martes, 27 de diciembre de 2016

Subida al Yelmo (1809 msnm), Sierra de Segura (Dic/16)



Pasando varios días por la Sierra de Segura, aprovechamos para realizar la subida al Yelmo, el mítico pico de la Sierra de Segura, aunque sin  dificultad alguna, de hecho, incluso para los menos andarines se puede subir en coche, cosa que lógicamente nosotros no haremos. Los otros días hicimos las siguientes rutas:

1-Sendero de la peña del Olivar
2-Subida a Piedra Dionisia
3-Subida al Puntal de la Misa

4-Subida al Yelmo

Nos situamos en la Sierra de Segura (Jaén), y tomamos como referencia las localidades de Segura de la Sierra y Hornos, ambas de las que podemos partir.



El lugar de partida paras iniciar la ruta es la casa forestal del Campillo (o El Pradillo) se llega desde Hornos por la carretera A-317a (14 km aproximadamente). A 7 km desde el inicio dejaréis el cruce a La Capellanía y continuaréis a la derecha tomando más tarde un cruce a la izquierda por la JF-7016 (a 13 km desde el inicio). Un kilómetro más y habréis llegado a la Casa Forestal del Campillo. Podéis dejar los vehículos en el amplio aparcamiento a la derecha de la carretera. 
Si venís desde Segura de la Sierra (a 19 km) o Siles (a 25 km), la carretera es la misma pero en sentido contrario.


Una vez aparcados los coches, empezamos a subir por el sendero marcado por el poste (PR-A 194).


  Estamos situados a una altitud de 1424 msnm, por lo que tendremos un desnivel de subida de unos 400 metros escasos en poco menos de 4 km y para ello dedicaremos unas tres horas en total haciendo el recorrido en plan tranquilo aprovechando para disfrutar de las vistas e incluso rastrear por el suelo en busca de setas.


El sendero se inicia junto a las ruinas de la casa forestal del Campillo, junto al aparcamiento. Al inicio de la ruta, perfectamente señalizada, tendremos que atravesar un amplio llano, dejando  a nuestra izquierda la pista que nos llevaría en coche por la carretera. Nosotros seguiremos por el sendero de frente.


A unos 800 metros del inicio de la ruta, el sendero empieza a coger desnivel, por el que poco a poco subiremos entre charlas y risas, y de vez en cuando una paradita para echar un vistazo en busca de alguna seta despistada.


En nuestra subida, casi todo el tiempo, iremos viendo viejas encinas, algunos alcornoques y como no, muchos pinos silvestres. A la misma vez, y cuando los árboles no nos lo impiden, empezamos a disfrutar de hermosas vistas de la Sierra.


En un par de ocasiones el sendero desemboca en la pista, pero nosotros seguiremos subiendo por el camino que se adentra entre la arboleda.


En algo menos de hora y media  llegamos a la cumbre. Las vistas desde esta altitud son espectaculares: el embalse del Tranco, muchas poblaciones de la Sierra, los picos más alto de la zona de Cazorla, incluso extensas sierras de localidades cercanas como Albacete, con la Sierra de las Cabras... y más allá, en el horizonte destaca con su peculiar silueta la Sagra, ya en tierras granadinas.


Contrariamente al disfrute de las vistas, la cumbre queda bastante afeada con tantas antenas de comunicación, repartidas en dos áreas del Yelmo.


Su cumbre, ocupada también por un refugio, es famosa por ser el epicentro de los deportes de vuelo, cuyos amantes tienen cita obligada en el festival internacional del aire "el Yelmo" en los primeros días de junio.


Ojeando algunas curiosidades y anécdotas sobre el Yelmo, he podido destacar un curioso refrán que se dice por la Sierra "Que cuando el Yelmo lleva montera, llueve aunque Dios no quiera". Seguro que esto es cierto, pero no hoy, el cielo está nítido y resplandeciente. 


Tras un rato disfrutando de las vistas empezamos a bajar, con la idea puesta en llegar a los coches e irnos a comer a Hornos, así que la bajada la hicimos rapidita sin detenernos mucho.


Eso si, antes de llegar a los coches, ya en el llano, Rosa que no  puede evitar mirar al suelo, nos dio algunas clases sobre algunas setas que vimos por el camino de bajada, y ya aprovechó para darnos algunos consejos y recetas de varios manjares seteros.

Si quieres ver otra de la rutas que hicimos por la Sierra de Segura, pincha en ella:

miércoles, 21 de diciembre de 2016

Subida a Piedra Dionisia (1689 msnm) Sierra de Segura (Dic/16)



En este puente de diciembre nos dirigimos hacia la remota Sierra de Segura (Jaén) seis compañeros del club: Concha y Pepe, Valme y Lorenzo,  Rosa y el que escribe. Serán cuatro estupendos días de ruta las que haremos por esta hermosa Sierra.

1-Sendero de la peña del Olivar
2-Subida a Piedra Dionisia
3-Subida al Puntal de la Misa
4-Subida al Yelmo

Hoy toca la subida a Piedra Dionisia desde Huelga Utrera, pasando por la Cueva de Agua y la aldea de Poyotello. Hoy Rosa no pudo venir.
En total recorreremos unos 17 kilómetros, con un desnivel aproximado de 750 metros y unas ocho horas de marcha.
En esta ruta hay que distinguir dos tramos bien diferenciado; el primero Huelga Utrera-Poyotello perfectamente señalizado con postes y sendero marcado (PR-A 195) y el segundo tramo Poyotello-Piedra Dionisia sin sendero, orientándose por camino de cabras y un poco de intuición montañera.


Allá vamos:
Nos situamos en la pequeñísima aldea de Huelga Utrera (1018 msnm), ya cerca del embalse de las Anchuricas, situada en la carretera local Jf-7038, a unos cinco kilómetros de la Toba viniendo del sur.
Desde esta misma carretera a mano derecha habrá una indicación que nos llevará hasta dicha aldea en unos 900 metros de pista no muy bien asfaltada.


El coche lo dejaremos justamente en la entrada de la aldea. Aunque el cielo está despejado y el pronostico del tiempo es bueno, a estas horas de la mañana aún hace bastante frío.


Desde la misma aldea cogemos la pista que sale a mano izquierda, paralelo al río Segura, recorriendo algunas huertas y con un paisaje repleto de pinos laricios.


A un par de kilómetros aproximadamente la pista se convierte en un sendero que se adentra en unos grandes paredones de roca (ideales para realizar unas ferratas)


Y el sendero empieza a ascender bruscamente adentrándose en un hermoso bosque de pinos. Aquí mas de uno empezamos a desprendernos de algunas capas de abrigo. Se nota que la cuesta es bastante pronunciada.


En un tímido respiro, las nubes intentan escapar de la frondosidad del bosque, ocultándose más allá de las montañas, mientras nosotros seguimos avanzando por el sendero y de vez en cuando mirar entre el follaje al encuentro de alguna seta escondida.


Poco después y cuando llegamos a lo más alto de la pronunciada cuesta, un grandioso  "mirador" nos estaba esperando para mostrarnos las maravillas de este rincón de la Sierra de Segura.



Ahora el sendero empieza a descender, flanqueado por impresionantes paredones que van quedando a nuestra izquierda, viendo como el valle se va estrechando y el cauce del río Segura sigue a acompañándonos en todo nuestro recorrido.




Junto a estos paredones, la humedad y la umbría hace que los musgos y los líquenes adosados a las rocas y los árboles nos embellezcan aún más el paisaje. A nuestro paso, el crujir de las botas sobre las hojas otoñales ya muertas nos generan un sosegado y relajante sendero.


Al poco, una indicación nos avisa que tenemos que desviarnos para contemplar el maravilloso salto de agua conocido como "Charco del Humo", y claro, allá vamos, está solo a algunos metros.


Tendremos que bajar por una pequeña pasarela protegida por unos palos y unas cuerdas, evitando de este modo un resbalón tonto y dar por finalizada la ruta.


Atravesamos un pequeño puente de madera y ya llegamos a la cascada que ferozmente deja caer sus aguas y se despeña en las pozas transparente que abajo las esperan.



Para llegar a la misma altura de la cascada hay que pasar por un paso algo delicado junto a la pared, pero con precaución podemos bajar.



¡Ojo con el terreno que está muy resbaladizo, y no nos queremos mojar!




Tras disfrutar algunos minutos de estas refrescantes aguas, subimos de nuevo y continuamos por el sendero bajo los paredones que parecen llorar, si, bien digo llorar, son algunas pequeñas caídas de agua salpicadas entre sus grandes oquedades, algunos de estos huecos parecen ojos, otros nuestra imaginación nos traslada a un mundo irreal, pero en cualquier caso es un lugar mágico.


El sendero ahora empieza a subir por nuestra izquierda abandonando las tranquilas aguas del río Segura.


Y ya en lo alto llegamos a la Cueva del Agua, un verdadero reclamo para cualquier senderista que hace esta ruta. Un verdadero exponente del paisaje kárstico segureño.


Este refugio cueva de ganado en otras épocas, tiene unas impresionantes dimensiones, conteniendo en su interior un manantial, llegándose a cubrir de agua parte de la cueva.


Desde el exterior de la cueva tenemos un excelente mirador desde el que podemos disfrutar de los paisajes del cañón del Segura.


El sendero ahora empieza a coger altura y la empinada cuesta hace que de vez en cuando tengamos que realizar alguna paradita. Allí a lo lejos, en lo alto ya vemos algunas casas del poblado de Poyotello.


Una vez llegamos arriba vemos un cartel que nos da la descripción de la ruta que estamos realizando, y en el que nos dice que hasta Huelga Utrera tenemos un total de 5,5 km y estamos a una altitud de 1440 metros


LLegamos a Poyotello, una recóndita aldea perteneciente a Santiago Pontones y que nos resulta ser un espectacular balcón natural del cañón del Segura.


Nos entretenemos un poco dando charla a uno de los pocos habitantes del poblado, nos cuenta algunas curiosidades del lugar y nos pregunta que a donde vamos. A Piedra Dionisia le contestamos, él con una sonrisa irónica nos contesta, pues tened cuidado que allí hace frío, abrigaros.



Aprovechamos para picar algo antes de empezar a subir, pero eso si, resguardado al calorcito de la pared. Algo de frutos secos, naranja, plátano...y los gatos pidiendo de comer. 


Tras quince minutos de relax y jugueteando con los gatos (pobres al final no comieron nada) empezamos a subir, y para ello nos dirigimos hacia la salida del poblado.


Sin sendero marcado, ni indicado, ni intuido, ni nada de nada...solo siguiendo algunos caminillos de cabras... rastreando las bolitas redondas y negrillas que expulsan las cabras...
Menos mal que llevamos dos track para llegar a la cumbre, eso si, no se en que momento lo harían, o si iban bebidos, porque el caso es que dimos muchas vueltas hasta llegar a la cumbre.


A la izquierda, no a la derecha...por aquí. No el track me marca por allí. Quizás por detrás de aquella roca gigante...
Allí vemos una valla, vamos a saltarla y veremos por donde vamos...


Vamos bien, el track de momento me dice que sí. Espera que ahora hay que girar a la derecha...


¡Eh, aquí hay un montículo de piedras, será algún hito despistado!


Con las nubes metidas a nuestra altura, resultó que todo lo que anduvimos hacia la parte derecha después tuvimos que hacerlo en dirección contraria.


Por fin ya vemos el vértice geodésico. Hace frío mucho frío. Hasta allí nos dirigimos.


Justo el tiempo de hacer la foto y para abajo pitando que nos quedamos helados.


La vuelta, ya orientándonos por el poblado de Poyotello llegamos fácilmente.
...Y así hasta que llegamos al coche tras hacer una pequeña parada para comer los bocatas.

Si quieres ver otra de las rutas que hicimos por la Sierra pincha en ella:
Subida al Yelmo