Son las siete de la mañana, hora de partir con dirección a la Sierra de las Nieves.
En esta ocasión, nos damos cita tres compañeros del club: Paco, Fernando, y yo, Antonio. La intención es realizar una travesía circular por las sierras de Cabrilla y Prieta, en los límites de las poblaciones malagueñas de El Burgo y Casarabonela
Por delante tendremos una buena marcha con cierta dificultad, ya no solamente por el desnivel a superar, sino también por el terreno pedregoso por el que tendremos que avanzar, con trepadas verticales por chimeneas y grietas, en las que tendremos que utilizar nuestras manos para progresar y algunas crestas a superar. ¡Las vistas serán espectaculares!
Serán algo más de 15 kilómetros de marcha, casi 1400 metros de desnivel y acercándose a las siete horas y media de pateo. Por tal motivo a esta ruta se le podría dar un MIDE de 4344.
Nos dirigimos primero hacia la localidad de Ardales, y posteriormente hacia El Burgo, desviándonos por la carretera MA-5401, aparcando a unos cien metros pasado el PK 14 de dicha carretera.
Aparcamos en un pequeño ensanche que encontramos a nuestra izquierda, en las inmediaciones del cortijo de la Atalaya. Son las 9:20, la temperatura es ideal para empezar a avanzar.
Estamos a una altitud de 647 metros, preparamos nuestras mochilas y nos ponemos en marcha.
Atravesamos la carretera, y a los pocos metros empezamos a avanzar por una carril de tierra, "la cañada de Ronda. Camino de Málaga a Ronda", Nuestro primer objetivo siempre de frente, hacia él vamos.
Tras avanzar varios cientos de metros el carril se convierte en senderillo, por ahí seguiremos...
Y a una media hora de marcha aproximadamente, a nuestra izquierda podemos contemplar "El Mirador de la Campana", lugar por el que pasaremos a la vuelta de nuestra ruta.
El sendero nos adentra ahora en un pequeño bosquete en el que se encuentra el barranco arroyo de las Palomas, que aunque en un principio pretendíamos ver unas chorreras, al ver que el arroyo estaba seco, seguimos avanzando por el bosquete sin desviarnos.
De frente, ya los primeros paredones de Sierra Cabrilla.
El sendero a veces se pierde, hay que ir muy atentos, aunque la dirección siempre es intuitiva.
Hemos tenido una aproximación de una hora, y casi cuatro kilómetros hasta llegar aquí.
Nos dirigimos hacia los paredones, dejando a nuestra derecha el barranco de las Palomas.
A partir de aquí, sin sendero marcado en tramos, vamos buscando la mejor opción de subida entre piedras y peñascos.
Una vez avanzando bajo los paredones, son varios los abrigos que vamos viendo, muchos de ellos de animales. Y junto a estos, una sima, a la que nos acercamos para ver su profundidad.
Echamos la mirada hacia atrás, y vemos allá a lo lejos la Sierra de Alcaparín, que tantos recuerdos nos trae, de cuando la hicimos con algunos restos de nieve. Incluso podemos distinguir en donde hemos dejado nuestro coche aparcado.
Seguimos avanzado junto a los paredones...
De frente, vemos la antecima de la cumbre, aún queda mucho por llegar...y subir.
El track que llevamos nos marca que sigamos todavía por nuestra izquierda, pero de frente, a nuestra derecha vemos una zona rocosa en la que hay una grieta en forma de chimenea...
Nos aventuramos por allí.
Es hora de trepar, las primeras de la jornada, y no será la última...
Hay que echar mano a la roca, y para arriba con mucha precaución.
Superado este primer tramo vertical, yo me desvío un poco para abajo y contemplar el paredón por el que hemos subido, y que aprovecho en la foto para describirlo...
De frente, Paco y Fernando siguen a toda velocidad hacia arriba. Yo me he quedado un poco descolgado, voy a mi ritmo. El repecho es bastante fuerte...
De nuevo, improvisamos el track, y de frente vemos una chimenea por el que podemos intentar subir...veremos cuando lleguemos como es de alto.
¡Superado!
Me sitúo delante del grupo he inmortalizo a los dos con hermosas vistas de la zona, y de nuevo, la Sierra de Alcaparaín detrás.
Seguimos avanzando (mejor dicho, subiendo): cresteando a veces, otras buscando el mejor paso...pero siempre subiendo. Este tramo se está haciendo duro.
Ahí van varias imágenes del cresteo de subida...
Y tras un buen rato de subida, por fin ya vemos el espolón de la cumbre, ahora sí, esa es, la cumbre de Sierra Blanquilla.
El viento aquí, azota fuertemente.
El nombre de Sierra Cabrilla, parece ser que se debe a los reflejos del sol al atardecer, por lo que se la conocía como "La Sierra que brilla" y ha ido evolucionando hasta su nombre actual.
Paco nos inmortaliza en la cumbre, medio volando y planeando por el fuerte viento...
Echamos mano de nuestro reloj, marca las 12:20, eso quiere decir que hasta aquí hemos tardado tres horas en llegar y hemos superado los 850 metros de desnivel, no está mal, vamos bien de ritmo...
Avanzamos por esta meseta, y nos dirigimos hasta el otro punto de la sierra Cabrilla, desde donde empezamos a ver perfectamente la otra sierra, Sierra Prieta, nuestro siguiente objetivo.
De frente vemos y estudiamos nuestra referencia para llegar hasta la cumbre de Sierra Prieta.
Descenderemos un poco hacia esa pequeña cresta, teniendo en medio un pequeño saliente que tendremos que salvar. Cuando estemos allí decidiremos si por la izquierda o la derecha...
¡Y llegamos a él!
Echamos un vistazo por ambos lados, y al final decidimos por la izquierda.
No era fácil, en un principio...
Buscamos la mejor opción de salvar ese tramo rocoso vertical...y a trepar de nuevo, con mucha precaución.
¡Pacooooo!
Vamos a parar un poco y picar algo, no hemos parado en todo el tiempo y llevamos casi cuatro horas de marcha. Un poco de potasio para reforzar los músculos y seguimos hacia adelante...
Estamos situado en una pequeña cumbre (sin nombre), a ambos lados tenemos los collados que separa Sierra Cabrilla y Sierra Prieta.
Y ahí tenemos de frente, el subidón hasta llegar a la cumbre de Sierra Prieta, pero antes toca bajar y bajar...Fernando y yo nos asomamos, nos miramos...¡Madre mía!
A bajar se ha dicho...
La subida a la cumbre, desde aquí parece muy vertical y sin paso...
Una vez en el collado, miramos nuestro altímetro...por delante nos queda una subida de casi 300 metros de desnivel.
A subir toca, poquito a poco...
Aprovecho una paradita, para resoplar y miro hacia atrás...nuestro recorrido desde Sierra Cabrilla.
Y poco más de media después alcanzamos la cumbre...por fin.
De nuevo miramos nuestro reloj, han pasado cinco horas desde que empezamos la marcha, y dos horas desde la cumbre de sierra Blanquilla.
Nos inmortalizamos en la cumbre, y contemplando unas maravillosas imágenes a nuestro alrededor, empezamos a comer nuestros bien merecidos bocatas. Media horita de relax en un silencio infinito.
Desde la cumbre, podemos ver la costa de África, Sierra Nevada, Sierra Almijara, Sierra Blanca, Sierra Alpujata...y otras tantas y tantas cumbres.
A las 14:50 empezamos a bajar por el sendero oficial que nos llevaría hasta la localidad de Casarabonela.
El primer tramo de bajada es muy empinado, Paco y Fernando cogen velocidad. Yo me noto las piernas muy cargadas, con lo que prefiero ir a mi ritmo, más lentamente.
El sendero es cómodo y está perfectamente señalizado, de hecho estamos en el recorrido oficial Casarabonela-Sierra Prieta del PR-A 408.
A unos quince minutos después nos adentramos en un bosque de pinos...
Relajados y charlatanes seguimos bajando suavemente entre las arboledas...
Y otros quince minutos después llegamos hasta el Mirador de la Campana, bonito enclave, en el que las formaciones rocosas han abierto una oquedad entre grandes rocas, mostrando un gran ventanal hacia el senderillo de abajo, por el que ya pasamos esta mañana.
Y ya en nuestro último tramo de ruta, de vez en cuando miramos hacia atrás, para de algún modo recrearnos en este bello paisaje, del que hemos podido disfrutar en el día de hoy.
El senderillo de bajada nos desemboca en el carril que ya cogimos esta mañana, y desde ahí hasta el coche.
Miramos nuestro reloj, son las 16:45, siete horas y media de ruta, una bonita ruta con su grado de dificultad, y la compañía, que decir de la compañía, mejor imposible.