jueves, 11 de diciembre de 2008

Lisboa-Sintra-Estoril-Cascais Agosto/84






Lisboa, está cerca, muy cerca de España, y por ello es motivo más que suficiente para poderla visitar. Además es una bella ciudad cargada de monumentos y rebosante de historia.



La entrada la haremos por el famosísimo puente colgante 25 de Abril  que con 2.277 metros de longitud  ostenta el record de puente colgante más largo de Europa.


Lo ideal es dedicar dos o tres días para visitar la ciudad. Son muchas las cosas por ver y hacer, y sin prisas se vive mucho mejor esta hermosa capital.


Son dos veces las que he estado en esta gran y urbe y siempre he descubierto rincones que no conocía.


La primera visita que podremos hacer se localiza en el barrio de la Alfama. Dejarse llevar por las callejuelas estrechas y empinadas, saborear los exquisitos vinos de la zona, embriagarse de los olores y de los sentimientos de esta cuna del fago, hace que nos remontemos a épocas pasadas en este bello barrio.



Situado en la cima de la colina de San Jorge, la más alta de Lisboa, se encuentra este castillo, uno de los símbolos con más historia de la ciudad.


Para llegar a lo alto del barrio se puede  optar por dar un paseo desde el centro o coger el nostálgico tranvía 28, una bonita y cómoda opción que nos dejara en la parte alta del barrio.


Las espectaculares vistas sobre Alfama se pueden encontrar paseando a través de los miradores de Portas do Sol y el mirador de Santa Luzia.


en la parte baja de Lisboa, situados en la famosa plaza Do Comercio, podemos acercarnos para coger el elevador del que podremos disfrutar de unas magníficas vistas de la Baixa. 


El Elevador de Santa Justa es una de las formas más rápidas de llegar de La Baixa al Barrio Alto. Al igual que los tranvías, no es sólo un medio de transporte sino que se ha convertido en una atracción turística.


Como medio de transporte el elevador abrió sus puertas al público el 10 de julio de 1902 con el nombre de Elevador do Carmo.


El elevador fue acogido con gran entusiasmo por los habitantes de Lisboa, ya que la comunicación de la parte alta y baja de la ciudad había sido desde siempre un importante problema para el transporte.

Como curiosidad, el elevador admite 20 personas para subir pero sólo 15 para bajar. En sus inicios transportaba 24 pasajeros.


Además de callejear por el centro de Lisboa, y disfrutar del área romántico de los tranvías, podemos acercarnos para contemplar la belleza de su templo mayor, Santa María Maior es la Catedral e iglesia más importante de Lisboa. Es comúnmente llamada "Sé de Lisboa".




Ya saliendo hacia el estuario del Tajo, la Torre de Belém, es un destacado monumento,  sirvió inicialmente como torre defensiva para proteger Lisboa. Posteriormente su misión se relegó a faro y centro aduanero.


Cerca, el Monasterio de los Jerónimos es, junto a la Torre de Belém, la visita turística más importante de Lisboa. En su interior se encuentra la tumba de Vasco de Gama.



En la misma zona podemos visitar el monumento de los descubrimientos. Con 52 metros de altura este monumento conmemora el quinto centenario de la muerte de Henrique el Navegante, descubridor de Las Azores, Madeira y Cabo Verde.
Otra visita recomendable puede ser El Museo Nacional dos Coches, alberga en su interior una de las colecciones de carruajes más importantes del mundo.


Sintra, la joya de Portugal


Muy cerca de Lisboa, a solo 30 kilómetros escasos y como visita obligada, Sintra, antigua residencia de la familia real portuguesa, y patrimonio de la humanidad por la Unesco, desde 1995.


Sintra. Situado en el corazón de la sierra y rodeado de serpenteantes carreteras, Sintra guarda dos de los tesoros más importantes de Portugal: el Palacio Nacional de Sintra y el Palacio da Pena



Conocida como la Ciudad de los Palacios, Sintra es uno de los lugares más bellos de Portugal. Es un rincón en el que parece que el tiempo se hubiera parado, un escenario perfecto para cualquier cuento de hadas.



El Palacio da Pena es Patrimonio de la Humanidad. Se trata de una edificación de estilo romántico y una de las principales residencias de la familia real portuguesa durante el siglo XIX.


Este palacio asentado sobre grandes peñascos, presenta una mezcla de estilos arquitectónicos totalmente intencionada debido a que la mentalidad romántica del Siglo XIX estaba enormemente fascinada por todo lo exótico.



El Castillo de Sintra, más conocido como Castelo dos Mouros está erigido sobre un macizo rocoso, aislado en una de las cumbres de la Sierra de Sintra. Desde sus murallas se disfruta de una vista privilegiada de la zona hasta el Océano Atlántico.


Estoril


Estoril puede presumir de tener el mayor casino de Europa, y fue durante la II Guerra Mundial un selecto lugar donde  la realeza fue exiliada en época del franquismo, y a su vez, el nido de espías, donde propios y aliados buscaba información bélica. Además, era el destino para que muchos aventureros intentaran hacer fortuna.


Es una población típicamente veraniega y dispone de varias playas como la playa de Tamariz, una de las más concurridas por estar al lado de la estación de tren; la playa de Moitas, que es un pequeño arenal junto al paseo marítimo, y la playa de Sao Pedro do Estoril.



Cascáis


Cascáis es una antigua localidad marinera reconvertida en tiempos en villa turística y situada a unos 25 kilómetros al oeste de Lisboa. Es sin lugar a dudas, destino favorito para los lisboetas, sobre todo por su cercanía.


La boca del infierno (Boca do inferno) es una gruta natural que las olas han creado al golpear con fuerza contra la roca durante miles de años. Esta obra de la naturaleza se encuentra en Cascáis, enmarcada en un paraje fascinante plagado de rocas, acantilados y cuevas a lo largo de la accidentada costa.





Además de su gran atractivo natural, el lugar está rodeado de una serie de mitos y leyendas que incluyen ocultismo, desapariciones, suicidios y sospechas de espionaje. Ha sido bautizada con ese nombre debido a su forma y al sonido estremecedor que causan las olas al impactar contra las rocas.





Nazaré


Nazaré es un pequeño pueblo de pescadores que ahora vive del turismo, sobre todo nacional, con algunos buenos restaurantes de pescado, un funicular para admirar el océano, y un paseo marítimo lleno de tabernas. Sus casas de un color blanco intenso combina con el azul de su mar.


Nazaré allá arriba, Nazaré allá abajo, ambas distribuidas en dos niveles, pero en su conjunto de una gran belleza.
Cuantos recuerdos me traen aquellos olores cuando paseaba por sus calles. Olor a sardina das, fritadas, y un sinfín de aromas provenientes de los chiringuitos.

La calderada de peixe á nazarena" en casa Pires con un delicioso "vinho verde de pressâo".




Hermosa Nazaré, hermosa Portugal; sus playas, su gente, sus pueblos…



 
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Londres Junio/79

Una semana visitando Londres (1979)



Corría el curso escolar 1978/79, cuando finalizaba una de las etapas de mis estudios. Durante el mismo, teníamos organizado un viaje fin de curso. Yo tenía mucha ilusión de salir al extranjero, y en especial a Londres. La sorpresa fue cuando todos los compañeros decidieron ir a Canarias. Yo me resigné, y planteé la alternativa de Londres. Alfredo y Salva fueron mis acompañantes. Así que, los tres contratamos con una agencia de viajes y pasar una semana en la capital Londinense.


Éramos jovencitos, los 19 años de aquella época. Y aquí empezó mi  peregrinar por este mundo.
Londres es una de las ciudades más visitadas del mundo, y es destino prioritario, no solo para europeos sino también para los venidos de otros continentes.


Londres ha fascinado a visitantes durante siglos. Por su variedad, por su diversidad, por su peculiaridad, Londres es eso, una ciudad universal.


Visitarlo bien requiere de varios días, y si queremos ver con detalles todos sus museos entonces serían semanas o meses.



En nuestro caso, una semana está perfecto. Y teniendo en cuenta que solo tenemos 19 años, la mitad del tiempo estaremos de visitas y la otra mitad intentando estar de “juerga”.


Hay visitas que son totalmente obligadas, como por ejemplo Trafalgar Square, Big Ben, Torre de Londres, y un largo etcétera. Pero simplemente pasear y observar es todo un deleite para nuestros sentidos.
Nosotros, estábamos en un hotelito cerca de St James Park. Así que dependía del día y las ganas, andábamos hacia el centro o cogíamos el famoso “underground”.

Lugares a visitar:
St Paul`s Cathedral (Catedral de San Pablo). Ésta fue construida entre 1675 y 1710 como primera catedral consagrada a la fe protestante. En su interior acoge obras de arte de famoso prestigio y de los mejores artistas de finales del siglo XVII.



Buckingham Palace. Ésta es la casa de la reina. Fue comprado en 1762 por Jorge III y ampliado en años posteriores.

El cambio de la guardia es cita obligada para los viajeros, pudiéndola ver normalmente a las 11,30 h. todos los días.



La Tower bridge,  es el más espectacular de los numerosos puentes de Londres. Con su sorprendente perfil gótico, fue inaugurado en el año 1894. En su interior alberga un museo de los puentes de Londres.


Parlamento y Big Ben, es una gran estructura gótica diseñada en 1830, con 280 metros de largo y con tres kilómetros de corredores, es uno de los edificios más visitados de Londres. En el extremo sur está la Victoria Tower, en donde la bandera ondea cuando el parlamente celebra sus sesiones, mientras que en lado norte se levanta la majestuosa Clock Tower, conocida como Big Ben  por la enorme campana fundida en 1830.


Trafalgar Square, Oxfor street y Piccadily Circus.

Trafalgar Square, es una de las plazas más impresionantes del mundo, fue diseñada entre 1830 y 1840 y dedicada a la memoria del Almirante Nelson y a su decisiva victoria sobre la flota de Napoleón en el cabo Trafalgar en 1805. Es un lugar de encuentro para los londinenses y para los viajeros, y además un buen punto de partida para visitar la ciudad.


Oxford street es quizás la calle más importante de Londres, en ella se encuentran los mejores centros comerciales, y las más lujosas tiendas de grandes marcas.



Muy cerca, la coqueta plaza de Piccadily Circus, lugar de encuentro de bohemios y artistas. Es el corazón espiritual del Soho, siempre lleno de taxis negros y autobuses rojos. La estatua de bronce de  Eros se yergue en lo alto de una fuente en el lado sur de la plaza.




El National Portrait Gallery, fundada en 1856, presenta la historia británica con ilustraciones. De hecho alberga más de nueve mil británicos ilustres.


Los parques  de Green Park, St James Park y Hyde Park, estos parques son los auténticos pulmones de Londres, unos con grandes extensiones de hierba y árboles, y otros con una vegetación exuberante y que posee un lago tranquilo. Éste, es el refugio de numerosas aves acuáticas.


La grandeza de Westminster, ubicado muy cerca de St James Park, y además de ser la sede del gobierno inglés durante muchos años, es también un lugar sagrado (sepultura de los monarca ingleses). La abadía de  Westminster fue consagrada en el año 1065. Fue reconstruida completamente bajo los normandos y doscientos años después, diseñada en estilo gótico flamígero francés.
Además, numerosos museos como el Victoria Museum, el National History Museum, el museo de cera, y otros tantos, no podemos dejar de visitar.



Además en Londres hay que pasear y observar a la multitud de curiosos personajes ataviados con las ropas más extrañas jamás visto.


Ya hace muchos años de esto (me refiero al año 1979), pero cuando en España se respiraban todavía aires frescos de democracia, en Londres podía observarse a los melenudos, punkis, hippies y otros tantas tribus urbanas, y que lógicamente a mi me llamaban la atención.

Aquí conocimos a tres chicas alemanas, con las que pasamos algunos buenos ratos por los distintos lugares de “marcha” de esta gran urbe.




Londres es una gran metrópoli fascinante, y con infinidad de lugares para visitar, distraerse y curiosear.