sábado, 10 de octubre de 2020

Travesía Sierra Cabrilla (1507 msnm) y Sierra Prieta (1518 msnm) Málaga (Oct/20)

 



Son las siete de la mañana, hora de partir con dirección a la Sierra de las Nieves.
En esta ocasión, nos damos cita tres compañeros del club: Paco, Fernando, y yo, Antonio. La intención es realizar una travesía circular por las sierras de Cabrilla y Prieta, en los límites de las poblaciones malagueñas de El Burgo y Casarabonela 

Por delante tendremos una buena marcha con cierta dificultad, ya no solamente por el desnivel a superar, sino también por el terreno pedregoso por el que tendremos que avanzar, con trepadas verticales por chimeneas y grietas, en las que tendremos que utilizar nuestras manos para progresar y algunas crestas a superar. ¡Las vistas serán espectaculares!
Serán algo más de 15 kilómetros de marcha, casi 1400 metros de desnivel y acercándose a las siete horas y media de pateo. Por tal motivo a esta ruta se le podría dar un MIDE de 4344.
 

Nos dirigimos primero hacia la localidad de Ardales, y posteriormente hacia El Burgo, desviándonos por la carretera MA-5401, aparcando a unos cien metros pasado el PK 14 de dicha carretera.


Aparcamos en un pequeño ensanche que encontramos a nuestra izquierda, en las inmediaciones del cortijo de la Atalaya. Son las 9:20, la temperatura es ideal para empezar a avanzar.
Estamos a una altitud de 647 metros, preparamos nuestras mochilas y nos ponemos en marcha.


Atravesamos la carretera, y a los pocos metros empezamos a avanzar por una carril de tierra, "la cañada de Ronda. Camino de Málaga a Ronda",  Nuestro primer objetivo siempre de frente, hacia él vamos. 


Tras avanzar varios cientos de metros el carril se convierte en senderillo, por ahí seguiremos...


Y a una media hora de marcha aproximadamente, a nuestra izquierda podemos contemplar "El Mirador de la Campana", lugar por el que pasaremos a la vuelta de nuestra ruta.




El sendero nos adentra ahora en un pequeño bosquete en el que se encuentra el barranco arroyo de las Palomas, que aunque en un principio pretendíamos ver unas chorreras, al ver que el arroyo estaba seco, seguimos avanzando por el bosquete sin desviarnos.


De frente, ya los primeros paredones de Sierra Cabrilla.
El sendero a veces se pierde, hay que ir muy atentos, aunque la dirección siempre es intuitiva.


Hemos tenido una aproximación de una hora, y casi cuatro kilómetros hasta llegar aquí.


Nos dirigimos hacia los paredones, dejando a nuestra derecha el barranco de las Palomas.
A partir de aquí, sin sendero marcado en tramos, vamos buscando la mejor opción de subida entre piedras y peñascos. 


Una vez avanzando bajo los paredones, son varios los abrigos que vamos viendo, muchos de ellos de animales. Y junto a estos, una sima, a la que nos acercamos para ver su profundidad.


Echamos la mirada hacia atrás, y vemos allá a lo lejos la Sierra de Alcaparín, que tantos recuerdos nos trae, de cuando la hicimos con algunos restos de nieve. Incluso podemos distinguir en donde hemos dejado nuestro coche aparcado.


Seguimos avanzado junto a los paredones...


De frente, vemos la antecima de la cumbre, aún queda mucho por llegar...y subir.



El track que llevamos nos marca que sigamos todavía por nuestra izquierda, pero de frente, a  nuestra derecha vemos una zona rocosa en la que hay una grieta en forma de chimenea...
Nos aventuramos por allí.


Es hora de trepar, las primeras de la jornada, y no será la última...
Hay que echar mano a la roca, y para arriba con mucha precaución.



Superado este primer tramo vertical, yo me desvío un poco para abajo y contemplar el paredón por el que hemos subido, y que aprovecho en la foto para describirlo...


De frente, Paco y Fernando siguen a toda velocidad hacia arriba. Yo me he quedado un poco descolgado, voy a mi ritmo. El repecho es bastante fuerte...


De nuevo, improvisamos el track, y de frente vemos una chimenea por el que podemos intentar subir...veremos cuando lleguemos como es de alto.
¡Superado!


Me sitúo delante del grupo he inmortalizo a los dos con hermosas vistas de la zona, y de nuevo, la Sierra de Alcaparaín detrás.


Seguimos avanzando (mejor dicho, subiendo): cresteando a veces, otras buscando el mejor paso...pero siempre subiendo. Este tramo se está haciendo duro.


Ahí van varias imágenes del cresteo de subida...








Y tras un buen rato de subida, por fin ya vemos el espolón de la cumbre, ahora sí, esa es, la cumbre de Sierra Blanquilla.
El viento aquí, azota fuertemente.


El nombre de Sierra Cabrilla, parece ser que se debe a los reflejos del sol al atardecer, por lo que se la conocía como "La Sierra que brilla" y ha ido evolucionando hasta su nombre actual.
Paco nos inmortaliza en la cumbre, medio volando y planeando por el fuerte viento...


Echamos mano de nuestro reloj, marca las 12:20, eso quiere decir que hasta aquí hemos tardado tres horas en llegar y hemos superado los 850 metros de desnivel, no está mal, vamos bien de ritmo...


Avanzamos por esta meseta, y nos dirigimos hasta el otro punto de la sierra Cabrilla, desde donde empezamos a ver perfectamente la otra sierra, Sierra Prieta, nuestro siguiente objetivo.


¡Guau, que vistas!


De frente vemos y estudiamos nuestra referencia para llegar hasta la cumbre de Sierra Prieta.
Descenderemos un poco hacia esa pequeña cresta, teniendo en medio un pequeño saliente que tendremos que salvar. Cuando estemos allí decidiremos si por la izquierda o la derecha...



¡Y llegamos a él!
Echamos un vistazo por ambos lados, y al final decidimos por la izquierda.


No era fácil, en un principio...
Buscamos la mejor opción de salvar ese tramo rocoso vertical...y a trepar de nuevo, con mucha precaución.



¡Pacooooo!
Vamos a parar un poco y picar algo, no hemos parado en todo el tiempo y llevamos casi cuatro horas de marcha. Un poco de potasio para reforzar los músculos y seguimos hacia adelante...


Estamos situado en una pequeña cumbre (sin nombre), a ambos lados tenemos los collados que separa Sierra Cabrilla y Sierra Prieta.
 

Y ahí tenemos de frente, el subidón hasta llegar a la cumbre de Sierra Prieta, pero antes toca bajar y bajar...Fernando y yo nos asomamos, nos miramos...¡Madre mía!


A bajar se ha dicho...
La subida a la cumbre, desde aquí parece muy vertical y sin paso...


Una vez en el collado, miramos nuestro altímetro...por delante nos queda una subida de casi 300 metros de desnivel.


A subir toca, poquito a poco...
Aprovecho una paradita, para resoplar y miro hacia atrás...nuestro recorrido desde Sierra Cabrilla.


Y poco más de media después alcanzamos la cumbre...por fin.


De nuevo miramos nuestro reloj, han pasado cinco horas desde que empezamos la marcha, y dos horas desde la cumbre de sierra Blanquilla.



Nos inmortalizamos en la cumbre, y contemplando unas maravillosas imágenes a nuestro alrededor, empezamos a comer nuestros bien merecidos bocatas. Media horita de relax en un silencio infinito.


Desde la cumbre, podemos ver la costa de África, Sierra Nevada, Sierra Almijara, Sierra Blanca, Sierra Alpujata...y otras tantas y tantas cumbres.


A las 14:50 empezamos a bajar por el sendero oficial que nos llevaría hasta la localidad de Casarabonela.
El primer tramo de bajada es muy empinado, Paco y Fernando cogen velocidad. Yo me noto las piernas muy cargadas, con lo que prefiero ir a mi ritmo, más lentamente.


El sendero es cómodo y está perfectamente señalizado, de hecho estamos en el recorrido oficial Casarabonela-Sierra Prieta del PR-A 408.


Seguimos bajando más suavemente ahora por el sendero, siguiendo por la derecha en un pequeño cruce.



A unos quince minutos después nos adentramos en un bosque de pinos...


Relajados y charlatanes seguimos bajando suavemente entre las arboledas...


Y otros quince minutos después llegamos hasta el Mirador de la Campana, bonito enclave, en el que las formaciones rocosas han abierto una oquedad entre grandes rocas, mostrando un gran ventanal hacia el senderillo de abajo, por el que ya pasamos esta mañana.  



Y ya en nuestro último tramo de ruta, de vez en cuando miramos hacia atrás, para de algún modo recrearnos en este bello paisaje, del que hemos podido disfrutar en el día de hoy. 


El senderillo de bajada nos desemboca en el carril que ya cogimos esta mañana, y desde ahí hasta el coche.


Miramos nuestro reloj, son las 16:45, siete horas y media de ruta, una bonita ruta con su grado de dificultad, y la compañía, que decir de la compañía, mejor imposible.



miércoles, 2 de septiembre de 2020

Subida a los Tajos de los Machos por Loma de Cuerda Alta (Sierra Nevada) Agosto/20

 


Son las 6:30 de la mañana y ponemos rumbo hacia la estación de esquí de  Pradollano (2078 msnm), en Sierra Nevada. En esta ocasión nos damos cita tres compañeros del club: Pepe, Fernando y yo, Antonio, el que escribe. La ruta de hoy, al menos en lo que se refiere al acercamiento, será distinta, muy distinta. Nos ahorraremos una buena subida hasta el Puntal de Cuerda Alta (3157 msnm) y el tajo de los Machos (3088 msnm); este será nuestro destino y objetivo de hoy. Subiremos en telecabina hasta la estación de Borreguiles (2645 msnm), y posteriormente en remontes hasta la parada de Veleta (2915 msnm), cerca de las Posiciones.  Aunque en un principio nuestro plan de ruta era llegar hasta Cerrillo Redondo, el último pico de la cuerda, al final no llegamos, más tarde explicaré el motivo.


Ojeando el mapa, vimos que una vez arriba, donde nos deja el remonte, un caminillo, marcando en verde, nos acerca hasta los lagunillos de la Virgen y desde ahí empezaremos a subir... 


Telecabina Pradollano (2078)-Borreguiles (2645)
Precio de subida y bajada con telecabina y remonte 11 €.


Remonte Borreguiles (2645)-Veleta (2915)



Tiempos de recorrido, en total casi una hora, repartidos en: 45 minutos de telecabina y quince minutos de remonte. 


El último remonte bajará a las 18 horas, con lo que nuestra intención, será, una vez finalizada la ruta, poder bajarlo en él.


Miramos nuestro reloj, y entre carretera, desayuno y subir hasta aquí, han pasado más de cuatro horas, con lo que siendo ahora las 10:45 empezamos a acoplarnos las mochilas a nuestra espalda y empezamos a andar. Por delante tenemos unos 15 kilómetros y 600 metros de desnivel, con mucha piedra suelta, en un sube y baja.
Cuando bajamos del telesilla, vemos un senderillo que sale por la izquierda (ese será nuestro camino a seguir) y otro por la derecha, que va a la laguna de las Yeguas.


El nuestro nos llevará hasta los Lagunillos de la Virgen (2950 msnm) tras unos 45 minutos andando por un terreno muy inestable, sin marcar, de piedra suelta, dejando a nuestro paso allá abajo, a la derecha,  la laguna de las Yeguas. Al principio tuvimos que subir un poco, bajando después hasta los lagunillos.


Detrás de nosotros, allá abajo, vemos la estación de Pradollano, de donde venimos.


Los lagunillos de la Virgen, conocido también como los lagunillos de Dílar, están formada por cinco pequeñas cubetas de agua, con poca capacidad y situadas cerca unas de otras.


Desde aquí, el sendero perfectamente marcado, nos irá ascendiendo hasta el refugio de Elorrieta, tras unos 45 minutos de dura ascensión, unos 250 metros de desnivel. 


Este sendero, en subida, que roza ya los 3000 metros de altura, se nota en nuestras piernas, tenemos que marcar nuestro propio ritmo en la subida.


A nuestra izquierda, podemos ir contemplando la cresta que hicimos el mes pasado de los Tajos de la Virgen, el Fraile de Capileira con su silueta inconfundible y el caos de rocas de los tajos del Nevero.


De vez en cuando, en un pequeño resoplido, aprovechamos para contemplar parte de toda esta sierra.


Y llegamos al refugio de Elorrieta.
Este refugio fue construido entre los años 1931 y 1933 y bautizado con ese nombre en honor del Director General de Montes, D. Octavio Elorrieta.
Durante la Guerra Civil fue ocupado por destacamentos africanos de las fuerzas nacionales, después fue abandonado y dedicado a refugio ocasional de montaña. 


En los años 60 se reconstruyó y adecentó para ser cedido a la Federación Española de Montaña, que declinó seguir usándolo a partir de 1993, al caducar su concesión. 


Son las 12:15, hora de tomar alguna fruta...y seguir nuestra marcha.


Por delante vemos nuestro camino a seguir, al principio el sendero está bien marcado, después aparecerán algunos hitos sueltos, y la última parte, sin marcar, solo la intuición y la dirección nos llevará hasta el tajo de los Machos.


La cuerda de la izquierda, será la nuestra, la loma de Cuerda Alta, Tajos de los Machos y cerrillo Redondo. En el valle, la laguna de Lanjarón y por la derecha, la cuerda que nos lleva al Cerro del Caballo, y que ya en otra ocasión pudimos hacer. 


Iremos avanzando por la Loma de Cuerda Alta, asomándonos de vez en cuando en los enormes tajos que quedan a nuestra izquierda, pudiendo ver detrás de nosotros, los otros tresmiles que llevan hasta el más alto, el Mulhacen. 


Seguiremos avanzando en un suave sube y baja de pequeños relieves que nos vamos encontrando a nuestro paso, desde, en donde más de uno, queda inmortalizado.


El terreno se empieza a complicar, y las lascas de piedras se hacen incómodas a la hora de andar...



De frente vemos un picacho rocoso y muy puntiagudo, creemos que es el Puntal de Cuerda Alta (3157 msnm) lo subiremos ...


Una vez en cumbre, lo cresteamos con mucha precaución, ya que en una zona estaba muy aérea... 





Y como no podía ser de otra forma, inmortalizamos nuestro otro tresmil a la lista...


En nuestra bajada, el caos de rocas estará presente en los próximos metros...tendremos que ir muy atentos, en donde y como pisamos...


Seguimos avanzando por las antesimas sur de este puntal, disfrutando de unas espectaculares vistas de gran parte de los tres miles de Sierra Nevada...




Y tras dos horas de marcha desde que salimos de Elorrieta, por fin llegamos a la cumbre de los tajos de los Machos (3088 msnm). Son unos 5 kilómetros los que separa, el camino se hace lento, por el terreno, y además hemos subido todas las crestillas que encontramos por el camino.


Inmortalizándonos en los tajos de los Machos

Miramos nuestro reloj, y las agujas nos marcan las 14:30. Hemos echado algo más de tres horas y media hasta llegar aquí. Empezamos a echar cálculos, y las cuentas no salían...
Allá, por la cresta, teníamos el Cerrillo Redondo, nuestro siguiente objetivo...todavía quedaría unos tres cuartos de hora hasta alcanzar su cumbre, pensamos, y a las 18 horas sale el último remonte  hacia Borreguiles..imposible no llegaríamos a cogerlo, y francamente volver andando hasta Pradollano, sería un palizón, así que descartamos nuestro inicial objetivo de llegar hasta el Cerrillo Redondo. 


Retornamos nuestra marcha, sin entretenernos con más crestillas, y buscando el camino más fácil, a veces complicado, sobre todo cuando llegamos al Puntal de Cuerda Alta que hay que estar muy pendiente de los hitos.


Son las 15:15, tenemos que parar para comer, el hambre aprieta...
Al poco y sin más demora, seguimos avanzando con dirección al refugio de Elorrieta..en el que las últimas cuestas hasta llegar a él, se hace larga y costosa, sobre todo después de comer.


Sin detenernos en el refugio, bajamos rápidamente hasta los lagunillos de la Virgen, viendo de frente siempre el impresionante caos de rocas del tajo de los Neveros. En media hora alcanzamos las escasas aguas de los lagunillos.


Una vez aquí, decidimos que hacer, si subir, por donde vinimos esta mañana (más corto, pero más desnivel de subida), hasta alcanzar los remontes, o ir hasta boreguiles (más largo pero con menos desnivel) para coger directamente el telecabina. Optamos por lo segundo.


De este modo bajamos hasta la laguna de las Yeguas (2873 msnm) en plan tranquilo, vemos que vamos bien de tiempo tras el acelerón en la parte más alta.


Cogemos la pista que nos lleva directamente hasta el collado de las Yeguas, y ya desde aquí directamente, ir bajando hasta Borreguiles.
A las 17:30 llegamos. 
Mascarillas a la cara, geles a las manos, y a montar de nuevo a la telecabina, después de que el operario hiciera la correspondiente desinfección de la cabina. 


Una vez abajo en Pradollano, por cierto, con bastante gente de turistiqueo, sobre todo de familia con críos. Terminamos los bocatas que dejamos a medias, algo de refrigerio, y para Sevilla, tomado nuestro bien merecido cafelito en el camino, y a las 21.15 llegamos.
¡Buen día hemos echados, dos tresmiles más a la mochila!
¡Y la compañía excepcional!