Un panel bastante deteriorado nos muestra la situación de dicho puente en la mima linea divisoria de ambas provincias.


Mis compañeros bajan hacia el río, y yo continúo subiendo hasta el mismo borde de la carretera que se puede ver allá arriba. ¡Tengo curiosidad de ver hacia donde sigue este sendero que ya despareció!


¡Una buena cuesta tengo por delante!


Una vez arriba, contemplo las vistas del paisaje. Abajo el puente de las Majadillas, y allí al fondo el complejo minero de Nerva, incluso desde aquí puedo divisar parte del pueblo de Berrocal.


Bajo de nuevo, y me reúno con mis compañeros para comer. Ahora empieza a chispear, pero cualquiera se mete debajo de ese puente.


Tras la comida, un buen rato para disfrutar de este bello lugar, y a la vez para inmortalizarnos junto a esta amplia gama de colores.


Parece ser que aquí se rodó alguna/s películas, pero por mucho que busco no doy con ellas. Así que aquí queda el comentario.

 


Abandonamos el entorno (aunque se podría seguir hasta Nerva, no era nuestra intención) y regresamos por el mismo camino.
A nuestro paso, pudimos ver el tren turístico que procedente de Nerva trae a los muchos turistas. 


Y pasadas las cuatro de la tarde llegamos a Berrocal.
Un buen café en el bar del pueblo, y para Sevilla.
¡Hemos disfrutado de un bonito día, a través de un colorido río en la cercana provincia de Huelva, Río Tinto.

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