En el día de hoy tocaba realizar las ferratas de Benadalid, Benalauría y Atajate, para ello nos reunimos cinco compañeros del club: Pepi, Victor, Miguel Angel, Juan y yo.
Todos teníamos ganas de ferrata. Así que nos dispusimos a partir hacia Ronda y después dirección Algeciras, y justamente en el cruce que hay hacia Benalauría, aquí dejamos los coches, junto a una venta.
En frente tenemos una pista por la que ascenderemos en unos tres kilómetros aproximadamente y con un buen desnivel. En algo más de media hora llegamos a la base del peñón.
Tanto la de Benalauría como la de Benadalid están una al lado de la otra, así que primero hicimos la de Benalauría, y de nuevo regresamos por un senderillo a la base del peñón para realizar la de Benadalid, que será la que aquí contaré.
Las características de esta ferrata son las siguientes:
Dificultad: (K3) con un factor psicológico fuerte (4) por la expoción a la altura.
Tiempo de acceso a la vía: 45 minutos
Tiempo de realización: 60 minutos.
Desnivel ascendido: 80 metros
Nos ponemos de acuerdo en el orden de subida, ya que Juan es el que lo hace por primera vez, así que lo dejamos justamente en el centro de los cinco. Primero se coloca Pepi, después yo, Juan, Victor y Miguel Angel cerrando el grupo.
¡Allá vamos para arriba!, sabemos que nos espera una verticalidad bastante psicológica, y sobre todo los dos extraplomos, siendo el primero el que requiere de mayor resistencia ya que en unos 10 metros de subida tendremos que mantenernos fuerte con los brazos.
En los primeros 58 metros, simplemente iremos a nuestro ritmo, con alguna pequeña inclinación de la pared, pero casi inapreciable. Ya veo a Pepi que está justamente en el extraplomo mantenido. Oigo sus exclamaciones de fuerza...y poco a poco veo como lo va superando.
Miro para abajo y veo a Juan, que como un verdadero campeón está subiendo sin rechistar (ya tenía sus pinitos de escalada y barrancos) aunque ya después nos contará.
Ahora voy yo...hay que observar bien el tramo de desplome para medir las fuerzas y llegar hasta el final. Aunque en caso de apuros o de cansancio siempre llevamos la baga de reposo, que al final no la llegué a utilizar. Menos mal que justo al principio de este tramo hay una pequeña repisa en la que se puede descansar y estudiar el tramo más duro.
Las grapas ahora se desplazan ligeramente hacia nuestra izquierda, en busca del segundo extraplomo, que aunque es corto y después del castigo del tramo anterior, los brazos lo notan.
Pepi y yo ya arriba, no llegamos a ver a nuestros compañeros allá abajo (por los desplomes salientes) pero si que de vez en cuando oímos algumos suspiros en forma de "uffffff"
Poco a poco ya van llegando. Las caras se notan de esfuerzo o... "nos miramos los pañales y están todos bien".
Aprovechamos para comentar la subida, y a la misma vez de disfrutar de las excelentes vistas de los pueblos del valle del Genal
Bajando por el mismo senderillo de la ferrata de Benalauría, y como siempre riéndonos y pasándolo bien, nos dirigimos pista abajo en busca del coche.
Una despedida de nuestro peñón, la inmortalizamos en imágenes y dirección hacia la ferrata de Atajate, a la que llegamos después de unos siete kilómetros de carretera.
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