viernes, 12 de diciembre de 2008

Ani, frontera con Armenia (Turquía) Agosto/89




ANI, CIUDAD FANTASMA EN LA FRONTERA CON ARMENIA ( TURQUIA )




Kars es, sin duda, una de las ciudades más pintorescas de Turquía, simplemente diferente pues parece una ciudad rusa en medio del arte típicamente turco. esto se debe a que, entre 1878 y 1917 la ciudad quedó en manos de Rusia. El nuevo gobierno realizó una importantísima reforma urbanística, de ahí su `extraño´ aspecto. Las anchas calles pavimentadas se cortan en ángulos rectos. Habitada desde el siglo XVI, Kars destaca por la Ciudadela del siglo XVI, la Iglesia Armenia del siglo XI y el Museo de la Ciudad.



A 45 Kms. de Kars, hay una ciudad fantasma de la Ruta de la Seda que llegó a albergar cien mil habitantes. Las ruinas están en la frontera con Armenia, por ello hay que pasar varios trámites en Kars para visitarlas.
El emplazamiento inmenso y solitario, que se extiende junto a una profunda garganta cortada por el Arpa Çayi y los espectaculares restos de iglesias, murallas y mezquitas, dispersos por lo que ya son sólo prados dan al lugar una atmósfera especial.


Justo en la frontera entre Turquía y Armenia se encuentra Ani, al lado del río Arpaçay. Situada en la ruta entre Anatolia y Asia, Ani fue uno de los enclaves estratégicos más importantes de la zona. Llegó a ser la capital de la dinastía Bagratio con el rey armenio Ashot III. Fue ese momento cuando se construyeron las dobles murallas que contaban con ocho puertas. Hoy todavía puede verse una de ellas, la Puerta de los Leones. Flanqueadas por las torres de la frontera armenia, la fortaleza interna, construida en el siglo VII, se conserva prácticamente intacta. La imponente Gran Catedral, se construyó durante los siglos X y XI. Su planta de cruz latina cuenta con tres naves y una cúpula cruzada. La fachada está adornada con piedras talladas. En el siglo XIII se construyó la cercana Iglesia de San Gregorio, también de planta de cruz latina con cúpula cónica.
Cuando se pasea por esta inmensidad, con un viento racheado y silbón, solo en el horizonte aquellas garitas en las que se asentaban los antiguos vigías rusos, es un lugar indescriptible, único, es una ciudad fantasma.


En la entrada a esta ciudad, un soldado te registra, tendrás que dejar todo el material fotográfico, y deberás entregar el permiso especial de la policía de Kars.
Cuando se llega al final de la ciudad un impresionante barranco formado por el río Arpacay se asoma al vacío, justamente en frente Armenia.


Tras impregnarse de este impresionante silencio, volvimos a Kars, el bullicio de la gente contrastó enormemente con la paz percibida minutos antes. Con algo de hambre nos dirigimos a un pequeño restaurante, por llamarlo de alguna forma. Sentados solos en aquel local, un camarero con corbata y traje chillón nos atendió, eso sí con muchísima cortesía, pero sin saber que su traje estaba destrozado y una corbata deshilachada caída hacia el lado. Los manteles bien colocados pero con cientos de manchas, y alrededor nuestro decenas de moscas acompañándonos en nuestra suculenta comida. Es evidente que en Occidente se debe de atender, servir y cuidar a los clientes de esta forma refinada, pero…..esto no es occidente, es un lugar perdido en el extremo este de Turquía.



Datos de interés:

Como llegar:
Se puede llegar al aeropuerto de trabzón o Erzurum, y después desplazarse en bus o dolmús
Donde dormir: Hay un par de hotelitos, que teniendo en cuenta el lugar donde están, son aceptables.
Que visitar: La ciudad en ruinas de Ani, habrá que pedir permiso polcía de Kars.
Tiempo de visita: Con un par de días es suficiente .para visitarlo.

Croacia Agosto/87


RUTA POR CROACIA

Lugares Patrimonio de la humanidad



Ubicada entre Eslovenia, Hungría, Servia, y Bosnia-Herzegobina y con una extensa costa que mira hacia el Adriático. Croacia es un paraíso natural, y no es de extrañar que muchos de sus rincones estén declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.



Mi ruta por este bello país la hice por el interior y por la costa, por las montañas, por la naturaleza, y por la arquitectura artística de Dubrovnik.
Viniendo desde Bosnia, mi primer destino fue el parque nacional de Plitvice, está situado en la región de lika, cerca de la frontera con Bosnia-Herzegobina, un paraje donde se alternan lagos, cascadas y manantiales de espectacular belleza. Esta región fue declarada Parque Nacional ya en 1949, y catalogada en el patrimonio universal de la UNESCO en 1979.

El parque tiene una superficie cercana a las 30.000 hectáreas, 22.000 de ellas cubiertas de bosques. La zona que se puede visitar se encuentra en el centro del parque, son 8 km² de valle poblado de bosques, donde la hidrografía ha conformado un paisaje formado por 16 lagos de diferente altitud comunicados por 92 cataratas y cascadas.

La visita se realiza a pie a través de senderos y puentes de madera, los lagos más grandes son recorridos por silenciosas barcas.
Los senderos suben, bajan, atraviesan lagos, cascadas. Se adentran en bosques, bosques frondosos de altos abetos y exuberantes hayedos.

En la parte más alta de las cascadas, y saliendo de los caminos, aparecen grandes prados verdes, con cientos de florerillas de todos los colores, y sobre ellas, miles de mariposas revolotean felices. Poco más allá, varias casas, con un estilo propio, estilo croata. Nos muestran un marco único, excepcional, para no olvidar.

Sus habitantes, reducido a una sola familia, se extrañan al vernos pasar. La abuela, vestida totalmente de negro, sentada en el suelo, junto a un viejo carro, pela las vainas de un montón de guisantes. Junto a ella, el resto de la familia intenta mantener una conversación con nosotros. Comunicación que se hace imposible.

El croata es un idioma difícil, muy difícil, de este modo, con un par de gestos nos pudimos apañar.
A la bajada, el fuerte ruido que algunas cascadas producen, ensordecen. Son altas caídas de agua que impactan bruscamente sobre el lago. Lago espectacular, azul a veces, otras verde, oscuro, claro. Pero siempre hermoso.

Bajando ya hacia la costa y muy cerca de la frontera con Montenegro nos dirigimos hacia la ciudad de Dubrovnik.
La “Atenas Eslava del Sur”, “la perla del Adriático”, si, así se le conoce a esta hermosa ciudad. Dubrovnik, puerto medieval y centro turístico situado sobre un cabo rocoso en Dalmacia, 145 Km al sur de Sarajevo. La ciudad antigua, protegida por una fortaleza del siglo XVI, es sólo para peatones. Sus dobles murallas de 20 torres y bastiones

Circundan la catedral barroca y las exquisitas iglesias, los monasterios, los palacios, las fuentes y las casas de techos rojos o amarillos. Dubrovnik fue una ciudad-Estado prácticamente independiente desde 1205 hasta 1808.
Cuando llegamos a esta ciudad, decenas de señoras nos invaden en el arcén de la estación, “room”, “bed”. Eran las palabras más pronunciadas, indudablemente nos estaban ofreciendo sus casas para alojarnos. Aceptamos la oferta de una de ellas, y allí pasamos dos noches.
Actualmente es uno de los centros turísticos más importantes de Europa meridional, y aquí cada año, aterrizan miles de personas procedentes de todos los rincones del mundo.

Dubrovnik hay que verla desde varias perspectivas: desde el interior, desde la costa, y sin lugar a dudas desde lo alto. Subiendo hacia la muralla, podemos recorrerla en todo su perímetro, la costa recortada, la esbeltez de las torres de las iglesias, y las estrechas calles tiene otra visión desde aquí.

MONTENEGRO, LA ÚLTIMA REPÚBLICA YUGOSLAVA Agosto/87



MONTENEGRO, LA ÚLTIMA REPÚBLICA YUGOSLAVA


El país de las mil etnias




Datos de interés:


Reparto de las etnias

Montenegrinos 43,16%
Serbios 31,99%
Bosnios 7,77%
Albanos 5,03
Eslavos musulmanes 3,97%
Croata 1,10%
Gitanos 0,46%


Cuando se entra en Montenegro desde la frontera con Bosnia-Herzegobina , la diferencia cultural, folklórica, de idioma, de religión y racial es notable. Solo un límite fronterizo y dos mundos distintos.

Tras mi estancia de una semana visitando las ciudades de Kotor, Budva y Svefi stefan ya lindando con Albania, mi recorrido por las repúblicas ex yugoslavas fue interesante sobre todo por la variedad de sus etnias.

Es una tierra sencilla, humilde e incluso en algunas zonas, la pobreza se puede palpar en las calles y en su gente.

En los últimos años el turismo está entrando fuertemente en el país y poco a poco se está modernizando.
Montenegro ha sido la última república Yugoslava en obtener su independencia, concretamente, el 1 de Julio de 2006.

Kotor fue mi primer destino, situado en un enclave espectacular, ( único fiordo del Mediterráneo ) es una ciudad rodeada de una impresionante muralla, y declarada como patrimonio de la humanidad por la UNESCO.


Desde 1420 a 1797 la ciudad, así como sus alrededores, pertenecieron a la república veneciana, lo que es evidente en la arquitectura de sus edificios.


Durante esa época se convirtió en un importante centro artístico y comercial con sus propias escuelas de masonería e iconografía



En 1979 la ciudad sufrió un movimiento sísmico que dañó numerosos monumentos pero, afortunadamente, fueron restaurados durante la década de los 80.
En las afueras de Kotor un pequeño ¿ camping ? nos daba la bienvenida. Sin saber cual era la entrada, ubicamos la tienda junto a un pequeño huerto. Una señora que a su vez hacía de gallo despertador, cada mañana nos levantaba con grandes sobresaltos. Lanzaba piedras sobre unas higueras situadas detrás de nuestra tienda, por suerte nunca nos llegó a dar.
Quizás no era un camping, tal vez un psiquiátrico.
Entenderse con los montenegrinos es tarea difícil y coger un autobús es toda una aventura.
- ¿ A que hora sale el autobús para Budva ?
Difícil respuesta, no coincidía el indicado el los tablones de información, con el que nos daba el conductor y tampoco el que nos daba la persona encargada de los horarios. Conclusión: esperar junto al autobús hasta que partiese.
Budva es una ciudad costera tiene alrededor de 10.000 habitantes, y es el centro administrativo del municipio homónimo. El área costera cercana a Budva, es un centro turístico famoso por sus playas de arena, vida nocturna y hermosos ejemplos de arquitectura mediterránea.
Existen diferentes leyendas e historias sobre el origen de la Ciudad Vieja. Estudiosos e historiadores creen que era originalmente una isla, que luego se unió a la costa mediante una lengua de arena. Se dice que Budva fue descubierta por un marino griego llamado Boutoua.
Casi toda la arquitectura de la Ciudad vieja es de estilo veneciano. Puertas, marcos, ventanas, balcones y otros detalles parecen de estilo romano. Incluye tres iglesias: la más antigua es San Iván, construida en el Siglo VII, Santa Maria de Punta, en el año 840, y la Santísima Trinidad, terminada en 1804.

Sveti stefan, encaramado en un tómbolo y rodeado por dos bonitas playas cercadas por los bosques, el pueblo de antaño sigue aparentemente intacto, pero la realidad es que en sus casas ya no vive ningún pescador.
Todas mantienen su aspecto original del siglo XV, pero juntas forman un exclusivo hotel de lujo que goza del encanto de la arquitectura tradicional y de las mejores vistas al mar.


Sveti Stefan es la 'niña bonita' del turismo de Montenegro, un sector del que la república espera extraer un enorme provecho gracias a sus escasa, aunque bella costa.

Tavira y su isla (Portugal) mayo/08




TAVIRA, Y SU ISLA

Tavira es una ciudad portuguesa de unos 17,000 habitantes ubicada en la región del Algarve, al sur del país, concretamente en la zona de Faro. Tavira es un extenso municipio, de nueve pedanías que conforma uno de los destinos preferentes de Portugal. Está  dividida en varias zonas o Freguesías, de las que la capital, y la más importante es Santa María de Tavira, rica en
patrimonio. Tavira cuenta con estupendas playas, como la Playa de la Isla de Tavira, donde existe además una zona nudista, así como otras playas rodeadas de la naturaleza y de los espacios únicos y protegidos que ofrece el Parque Natural  de la Ría Formosa.


La Isla de Tavira es un lugar idílico que se encuentra a 5 minutos del pueblo, y al que se accede en barco o en barco-taxi. Es una playa extensa, la cual rodea a toda la isla. Al no tener ningún tipo de edificación a pie de playa dará la sensación de estar solos en un paraíso.

El acceso a la playa es por barco, teniendo un horario continuado de ida y vuelta a lo largo de todo el día (cada 20 minutos sale uno). El barco se toma en un embarcadero bien señalizado desde el pueblo, aunque no te ponen "embarcadero" sino "praia cuatro aguas" o "isla de tavira". El precio ida y vuelta es 1,30 euros por persona. El trayecto no dura ni 5 minutos. Otra posibilidad es
coger un aguataxi, que cuesta 6 euros, y en el que pueden viajar hasta 6-8 personas. Una vez desembarcas recorres un caminito de unos 100 m rodeado de pinares, casitas de alquiler (pocas) y un camping. En ese paseo hay algunas casetas de distintos servicios y al final varios restaurantes donde puedes comer tanto de pescados típicos de la zona, como una hamburguesería y pizzería


Regresando ya hacia el pueblo de Tavira, por cierto llamada la tierra de las mil y una iglesias, sigue siendo una ciudad museo, a pesar de que muchas de sus puertas permanezcan cerradas.


Albergaba treinta y siete templos (dieciocho iglesias, seis conventos, siete capillas, cinco ermitas y un retiro, algunos de ellos ya desaparecidos) pero tan sólo están abiertos al público la iglesia de Santa Maria do Castelo y el convento de Santo Antonio.


La ciudad alberga numerosas muestras de su importancia: los restos del antiguo castillo, que reconstruyó el rey Dinis; la vieja mezquita, donde hoy se encuentra la iglesia de Santa Maria do Castelo; el puente que une las dos orillas, al que popularmente se le denomina romano.
Tavira es una hermosa ciudad, que junto a sus playas y a su peculiar isla, hacen de ella un buen lugar para pasar un agradable día en cualquier época del año.

PARQUE NATURAL DEL SUDOESTE ALENTEJANO Y LA COSTA VICENTINA (Portugal) Julio/08






PARQUE NATURAL DEL SUDOESTE ALENTEJANO Y LA COSTA VICENTINA



UN PARAISO POR DESCUBRIR


He aquí uno de los lugares más hermosos del litoral portugués. Allí donde el viento atlántico azota fuertemente sin cesar, donde Europa dice “adiós” a su tierra antes de encontrarse con el mar, allí donde el cemento desaparece para dar paso a playas salvajes. Si, allí se unen las regiones del Alentejo con el Algarve. Donde los apartamentos y grandes hoteles dejan de existir. Solo grandes acantilados decorando sus playas. Paraíso de surfistas, naturistas, y amantes de lo virgen.
El Parque natural de la costa Vicentina nace en la localidad de Burgau: bello pueblo de pescadores, en donde las callejuelas armonizan con las fachadas pintadas de distintos colores. Mezcla de guiris y autóctonos, de rubios venidos de Europa y morenos aclimatados al fuerte sol de la zona.

Siguiendo por la costa dirección al cabo San Vicente, llegamos a Boca Do Río; hermoso rincón costero, donde el gentío queda ausente, el silencio invade. Playa poco transitada y casi olvidada. En ella, un pequeño río allí muere. En su desembocadura, el río se mezcla con el mar, las verdes algas se apoderan de la costa, y la playa queda repleta de piedras, de rocas, unas grandes y otras pequeñas. El olor a mar es intenso, la combinación cromática de colores está perfectamente
diseñada: el mar, la roca, la costa, los acantilados, el río. Subo hacia un pequeño mirador, y desde aquí todo lo contemplo. La brisa en mi cara, y la vista se pierde en el horizonte, allá donde el mar parece caer.
Siguiendo por la costa, las playas de Zavial y Engrina. Dos trocitos de costa entre cortada por grandes rocas. En ella se mezclan buceadores, surfistas, y gente que busca la tranquilidad.
Nuestro siguiente punto, Salema. Pequeño pueblo en donde las barcas de colorines invaden parte de las playas. Los pescadores se mezclan con los bañistas, y las fachadas de las casas asoman al mar pero con un color especial: rojos, azules, verdes.

En el pueblo, solo una calle, larga y empinada. En ella, en el número 77, Teresa, una humilde señora nos alquila una habitación, en la que nos hospedamos durante dos noches. 30 Euros/noche, a ese acuerdo llegamos. Cuando el sol empieza a caer frente al mar, las gaviotas planean sobre la playa. Ellas bajan a comer. Al igual que nosotros, el hambre apremia. A dónde dirigirnos mejor que al restaurante LorenÇo. Asequible lugar y Exquisito mangar: mariscos, sopas, pescados del día, entremeses, y como no, para beber sangría fresquita. 52 euros, no está mal. ¡ah!, se me olvidaba postre y copa. Aunque eso sí, reservar mesa por la mañana, o si no, una hora debéis de esperar.

Ahora sí, estamos en la punta de Europa, en el cabo San Vicente. Acantilados con altas paredes verticales, donde el viento azota fuertemente. El faro en su punta hace de guarda nocturno para los navegantes. A la vuelta, a 1 kilómetro escaso, la playa y fortaleza de Beliche son miradores excelentes para disfrutar de los perfiles de los acantilados de la costa del cabo San Vicente.

Ahora ya nos dirigimos hacia Vila do Bispo, a unos 10 kilómetros de Sagres. Desde esta localidad, que queda ligeramente hacia el interior, buscamos la carretera que nos lleva a la playa de Castelejo (a unos 5 km). Antes de llegar, un carril de tierra en la parte izquierda nos llevará hasta la torre de Aspa y sus miradores. En este lugar se encuentra el acantilado de mayor altura, con 159 m de caída vertical hacen que “la torre de Aspa” sea el más espectacular de la costa
Vicentina. Desde aquí arriba la costa de la playa de Castelejo es espectacular. Su costa, igual que hace miles de años. Un viento fulminante que cruje en las rocas. Un agua embravecida, furiosa, ataca la playa. El horizonte se pierde allí donde la bruma es más intensa. Ahora vamos para abajo, para descubrirte, para pisarte.

Ya en la playa de Castelejo, los cortados de pizarra flanquean la costa. Una nieblilla se apodera de este hermoso rincón, y las siluetas de las grandes rocas descansan sobre la arena, parecen gigantes medio dormidos. No lo puedo evitar, tengo que ir hacia ellos. Mi cámara no deja de enfocar y disparar. ¡Qué lugar más impresionante!.
Las fuertes y altas olas, hacen que este sea un verdadero paraíso de los surfistas. El agua helada, casi prohibitiva para el baño. Pero eso no importa, la vista se recrea, y se recrea, y no se cansa de contemplar este espectáculo visual.

Ahora debemos andar, llegaremos hasta el final, hasta donde los acantilados nos corten el paso. En la izquierda, vemos “La torre de Aspa”, por ahí no se puede tirar. Así que por la derecha tiramos. Son unos dos o tres kilómetros hasta llegar a los acantilados. En el paseo, la bruma fantasmal venida del mar nos acecha, como si algo nos quisiera decir. Los perfiles en siluetado de los surfistas destacan bajo un sol tímido, con miedo de destruir tanta belleza. Ya al final, donde las paredes no nos dejan pasar, los pescadores sobre las rocas de afaman en su tarea, en una perfecta armonía de color, de sonido, de olor.

Regresando de nuevo a Vila do Bispo, subimos hacía Garrapateira (unos 20 km), antes de llegar, la playa de amado con sus traicioneras aguas, es el reino de los surfistas.
“Ya ha pasado un año y parece que fue ayer, solo los turistas se atreven a mojarse los pies, por desconocimiento, todo lo que tiene de hermosa tiene de traidora, son muchos los nombres que en los postes de maderas aparecen, los PORTUGUESES no se bañan por que la conocen. Si vuelves a ir, fíjate en los palos de madera y en los nombres escritos que hay en cada uno de ellos, son personas tragadas por el mar”

Este trozo de texto lo he sacado de la experiencia de un viajero que por estos lares perdió a su hermano. Es cierto, esto es el atlántico, aguas bravas y hermosas, pero cuidado con el baño.
Seguimos hacia el norte y llegamos hacia Bordeira, hermosa playas como la del puntal, e incluso la del mismo Bordeira, en ésta, el agua se queda almacenada formando un pequeño lago. Lugar ideal para que chapoteen los críos.
Queríamos seguir hasta Odexeice (límite con el Alentejo), pero el sol se está apagando y debemos regresar. Suerte de este rincón, que siendo espacio protegido, nunca se explotará. Hermoso si, salvaje también, pero como todo lo salvaje, está sin domar, y nunca se domará, y todo el mundo sabe que esto tiene su riesgo. Prefiero arriesgarme antes que perecer a la doma humana.