jueves, 11 de diciembre de 2008

La Toscana (Italia) Agosto/86



UN VIAJE POR LA TOSCANA ITALIANA




En esta ocasión, viajo por Italia, casi un mes recorriendo este inmenso país. Norte y sur, dos mundos distintos, donde el ecuador de estas dos mitades sería Roma.
Hablar de la Toscana, es fusionar el pasado, con el presente, con el futuro. Su arte, su cultura, su historia, sus ciudades. Sus inmensos campos de viñedos. Su bello paisaje, sus catedrales……., su gente, su gastronomía. La toscana es todo.


La región de la Toscana está ubicada en el centro de Italia, limita con la región de Lacio al sur, Umbría al este, Emilia-Romaña y Liguria al norte, y el Mar Tirreno al oeste. Es una de las 20 regiones de Italia. Su capital es Florencia. Seis localidades de la Toscana están nombradas como patrimonio de la humanidad por la UNESCO: El centro histórico de Florencia en 1982, el centro histórico de Siena en 1995, la Plaza de la Catedral de Pisa en 1987, el centro histórico de San Gimignano en 1990, el centro histórico de Pienza en 1996 y el Valle de Orcia en 2004.


Recorrer, y conocer esta región, es una tarea difícil, son tantos sitios por conocer, que al final dejas algunos sin pisar.

Mi ruta fue: Siena, San Gimignano y Florencia.


San Gimignano es una emblemática ciudadela medieval que se erige sobre una colina, a 324 metros sobre el nivel del mar, dominando el valle de Elsa.
La ciudadela es también conocida como “San Gimignano delle belle Torri” como consecuencia de sus 14 altísimas torres cuadrangulares de distintos diámetros y alturas que constituyen su prestigioso sello internacional. En la Edad Media, la ciudadela contaba con 71 torres, pero la mayoría de ellas cayeron en el curso de las batallas y guerras padecidas en Toscana a lo largo de los siglos.




En esta zona de Italia era muy común que las familias construyesen unas viviendas con torres elevadas. Razonas de poder, prestigio e incluso supervivencia, (en una época de violentas luchas familiares o de facciones locales), favorecieron la proliferación de estas construcciones. Florencia tuvo también más de un centenar. Dicen que los ventanales y agujeros de las torres servían para unir por el aire, mediante pasarelas, unas torres con otras. La medida se encaminaba a relacionarse con las familias aliadas y protegerse ante las disputas urbanas



Resulta complicado hablar de Florencia mediante una breve visión de conjunto. El ambiente cultural de esta ciudad, los magníficos monumentos que ésta contiene, su ingente patrimonio escultórico y pictórico, así como sus prestigiosos museos reconocidos internacionalmente, sus emblemáticas mansiones , los frescos excepcionales que adornan las paredes de las mismas y las de los palacios e iglesias florentinas, sin olvidarnos de su rica cultura gastronómica y enológica, hacen que unas líneas no puedan ser más que una cálida tarjeta de visita, entregada a quienes deseen visitar una de las ciudades más bellas de Italia.




Florencia contiene un patrimonio artístico excepcional: Botticelli, Leonardo da Vinci, Michelangelo, y otros muchos artistas, que aportaron su granito de arena para conseguir que esta ciudad sea lo que es.


Visitar Florencia bien y completamente, es prácticamente imposible, salvo que se disponga de meses para visitarla. Aún así he ahí una visión de Florencia.
Nos situamos en la plaza del duomo, visitar su catedral, el Battistero y subír a la cúpula o al Campanario del Duomo. Después, podéis pasear por la ciudad vieja hasta Piazza della Signoria y Ponte Vecchio que podéis cruzar para comer en la peculiar zona de Oltrarno. Antes podréis visitar un museo no muy grande como la Galería dell`Accademia, el Museo del Bargello o el Museo Opera del Duomo. Después el almuerzo podéis visitar los Uffizzi. Al final de todas



estas visitas bastante laboriosas, podéis pasear en Piazza Santa Croce cuando los últimos rayos del sol se reflejan sobre la homónima iglesia. Antes de cenar en uno de los numerosos restaurantes alrededor de esta hermosa plaza, podéis ir de compras en las diferentes tiendas de marroquinería de la zona.



La ciudad de Siena es, a todas luces, una joya exquisita de la Edad Media, con edificios construidos en el siglo XIII, perfectamente conservados. Sus rincones más interesantes se esconden en el entramado de callejuelas y travesías aledañas al casco antiguo, a la Plaza del Campo y a su imponente Catedral. Esta ciudad, al igual que la antigua Roma, se construyó sobre 7 colinas y está dividida en 17 barrios o “contrade” que, desde la Edad Media, conservan sus nombres y sus símbolos, pertenecientes a animales míticos. Siena tiene dos fiestas mayores, que se celebran todos los años el 2 de Julio y el 17 de Agosto. Esas fiestas mayores son más conocidas como “El Palio”, de acuerdo con la denominación local. La fiesta, cuya representación es una fiel y cuidadosa reproducción de las originarias celebraciones medievales, consiste en una carrera de caballos sin montura, en la que los jinetes, que representan a los 17 barrios o “contrade”, compiten por ganar “El Palio”.A la celebración de “El Palio”, preceden semanas de preparación en las que todos los habitantes de los correspondientes barrios aprovechan para organizar festejos y cenas.



Recuerdo aquellos días, donde el color de las banderolas y las farolas, resaltaban con sus rojos, azules, verdes y amarillos. Las callejuelas repletas de gente, ataviada con aquellas prendas medievales. Los gritos, la música. Cada grupo animando a su animal. Y en el pasear por las calles desembocamos en la plaza del campo. Aquí se está celebrando la carrera de caballos. Impresionante gentío y colorido. En esta ocasión “la jirafa” ganó. Todos sus seguidores como locos correteaban, gritaban por las angostas calles.
El casco antiguo de Siena se puede visitar en un día, aunque una mañana puede ser suficiente `para ver los monumentos más importantes de la ciudad. Lo que no se puede dejar de visitar, en ningún caso, es la Plaza del Campo. Se trata de una plaza medieval del siglo XII, construida en forma de abanico y delimitada por espléndidos palacios. Casi en el centro de la plaza se
encuentra una elegante fuente de mármol, de forma rectangular, decorada con relieves. La Catedral es el gran otro monumento, imprescindible en una visita a Siena. Se trata de una de las catedrales más importantes de Italia. Se construyó entre 1136 y 1382. La Catedral, que, en principio, se pretendía que fuera la más grande del antiguo occidente, no se llegó a concluir en su momento.

San Marino Agosto/86


La Serenísima República de San Marino es el Estado soberano y república constitucional más antigua del mundo. Es un enclave rodeado de territorio italiano, entre Emilia-Romaña y las Marcas; contiene al Monte Titano, de 739 metros. Está a solo 10 kilómetros del mar Adriático, pero no tiene salida al mar.



Venimos desde Ravena, y anteriormente de Venecia. Como la mitad de este país lo estamos recorriendo en auto stop, he aquí otra peripecia hasta llegar a San Marino.


Cuatro son los coches que tuvimos que parar hasta llegar a este minúsculo país.



El primero fue rápido en parar, pero curiosamente para ser italiano, éste conductor no abrió la boca para nada.


El segundo fue peor, ya que este tampoco habló en todo el recorrido, pero tenía la música tan alta que cuando bajamos del coche nos pitaban los oídos.

El tercero fue un señor que nos hablaba de las corridas de toros de España, y que nos dejó en una carretera delante de un restaurante en el que los coches pasaban a gran velocidad.


El cuarto, y menos mal, dos chicas que entraron al bar a tomar unos helados, nos acercaron por fin hasta San Marino.

En la carretera, un simple cartel nos indica que hemos entrado en este país.

Lleno de tiendas de suvenir, aquí aprovechamos para comprar un cuco tirolés, un arco de bambú y un látigo decorativo. Con mochilas, y estas compritas “lo nunca visto”.




San Marino surge en un magnífico escenario, en las laderas del monte Titano. Según la tradición, el primer núcleo habitado fue fundado por el picapedrero Marino, dálmata cristiano que en el siglo IV, se estableció aquí con un grupo de compañeros, huyendo de las persecuciones de Diocleciano.

San Marino, el quinto Estado más pequeño del mundo, también es la segunda república más antigua (la primera fue la antigua república romana). De acuerdo a la tradición, fue fundada en el 301 cuando un cantero cristiano llamado Marinus el Dálmata o San Marino dejó la isla de Arbe para escapar de la política anticristiana del emperador romano Diocleciano. Marinus se escondió en la cima del Monte Titano, el más alto de los siete que posee San Marino y fundó una pequeña comunidad cristiana. La propietaria del terreno, una compasiva mujer de Rímini, les dejó en herencia el territorio. El terreno disputado por las familias de los Rímini y Montefeltro, y sujeta a las luchas entre güelfos y gibelinos, logró mantener su independencia y aumentar su territorio.


El pequeño Estado fue reconocido por la Francia napoleónica en 1797, y por otros estados europeos en 1815 durante el Congreso de Viena.

Veneto:Verona y Venecia (Agosto/1986



Recién llegados de la Cinque Terre, nos adentramos en la monumental región del Véneto, y para ello visitaremos Verona, la ciudad de Romeo y Julieta, y Venecia. La ciudad de los mil canales.


Era un día caluroso, muy caluroso, llegamos sudando, asfixiados y rematados por el mucho peso de nuestras mochilas, y que iban cargadas de comida.


Deseando de coger una ducha, iniciamos nuestra marcha hacia el camping “Castel de San Pietro”. Pero antes de llegar recorrimos nuestro particular periplo de autobuses inexistentes y que teóricamente nos llevaban al camping. Tras una hora depreguntas y preguntas, al final tuvimos que coger un taxi.

  Bañada por el río Adigio, Verona es una hermosa ciudad construida con el característico mármol rosa de la zona.

La plaza Bra en Verona, es el epicentro, y lugar de reunión de miles

de veroneses, en donde se reúnen para ir de compras, o simplemente para tomar unos cafés o unas copas. Al igual, muchos viajeros se concentran aquí para iniciar sus visitas.


Romeo y Julieta, la famosa novela de amor del escritor Shakespeare dio vida a esta hermosa ciudad. Aquí, cientos de miles de enamorados aterrizan en este enclave para declarar el amor a su novio/a.


Sin lugar a dudas Verona es la ciudad de Romeo y Julieta. Aunque las familias de los Capuleto y los Montesco que inmortalizó  Shakespeare existieran realmente, aquel romance fue ficticio.

La gloriosa Arena romana del siglo I, es la tercera construcción más grande en su género, y en ella acoge hasta 25000 espectadores que pueden asistir para la representación de óperas italianas.

La Piazza di Signori es junto con la delle Erbe las más populares de Verona. En ella se levanta el Palacio della Regione, decorada exteriormente de forma muy voluminosa y recargada. Aunque en su interior, un patio con una escalera gótica  hace de contraste.


Cerca de la plaza delle Erbe, la variedad de palacios y torres que lo delimitan da a este espacio una belleza especial. Quizás el más impresionante es el palacio Maffei de estilo barroco, y colindante con la Torre del Gardello, el edificio gótico de mayor altura que se eleva en la plaza.


En alto sobre el río Adegio, Castelvecchio. La historia nos cuenta unos de los episodios más macabros de esta ciudad. En 1354, el odiado tirano Cangrando II della scala hizo construir este castillo, como lugar donde ponerse a salvo en caso de rebelión.


Actualmente, esta fortaleza es un museo donde se exponen distintas obras de artistas del Véneto.


Ya por último, el Duomo, la Loggia del Consiglio, y las casas de Romeo y Julieta son visitas obligadas cuando visitamos esta hermosa ciudad.


Abandonamos ya el camping, desde lo alto de este monte (San Pietro). Al final tuvimos que coger otro taxi, ya que a patitas, y tan cargados se haría un poco largo. Así que hacia la estación de autobuses, con dirección al lado Di Garda, en la región del alto Adeggio-trentino. Aunque en este libro describo a continuación la otra ciudad del Véneto. Venecia.


Es la segunda vez que piso esta bella ciudad. Única en el mundo, espectacular. Ya lo hice en otra ocasión, en 1981, cuando viajaba en inter raíl, y que con mi acompañante y viajero italiano Steffano, la pude visitar.


Era de noche cuando llegamos a Meste, ciudad cercana a Venecia, y lugar ideal para pernoctar siempre que vayas de camping como era nuestro caso.


Ya por la mañana, y muy tempranito nos dirigimos hacia Venecia y disfrutar de sus grandes encantos.


Como dijo Lord Byron en 1810 cuando llegó a Venecia: “… su estructura surgió de las ondas como por el toque de la varita de una hada”.


La Piazza San Marcos, es el corazón de Venecia, es elegante, y grandiosa. Aquí millones de viajeros de todo el mundo lo visitan todos los años. En la plaza, mires a donde mires, veras orientales, africanos, americanos, europeos; esto es una concentración multirracial.


Entre cientos de palomas revoloteando, podemos sentarnos en una de las muchas terrazas que hay en la plaza. En muchas de ellas, al tomar una copa o un café, también está asegurada la música en vivo, pero claro, también está


asegurado un precio elevadísimo por tan suculento lujo. Ya cada uno tendrá que decidir.

En uno de sus extremos, la Basílica de San Marcos, una verdadera joya veneciana.


En su suntuosa fachada, cinco portadas decoradas con mosaicos, aunque el único original es el de más a la izquierda.  Los mosaicos dorados revisten los arcos y las bóvedas, mientras el  mármol blanco recubre la parte baja de las mismas.


Sobre la portada principal se encuentran las reproducciones de los famosos caballos de bronce.


Una visita obligada es la subida al Campanile. Una alta torre ubicada en la misma plaza, y de la que podremos disfrutar de unas excelentes vistas sobre toda Venecia.


El palacio Ducal es el más notorio del gótico veneciano, y era la antigua residencia del dux y sede del gobierno durante la república.


Junto a este, se halla la antigua cárcel ducal. Una vez juzgados y condenados, los presos se dirigían a través de un puente, como éste tenía una ventanas, los presos podían vislumbrar por última vez su libertad. De ahí el nombre de Il Ponte di Suspiri.


El Gran Canal es la arteria principal de Venecia y tiene unos 3,5 km de longitud. A ambos lados, hermosos palacios de estilos bizantino, gótico, renacentistas y barroco. Sus colores se mezclan junto con el de las góndolas al pasar.


Cuando llega la noche, sería una buena idea el coger un vaporetto y relajadamente disfrutar de sus hermosas vistas. Los ventanales de los palacios iluminados con pequeñas lucecillas, los reflejos de las luces en el canal, las paredes cubiertas de alfombras rojas, la entrada de algunos lujosos hoteles engalanados con brillantes candelabros.


…Y las luces que como estrellas fugaces, vienen y van por el gran canal, iluminando a las barquichuelas y alguna que otra góndola con enamorados en un cielo estrellado.


Il Ponte di Rialto es quizás el más famoso de todo Venecia. Y es uno de los tres puentes que atraviesan el gran canal. Al igual, es un buen lugar para disfrutar de hermosas vistas sobre el gran canal.
La Ca’d’oro, es un bello palacio gótico construido en 1420 por Marino Contarini. Éste ordenó que se recubriese por completo de pan de oro, de ahí el apelativo de  Ca’d’oro. En su interior se exhiben una colección de cuadros, frescos, y esculturas.



















Son muchos los lugares y rincones por los que nos podemos perder en esta romántica ciudad. Estaría bien desprenderse de nuestro plano, y ya no entrar en museos, ni palacios, ni iglesias; simplemente pasear y perderse, descubriendo a cada paso un sinfín de detalles que nos atraerán. Sus muchos estrechos canales, sus callejuelas angostas, sus pequeños puentecillos. Por aquí no se ven los cientos de turistas agolpados en colas para visitar alguna obra arquitectónica.

Un laberinto de callejas al volver una esquina. El silencio es nuestro fiel acompañante; solo nosotros, y de vez en cuando un curioso vecino indaga para saber de dónde somos, o que nos ha gustado, o simplemente aprender algunas palabras en italiano. Ésta es la otra cara de Venecia, la desconocida, la que no está invadida por miles de turistas, que la gran mayoría no son viajeros, son eso, simplemente turistas.

Los barrios de Dorsoduro, Cannaregio, San Polo y Castelo, respiran autenticidad veneciana. Sus casas pintadas con colores vivos: rojos, azules, verdes, amarillos… Sus chavales correteando y jugando a la pelota, sus señoras ancianas sentadas en la puerta de su casa, y alguna que otra barquichuela con pescados recién traídos, nos hacen ver que esta ciudad además de ser un imán atrayente para el turismo es eso, una ciudad donde muchos venecianos viven dando las espaldas al turismo.

Dos veces la he visitado, y como ciudad más bella no hay, la visitaré otra vez.

Roma Agosto/86


Roma, la ciudad eterna




Procedentes de Siena y tras una larga odisea en la que cogimos varios coches en auto stop, por fin llegamos a Roma.


El camping Flaminio fue nuestro lugar de pernoctación. Ya era tarde cuando llegamos, así que empezamos a organizar nuestro plan de ruta para el día siguiente,




 

 
Existe  un dicho popular que dice que se necesita más de  una vida para descubrir Roma (Roma non basta una vita). Pero en mi caso, yo anduve tres días por esta histórica tierra. Da para ver muchas cosas y para perderse otras tantas.
Ya hace algunos años, o mejor dicho, bastantes años, cuando visitamos por primera vez este hermoso país. Rondaba el verano de 1986. Poco después del desastre de la central nuclear de Chernovi. Recuerdo, que como gran parte de Europa estaba contaminada por las radiaciones, no nos atrevíamos a tomar según que alimentos. Así que de forma un poco ingenua acarreamos en nuestras mochilas varios paquetes de leche en polvo y algunos botes de vitaminas. En fin cosas del recuerdo.





Roma, es espectacular. Es romántica, fascinante e inolvidable, pero sobre todo es muy italiana.










Sus calles, sus plazas, sus monumentos, respiran siglos de historia. Roma ha sido la capital del mundo. Y así lo pueden atestiguar los muchos rincones, ruinas, palacios, y bellos edificios que encontramos por toda la capital.


Nuestra primera visita será el Coliseo. Éste anfiteatro, símbolo de la ciudad, es donde los romanos se entretenían contemplando y ¿disfrutando? con las batallas de los gladiadores.



Fue construido entre los años 72 y 80 D.C. Con un aforo de más 50.000 personas, sin lugar a dudas es el lugar más visitado d Roma. En su interior, el Podium, con una terraza frente a las gradas, era el lugar que se reservaba para emperadores, senadores y personalidades.


Muy cerca, el foro Romano, antiguo centro comercial, y religioso de Roma. Está construido en lo alto del valle de los montes capitolino y Palatino. Fue construido a lo largo de 900 años. Es interesante subir a la ladera del monte Capitolino para disfrutar de unas excelentes vistas.


La empedrada y solemne Vía Sacra, deja a ambos lados La Curia y la basílica Aemilla.


El arco di Settimio Severo, el templo di Saturno, el templo de la Concordia y otros restos romanos son el delirio para disfrutar de este magnífico lugar.


La Piazza di Spagna, especial y famosa es esta plaza. Lugar de encuentro para muchos italianos y


viajeros. Una larga escalinata ha atraído como un imán a los muchos extranjeros desde hace siglos. En la parte alta la Chiesa della Trinitá dei Monti cuya construcción se inició en 1502.


La Piazza Navona, sumergida en un ambiente barroco, es una de las plazas más populares de Roma.


En sus orígenes fue construida para ser un estadio, con capacidad para unas 33000 personas.

El monumento más famoso de dicha plaza es la Fontana del Quattro Flumi (fuente de los cuatro ríos), ubicada en el centro de la plaza, una de las grandes obras de Bernini.



Bellos edificios barrocos rodean a la plaza Navona, donde en la parte sur se encuentra la Fontana de Nettuno construida en el siglo XIX.

Aquí nos encontramos con Carmen y Jordi, dos catalanes que pernoctaban en el mismo camping que nosotros, y con los que hicimos algo de amistad. De hecho, después de Roma nos fuimos juntos en su coche hacia Florencia. Ya durante todo el día  estuvimos visitando Roma hasta la noche que hicimos una comilona a la italiana en el populoso barrio del Trastevere.




La romántica Fontana de Trevi, quizás la más famosa de Roma, y un plató natural de muchas películas, sobre todo italianas. Inmortalizada por Federico Fellini en el film “La dolce vita” en 1959.


Fue construida en 1735 durante el papado de Clemente XII, y nos muestra una magnífica combinación de elementos barrocos y clásicos.



Según la tradición hay que tirar una primera moneda al agua, de espaldas y por encima del hombro, para volver de nuevo a Roma. Y una segunda moneda para encontrar el amor en Italia.

Justo en frente de la Fontana, podemos saborear unas exquisitas pizzas, donde por pocas liras (las de antes) nos quedaremos bien satisfechos.


Paseando por las callejuelas de Roma, y porque no decirlo, esquivando el caos circulatorio visitamos la curiosa bocca della veritat.  

Ésta parte curiosa de Roma, la representa “La boca de la verdad”. Un disco enorme en forma de máscara, donde la leyenda cuenta, que si se introduce la mano derecha en su boca y se dice alguna mentira la boca se cerrará.

El Castel de Sant Angelo, construido por el emperador Adriano como mausoleo en el siglo II.

Este característico edificio circular fue transformado en un fuerte para los Papas del siglo VI, y durante años se utilizó como fortaleza, prisión y refugio penal.




En su interior una amplia colección de pinturas, armas y tapicerías se pueden exhibir en sus muchas salas de dicha fortificación.

La Piazza del Popolo, se empezó a construir a principios del siglo XVI y fue remolada en estilo neoclásico. En la misma se encuentran las iglesias barrocas de Santa María del Miracoli y Santa Mmaría in Montesanto, ambas aparentemente gemelas fueron decoradas por Bernini.  
Ya por la noche, hay cientos de lugares a los que podemos acudir. Si lo que queremos es ir de copas, el mejor lugar sin dudas, es el barrio del Trastevere, y la mayor parte de actividad se concentra el centro histórico: Campo de Fiori, y las calles que rodean a la Plaza Navona. Como se dice por aquí, Roma, la ciudad eterna