Crónica escrita por mi compañero Joaquín Pascual
La montaña de Montserrat está el centro de Cataluña, forma una unidad de relieve de singulares características geológicas y geomorfológicas. Sus valores ecológicos, junto con los religiosos, los culturales y los históricos, dieron lugar a su declaración cono Parque Natural de la Montaña de Montserrat (1989).
Aprovechando que estábamos realizando la subida a los cuatro techos catalanes, nos dirigimos a este bello paraje, y despues de visitar la hermosa Ermita de San Joan, subiremos al pico más alto de Montesrrat, el San Jeromi (1236 m). Tiene unas vistas espectaculares, y en poco más de una hora estaremos en la cumbre.
Salimos el jueves 21 de agosto de Bellver de Cerdanya camino del Túnel
del Cadí, Berga y Manresa. En Monistrol de Montserrat teníamos reservado el
alojamiento en el Hostal "Guilleumes". Después de dejar allí las
maletas y comprar pan y fruta en el pueblo, subimos hasta el aparcamiento del
monasterio donde dejamos el coche. Impresiona el lugar que ocupa el monasterio,
aquello tienen que tener una fuerza especial para que vengan gente de todo el
mundo. Además de la basílica hay otras dependencias, como el Museo, la
Escolanía, el Espacio Audiovisual, además de servicios de restauración, hoteles
y tiendas. En resumen que aquello parece una pequeña ciudad.
Eran ya las once y media cuando nos dirigimos a la basílica para ver a la
Virgen de Montserrat, patrona de Cataluña, pero estaban diciendo misa, así que
después de dar una vuelta por los alrededores tomamos el funicular de Sant Joan
para hacer un poco de senderismo por la parte alta de la montaña.
Estaba nublado y parecía que podía caer un chubasco. Lo primero que
hicimos es dirigirnos a la ermita de Sant Joan y a los eremitorios rupestres
que hay cerca de ella.
Muy curioso el lugar, aquellos eremitas vivían encaramados en las
grietas de las rocas como pájaros roqueros. Después volvimos a la estación
superior del funicular y nos comimos los bocadillos mientras caían unas gotas.
En la parte superior de la cabina del funicular hay una exposición donde
se cuenta como surgió la montaña de conglomerado de Montserrat del fondo del
mar, y otras historias y leyendas relativas a hechos del pasado. Entre lo más
destacado está el incendio y completa ruina del monasterio por las tropas
napoleónicas a principios del siglo XIX. La imagen de la Virgen de Montserrat
pudo salvarse porque fue escondida por los monjes.
Como no llovía empezamos otro sendero más largo, el que lleva a la ermita
de Sant Jeroni y a la cumbre del mismo nombre, es el techo de la montaña con
1.236 m. Mira por donde también hoy íbamos a hacer un techo, aunque no
provincial.
Nada más salir ya podemos admirar las rocas características de
Montserrat que por su parecido a determinadas cosas han sido bautizadas como la
Momia, la Momieta, la Panza del Obispo, la Embarazada, el Gorro Frigio, etc.
Pronto vimos a los escaladores en acción, ya que el lugar tiene muy buenas
condiciones para practicar este deporte.
Arriba, aunque no lo parezca desde abajo, abunda la vegetación porque
las nubes se enredan en estas torres de piedra y dejan humedad. Por el
pedregoso sendero abundan tanto los senderistas con sus bastones como los
turistas con chaclas con el riesto de torcerse un tobillo, ya que hay tramos de
subida y bajada.
A la media hora ya se ve más cerca el Sant Jeroni, a la izquierda de
unas antenas, y el torreón del Cavall Bernat.
Después de tres cuartos de hora aparece la ermita de Sant Jeroni, ahora
si queremos coronar la cumbre de Montserrt nos espera una fuerte subida durante
otros diez minutos.
El último tramo tiene habilitado escalones, ya que sube a un mirador
situado en lo alto de una de estas torres.
El vértice geodésico esta a unos cinco metros sin protección ninguna,
por lo que casi nadie se llega hasta él y se queda en el mirador. La causa,
como pude comprobar por mí mismo, es el vértigo, ya que a un metro del vértice
hay una caída de más de mil, y con el viento que suele correr allí impresiona
todavía más.
Desde este punto central de Cataluña hay muy buenas vistas en un día claro,
pero hoy no era el caso.
Después de un ratillo emprendimos el descenso. Se puede bajar al
monasterio haciendo el sendero circular, pero nosotros habíamos comprado un
billete de ida y vuelta y lo que hicimos fue volver al funicular. De todos
modos tenía que hacer mucho calor por el fondo del estrecho valle por donde
bajaba el sendero hasta el monasterio.
Hay más senderos por la montaña, pero ya con esto nos habíamos hecho una idea y
tampoco era plan de pegarse un palizón en el "día de descanso" de los
Techos Catalanes.
Volvimos a la basílica y esta vez pudimos subir al camarín para ver de
cerca a "La Moreneta". Luego un café y para el aparcamiento. Camino
de él vimos una placa indicando el Camino de Santiago de Galicia, buen punto
para comenzarlo.
En el hostal hubo ducha, luego vino la vuelta por el pueblo de Monistrol
que conserva un puente medieval y un par de calles y plazas con cierto sabor.
La cena en el restaurante del mismo hostal a base de un buen menú.
Después otra pequeña vuelta por el pueblo, chupito y a la cama. No estuvo mal
el día. Montserrat se merece una visita, ya lo saben.