Siete de la mañana,
¡diana!, hay que desayunar. Sobre las 8,15 nos dirigimos hacia la salmantina
localidad de Monsagro para iniciar nuestra ruta de montaña. 15 compañeros somos
los que nos apuntamos a este grupo. La ruta prevista es muy ambiciosa, larga en
kilómetros y en desnivel: Monsagro-Puerto de Monsagro-Pico Mingorro-Puerto de
Monsagro-Peña del francés-Peña de Francia-Pico Hastiala-Pico Copero-Monsagro.
Demasiado nos parecía, pero bueno vamos a ver qué tal el día.
En la parte baja del
pueblo de Monsagro dejaremos el coche (940 m de altitud). Aquí iniciamos el
sendero oficial de la Peña de Francia y que tiene una longitud de 12,5
kilómetros.
Son las 9,45 horas, y
empezamos a andar con una muy buena temperatura ambiente.
El sendero discurre todo
el tiempo por la margen izquierda de un arroyuelo.
El sendero perfectamente
marcado, es suave, cómodo, y en el que incluso nos hemos relajados bastante a
la hora de andar.
A nuestro paso nos
encontramos con la ruinas de unas casas, en las que antiguamente había
instaladas unas colmenas construidas con el corcho de los alcornoques. Un panel
informativo nos lo explica de forma detallada.
Tras una 1,45 horas (en
solo 5 km) llegamos a un puentecillo que ya da inicio a la pista de de subida.
Aquí, en un pequeño llano, una cabaña de
forma similar a la de los indios hace de escaparate para hacernos
algunas fotos.
Según el cartel, 7,5 km
hasta la Peña de Francia. Subimos por la pista que poco a poco nos llevará
hasta el puerto de Monsagro.
Poco antes la abandonamos
para coger un sendero que sale a mano izquierda y que nos trochará hacia el
puerto.
El camino está totalmente
nevado con lo que prestaremos especial atención en aquellos pasos más
delicados.
Tres horas después
llegamos hasta el puerto de Monsagro (9,5 km desde que iniciamos la ruta, y 500
metros de desnivel). Bonitas vistas desde aquí, de frente la sierra de las
batuecas, a nuestra izquierda la Peña de Francia y a nuestra derecha el pico
Mingorro, que será nuestro próximo destino.
Empezamos a subir por un
gran cortafuego, en el que poco a poco la nieve va invadiendo todo el terreno.
Hay que ir con mucha precaución, ya que las
piedras picudas se ocultan bajo grandes capas de nieve.
De vez en cuando miramos
hacia atrás para disfrutar de las bellas vistas de la peña de Francia, y además
para recordarnos que ese será nuestro siguiente objetivo.
Media hora después nos
encontramos con una alambrada, que si la continuamos hasta el final la podremos
pasar sin dificultad, ya que está caída.
De frente ahora nos
encontramos con un pequeño paredón en el que al principio dudamos por donde
pasarlo.
Casi de refilón vimos
unos hitos que nos lo marcaba por la parte izquierda. Allá vamos todos subiendo
poco a poco. La nieve ya es permanente, y la fuerte subida la vamos notando.
En poco más de una hora
alcanzamos la cumbre del Mingorro (1627 m).
Son ahora las 14,15 horas
y sopla algo de viento. Cuando llegue el resto del grupo, las fotos de rigor y
para abajo.
Desde lo alto de este
pico podemos disfrutar de bellas vistas; La sierra de Béjar totalmente nevada,
la sierra de las batuecas, la peña de Francia, el Hastiala, el Copero, y allá a
lo lejos, muy a lo lejos el pueblo de Monsagro.
Viendo el recorrido que
teníamos previsto, y pudiéndolo observar en vivo desde aquí, está claro que
esta ruta al completo hubiera sido una locura conseguirla.
Así que nuestros
siguientes objetivos serán la mesa del francés y la peña de Francia (¿¿??). De
momento vamos a bajar con mucho cuidado, y buscaremos algún rinconcillo donde
no pegue el viento para poder comer.
¡Ummmm, que bocata más
tierno!, que pan mas crujiente. Les echaremos algo a las cabras para que
también ellas puedan comer.
De nuevo en el puerto de
Monsagro, ahora nos dirigimos por el cortafuego que nos lleva hacia la mesa del
francés. A buen ritmo, que es una buena cuesta, son casi 300 metros de
desnivel, así que poquito a poco para arriba.
Parecía que la peña de
Francia estaba cerca, pues no, todavía queda un buen rato por llegar.
De momento cada uno con
sus fuerzas vamos llegando a la mesa del francés. Un grupito acompañado por
Rafael vemos que no suben, es normal, es un palizón. Ellos siguen hacia abajo,
hacia el mirador de los lobos, ubicado en la carretera de subida a la peña de
Francia.
Los ocho compañeros que
hemos llegado a la mesa del francés aprovechamos para hacernos unas fotos y
disfrutar de este bello enclave.
Yo me adelanté un poco
hasta una pequeña crestilla que estaba en alto para intentar divisar al resto de
compañeros.
Los veo allá abajo, con
mi silbato los avisos, y ellos me ven. Ya estamos todos ubicados, así que para
abajo hacia el mirador de los lobos.
Pero ojo, que los que
estamos más arriba tenemos una buena pendiente inclinada y con mucha nieve, así
que bajando con muchísimo cuidado.
Por fin ya estamos todos
en el mirador de los lobos (1499 m altura).
Es muy tarde, son las 18
horas. La carretera de bajada hacia el pueblo de Monsagro es de 13 km, con lo
que es fácil saber que nos cogería la noche.
La mejor opción (y
única), hacer auto stop y que bajaran a los conductores a por los coches. Así
fue, pasados unos 10 minutos bajando todos la carretera nos paró una pareja,
que por suerte llevó a los tres conductores.
Otros tres compañeros
seguían bajando por la carretera, y los otros nueve subimos para intentar
llegar a la peña de Francia y poderlo visitar.
Sabíamos que a los
conductores todavía les quedaría un buen rato, y aquí parados con tanto frío y
calados de nieve no sería una buena idea.
Justamente en la subida a
la peña de Francia, se puede subir por un sendero (por aquí tiraron cinco
compañeros guiados por Carmina), y por la carretera subimos Juan, Pepe, Paqui,
y el que escribe. Claro, sabíamos que los conductores subirían por aquí.
¡Sorpresa!, cuatro
kilómetros de carretera nos queda hasta la cumbre, y en una subida de 175
metros de desnivel.
Bueno pues a andar toca.
Los bordes de la carretera cada vez con más nieve, así que aprovechamos para
hacer algunas fotos de los carámbanos helados que cuelgan de algunas rocas.
45 minutos tardamos en
llegar hasta arriba. Los otros
compañeros ya habían llegado. El lugar estaba espectacular, totalmente nevado.
Dimos una vuelta por los miradores y los edificios e hicimos varias fotos de
este bello lugar.
Pasados diez minutos,
Rosa me llamó por teléfono indicándome que ya habían llegado los coches.
Algo heladitos nos
reagrupamos en los coches y a las 19 horas partimos para vegas de Coria
llegando a las 20,25 horas, cinco minutos antes de cenar.
Buena paliza de ruta. Una cena calentita……y después
más fiesta, baile, karaoke y mucho reír.
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