viernes, 2 de junio de 2023

Kirguistán, entre yurtas y montañas nevadas (Mayo/23)

Antes de empezar con este trepidante recorrido por tierras de Kirguistán, una breve mirada a través de varias imágenes para que, poco a poco nos vayamos adentrándonos en este maravilloso mundo de más allá de las fronteras de Asia...


























Aquí empieza una nueva aventura por uno de los países más remotos, alejados y menos visitados de Asia, Kirguistán 
Ya el nombre a primera vista, nos dice "que no tenemos ni idea de donde queda ese país". Si termina en "Tán" suena a peligro, terrorismo o algún lugar mejor no pisar, como Afganistán, Pakistán...como casi siempre, un error de mala información y prejuicio antes de iniciar un viaje. 

Para situarnos en el mapa.


Montañas de más de 7000 metros de altura, un pueblo de Kirguis con mucha historia a sus espaldas, un lugar remoto, desconocido... es lo que buscaba, aventura plena. Todo esto fue lo que me atrajo de este misterioso país y, rápido me puse en marcha, empecé a echar números, lugares a visitar, distancias a recorrer, posibilidad de transportes, alojamientos, consulte libros, webs, blogs, y aunque ya sabía que era un país bastante barato, me planteé la posibilidad de ir yo solo o con un pequeño grupo. Rápidamente llegué a la conclusión de que ir por mi cuenta necesitaría de mucho tiempo en trasportes públicos (y muchos no llegarían) para alcanzar las mismas fronteras de China y zonas de lagos totalmente apartados de la civilización. De este modo, ya tenía claro que mejor en un pequeño grupo mochilero, saldría más a cuenta a la hora de compartir alojamientos y transporte.

Contacté con la agencia mochilera "Paso Noroeste" y tenían programado un viaje para el mes de mayo,  perfecto me apunté y a esperar el grupo de mochileros competentes que se pudieran apuntar.

Al final se hizo un buen grupo de once componentes más la coordinadora, a saber: Igone e Ima de Biskaia; Sonia (coordinadora), Eli y Marc de Barcelona; Mar y Ernesto de Tenerife, Natalia de Madrid; Estefi de Pontevedra; Claudia de Alicante; Antonio de Zaragoza y un servidor el único andaluz y de Sevilla. 


Empecemos por un poco de información general del viaje a Kirguistán

Vacunas y enfermedades

Para Kirguistán no hace falta ninguna vacuna obligatoria, pero si algunas que son  recomendables. Yo como siempre, cada vez que viajo a estos países me dirijo a Sanidad Exterior para que me indiquen. En este caso, yo ya tenía todas las dosis puestas: fiebre amarilla, hepatitis A y B, tétanos, cólera, fiebre tifoidea.

Visados, moneda, horarios e idioma

-Con respecto al visado no será obligatorio para nosotros los españoles, solo el pasaporte y que no caduque antes de seis meses.
-El horario con respecto a España son cuatro horas más.
-La moneda oficial es el Som, a fecha de mayo/23 el cambio estaba a 1 € =93 Som
-El idioma oficial es el Tirguis (lengua túrquica) y el ruso.

Transporte

En nuestro caso el recorrido lo hicimos en una mini van que ya contratamos con el conductor, en algunos tramos del país, otros en 4x4 a las zonas más remotas y alejadas de montañas y sobre la marcha, contratamos otras mini van para trasladarnos entre diferentes puntos del país. Creo que es la opción más cómoda, rápida y que podremos llegar a cualquier lugar remoto de Kirguistán, que fue nuestro caso, en transporte público sería muy difícil o casi imposible llegar a esos lugares.

Dormir

En general, los alojamientos son muy económicos y son aceptables sin ser muy exigente, nosotros nos hemos movido entre los 10 y 13 € por persona en habitaciones compartidas y con desayuno incluido: guest house, hostel, refugio de montaña y yurtas (vivienda tradicional de los nómadas en las estepas de Asia central).



Comidas

La comida tradicional kirguisa gira en torno a la carne de cordero, de ternera y de caballo, así como a diversos productos lácteos)
-El Plov (sopa de arroz y vegetales y carne de cordero)
-Bissh parmak (fideos en una sopa con carne de caballo)
-Manti (carne rellena de pasta) carne envuelta en masa
-Boorsok (masa frita acompañada con mermeladas)
-Ensaladas variadas 

¡Ah! se me olvidaba, y a pesar de ser un país musulmán, se puede encontrar fácilmente cervezas, e incluso en algunos bares o restaurantes.¡Bien!

  




Seguridad ¿Es Kirguistán un destino peligroso?

En todo momento, las seguridad la notamos plena a cada paso que dábamos: en bazares, en callejas, en mezquitas. Nunca percibimos la intención de robo. Gran parte del tiempo estuvimos el grupo solo, ya que nos movimos mucho por zonas aisladas de montañas, pero incluso así la sensación de seguridad fue total.

Temperaturas

Kirguistán es un país muy montañoso, y en todo momento nos estuvimos moviendo por altitudes entre los 1000 m. y casi los 3600 m. de altitud con lo que la nieve, la lluvia  estuvo presente con nosotros en alguna ocasión. Frío a veces, calor otras tantas...estamos a finales de mayo y hay que llevar todo tipo de prendas, para la lluvia, para el frío y poca ropa para el calor.

Distribución geográfica del país

Kirguistán con  con 198.500 metros cuadrados (para que nos hagamos una idea es como la superficie de Andalucía+Extremadura+Castilla la Mancha) está dividida en siete provincias, nosotros en los 11 días que duró nuestro viaje solo estuvimos por la zona Norte-Noreste.



Bueno, ya está bien, empecemos con nuestro viaje...

Itinerario a seguir


Día 1. Sevilla-Madrid-Estambul-Biskek Dormir en vuelo

Día 2. Biskek-Torre Burana-Kochkor. Dormir en Kochkor Nomad guest house

Día 3. Kochkor -Kyzart-(caballos)-Kilemche-Dormir en Kilemche Yurtas 

Día 4. Kilemche-(caballos)-Kyzart-Kochkor-Dormir en Kochkor Nomad guest house

Día 5. Kochkor-Naryn-lago Chatyr kol-Tash Rabat Dormir en Tash Rabat Yurtas 

Día 6. Tash Rabat-Lago Kel Suu (trekking)-Naryn Dormir en Naryn Naryn hostel

Día 7. Naryn-cañón Skazka-karakol Dormir en Karakol Hostel Enirest

Día 8. Karakol-Ak Suu-Altyn Arashan (trekking) Dormir en Altyn Arahan Refugio de montaña Elza

Día 9.Altyn Arashan-Karakol-Seven Bulls Rock-Tong Dormir en Tong Yurtas Almaluu

Día 10. Tong-Biskek Dormir en Biskek Koisha hotel

Día 11. Bisket-Estambul-Madrid-Sevilla Dormir en casa

En modo de resumen y antes de empezar con la ruta, detallo a continuación las diferentes actividades  que pudimos realizar en nuestro viaje a kirguistán.

1-Algunas caminatas:
        -lago kel Suu (14 km/desnivel 275 m)
        -Altyn Arashan (20 km/desnivel 960 m)
        -Acercamiento al lago Chatyr Kul (10 km/sin desnivel)
        -Cañón de Skazka (4 km/desnivel 70 m)
2-Algunas ciudades o pueblos (visitas o paseos):
        -Bisket
        - Kochkor
        -Naryn (solo en zona de bazar y mercado, justo el tiempo para comprar comidas)
        -Kyzar
        -Karakol
3-Actividades varias u otros:
        -Excursión a caballo (dos jornadas) 17 km/5 horas (ida) pernoctar en  yurtas, vuelta 17             km/5 horas 
        -Exhibición Águilas de cacería en Tong
        -Paseo por el Valle de Altyn Arashan (4 km)
        -Baños en termas de Altyn Arashan 
        -Parada y panorámica de Seven Bulls Rock
        -Parada y visita a la Torre Burana
        -Parada y visita a los monumentos de Mamake Wonok
        -Visita al caravansaray de Tash Rabat (perncoctar en yurtas)
         -Paseo por el lago Issyk Kul
        

Día 1. Sevilla-Madrid-Estambul-Bisket Dormir en vuelo

Día de vuelos, embarque y escala hasta llegar a la ciudad de Bisket (ya en Kirguistán) a las 7:00 del día siguiente, tras los correspondientes acoples y cambios de hora.
Mi primer vuelo salía a las 14:55 del Aeropuerto de Adolfo Suárez Barajas, terminal 1 con dirección Estambul, allí tendríamos una escala de unas tres horas aproximadamente.


Aunque casi todos salimos de Madrid, solo Marc y Eli que volaban desde Barcelona se unieron  con nosotros en Estambul, así que aquí nos presentamos y empezaría nuestra aventura por tierras de Kirguistan.

Tras pasar los controles correspondientes de pasaportes y recogida de equipajes, ya con la mañana bien entrada en luces llegamos al aeropuerto de Bisket.


Lo primero que teníamos que gestionar era el cambio de divisas (hay varias oficinas, aunque algunas son más oficiales que otras, pero el cambio es prácticamente el mismo. En algunas había que presentar el pasaporte y en otras no) aprovechamos ya para cambiar todo el dinero que estimamos podríamos gastar. 1 €= 93 Som a fecha de mayo/23.


Una vez realizado el cambio, nuestro guía y conductor nos estaban esperando, para aquí, iniciar nuestro recorrido por el país, y antes de empezar, nuestra primera foto de grupo.


Día 2. Bisket-Torre Burana-Koshkor. Dormir en Koshkor Nomad guest house

Ya todos en la  mini van pusimos rumbo hacia Koshkok, pero antes haremos una  parada para visitar  la Torre Burana que se encuentra a unos 72 km.  
Llevamos toda la noche pegando tumbos en aeropuertos, escalas y durmiendo de aquella manera, necesitamos un buen café calentito, así que le dijimos  al conductor que nos parara en algún lugar "chuli" para desayunar, pero claro eso de "chuli" depende de lo que se interprete, así que terminamos en una cafetería de gasolinera.

Y mientras tanto, de presentaciones, charlas y nuestras primeras risas dentro de vehículo...


Dos horas después llegamos a la Torre Burana.



La torre Burana es un gran minarete en el valle de Chuy.
La torre junto con lápidas, movimientos de tierra y  los restos de un castillo y tres mausoleos es todo lo que queda de la antigua ciudad de Balasagum que fue establecida por los Karakhanids a finales del siglo noveno.


Por aquí estaremos una hora aproximadamente, subiendo y bajando por un monte junto a la torre, y desde ahí poder divisar todo este valle.


En los alrededores de la torre, los vacunos pastan mientras que sus cuidadores, siendo algunos simplemente unos críos, montan a caballo, galopando por este verde valle.



Una escalera exterior y una estrecha, empinada y serpenteante escalera interior nos accede a la parte superior de la torre.


Imposible subir, mucha gente, tendremos que esperar a que bajen el resto que aun están arriba...


¡Pues si que eran empinadas y estrechas las escaleras!



Y ya antes de salir y abandonar este recinto, entramos en una yurta que tienen en forma de museo...


Continuamos nuestra marcha con dirección a Kochkor, a la que llegaremos en un par de horas y después de recorrer otros 130 kilómetros, justo a la hora de la comida.

Kochkor

Situado a una altitud de 1800 m.s.n.m, está totalmente rodeado de montañas nevadas, con viviendas de una planta y muchas de ellas situadas entre calles sin asfaltar.


Ya teníamos reservado este alojamiento, así que cuando llegamos nos recibió la anfitriona, la cual para entendernos con ella lo teníamos que hacer a través de traductor del móvil, ya que solamente hablaba kirgui y ruso.


Nos prepara las habitaciones a compartir y tras el sorteo y la distribución buscamos algo donde comer.


Justo en frente de nuestro alojamiento hay un bar local, muy local en donde parece que podemos comer algo, ¿pero que?


Subimos a la primera planta, y una chica muy joven con rasgos mongoles muy marcados nos atiende...y aquí empieza "el no entender nada".
No habla inglés, solo kirgui, así que echamos mano de nuevo del traductor del móvil e intentamos preguntarle qué hay de comer. Ella amablemente nos trae una carta en forma de menú, pero claro en kirgui, seguimos sin entender nada.
Cuando parece que simplemente nos conformaremos con un plato de arroz con trozos de carne nos trae una pequeña muestra y le decimos que sí, eso es lo que queremos..
Y después nos quedamos pensando ¿nos traerá ese platito tipo muestra o nos traerá un plato de verdad?
Pues nada, al final trajo el platito con la muestra, así que a rebañar y a quedarnos con mucha hambre.


Junto a nuestro habitáculo habían otros dos, en donde varias familias de kirguis estaban comiendo...y que cantidad de comidas, con platos muy variados y gran cantidad de frutas, y nosotros con un simple platito de muestra.
Está claro, tendría que haber cogido a la chica y señalarle los platos que queríamos comer.

Regresamos a nuestro guest house dejamos algunas cosas y nos fuimos a pasear y a descubrir kochkor.


Tras andar por un par de calles, llegamos a la zona más comercial, aunque ya a esas horas de la tarde no había demasiado ambiente, y algunos tenderetes casi cerrando.


Entramos en un pequeño mercado...y llegamos hasta la misma carretera principal que atravesaba el pueblo.




Aquí decido seguir yo solo y perderme un poco por las callejas más apartadas que se encuentran al final del pueblo, como buscando las montañas nevadas que veía al fondo.
Le comento a mis compañeros que nos veríamos sobre las ocho de la tarde que es cuando habíamos quedado para la cena.


Pongo en marcha mi rutómetro a grabar, por si acaso me despisto (nunca se sabe dónde iré a parar) y además para saber que distancia recorro.


Empiezo a caminar calle arriba hacia las afueras del pueblo cuando mi vista alcanza ver el minarete de una mezquita de color verde, y al fondo las montañas nevadas, hacia allí me dirijo.. 



Me adentro por unas calles polvorientas y sin asfaltar y veo a varios críos jugando a la pelota, aunque no veo ninguna pelota, es simplemente un bote de plástico, y ellos entusiasmados patean y patean, sonriendo y gritando al igual que lo hacíamos nosotros cuando éramos así de pequeños, y entonces la calle formaba parte de nuestro contexto de juego. ¡Eso se perdió!


Al verme con la cámara colgada al cuello se acercan a mí y me llevan hasta las mismas puertas de su casa para mostrarme a su hermanito pequeño, que un poco tímido se quería esconder tras los pequeños cuerpos de sus hermanas.


Cuando me retiro y me alejo de la casa para seguir callejeando, veo como la cría me sigue, y de nuevo me pide que la fotografíe y después le muestra la imagen. ¡Su rostro sonríe, orgullosa de esa imagen!

Una vez que llego al final del pueblo, a lo lejos veo un esbelto minarete de color marfil, y justo a esa hora la llamada al rezo por parte del muecín está sonando, hacia allí voy…

Una vez allí, no tengo buena perspectiva para pillar bien la mezquita, así que me dirijo a la puerta de un solar en donde un chaval está entrando, y ahí estoy dentro, de su solar, y con buena vista de la mezquita.

Fuera del pueblo totalmente y con unas vistas espectaculares de las montañas al fondo, me adentro a través de un sembrado para inmortalizar desde más cerca una bonita imagen del campesino y los caballos pastando placenteramente




En ese momento  miro la hora y la distancia recorrida, decido poner rumbo hacia nuestro alojamiento, todavía me quedaba bastante hasta llegar...


  Entre calleja, y calleja polvorienta sigo contemplando al fondo siempre las montañas nevadas…el track me dice que ya estoy cerca de nuestro alojamiento.


Lo compruebo, y al final me dice que han sido casi los ocho kilómetros recorridos y casi tres horas. Son las 19:45 justo la hora para comer.


Pues aquí ya estamos todos, aseaditos y dispuestos a degustar la comida kirgui: ensaladas, sopas con carne y mermelada, mucha mermelada…

Y aquí nuestra anfitriona tecleando el móvil para saber que nos quiere decir…¡Cuánto avance de las tecnologías, igualito que antes, que te pegabas coscorrones con la mímica!


Día 3. Kochkor -Kyzart-(caballos)-Kilemche-Dormir en Kilemche Yurtas


El plan inicial de hoy y de mañana tuvo que cambiar a última hora, ya que en un principio era llegar hasta el lago Song Kol, tras hacer una primera jornada a caballo desde Kyzart hasta Kilemche (17 km) y al día siguiente también a caballo (19 km) desde este hasta el lago Song Kol y allí recogernos los 4x4 hasta Naryn, pero al estar cortada la carretera por nieve, tuvimos que cambiar el plan, quedando de la forma siguiente:
Kyzart hasta Kilemche (17 km) y al día siguiente Kilemche hasta un mirador del lago Song Kol y vuelta a Kyzart (19 km aproximadamente), pero por desgracia incluso este último plan tuvimos que cambiarlo por un accidente, que a continuación detallaré. 




Kyzart

Salimos temprano tras el desayuno y pusimos rumbo hacia Kyzart a unos 70 kilómetros, para realizar nuestra actividad de montar a caballos, una experiencia en la que prácticamente todos éramos novatos.


Una vez en Kyzart teníamos que preparar las mochilas con lo único que necesitaríamos para las dos jornadas, el resto se quedaría aquí


Pero antes de partir dimos un paseo por el pueblo y poder disfrutar de unos bellos paisajes de montañas, siempre con sus cumbre nevadas.


Kyzart es un pequeño pueblo al pie del lago Song Kol, sus habitantes son principalmente pastores que guían a sus rebaños por estas montañas, aunque algunos se han dedicado a llevar a viajeros en rutas a caballo por la zona y principalmente al lago Song Kol.




 
De regreso, y antes de partir en la ruta a caballo, nos tenían preparado un exquisito almuerzo para reponer fuerzas…e ir bien preparado para nuestra particular aventurilla ecuestre.

Pues allá vamos empezamos con los caballos. Nuestros dos guías irán eligiendo el caballo que mejor nos irá  a cada uno de nosotros, sobre todo por la envergadura que tengamos.


Una vez todos asignados con los caballos, y tras unas breves explicaciones nos pusimos en marcha…

Allá vamos...

Por delante tendremos unos 17 kilómetros de recorrido hasta llegar a Kilemche, en los que tardaremos unas cinco horas, haciendo una parada junto a un río tras dos horas de cabalgar, y descansar una hora aproximadamente para los caballos y para nuestros traseros.

Durante todo nuestro recorrido nos estaremos moviendo en altitudes entre los 2500 y 3000 metros, y con unas espectaculares vistas hacia todas las montañas nevadas en sus cumbres.


Una vez controlados nuestros caballos, algunos nos animamos incluso a trotar un poco más rápido por estas bellas llanuras.


Eso sí, teníamos que controlar, porque cuando un caballo empezaba a trotar, todos los seguían, algunos intentando coger velocidad, si no lo parábamos… 


¡Madre mía como sufren nuestros culetes, deseando ya de parar!


Alcanzando la cota más alta (3050 metros) tendríamos que bajar por una larga y empinada cuesta, y aquí sí que había que controlar al caballo, ya que un mal movimiento, y al suelo. Algunos se quedaban frenado, al parecer según nos comentó nuestro guía, sienten miedo en esta bajada muy pronunciada…


Tras dos horas de marcha y justo después de pasar un río, hicimos una parada para descansar…¡Nuestros traseros lo necesitaban…!



Los caballos también necesitan parar para comer y relajarse de nosotros pegando botes sobre su lomo…




 

Al ataque de nuevo, a montar y rumbo hacia kilemche…


A partir de aquí son muchos los caballos salvajes que vamos viendo por el camino, embelleciendo aún más, si cabe, este paisaje con campamentos de yurtas blancas que, adornan verdes praderas.

Y tras otras dos horas cabalgando llegamos a nuestro campamento de yurtas…


Aquí nos recibe la familia de varios miembros, mostrándonos cada uno de los espacios: yurta-cocina y las yurtas que harán de habitaciones compartidas...

Un té calentito y una gran merendola de dulces y golosinas varias…¡una delicia de mesa bien cargada de comida!

  


Nos disponemos a estirar las piernas subiendo hasta lo más alto de una peña cercana, sobre el campamento. Al principio tiramos todos hacia arriba, pero la pendiente es muy pronunciada, así que solo Sonia, Antonio y yo seguimos hacia arriba. 

Subiendo, subiendo, al final sin darnos cuenta los tres llegamos hasta la misma cumbre de la peña más alta. Hermosas vistas alrededor y viendo el campamento de yurtas allí abajo, muy abajo...



Y de nuevo para abajo…

Cena, reparto de habitaciones y a dormir...


 

Día 4. Kilemche-(caballos)-Kyzart-Kochkor-Dormir en Kochkor Nomad guest house


Madrugamos y junto con Marc damos un pequeño paseo por la zona…antes de desayunar.

¡Y un poco de meditación!


A pesar de estar a una altitud de unos 2500 metros y rodeado de montañas nevadas no se nota tanto el frío, así que seguimos paseando y disfrutando de este paisaje dantesco.

Poco a poco los compañeros van despertando y saliendo de las yurtas, y nuestra familia anfitriona nos van preparando el desayuno.

Ya con los estómagos hambrientos satisfechos por el exquisito desayuno, nos vamos despidiendo de toda la familia, y como no, foto del grupo para inmortalizar el momento y el lugar.

Preparamos nuestras mochilas y de nuevo a montar a los caballos, por delante tenemos unos 20 km, hasta subir al mirador del lago Song Kol y después regresar a Kyzart.

El cielo está gris y muy encapotado, el pronóstico es de lluvia, y a esa altitud de 3200 metros igualmente nos cae nieve. Así que tendremos que ir bien preparado para lo que pueda venir


Y nos ponemos en marcha…

No llevábamos ni quince minutos cuando, cabalgando todos con nuestros caballos, veo a Ernesto a gran velocidad que pasa como una bala por mi derecha, de inmediato veo como el resbala del caballo y cae al suelo y, encima de él, impacta el caballo, levantándose rápidamente, dejando a Ernesto tumbado en el suelo…con un fuerte golpe.

Momentos de incertidumbre…

Rápido, nuestros guías y Sonia (nuestra coordinadora) saltan de los caballos, y salen a su encuentro, y empiezan a levantarlo y movilizarlo para ver cómo responde…

Sigue los momentos de incertidumbre…

A primera vista no parece ser tan grave como ha sido la caída, aunque él se siente dolorido por todo el cuerpo, ¡normal, con ese golpe!

A partir de aquí tenemos que decidir qué hacer el grupo con respecto al plan de hoy.

Él se niega a montar a caballos (normal), y lo suyo es que lo viera un médico.

Lo que estaba claro es que viendo el pronóstico del tiempo y después del accidente, lo más prudente era volver cabalgando hasta Kyzart, pero y Ernesto ¿Cómo va? La suerte parecía (después de todo) estar con nosotros. Un coche de la familia de nuestros anfitriones aparece por el horizonte allá a lo lejos por una pista algo desdibujada. Paramos el coche y le explicamos lo sucedido. Ellos rápidamente se ofrecen para llevar a Ernesto y Sonia (nuestra coordinadora) para que vaya moviendo el tema de nuestro seguro, y algún médico que lo pudiera ver en algún hospital cercano.

Nosotros seguiríamos cinco horas más cabalgando hasta llegar a Kyzar, y en la última media hora con una fuerte caída de agua…pues sí, llegamos empapados. Ni una sola foto tenemos con tanta lluvia.

Allí estaban los dos gestionando el tema del médico. Ernesto dolorido, arropado y bien mimado por parte de la familia de Kyzart. Besitos, abrazos hacia nuestro compañero…

Con toda la ropa empapada, empezamos a cambiarnos con prendas secas, mientras yo miraba por unas de las ventanas, el cielo seguía ennegrecido y descargando agua. Por suerte ya estamos aquí, bajo techo y de nuevo a comer…   

   

Nuestro siguiente destino en un principio era Naryn, pero con el tema del accidente volveremos  Kochkor puesto que allí, en el hospital, verán a Ernesto, y allí dormiremos, y al día siguiente retomaremos nuestro plan de ruta con dirección a Naryn.

A las seis de la tarde nos recogerán para llevarnos a Kochkor, mientras tanto, y viendo que se ha despejado, Antonio, Marc y yo nos vamos a pasear un poco por el pueblo y disfrutar del ambiente local.




Seis de la tarde, como un reloj suizo, nos recoge nuestra mini van y nos llevan con dirección hasta Kochkor, pero justo antes de llegar al hospital se empieza a escuchar un ruido en los bajos de la furgoneta. Paramos y el conductor abre el capo, y nada, mira en los bajos del coche y ve como el tubo de escape se ha descolgado y rozaba en el suelo.



Solucionado, partimos hacia el hospital que lo tenemos ya muy cerca. Mientras Sonia, Ernesto y Sam (nuestro guía) entran al médico, nosotros esperamos, a ver que le han dicho.

Le han hecho una placa y no aparece nada roto, aunque con muchos dolores, así que analgésico y a mimarlo durante el resto del viaje. Ya a la vuelta a España, le hicieron otra placa y tenía dañada la costilla derecha número 9.

Día largo, así que ya en Kochkor (en el mismo alojamiento que ya dormimos) cena calentita, reparto de habitaciones y a dormir.

Día 5. Kochkor-Naryn-lago Chatyr kol-Tash Rabat Dormir en Tash Rabat Yurtas 

El día ha amanecido con una tromba de agua, miramos el pronóstico del tiempo y da lluvia toda la semana y en todas partes, al menos en la zona norte en donde nos íbamos a mover. Sonia por momentos lo ve todo negro, pero hay que ir poco a poco, de momento en el día de hoy, iríamos en coche todo el tiempo hasta el lago Chatyr kul (en la misma frontera con China) con lo que tampoco nos teníamos que preocupar. Por momentos incluso se plantea tirar hacia otras zonas del país que haga bueno, opción que descartamos y seguimos con nuestro plan inicial.


Ponemos rumbo hacia Naryn que se encuentra a 120 kilómetros, teniendo que pasar por el puerto de Pereval Dolonsky que se encuentra a una altitud de 3030 metros.

Según vamos subiendo el puerto, la nieve la vemos más de cerca, hasta que ya en el puerto nos empieza a nevar levemente, así que el conductor nos hace una parada para disfrutar del paisaje y del entorno. 


Continuamos nuestra ruta y, ya acercándonos a Naryn haremos una parada en un curioso lugar…en Ornok

MAMAKE WONOK





Y llegamos a Naryn

Desde nuestro vehículo contemplamos una bonita mezquita, la mezquita Azreti Alí, también conocida como la mezquita azul, construida en 1995 por un diputado local. Es la mezquita central de Naryn, situada a unos 2000 metros de altitud. 

La ciudad de  Naryn tiene la menor población no kirguisa del país, con lo que estamos hablando de una ciudad donde se respira un fuerte ambiente local. Los adornos de la mezquita son bordados nómadas tradicionales llamados oymos.  

Foto cedida por los archivos de internet

El color azul del edificio también puede indicar el trasfondo chamánico  del pueblo kirguis. El azul era considerado el color del cielo en el tengrianismo (religión tradicional de pueblos túrquico-mongol).

Aquí ya habíamos quedado con tres 4x4 para realizar varias rutas por la zona: lago Chatyr Kul, Carvansaray Tash Rabat y trekking hacia el lago Kel Suu.Organizamos el tema de las mochilas, ya que algunas se quedarán en nuestro alojamiento, solo llevaremos lo necesario para estas dos jornadas.


Lo primero que teníamos que hacer era abastecernos de comida para los picnic del mediodía, ya que nos pillería de ruta. Así que allá vamos, a la zona del mercado a comprar todo lo necesario.

  

El ambiente local, muy local estaba servido, así que aproveché para sacar unas instantáneas de algunos detalles y algunos rostros.


  


Una vez realizada las compras y haber respirado el ambiente local del mercado, nos trasladamos a nuestro alojamiento para dejar todas las cosas y preparar las mochilas para llevar.


    Aquí nos recibe, al igual que en los otros poblados, nuestra familia anfitriona…

Nos distribuimos en los tres 4x4 y ponemos rumbo hacia el lago Chatyr Kul, en las mismas frontera de China situado a unos 120 kilómetros aproximadamente.

Para poder acceder al lago Chatyr Kul tuvimos que tramitar unos permisos fronterizos, ya que al estar en los mismos límites con China nos lo pedían. Así que desde España ya los tramitamos. Cosa que no llegue a entender, pues cuando pasamos ese riguroso control, seguíamos en territorio de kirguistán.

Le preguntamos a nuestro guía, el motivo de ese control, contestándonos que es una zona de reserva protegida y necesitan saber los que entran en la zona. ¡Pues ahí sigue mi duda!.

Desde que salimos del Naryn, el cielo ennegrecido amenazaba con una fuerte tromba de agua, a ver si tenemos suerte…

Llegado al mismo control, nuestro conductor nos dijo que no hiciéramos fotos, estaba totalmente prohibido. Así que una vez en el paso fronterizo presentamos nuestros pasaportes y a esperar. Una compañera, de forma muy sigilosa hizo alguna foto con el móvil. Cinco minutos después se presentó un militar hasta nosotros para obligarle a enseñarle los móviles, ya que aseguraba que se habían hecho fotos. Menos mal que le dio tiempo a borrarla, porque igualmente todavía podríamos estar allí.

Acercándonos al lago, el frío se hace más intenso, y este lugar remoto y apartado parece estar en el fin del mundo. ¡Es una sensación extraña, pero placentera a la vez!

Estamos rozando los 3500 metros d altitud, y las montañas nevadas parece que las podemos tocar con nuestras manos. Junto a la carretera vemos una alambrada y unas garitas con vigilancia permanente. ¿Estamos en China, estamos en Kirguistán?

¡No entiendo esa alambrada!


Detenemos nuestros vehículos y nos disponemos a acercarnos hasta la misma orilla del lago. Nos preparamos bien para el frío, una leve brisa helada nos azota los rostros.

Y empezamos a andar, y andar, y andar y la orilla parecía cada vez más lejos..

El cielo amenazaba agua o quizás nieve (estamos a una altitud de 3530 metros) así que a darnos prisa hasta llegar al lago...


Poco a poco los compañeros se iban quedando atrás, incluso algunos se daban la vuelta…


En el horizonte se podía intuir la orilla del lago con un color blanquecino. Desde aquí, parecía estar helado. Seguimos andando… hacia el.


Nuestros compañeros, todos se han dado la vuelta al ver que nunca se llegaba a la misma orilla. Antonio y yo seguimos avanzando con la firme intención de alcanzar el lago. Aceleramos nuestra marcha, ya que el cielo cada vez amenazaba más la lluvia. 

Cuando parecíamos estar cerca, un brazo de agua en forma de río nos impide el paso hacia el lago. Imposible pasarlo, el agua helada. Por suerte, seguimos por la margen derecha de este brazo de agua y tras 5 kilómetros recorridos alcanzamos la orilla del lago Chatyr Kul.

El lago estaba parcialmente helado por la parte central del mismo. Más allá de la otra orilla, China que la teníamos allí de frente.

Retornamos nuestros pasos, acelerando el ritmo para que nuestros compañeros no nos esperasen mucho tiempo. A la vuelta lo inevitable, A Antonio y a mí nos cayó un poco de agua nieve.

Al final, una orilla que parecía estar cerca (el horizonte engañaba) recorrimos un total de 10 kilómetros.

Y ponemos rumbo hacia Tash Rabat, con dirección a Naryn, desviándonos por una pista de 15 kilómetros hasta alcanzar el caravansaray de Tash Rabat.

En nuestro trayecto podemos ver cientos de marmotas correteando libremente por el campo. Al acercarnos nosotros, huyen rápidamente hacia sus madrigueras.

Para alcanzar este lejano lugar de Tash Rabat lo tendremos que hacer tras pasar el puerto de montaña de Tougart (3752 metro de altitud). El paisaje es dantesco y salvaje, y remoto, muy remoto.

Continúa cayendo agua nieve, el cielo sigue ennegrecido y furioso para descargar…


El paisaje nos invita a disfrutar, a pesar del mal tiempo…

Cuando nos estamos acercando al Tash Rabat, el valle se encajona entre varias peñas rocosas, dando aún más, si cabe, belleza al entorno…  

La pista se adentra en forma de pasillo entre las formaciones rocosas…y los caballos parecen ser testigos de nuestra llegada a su hogar…



Y llegamos a Tash Rabat (3105 metros de altitud), en donde se encuentra el carvansaray del mismo nombre, y junto a este un campamento de yurtas. Este será nuestro alojamiento para el día de hoy.


Estamos situado a 80 kilómetros de Naryn, y el lago alpino de Chatyr Kul del que venimos, y al otro lado de la alta cordillera, a 30 kilómetros.


El entorno paisajístico es perfecto, por una parte las montañas nevadas, por otra el rebaño de yaks pastando por los prados del valle, el contraste blanco de las yurtas con el verde de los montes, y como no, lo que nos ha traído hasta aquí, el caravansaray de Tash Rabat.


Cuando llego, rápidamente empiezo a trotar por el monte subiendo y bajando e inmortalizando con imágenes este bello lugar, aprovechando que se ha abierto una ventana de buen tiempo.





El Tash Rabat es un antiguo caravasar del siglo XV, en piedra y bien conservado, que formaba parte de los alojamientos de los antiguos comerciantes de la ruta de la seda. Significa “Posada de Piedra”.


En el año 1984, Tash Rabat fue renovado y reformado, formando parte en el día de hoy de una atracción turística para los viajeros.


Nos disponemos a entrar para visitarlo, pagando 150 Som, algo más de un euro.



El interior está dividido en varias habitaciones y cámaras parcialmente conectadas entre sí por un pasillo central y un contiguo abovedado con una cúpula, que tiene salas agrupadas formando un antiguo espacio de oración.

    

En ambas esquinas del frente de la edificación se alzan torres cilíndricas que solo sobresalen un poco del edificio. El techo es plano y está rodeado por un antepecho.


Una vez visitado este caranvasaray aún tenemos algo de tiempo para estar por la zona, y disfrutar  del entorno antes de irnos a cenar.


Poco a poco el día se va apagando y da paso a la noche, el cielo no está estrellado, está totalmente encapotado, e intuyo, estando a 3100 metros de altitud que esta noche nevará…

Hora de comer. ¡Madre mía, cuanta comida!, pues nada a comer se ha dicho.

Esta noche nos ha tocado compartir la yurta a Mar, Estefi, Marc, Antonio y yo.

Las risas estaban servida, cuando Antonio intentaba recordar lo sucedido días atrás, ¿Qué pasó…? ¿Cuándo fue eso…? ¡Ah, sí cuando estaba apoyado en la pared…! ¿Qué me caí en las letrinas…? 

El eco de las risas retumbaba en la noche obscura de las montañas del Tash Rabat... 

Por cierto, Estefi se quedó dormida a los dos minutos de entrar en la yurta…

Sobre las dos de la madrugada me levanté para hacer pis, y una fuerte nevada caía sobre el campamento, y también sobre mí, acerté en la intuición.


Día 6. Tash Rabat-Lago Kel Suu (trekking)-Naryn Dormir

 en Naryn Naryn hostel


Por la mañana, veo que entra un poco de luz por uno de los huecos de la yurta, no lo puedo evitar, me levanto ya…

Al abrir la puerta de la yurta parcialmente encajada, veo todo blanco de nieve, bajo un cielo totalmente azul…

Me dirijo al pequeño lavabo improvisado que había en el exterior de una yurta y, echarme agua en los ojos, y poder ver bien la maravilla de mañana que tenemos, en un paisaje nevado totalmente blanco.

¡Imposible echarme agua, no sale nada, el tubo se ha quedado congelado!


Me pongo en marcha y con mucho cuidado subo al monte que tenemos junto a nosotros poder contemplar desde lo alto esta maravilla de paisaje…

En la bajada, tengo que tener mucha precaución, puesto que hay algunas zonas con hielo y el terreno es muy empinado, con lo que un resbalón voy directamente al techo de una yurta.


Tras el copioso desayuno, los conductores calientan motores con los 4x4 y con paciencia quitan el hielo que durante la noche se ha impregnado sobre los vehículos.

Foto de grupo para inmortalizar el lugar, y ponemos rumbo hacia uno de los lugares más hermosos del viaje y a la vez más lejano, inaccesible y remoto en la misma frontera de China y lindando con la cordillera del Tian Chan,  montañas con altitudes que superan los 7000 metros.

Nos vamos al lago Kel Suu 


Por delante tendremos un larguísimo trayecto hasta alcanzar el lago kel Suu, en unos 150 kilómetros de distancia y para ello, echaremos unas seis horas, Además de casi una hora para que el conductor comiese. 


El paisaje durante todo el trayecto es bestial, paisajes con grandes montañas por todas partes…

Las carreteras desiertas, solo para nosotros, y mejor así porque cuando tienen que adelantar, vaya como adelantan…


Grupos y grupos de caballos salvajes vamos viendo por el camino, además otras tantas vacas y corderos, los yaks solo son visto en altitudes que superan los 3000 metros.


Dejamos la carretera y a partir de aquí son las pistas de tierra, al principio en buen estado, pero más adelante hay tramos en los que prácticamente hay que detener el vehículo para poder avanzar.

En nuestro trayecto son muchos los cementerios kirguis que podemos ver, y que con el fondo de las impresionantes montañas nevadas, nos dan una bonita estampa.


Todavía esa distancia…lo importante es que vamos disfrutando con su paisaje.

Al igual que para acceder al lago Chatyr Kul, teníamos que haber tramitado el permiso (el mismo que teníamos) para alcanzar este lago, ya que queda igualmente en la misma frontera de China.

Aquí teníamos dos controles, uno parecía más casero, en donde nuestro conductor siempre aprovechaba para fumarse un cigarrillo con el colega del paso fronterizo, y el otro que se encuentra más adelante cuando la carretera coge bastante altura, y ese sí es más serio con garita en alto incluso.




Y metidos ya totalmente en la cordillera del Tian Chan, nos movemos por encima de los 3200 metros de altitud, el paisaje nevado es fascinante.



Y casi siete horas después llegamos, por fin aparcamos y empezamos a andar.


A esta altitud, y teniendo en cuenta lo que tenemos  por delante tenemos que ir bien preparados para el frío, la lluvia, bien de líquidos y de comida. Pues a la mochila todo.


Por delante, según el track que descargué y para asegurar la llegada y vuelta al lago, tendremos algo más de 13 kilómetros, casi 300 metros de desnivel y cinco horas pasadas..


Espectacular ruta sin dificultad alguna y con unas vistas alucinantes de las montañas nevadas que quedan por encima justo del lago kel Suu.


Durante todo el recorrido iremos por la margen derecha del río, aunque en algún momento dudamos si se tendría que pasar el mismo, ya que se veían unos senderillos por la otra orilla. Aunque el río va muy crecido y el agua corre a gran velocidad con lo que en todo momento descartamos esa opción. Consultando el track seguiríamos por aquí.




Caminando por la margen derecha llega un momento en el que no podemos seguir, así que un senderillo nos marca la ruta para subir a una pequeña loma y de este modo salvar el río.

Aprovechamos para hacernos unas fotos de grupo en un marco inigualable.


Llegando al último tramo de nuestra ruta, quizás la de mayor desnivel, pero antes tendremos que pasar un pequeño brazo del río, y ya todo para arriba.


Con la bajada de algunas zonas de arroyos, el suelo está totalmente mojado y embarrado, con lo que es garantía plena de ponernos las botas perdidas de barro, y más de un resbalón será lo habitual.


¡Y alcanzamos el lago…sencillamente espectacular!

Estamos exactamente a una altitud de 3520 metros.


Kel Suu significa lago de agua, rodeado de coloridas montañas, acantilados de granito, prados, picos helados y vertiginosos cañones.


Ubicado  en el valle de Kurumduk (significa, “el valle preservado”) entre altos acantilados se encuentra el pico Sary Beles con 4726 metros de altitud.

Este lago tiene una longitud de 10 kilómetros y entre 100 y 800 metros de ancho, con tres pasos que la unen con la vecina China, pero oficialmente cerrado.


Este lago, el más remoto de Kirguistán, y rodeado de montañas se formó en la década de 1980 por un desprendimiento que creó una presa natural en el río Kurumduk. Esto hace que su tamaño dependa en gran medida de la cantidad de agua o nieve que haya recibido recientemente.

Con el tiempo justo para picar algo y rápido para abajo. Algunos compañeros iban un poco apresurado y necesitarían tiempo para llegar.

Yo me quedé un poco por arriba disfrutando de este increíble lugar. Ya los alcanzaría en la bajada…


Y poco a poco y cada uno a su ritmo fuimos llegando a los vehículos, sin antes no dejar de asombrarnos de los increíbles yaks muy peludos y que siempre se mueven en estas altitudes.

A la vuelta ya sabíamos que nos cogería la noche, pero lo que no sabíamos es que, por ejemplo nuestro vehículo, no le funcionaban las luces, con lo que durante un buen rato fuimos detrás de uno de los nuestros y dejándonos guiar por sus luces delanteras.

Cuando abandonamos las pistas en muy mal estado y con boquetes que podría entrar hasta una rueda, llegamos a una carretera y allí pudimos parar y ver si lo podía arreglar. Por cierto, cuando paramos, vimos el otro coche nuestro que también paró porque los neumáticos iban muy bajos de presión, posiblemente habría pinchado, pero aguantó hasta llegar a nuestro alojamiento. Y a nuestro vehículo pudo al menos encenderle una luz, algo es algo.

Y sin decir nada de los adelantamientos…seguimos vivos, de milagro.

Una vez en nuestro alojamiento de Naryn, unas sopitas calentitas y a dormir, que mañana tenemos más tute.

Día 7. Naryn-cañón Skazka-karakol 

Dormir en Karakol Hostel Enirest


Ya en la noche anterior, Sonia tuvo que estar gestionando el tema del transporte hacia Karakol, puesto que de momento no teníamos nada concretado. La idea era tirar hacia Karakol, pero antes hacer una parada y visitar el cañón de Skazka, en la misma orilla del lago Issyk Kul. Para ello planteamos la opción de coger varios taxis a compartir o una mini van. Así que con los contactos que se tenía, se preguntó por precios y al final nos quedamos con dos mini van para todo el grupo a buen precio. Allá vamos, por delante tenemos 185 kilómetros hasta el cañón de Skazka y después otros 117 km hasta karakol. 


Los dos conductores que cogimos (creo, no creo, confirmo) es la primera vez que subían hasta esta zona del país, puesto que durante todo el tiempo iban totalmente despistados y desorientados, sin decir nada sobre los adelantamientos. Nosotros con el maps y el google maps tuvimos que ir orientándolos hasta la misma entrada del cañón de Skazka.

Una vez que llegamos, de una casetilla sale un chico para cobrarnos la entrada, 50 Som, no llega al medio euro. Nos dice que desde allí podemos empezar la ruta, pero veo que ha entrado un coche, así que le decimos que iremos hasta adentro donde había un aparcamiento y aparcar nuestros vehículos. No tenía sentido la caminata por esa pista de algo más de un kilómetro.


Un mapa indicativo nos marca la ruta a seguir. No hace falta, los caminos son muy intuitivos, bajando y subiendo y recorriendo los senderillos que vamos encontrando por el camino. Al final recorreremos un par de kilómetros y estaremos hora y media.


Acostumbrado hasta ahora a ver  tantas montañas nevadas, prados con un verde intenso, campamentos de yurtas…este paisaje árido, si es un verdadero contraste.



Al pasear por sus rocas areniscas de colores rojizos, ocres, amarillentos, y viendo esas formaciones rocosas, la imaginación de cada uno hace que veamos figuras de rostros, de animales. Es cuestión de dejar volar la imaginación. 


Hay quien dice que es una versión más pequeña del famoso Gran Cañón Americano, no lo conozco, solo por fotos,  pero me parece una exageración.


Las formaciones rocosas atípicas, los coloridos de sus barrancos, y algunos pequeños valles de color verde entre tanta roca arenisca de color anaranjado y amarillenta nos da un bonito contraste cromático.


Sin lugar a dudas si se hace un viaje a Kirguistán, este es uno de los lugares que no podemos dejar de ver, ya que contrasta de forma sobresaliente con el resto del paisaje de este maravilloso país.



Tras hora y media recorriéndolo, nos montamos de nuevo a nuestros vehículo y ponemos rumbo a karakol, quizás uno de los lugares más turísticos del norte de Kirguistán, ya que se utiliza como base para los muchos trekking de la zona.


karakol


Ya por la tarde, en torno a la cinco llegamos a karakol. Fuimos directamente para nuestro alojamiento, dejamos las mochilas, reparto de habitaciones y con mapa en mano nos fuimos a visitar esta ciudad.

Karakol está situada a unos 12 km de la costa de lago Issyk Kul a los pies de la majestuosa cordillera de Terskey-Alatoo. Aunque no tiene demasiado atractivo, a diferencia de su enclave rodeado de montañas nevadas, veremos algunas cosas sobre todo sus templos, dos mezquitas y una iglesia ortodoxa.

Iglesia ortodoxa de la Santísima Trinidad

Iglesia ortodoxa de la Santísima Trinidad, construida entre 1894 y 1895  es la única iglesia ortodoxa activa en Karakol.

Inicialmente, la forma del edificio fue concebida como una cruz equipotencial, que sería coronada por 5 cúpulas y un campanario.

Las paredes de la iglesia contienen reliquias de los mártires sagrados Probo, Taraco y Andrónico, así como el icono de nuestra Señora de Tijvin.



Después de la revolución de los años 20 y 30 del siglo XX, la iglesia centenaria fue cerrada y la propiedad fue saqueada.


Más tarde este edificio se abrió una escuela de deportes para niños. Durante la Segunda Guerra Mundial el edificio fue devuelto a los creyentes, quienes hicieron las reparaciones a sus expensas.

 
Sin embargo en los años 60 del siglo XX el edificio pasó nuevamente a ser escuela deportiva. En 1982 el edificio fue abandonado y estuvo vacío hasta 1986, que fue cuando comenzaron los trabajos de restauración. 


Y en 1993, el templo se convirtió nuevamente en un monasterio ortodoxo y adquirió su aspecto original. 


Mezquita de Dungan 

En 1877, los refugiados Dungan de China se mudaron a Karrakol y fundaron una comunidad aquí. Y en 1907 el arquitecto Chou-Si de Pekín fue invitado aquí, quien con un grupo de construcción que contaba con unas 20 personas entre techadores, albañiles y talladores de madera empezaron a preparar materiales para construir una futura mezquita. El abeto de Tian-Chan. Y En 1910 se erigió la Mezquita de Dungan construida por las mejores tradiciones chinas.


Esta mezquita es un ejemplo vivido de la cultura china en territorio de Kirguistán. Una permanencia centenaria, protegida por fuerzas sobrenaturales, trae paz y tranquilidad a los corazones de los huéspedes y visitantes.


Y por último, una mezquita construida en el año 2017 para que los fieles musulmanes tuvieran un lugar en donde rezar.


Seguimos paseando por karakol, unos crepes para degustar, una entrada a un parque, y poco más.

Hora de cenar. Sonia tenía referencia de un buen sitio donde comer, el restaurante Zadia food, un buen lugar, buena comida, dos buenas jarras de cervezas y todo por un módico precio de 7,5 €.

Fin del día de hoy, partimos hacia nuestro alojamiento y a dormir, que mañana tenemos una fuerte caminata hasta el Antyl Arashan.

Día 8. Karakol-Ak Suu-Altyn Arashan (trekking) Dormir en Altyn Arahan Refugio de montaña Elza


Altyn Arashan (3000 m) Nuestro destino de hoy.

Tras un buen desayuno partimos temprano, preparamos nuestras mochilas con lo necesario para trekking y la pernocta en el refugio de montaña en el Altyn Arashan. ¡Ah, que no se olvide, comida y bebida para la larga caminata!

Nos trasladaremos hasta el cercano pueblo de Ak-Suu (a 12 km de karakol) en donde empezará nuestra caminata, pero primero teníamos que coger una furgoneta que nos llevaría hacia allí (el número 350 Karakol-Ak Suu). Compramos en un súper y a la montaña…

Ya había descargado el track que nos llevaría hasta el alto de Altyn Arashan, por delante teníamos algo más de 20 kilómetros, rozando los 1000 metros de desnivel, y el tiempo estimado, 5 horas, aunque podrían ser más, dependiendo del ritmo y del disfrute por el camino. 


Los primeros cuatro kilómetros transcurrirán por el mismo pueblo, viendo siempre de frente las imponentes montañas nevadas al fondo.

Y como siempre voy inmortalizando detalles que siempre van dejando huellas en todos los viajes: personajes, templos…momentos.





Casi al final del pueblo, y antes de encontrar el desvío hacia Altyn Arashan, una familia nos indica (por mímica, claro está) que si queríamos subir con 4x4, a lo que algunos compañeros se vieron convencidos, ya que no se verían con fuerza como para realizar la caminata. De ese modo, Ernesto (que ya venía fastidiado desde el accidente del caballo) Mar (iba mal con la espalda) y Natalia (que no llevaba bien las piernas) se fueron en un vehículo tras intentar negociar con la señora. 


Al final se quedó en 75 €, caro me resultaba, pero la verdad, que la pista es infernal y el terreno está en muy mal estado, con decir que se tarda dos horas en recorrer los 20 kilómetros.

A partir del desvío, y sin pérdida alguna, la pista nos llevará hasta el alto del valle, en donde se encontrará nuestro alojamiento. En tramos más ascendentes, pero en general muy progresivo. ¡Casi que ni se nota que vamos subiendo!


A nuestro paso, venos una familia nómada con una caravana cargada de colmenas, y que de un lugar a otro se van moviendo para recolectar la miel.

Según nos vamos adentrando en la zona boscosa, el paisaje se hace más espectacular. Grandes masas forestales vamos dejando a nuestro paso.


Entramos en una zona de reserva con un  valor paisajístico incalculable, inmensos  bosques de abetos y pinares de alta montaña. 

Cuando llevamos un rato de ruta, aparece el 4x4 con nuestros compañeros de fatiga (bueno, ahora de fatiga como que no, ellos van ahí bien cómodos)

¡Mira que contentos van, hacen bien!



Durante todo el tiempo llevamos junto a nosotros el caudaloso río Arashan que furioso con sus aguas bravas, lo deja caer en el pueblo de Ak-Suu y mucho más allá.

La mayor parte de esta área es de investigación botánica y pertenece al Reserva natural de Arashan.

El tiempo está que no termina de decirse, tan pronto sale el sol, como que cae un poco de llovizna. Las nubes corretean de un sitio para otro, como jugando entre ellas…

Ahora las nubes si vienen más ennegrecidas y amenazan caída de agua, incluso pude ser hasta agua nieve....en esta cota a la que estamos


Junto a nosotros tres jinetes cabalgan (dos en caballo y un crío en un burro), llevando varias reses a las zonas altas para pastar …

Ahora sí que está cayendo agua, sacamos nuestros chubasqueros y a cubrirnos bien, por momento el aguacero es fuerte, y al poco escampa.

De frente, un colega que también viene cabalgando hace una parada para intercambiar unas charlas amigas con los otros, y todo esto bajo un apretón de la lluvia.

Ahora si tenemos un fuerte repechón que nos hace resoplar en la subida, pues nada, poco a poco…

Las vistas que tenemos hacia delante de nosotros son espectaculares. Los miles de abetos que suben por las laderas, se pierden allá en lo alto, en donde las nubes ya las invaden.


Un cartel ya nos indica que estamos cerca del valle del Altyn Arashan, solo nos queda un kilómetro, pero que kilómetro, el de mayor desnivel, en una empinada cuesta que parece no acabar nunca.

¡Guau, guau, guau!

¡Qué contraste de colores: el azul del cielo, el blanco de las montañas nevadas, el color ocre de las montañas peladas, y el verde, verde intenso de los miles de abetos que adornan todo este paisaje, y yo allí abajo, en esta inmensidad de belleza!


Un último empujón y llegamos al collado, desde donde tenemos unas vistas alucinantes con los campamentos de yurtas allá abajo, y al fondo, totalmente nevado el pico Palatka de 5020 metros de altitud en su parte sur.

Hasta aquí llevamos unos 20 kilómetros y algo más de cinco horas. Todavía nos falta llegar hasta el final del valle que es en donde se encuentra nuestro alojamiento.

Mires hacia donde mires, el paisaje es alucinante.

Me detengo, y me giro lentamente los 360 grados como las agujas de un reloj mueven sus manillas, y en cada movimiento, me digo lo mismo ¡cuánta belleza!

Y llegamos a nuestro alojamiento, allí ya nos estaban esperando varios compañeros…

¡Vaya enclave, mejor imposible!

Una vez ya todos en el refugio, unas buenas cervezas, unas sopitas calientes y un poco de charlas y risas y cada uno contando su experiencia en la subida.

Después de un pequeño relax varios compañeros querían ir a las termas que se encuentran junto al alojamiento, otros decidimos pasear un poco valle hacia el fondo, acercándonos a las montañas nevadas. ¡A elegir!

Los de las aguas termales

El complejo de aguas termales cuenta con varios cobertizos de madera que contiene piscinas sulfurosas calientes y que curan diversas dolencias. Son tres grupos de manantiales termales nítricos en el lado derecho del río Arashan.



Los del paseo por el valle

Natalia, Antonio y yo decidimos caminar un poco siguiendo el margen izquierdo del río Arashan y continuando por el valle.

A nuestro paso, son muchos los caballos salvajes que están pastando. Algunos potrillos corretean detrás de la madre cuando nosotros nos acercamos a ellos.

Las vistas del valle y de sus montañas nevadas al fondo son fantásticas…


Tras una hora de caminata decidimos dar la vuelta, ya que sobre las ocho hemos quedado para comer.

Al final hemos recorrido casi cuatro kilómetros en plan tranquilo, charlando y disfrutando de un maravilloso paisaje alpino.





A la vuelta nos encontramos de frente a otros compañeros iban también de paseo, ya todos juntos regresamos al alojamiento.



Día 9.Altyn Arashan-Karakol-Seven Bulls Rock-Tong Dormir en Tong Yurtas Almaluu


La mañana amanece con un cielo encapotado y una leve llovizna en forma de agua nieve. Desayunamos y esperamos que nos recoja el “tanque de la época soviética” y que nos llevará hasta karakol. 



Cualquier vehículo que haga esta bajada, deberá tener una buena potencia, unas buenas ruedas y un buen conductor. En algunos tramos, las rocas picudas y otras redondeadas se encuentran en la mima pista polvorienta. No es de extrañar que se tarde en bajar un par de horas, en tan solo 21 kilómetros.

A mitad de camino hacemos una parada para relajar los cuerpos con tantos botes y además para que el conductor se asegurase de que todo iba bien con el “tanque”.


Ya en karakol nuestro conductor nos dejaría directamente en el mercado de animales que se celebra allí todos los domingos y que se encuentra en las afueras de la ciudad.

Estamos sin lugar a dudas en uno de los mercados de animales mayores de toda la antigua Unión Soviética y parte de Asia Central.  Es equivalente al más conocido mercado de los domingos de kasghar en el otro lado de la frontera en China.

  

Aquí el ambiente nómada se respira por cada rincón de este exótico mercado, que parte de la población kirguisa aún vive del pastoreo. Muchos vienen de puntos remotos del país para comprar y vender sus animales.

Podemos encontrar todo tipo de animales, hombres vendiendo vacas, niños vendiendo ovejas culonas, muy culonas y que jamás había visto antes. Caballos que se venden y se compran, incluso algunos que solo vienen aquí para herrar a sus equinos.

   

Así es la vida kirguisa, una vida nómada y de pastoreo, y aquí perdido varios occidentales mezclados entre ellos, gente sencilla y humilde en este remoto rincón de Asia central.


No solamente se venden y compran animales, sino que también en varios tenderetes, todo tipo de accesorios para los mismos.

Hora de partir para nuestro alojamiento, recoger las mochilas y seguir nuestro viaje hacia Tong, haciendo una parada primero en Seven Bulls Rock. Pero antes toca negociar con varios taxistas para que nos lleven hasta nuestro hostel.

Seven Bulls Rock

Ya con todo preparado contactamos con unas minivan oficiales con dirección a Bisket, negociamos el precio para hacernos una parada en Seven Bulls Rock a solo 30 kilómetros de karakol.

El jeti-Ögüz Rocks es un área geológica protegida (Monumento Natural) que se estableció como formación geológica única en 1975 con el propósito de conservarla, con acantilados escarpados compuestos de conglomerados rojos del Terciario.

El nombre deriva del parecido de la formación rocosa con siete toros y una leyenda sobre la esposa infiel de un khan (máximo gobernante turco-mongol).

Seguimos nuestra marcha hacia Bokonbayevo y junto a esta, la cercana localidad de Tong, en la misma orilla del lago Issyk Kul, por delante tenemos 130 kilómetros y teniendo en cuenta que la carretera está en obra, tardaremos más de tres horas en llegar.

Llegamos a nuestro alojamiento, un campamento de yurtas, al estilo camping en España. Un bonito lugar junto al lago Issyk kul. Repartimos las yurtas en donde íbamos a dormir y a pasear un poco por la zona.



Este lugar está regentado por una familia kirguisa, en donde los crío corretean entre las yurtas jugueteando como cualquier niño del mundo. Y la abuela, allí bajo el sombrado de una yurta, y a la que me acerco para poder sacarle una imagen.

La familia tiene también un pequeño taller en donde confeccionan detalles para los viajeros que se quedan por aquí.


Tras un buen duchazo y quedarnos en ropa casi de verano (hace bastante calor) y guardar ya la de montaña, partimos hacia Bokanboyevo en donde comeríamos y después, en un principio teníamos contratado una exhibición de águilas de caza.

Al estar este lugar apartado de todo (está en medio de la nada) gestionamos varios taxis para desplazarnos al cercano pueblo que estaba a unos 8 kilómetros. 

Buena comida a base de cordero y de platos típicos de la zona y varias cervezas que pudimos traer de una tienda que estaba en la zona comercial, y que es bastante fácil de conseguir, a pesar de ser un país musulmán, incluso en algunos restaurantes la sirven.

Y de nuevo regresamos a nuestro alojamiento para disfrutar de la exhibición de cetrería...

Junto a nuestro campamento y en pleno campo abierto con el fondo de las montañas nevadas, presenciaremos como el águila ya adiestrada vuela en busca de la carne…


Cazar con águilas es una costumbre muy arraigada en algunos países de Asia Central, como en este caso es Kirguistán, y aquí junto al lago Issyk Kul, sin dudas es el mejor.


Una pareja compuesta por un hombre y un águila que se encuentran sumamente conectados entre sí y funcionan como un equipo perfecto a la hora de conseguir comida en forma de libres, zorros, linces, y otros.

Berkushi son los kirguisis que cazan con las águilas, una tradición que se mantiene a día de hoy para mantener el legado cultural de los pueblos nómadas.

El que tiene el águila es considerado como una especie de héroe cuyo rol se transmite de generación en generación.

Hace tiempo la vida en Kirguistán era completamente nómada, y su población empezó a utilizar esta forma de cazar porque les parecía una forma de cazar más amigable con el ecosistema, evitando de este modo utilizar armas.

Al águila le tapan los ojos con un casco para que esté más tranquilo y no esté permanentemente en estado de alerta, quitándoselo cuando va a casar.

Como curiosidad, estos animales suelen vivir 40 años, pero a los 20 años las sueltan para que vivan los últimos años en libertad. Dicen que durante los primeros años de libertad el águila sigue volviendo a su “hogar humano”.

Tras la exhibición, varios compañeros pudimos montar en el caballo y poder sostener el águila, pudiendo girar el brazo hacia atrás y el águila alza las alas como si quisiera volar. ¡Bonita experiencia!

Tras casi hora y media presenciando la exhibición de cetrería, damos un paseo hasta la misma orilla del lago, que lo tenemos a unos escasos cientos de metros.

Lago Issyk-Kul

Este lago es el segundo lago de montaña más grande del mundo, detrás del lago Titicaca. Se encuentra a una altitud de 1607 metros de altitud y alcanza 668 metros de profundidad. Tiene una longitud de 182 kilómetros y una anchura de 60 kilómetros.

Es una inmensidad de lago, de hecho, cuando lo vemos da la sensación de estar en pleno mar. No llega a alcanzarse con la vista la otra orilla.


La orilla sur del lago está dominada por la escarpada y hermosa cordillera del Tian Chan, con las montañas más altas del país, superando los 7000 metros de altura.

Como curiosidad y aunque parezca increíble, aquí desembocan 118 ríos y arroyos, siendo el más grande el Jyrgalang y el Tüp. Este lago se alimenta de manantiales y del deshielo.

El día se va apagando y da paso a la noche, pero antes contemplaremos un bello atardecer con los últimos rayos del sol, escondiéndose en el horizonte, allá a lo lejos, en la otra orilla del lago Issyk Kul.

Y en este momento me viene una frase a la mente y que en muchas ocasiones quiero hacer mía:

 “los viajes son como los atardeceres, si esperas demasiado te lo pierdes”

Día 10. Tong-Biskek Dormir en Biskek Koisha hotel

Último día en Kirguistán. Salimos temprano para aprovechar el día en la capital del país, por delante tenemos 270 kilómetros y gran parte del trayecto con la carretera arreglándose con lo que las cinco horas no hay quien nos la quite.

Llegamos a nuestro hostel (por cierto está muy bien, céntrico y buena ubicación) y como todavía no podíamos utilizar las habitaciones dejamos las mochilas guardadas y a descubrir la capital de Biskek.

Bishket es una gran capital y tiene en torno a un millón de habitantes estando a una altitud de unos 800 metros. Se encuentra situada en el Valle del río Chu, al pie de los montes Kirguises y a muy poca distancia de la Frontera con Kazajistán.

Lo primero que haremos es visitar el bazar Osh Bazaar que le tenemos aquí muy cerca, a 10 minutos. Los bazares son siempre el lugar perfecto para ver la cotidianidad de un pueblo y su cultura, así que allá vamos…

La fragancia del lipeshka, el pan recién horneado en una arcilla cilíndrica, nos adentra a este mundillo y que tanto siempre me ha atraído, en donde se pueden inmortalizar muchas imágenes del quehacer diario de la población kirguisa.

La algarabía de este mercado bazar es el que corresponde a cualquiera de este tipo en Asia central, pero no parece serlo menos en el orden. Nada que ver con otros en donde los empujones y gritos por parte de los comerciantes es lo habitual. Nuestro deambular por aquí parece bastante discreto.

Prácticamente todo el personal que vemos por aquí son autóctonos, no vemos muchos viajeros. Está claro que a diferencia de otros mercados de este tipo el reclamo es menor.


Además de las tiendas de comidas: frutas, verduras, dulces…hay otras que nos sorprende más, en donde venden los curiosos sombreros que resulta ser algo así como la prenda nacional para los kirguisis varones. Muchos de ellos lo siguen llevando este Ak-apak, no solamente los mayores sino también los jóvenes. Muestra de la cultura kirgui





Salimos del bazar y nos dirigimos hacia la zona de las universidades, el epicentro de la ciudad en donde se encuentra la plaza Ala-Too.

La plaza de Ala-Too es el corazón de la ciudad de Bishkek, es una enorme extensión con una fuente central adornada con vistosas flores, junto a varias de las universidades.

   

Esta plaza fue construida en 1984 para celebrar el 60 aniversario de la RSS de Kirguistán, y más soviética no puede ser.

Esta plaza solía tener una estatua de Lenin que posteriormente fue reemplazada por uno de los Manas, el emblema del país. 


Cruzando la avenida Chui destaca la estatua del omnipresente Manas montando a caballo y muy cerquita de él, la bandera de Kirguistán a 45 metros del suelo.

La plaza está llena de fuentes y se utiliza para eventos masivos y celebraciones. Incluso debajo de esta plaza hay unos bunkers que quedaron de la época fría, aunque se pueden visitar, nosotros no lo hicimos.


Manás es un poema épico del pueblo kirguís y el nombre su héroe épico. El poema que es veinte veces más largo que la Odisea de Homero, cuenta la historia patriota de Manás y de sus descendientes, quienes pelearon contra los uigures en el siglo IX.

Se dice que Manás nació en las montañas de Ala Too en la provincia de Talas al noroeste de Kirguistán, y se cree que un mausoleo que se encuentra a 60 km al este de Talas contiene sus restos.

En el año 2009, el Manás fue inscrito en la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco a propuesta de China.


Seguimos avanzando, y para ello llevamos a Sam, (recordamos, el guía que tuvimos en las rutas de caballo en Kyzar y Kilemche) que nos está haciendo de guía. Eso está bien, porque así vamos a tiro hecho a los lugares más interesantes sin perder mucho tiempo.

Él es profesor de inglés y en nuestro paseo nos acercó a la escuela en donde daba clases, y allí nos presentó a varios compañeros, que como es natural no entendimos nada, hablaban en kirgui.

En nuestro paseo por la ciudad vemos muchos puestos callejeros en donde venden una leche fermentada y algo salada llamado Shoro. Muy popular en Kirguistán. De hecho Sam pidió un vaso y nos dio a probar. Un sabor extraño para nosotros, pero para ellos debe estar muy buena porque son muchos los tenderetes que vemos.

Tras seguir paseando por la ciudad y ver algunos detalles de la misma, como el tipo de transporte, habiendo muchos trolebuses aún funcionando, tocaba la hora de comer, yendo a un buen restaurante, donde comimos buena comida kirguisa acompañado de unos mojitos de fresa.



Una vez que comimos y tras nuestro correspondiente café y trozo de tarta nos trasladamos con dirección a la Gran Mezquita Central del Iman Sarakhsi pero en una de las calles fuimos reclamo para un grupo “viejetes” que estaban celebrando el 50 aniversario de algo. En su fiesta particular nos metimos. 


Antes de llegar a la Mezquita Central paramos en la Plaza de la Victoria para ver El Memorial de la Segunda Guerra Mundial.

El monumento está dedicado al 40 aniversario de la victoria de las tropas soviéticas sobre los fascistas. Fue erigido en 1985 en la plaza de la Victoria. 


El memorial es externamente un arco que consta de tres líneas arqueadas curvas. La imagen central de la composición es una mujer madre que sostiene con cuidado la copa en sus manos y mira a los lejos, esperando el regreso del campo de batalla de su esposo e hijos.


Gran Mezquita Central del Iman Sarakhsi


La construcción de esta mezquita comenzó en 2012 y se inauguró en 2018. Fue financiada por la Diyanet turca. Es una de varias mezquitas financiadas por Turquía en todo el mundo. 

   


Construido en un estilo renacentista otomana mezquita es una de las más grandes de Asia Central, con 7500 metros cuadrados. Tiene capacidad para 30000 fieles.

   

Construida con cuatro minaretes de 68 metros de alto, cada uno con tres balcones. Su diseño se asemeja a la mezquita de Kocatepe en Ankara. Tiene capacidad para 9000 personas en el espacio cerrado.


Junto con los cuartos de plegaria, la mezquita tiene un gran estacionamiento, salones de clase, un salón de conferencias para estudios islámicos y un comedor.

  

   


Dos enormes candelabros cuelgan de los domos que han sido decorados con artesanía otomana. La mezquita tiene un domo de 37 metros de alto. Se utilizó mármol blanco de Turquía para la construcción.


A continuación dejo toda una serie de imágenes del interior de la mezquita. Hay que recordar, al igual que siempre, habrá que descalzarse, y no podemos llegar hasta la zona del mihrab que es donde los musulmanes están rezando.

Este mihrab es un nicho semicircular u hornacina en la pared indicando la alquibla, es decir, la dirección de la Kabba en la Meca hacia donde debe dirigirse la oración musulmana, conociéndose a esta pared como “pared de la alquibla”




Abandonamos la mezquita y salimos al exterior. Damos por finalizada la visita a Bishkek. Estamos muy retirados de nuestro alojamiento, así que Sam contacta con varios taxis para que nos lleve a nuestro alojamiento. El día ha sido demasiado largo como para andar los más de cuatro kilómetros que nos separa del alojamiento.

Ahora tocaba una buena ducha, cambio de ropa y a cenar con unas buenas cervezas, que a la vez será nuestra comida de despedida de este bello país.

Y pronto para dormir porque a las 2:30 nos sonará el despertador para partir hacia el aeropuerto.


Día 11. Bishkek-Estambul-Madrid-Sevilla Dormir en casa

El despertador suena, todos en planta, mochilas al hombro y medio dormidos bajamos hasta la puerta de nuestro hostel y coger los dos minivan que ya habíamos reservado a través del alojamiento.

Algo más de media hora de trayecto y ya estamos en el aeropuerto.

Lo de siempre, controles de pasaportes y equipajes, facturación, y a esperar. A las 5:30 salía nuestro vuelo con dirección a Estambul llegando a las 8:15. Estos siempre con las horas locales del país.

Un buen desayuno con clavada incluida en el aeropuerto de Estambul y a esperar de nuevo hasta nuestro próximo vuelo hacia Madrid que salía a las 12:20. Los dos compañeros de Barcelona lo cogieron un poco antes.

Más charlas, risas y cada uno comentando las experiencias vividas en este apasionante viaje y a este remoto país de Asia central.

Nuestro avión aterriza bastante puntual en Madrid, son las 15:55 hora local, esto ya nos suena más. Recogida de mochilas y despedida de cada uno de nosotros: besos, abrazos… y unos para el norte, otros para el sur, otra para levante, otros se quedan aquí, y otros que coincidimos para ir a la estación de Atocha, seguimos con nuestras charlas: Sonia, Antonio y yo, tomando las últimas cervezas de despedida.

Yo en mi caso, el AVE para Sevilla que salía a las 19:30 y algo menos de las 22 horas en Sevilla.

 Ha sido un buen viaje, un país encantador con su gente, sus paisajes, su cultura, sus tradiciones, sus montañas, sus lagos, sus yurtas…

Un grupo estupendo de gente competente adaptándose en todo y por todo: al ritmo frenético de kilómetros y kilómetros por pistas polvorientas. De dormir, en más de una ocasión con risas hasta que el sueño nos vencía. De comer aquí y allá sin rechistar. De responder en los trekking a pesar de no ser montañeros, a veces casi sin dormir…

Lo dicho, un "Gran Viaje" por este mágico país, KIRGUISTÁN.