lunes, 6 de noviembre de 2017

Vía ferrata de la Falla del Camorro (Cuevas de San Marco) Málaga Nov/17 y subida al pico Fallas del Camorro (907 msnm) Enero/18


Cueva  Nueva


Ferrata Falla del Camorro


Crestería Sierra del Camorro


Cueva de Belda

Interesante la ruta que hemos realizado por la Sierra del Camorro, en la provincia de Málaga, haciendo ya frontera con Córdoba y el embalse de Iznájar.
Hoy será una ruta completa, en la que haremos la vía ferrata de la Falla del Camorro, bajada a Cueva Nueva, un poco de cresteo por la sierra,  y la visita a la cueva de Belda.
Será un día inestable desde el punto de vista meteorológico: nos lloverá y lucirá el astro sol.


Así que manos a la obra dándonos cita los compañeros montañeros y ferreteros Pepi, Víctor y el que escribe. Quedamos a las 9, con lo que pasadas las 11 de la mañana ya estábamos en Cuevas de San Marcos para iniciar nuestras rutas.


Una vez en el pueblo, tiramos hacia la parte alta, buscando como referencia el campo de fútbol. Siguiendo un poco hacia adelante llegamos al Centro de Interpretación de la zona. Aquí ya parte un sendero que nos llevará a la cueva de Belda.
Nosotros seguiremos por el carril que nos sube entre pinares en unos dos kilómetros.
Cuando llegamos a una pequeña bifurcación que se estrecha el carril a mano derecha, ahí dejaremos nuestro coche (ver foto superior)



Subimos por el empinado carril, y un cartel nos indica la dirección hacia el mirador del Camorro, en donde se encuentra nuestro primer objetivo, Cueva Nueva.


Un poco más adelante y junto a unas antiguas canteras, se encuentra el camino que tendremos que coger más tarde para ir al inicio de la vía ferrata, pero ahora vamos hacia el mirador.

Cueva Nueva


Una vez en el mirador, y en una de las paredes vemos un pequeño hueco por el que se accede al interior de la cueva. Con mucho cuidado, ya que la roca está muy resbaladiza, nos asomamos, y lo primero que vemos ya nos atrae para entrar en ella.


Poco a poco los tres nos acercamos a la cabecera de la cueva...


Víctor empieza a desplegar y asegurar la cuerda, y todos empezamos  rapelar  hacia el interior.
Habrá una caída de unos seis metros, lo tendremos que hacer con mucho cuidado, ya que el terreno está muy resbaladizo.


Se lanza Víctor primero para asegurarnos abajo con la cuerda a Pepi y a mi.


Ahí va Pepi, colocando lo pies bien en la bajada.


Y por último bajo yo.


Una vez dentro (no es muy grande), al fondo parece haber una pequeña lagunilla y algún estrecho orificio, por el que ni intentamos asomarnos.


La Cueva Nueva apareció conforme avanzaba la actividad de la cantera sin que nadie sospechara de su existencia. Son varias las estalactitas y estalagmitas que hay por las distintas paredes y techos. 


En su interior es interesante destacar la presencia de una estalagmita, situada en el centro de esta gran sala, con una forma circular que recuerda al perfil de una virgen. 


Tras un rato disfrutando de la cueva, empezamos a ver la mejor forma por donde subir.
En la parte izquierda nos encontramos con un pasillo por el que podemos ascender sin cuerda, y con mucho cuidado de no resbalar.




Una vez arriba, y asegurado con la cuerda tendremos que esquivar una abombada barriga que una vez superada llegamos a la salida de la cueva.



Víctor sale el último y se encarga de recoger toda la cuerda.
Aunque cuando se empezó a recoger tuvimos que ayudarlo ya que la cuerda se había quedado enganchada en una grieta.

Nos trasladamos ahora en busca de la ferrata, y para ello retornamos a nuestros pasos.

Ferrata de la Falla del Camorro

Antes de nada, debo de decir, que el cartel indicativo de la ferrata está mal situado en cueva Nueva, cuando realmente debería de estar situado en el camino que sube hacia la ferrata.


En unos diez minutos llegamos al inicio de la ferrata, justamente cuando el cielo se empieza a ennegrecer.
Las primeras grapas están situadas tras superar un alto escalón, que aunque no tiene problema estando seco, hoy estando resbaladizo por la fuerte tromba de agua que ha caído esta noche, está muy peligroso.


Las características de la ferrata son las siguientes:

Dificultad: K2+, aunque en la descripción lo califica como K3 (en nuestro caso por la lluvia y la roca mojada, K3), con posibilidad de hacer dos  rapeles de bajada.
Tiempo de acceso a la vía: 15 minutos
Tiempo de realización: 45 minutos
Tiempo de regreso: 60 minutos
Longitud total del recorrido: 122 metros
Desnivel total: 80 metros
Desplomes: 2, uno más fuerte, la grapa está separada.


Esta ferrata la podemos dividir en dos partes bien diferenciadas, la primera y más vertical, en la que nos encontramos un paso atlético desplomado en el que hay que tirar de brazos para superarlo. Además las grapas en algunas zonas están muy separadas, así que para los ferreteros con piernas cortas, el esfuerzo a realizar es mucho mayor.
La segunda parte no tiene problema, además está ligeramente inclinada, con lo que solo tendremos que ascender sin ningún esfuerzo.



El orden de subida lo hemos establecido, primero Pepi, Víctor (aunque a mitad de la ferrata se intercambiaron) a continuación, y cerrando el grupo, yo.


Al poco de ascender por la pared vertical empezó a llover, y al llegar al desplome se hizo más complicado, ya que la roca resbalaba muchísimo.
Ahí vemos a Pepi, haciendo un gran esfuerzo, ya que la grapa situada en la parte superior estaba muy separada.


La lluvia empezó a apretar, y adosados a la pared bajo un pequeño techito, como si de lagartijas se tratase, esperamos a que la lluvia aflojara un poco.


Con las nubes ya pasando de largo, reanudamos nuestra ascensión.


Otro largo vertical con un pequeño desplome, y ya llegamos a la zoma más fácil.


Sin grapas, pero si con cable de vida, vamos subiendo por las rocas hasta llegar al final de la ferrata.
Casi en la cumbre, y en un buzón, se puede dejar escrita las impresiones percibidas en esta ferrata, nosotros lo hicimos.


Tras una hora de subida, culminamos esta ferrata.
Fantástico paisaje ante nuestros ojos: el embalse de Iznajar, la sierra de Rute, el Lobatejo, pico Bermejo, la Tiñosa, la cresta de alhucema...y como no, a nuestros pies, Cueva de San marcos.


Nuestra correspondiente inmortalización de foto de grupo. 


Cresteo de vuelta 

Empezamos a evaluar sobre el camino de bajada, ¿pero por donde?
En un principio, se pensó en bajar rapelando (a mi esa idea no me convencía) pero al estar las "reuniones" por debajo de los desplomes, hubiera sido complicado, y más teniendo en cuenta como estaba la roca de mojada.


Una vez decidido, iríamos de vuelta por la cresta, pero al ver que en alguna zona la roca estaba muy resbaladiza y con cortados, bajamos un poco y tiramos por un senderillo marcado en medio de un pinar, y paralelo a la cresta. 


Tras un rato andando, y pendiente del track que llevaba Víctor, empezamos de nuevo a subir hacia la cresta en busca de un collado por el que tendríamos que bajar.


Tras un fuerte subidón, de nuevo en la cresta.
Empezamos a buscar una puerta que sabíamos que era el lugar por donde teníamos que pasar (era una buena referencia)


Y al poco dimos con ella, la pasamos, y ya situados en la otra vertiente de la cresta, empezamos a buscar el lugar de bajada, tras pasar la cruz del reloj, situada en la misma cresta.


Las vistas sencillamente impresionantes. El cielo se estaba quedando azul, un intenso color azul que embellecía aún mas el paisaje. Y detrás de nosotros la cumbre más alta de la sierra del Camorro con casi 900 metros de altura.




Y ya empezamos a bajar buscando la otra referencia que era las ruinas de la Medina de Belda.


El yacimiento arqueológico de la Medina de Belda, está catalogado como de primer orden, y en ella podemos ver los restos del aljibe, y de las estructuras de las calles y de las casas, 



Y bajo una caída vertical espectacular empezamos a buscar el sendero que nos llevaba a unas escaleras. Fuimos para allá, para acá, no dábamos con ella, hasta que al final, por fin lo pudimos ver y gracias al track que llevaba Víctor


¡Ahí está Víctor intentando localizar el sendero de bajada!



Y por fin empezamos a bajar, pero "cuidadin" el terreno está muy inclinado, piedra suelta y lo más fácil es resbalar.


Y llegamos a las esperadas y deseadas escaleras, perfectamente habilitada con pasamanos y el camino bien marcado. Ya solo teníamos que seguir el sendero que nos desembocaría  en el mirador y Cueva Nueva, en la que ya estuvimos esta mañana.
Al coche llegamos a las 16,30, hora de comer.




Cueva de Belda


Tras nuestro exquisito manjar (los bocatas de siempre) pusimos rumbo para visitar la cueva de Belda. para ello, y donde teníamos el coche aparcado, tiramos por el carril, saliendo al poco un sendero que nos llevaría directamente hasta la cueva tras recorrer unos 800 metros y 20 minutos de duración.


El senderillo que atraviesa este pinar y bajo los paredones, se nos hizo un paseo agradable.


Y ahí está la cueva, la famosa cueva de Belda.
Tras subir unas empinadas escaleras metálicas llegamos a su interior.


Antes de nada, tendré que decir, que a los tres compañeros nos impresionó las dimensiones y profundidad de esta cueva, alcanzando los 350 metros. 


No se exactamente cuanto anduvimos por su interior, pero si pasamos varias salas e incluso tuvimos que pasar por un estrecho túnel.


¡Allá vamos, para adentro!


Una vez que atravesamos este túnel, desemboca en una pequeña sala.
Intentamos pasar por una estrecha grieta, pero aquí ya dimos la vuelta.



En su interior hay gran cantidad de estalactitas y estalagmitas, además algunas de grandes dimensiones. En el interior de la cueva se asienta una colonia endémica de murciélagos, catalogada como una de las más importante de Europa. De hecho, nosotros, en lo más profundo de su interior pudimos ver unos pocos colgado en la pared.


Y ya saliendo al exterior, retornamos en busca de nuestro coche.


Interesante y fantástico día hemos pasado hoy. 
Ha habido de todo: cuevas, ferrata, montaña, lluvia, sol, buena compañía...y ya solo queda tomar un café calentito, y para Sevilla.
Por cierto, según salimos ya de noche, y en la carretera de nuevo nos empieza a llover.


Subida al pico Fallas del Camorro (Enero/18)

En esta ocasión, haremos la ruta oficial del club que suspendimos en el mes de noviembre, y que al final solo tres socios nos fuimos de ruta (la crónica anterior).
Ahora nos damos cita 15 compañeros del club.



En esta no haré la ferrata, haremos la ruta desde cueva nueva, subida a la medina de Belda y crestearemos hasta llegar a la cumbre de Fallas del Camorro (907 msnm) 




Una vez abajo visitaremos la cueva de Belda, en la que en esta ocasión entramos hasta el final, en donde pudimos contemplar un par de lagos.






domingo, 29 de octubre de 2017

Circular por la Sierra de Pollos o Jaula y torre de Ucles (P.N Subbetica-Córdoba) Octubre/17



Nos vamos de nuevo de montaña, en esta ocasión a la Sierra Subética cordobesa. Para ello tomamos dirección hacia la localidad de Priego de Córdoba, viniendo de Cabra, por la A-339, y poco después de pasar el cruce que nos lleva a Carcabuey y a un par de kilómetros antes de llegar a Priego de Córdoba nos encontramos una cartel en el que pone "Jaula" y un carril a la derecha. Este será nuestro destino en el que dejaremos los coches. 


La idea de hoy es hacer un par de tramos de rutas. La primera subir a la torre Ucles (que nos llevará una hora de ida y vuelta y un desnivel de unos 100 metros) y la segunda una circular por la Sierra de Pollos o Jaula, en donde echaremos unas cinco horas, y un desnivel acumulado de unos 500 metros.
De este modo, en total andaremos unos 10 km, por terrenos de cresta, de olivar, fuertes pendientes y senderos sin marcar. Y sobre todo calor, mucho calor para esta época del año, y que todos lo hemos notado en esta ruta.


Nos damos cita 14 compañeros del grupo de montaña (dos al final no pudieron venir por motivos diversos). Ya hace bastante calor a estas horas de la mañana, y son solo las 10, 45.
Así que una vez aparcados los coches, empezamos a subir por el carril que nos lleva directamente hacia la cresta de la torre Ucles.


Una vez que llegamos al final del carril nos encontramos con un espolón de roca, en el que una flecha nos indica que por ahí tenemos que tirar. Echamos un vistazo y lo vemos un poco vertical y sin agarre, así que tiramos por el senderillo que sale por la parte izquierda.


En la primera parte tendremos que superar un escalón, y que poco a poco todos lo pasamos sin dificultad.


La cola es larga hasta que pasemos los 14, así que "para arriba, con un poco de paciencia".Algunos con más ayuda que otros. 



Una vez superado este primer tramo, a veces el senderillo nos lleva un poco por debajo de la cresta y otras veces lo hacemos cresteando.


Al gusto de cada uno, y a la seguridad del que crestea.
Evidentemente por la misma cuerda las vista impactan mucho más.


De frente ya vemos la Torre Ucles, ¡bonita perspectiva!
Esta atalaya construida entre los años 1332 -1341 y de origen nazarí, tuvo un estratégico lugar entre estos peñones cársticos. Vigilaba el paso obligado entre las localidades de Cabra y Carcabuey-Priego y las huertas de la comarca del río Genilla.


Seguimos avanzando por la cresta y disfrutando del paisaje de los extensos olivares de la zona.
Una vez en la torre y situados en su base, vemos como un gran orificio se ha intentado agujerear en busca del interior. Díficil conseguirlo, ya que los primeros 5 o 6 metros son macizos, siendo hueco solo los últimos cuatro metros.


Una fotito de grupo para inmortalizar el momento, y para atrás de nuevo, por la cresta.


Según retornamos, allá al fondo vemos el pueblo de Carcabuey, y junto a él, en un promontorio rocoso el castillo, dominando al pueblo y al que le da el nombre de "Cerro del castillo".


De nuevo en el carril de bajada, y dispuesto a empezar con la segunda ruta, la Sierra Pollos o Jaula.


Pero antes tenemos que hacer algo importante, colocar la tarta que nos trae Ana Mari, en lugar fresquito, a la sombra. Así que miramos la posición del sol...los coches...los árboles...y allá va, la tarta a buen recaudo en el maletero totalmente a la sombra. Será nuestra merienda.  
Si la ruta de montaña es importante para nosotros, no lo es menos, la sorpresa que en cada ruta nos depara nuestra querida compañera  Ana Mari. ¡Es una verdadera artista de los postres!


Son las 11:50, ¡vaya calor que hace!
Iniciamos la segunda ruta. Para ello tiramos cuesta arriba por la pista que sale de donde hemos dejado los coches. El calor es insoportable, pero no hay otra, hay que subir.
Atrás, allá en lo alto vemos la torre Ucles, de donde venimos.


A unos diez o quince minutos encontramos una pequeña apertura que se adentra en los olivos, a nuestra izquierda. Por ahí tiraremos. De frente es por donde volveremos para completar la ruta circular, pero eso será más tarde.



Y de frente una empinadísima cuesta que nos llevará hasta el inicio de la cresta.
Pero antes de llegar arriba tendremos que "sufrir un poco". 


En el primer tramo iremos sorteando los muchos olivos y buscando el mejor camino de subida.
El calor no da tregua, el terreno muy seco, la subida no parece tener fin...


Cuando los olivos desaparecen, tendremos que pasar por una alambrada; y entre pinchos, maleza, y zarzas, la subida se hace durilla.
Allá abajo vemos de donde venimos, y al final de la cresta la torre Ucles.
...y después otra alambrada...


¡Atención, algo pasa!
¡Vemos que hay algunos compañeros que no suben!
No me extraña, el calor es sofocante, son más de 200 metros de subida con un buen desnivel...y el terreno muy malo.
Una compañera no se encuentra bien, decide bajar, y otros dos compañeros bajan con ella hasta los coches. Ellos si lo han entendido bien, se van a Carcabuey, al fresquito, de cervezonas...¡que envidia!


Empezamos la cresta, es la una de la tarde y no corre ni gota de fresco.


Durante hora y media estaremos cresteando hasta llegar a la cumbre de Pollos. Se hace interminable, con este calor será mucho peor.


Dejando la alambrada a nuestra derecha, iremos pedruzqueando, saltando por las rocas, algunos tramos de senderos...y un poco de todo, pero sobre todo INTERMINABLE, por lo menos para mi.



Eso si, hermosas vistas frente a nosotros.
La Tiñosa (techo de Córdoba), Alhucema, pico Bermejo...


...Y seguimos avanzando por esta interminable cresta.


A nuestro paso, un curioso espolón de roca.
Esto merece una paradita y acercarnos a él...y ya puesto, foto al canto.
Y detrás Carcabuey.


Y un poco más adelante, en donde un sendero nos lleva ahora por esta zona, nos encontramos con una sima, y claro teníamos que asomarnos.


Y más cresta, roca para arriba, roca para abajo.
Sigue sin correr ni gota de fresco, ¡vaya calorin!




Por fin, no me lo puedo creer, ya veo el vértice geodésico.
Son casi las 14:30, y el sol parece un sol de casi finales de verano.


Ahora si, a sentarnos, buscar algo de sombra, aunque sean la de nuestros propios cuerpos, o la del vértice, o la de un simple matorral medio pelado...pero algo de sombra por favor.


Pues nada, comeremos a pleno sol, solo protegido por nuestras gorras y nuestros sombreros.
¡Glu,glu,glu...y más glu!
Estamos sedientos.
A comer. Estamos en la cumbre de pollos (1096 msnm)


Como siempre inmortalizamos nuestros cuerpos montañeros con una foto, pero en esta ocasión algo deshidratados.


Tras media hora de papeo, para abajo. Pero por la cresta no ¡por favor!
No, pues ahora viene lo peor.


Empezamos a bajar con dirección al pueblo de Carcabuey (sin llegar claro, solo en esa dirección).
A saco, sin sendero, en una fuerte pendiente, con piedras sueltas y con más de un resbalón.


Y llegamos al olivar, y olivos y más olivos...y muchos más...
Siguiendo el track que traíamos nos íbamos desplazando a media altura, y con los pies siempre torcidos intentando neutralizar (o al menos compensar) las fuertes pendientes de algunos tramos


En un momento determinado, y en el olivo número ¿y pico?, Pepe y yo decidimos no adentrarnos en una zona que veíamos más complicada, y empezamos a bajar "olivo para abajo", los otros compañeros siguieron de frente, aquí ya se hicieron los dos grupos, y que ya no nos veríamos hasta los coches.
Con el pueblo de Carcabuey siempre allá al fondo a nuestra izquierda, seguíamos avanzando entre olivos. ¡Que pesadez de terreno!


El carril lo veíamos allá abajo, pero todavía queda mucho para bajar, seguimos al milímetro el track.


Entre olivo y olivo vimos una casa con un aljibe y junto a estos un cartel que nos invitaba a salir corriendo "atención abejas".

Y por fin, desembocamos en nuestra pista, la que hace casi cinco horas nos adentró en "este interminable olivar".
Abajo ya en los coches nos reunimos todos, los que sufrimos de calor y los que sonrientes y frescos venían de Carcabuey.

Ya en los coches, paramos en la venta "los pelaos", en la cercanía de Cabra, y por fin aquí pudimos inundar nuestras gargantas de ese líquido refrescante, brillante y espumoso llamado cerveza.
¡Ah, y junto a esta, la sabrosa, exquisita y rica tarta que nos trajo Ana Mari!


Compañeros, como siempre ha sido un placer disfrutar de esa ruta con vosotros...aunque esta vez debemos reconocer, que con muchísimo calor.