A las 9,30 ya estábamos preparados para visitar la ciudad. Eran muchos sitios por ver, pero habíamos planificado una bonita ruta por murallas, catedral, puertas, alcazar, conventos, iglesias; y como no, un callejeo sin prisas, y unas enormes vistas de Toledo desde el otro lado del Tajo.
Orgulloso baña sus laderas, y sus puentes señoriales, adornados por puertas que dan el “hola” y el “adiós” al visitante. Y en lo alto, muy en lo alto, el gran Alcazar, preside majestuoso sobre esta hermosa ciudad. Donde las palabras Mozárabe, Mudéjar, cristiano, judíos, aparecen, se escuchan en cada rincón de las tortuosas callejuelas de su judería.
Aquí, andas, y andas, y no te cansas. No te puedes cansar de contemplar tanta belleza.
La tarde empieza a caer, y los últimos rayos de sol perfilan las torres del Alcazar. Desde el castillo de San Servando, mis ojos, mi mirada recorre las murallas, que esbeltas y elegantes sobresalen por encima de un reflejo cristalino de su río. Sin yo querer, mi mirada sigue vagando hasta toparse con el Alcazar, los campanarios, los conventos…..Unas siluetas que con el sol medio apagado se graban dentro de mi.
Ahora si, ya es de noche. Las calles circundantes de la Catedral las invade un silencio infinito. Solos, sin el gentío diurno, como simples judíos, árabes, o quizás cristianos, paseamos sin prisas por estas callejuelas, donde la mezcla de culturas, debe o debería ser un orgullo para esta hermosa ciudad.
Parque Nacional de Cabañeros
Subida al Rocigalgo
http://antonio-bueno-todosmisviajes.blogspot.com.es/2008/12/subida-al-rocigalgo-techo-de-toledo.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario