jueves, 30 de julio de 2009

subida a la mesa de los tres Reyes (Navarra, 2444 m) Julio/09




SUBIDA A LA MESA DE LOS TRES REYES

TECHO DE NAVARRA

Datos de interés:

Lugar de partida: Refugio de Linza, valle de Zuriza, Ansó (1330 m)

Altitud: 2444 m

Desnivel: 1114 m

Dificultad: media-alta

Duración: 9 horas

Fecha: 8-07-09

Longitud: 20 Kilómetros

Participantes: Rosa, Francisco y Antonio


Nos situamos en el valle de Zuriza, cerca de la localidad de Ansó, en el pirineo oscense.


A unos 15 kilómetros por pista llegamos al plano de la casa, donde se encuentra el refugio de Linza.

El techo de navarra está en los límites de los reinos de Navarra, Aragón y beam (Francia), de ahí la mesa de los tres reyes.

Son las 10,15 horas, y Rosa, su hermano Francisco y yo, dejamos el coche en el aparcamiento del refugio (1330 m).


Hace un buen día, aunque los picos más altos están cubiertos por nubes bajas.

Esta zona de los pirineos además de destacar por su gran belleza, sobresale

el paraje singular y espectacular del Kars de Larra.

Desde el refugio de Linza sale el sendero perfectamente marcado que nos ira elevando poco a poco con dirección al collado de linza.


Durante este trayecto (1 hora, 45 minutos) las vistas de los valles y de los picos son espectaculares, allí, a lo lejos medio cubierto por las nubes, las agujas de Ansabene, el pico Petrechema y otros tantos.


Ya estamos en el collado de linza (1936 m, 12 P.M), aquí dos senderos nos encontramos, el de la derecha nos lleva al pico Petrechema, y el de la izquierda hacia la Mesa de los Tres Reyes (aunque todavía queda bastante).


Dirección a la Hoya de la Solana, el terreno llanea durante un rato hasta llegar a una casetilla (12,30 P.M).

A partir de aquí, un fuerte repecho de unos 300 metros de desnivel tendremos que superar hasta alcanzar un gran lapiaz caótico y agrietado.


Aquí hay que estar muy pendiente de los hitos que marcan el camino.


Tras quince minutos, llegamos a un pequeño valle estrecho y encajado, donde hacia la derecha ya vemos la Mesa de los tres Reyes. Aquí un gran hito de piedras nos da una buena referencia de estar en el camino correcto.


Nosotros tiraremos hacia la derecha (Este), Estamos a una hora y media de la cumbre.

El sendero sube de nuevo bruscamente por una zona pedregosa, donde unos grandes paredones nos acompañan a nuestra izquierda.


Estamos a unos 2200 m de altitud, y aquí la nieve hace su presencia mediante grandes neveros.

Estamos metidos en la niebla, no vemos nada a más de dos metros de distancia.


La única referencia para saber lo que nos queda, es nuestro altímetro.

El último tramo es delicado, no vemos nada, un pasillo con caída, sin saber que hay abajo.


Estamos muy cerca, con mucha precaución iremos avanzando.

Un señor que viene de arriba, nos indica la mejor opción.


Tirar por un pequeño canal con dos grandes rocas a ambos lados, tiene una cierta inclinación, y el terreno se desprende fácilmente. Allá vamos, palpando bien las piedras, y evitando resbalar. Ahora sí, hemos llegado (son las 15,00 P.M), 4 horas y 45 minutos de subida.


En la cumbre, un castillo metálico, y una estatua de San Francisco Javier, patrón de Navarra.

Las vistas desde arriba son fantásticas, aunque solo podemos disfrutar parte de ellas, ya que la otra está cubierta de nubes.


Nada de viento, ni de frío. Es más, todo lo contrario, un sol achicharrante nos abraza. Aquí arriba 55 minutos descansando, y disfrutando del lugar.


A la bajada, buscamos otro sitio, por el que fuimos trepando con cuidado. Aunque visto lo visto, fue mejor el camino de subida.


La vuelta la hicimos tranquilamente, y disfrutando de las vistas, la flora, e incluso pudimos contemplar varias marmotas tomando el sol.


Llegamos al refugio sobre las 19,15.


Nueve horas andando desde que iniciamos la ruta, una bella ruta, por unos paisajes excepcionales, y por fin un techo más, el de Navarra, la Mesa de los tres Reyes.



Subida al Moncayo (2316 m, Zaragoza-Soria) julio/09



SUBIDA AL MONCAYO

TECHO DE ZARAGOZA-SORIA


Datos de interés:

Lugar de partida: Santuario del Moncayo (1620 m)
Altitud: 2316 m
Desnivel: 696 m
Dificultad: Baja
Duración: 4 horas
Fecha: 7-07-09
Longitud: 9 Kilómetros
Participantes: Rosa, Francisco y Antonio




Nos situamos en el parque Natural de la dehesa del Moncayo. Como si de una isla se tratase, este pico sobresale con gran elegancia sobre el valle del Ebro.
Grandes bosques de Robles, hayedos, abedules y pinares, nos adentra hacia el interior del Parque.


Desde Zaragoza, salimos el día 7-7-09, Rosa, su hermano Francisco y yo, con dirección hacia Tarazona, y desde aquí
hasta San Martín, donde un cartel ya nos indicaba hacia el Santuario del Moncayo, cerca del Monasterio de Viruela.
La carretera nos lleva durante unos 15 kilómetros hacia el Santuario, atravesando hermosos bosques frondosos, en los que pudimos incluso contemplar un par de corzos.


Ya situados en el Santuario (1620 m), los últimos 500 m de pista están en mal estado, dejamos el coche, y sobre las 11,00 iniciamos la ruta.


Junto al Santuario, asciende un sendero que bruscamente gana altura. Al poco vemos el tejado del Santuario a nuestros pies. Durante unos 30 minutos el camino (bien señalizado) transcurre por un bosque de pinos silvestres. Transcurrido este tiempo, a cielo abierto (1850 m) podemos disfrutar de las vistas del circo de San Miguel y del Cucharón.
Ahí arriba ya vemos el Moncayo, aunque grandes nubes dejan entrever a veces a esta cumbre.


En esta zona los enormes bloques de morrenas destacan en este bello circo.
Aunque podemos seguir por el circo (por ahí regresaremos) hay un sendero en la parte izquierda que sube por un pequeño canchal de piedras y rocas.


Una vez pasado, el sendero se ve perfectamente, y poco a poco va ganando altura en un permanente zigzagueo.
Tras casi una hora de subida, alcanzaremos el Cerro de San Juan (2283 m) donde enlazamos con el cordal principal. A nuestra derecha queda el imponente Moncayo, que durante toda la subida podemos contemplar.

Ya solo tenemos que llegar, el sendero se ve perfectamente subiendo por una pequeña loma.

Tras dos horas, ya hemos llegado. En la cumbre, una estatua de la Virgen del Pilar preside esta cima.

Aquí 20 minutos de disfrutar de las vistas y empezamos a bajar.


Como la subida fue cómoda y fácil, optamos por bajar por un canchal de piedras que atravesaba el circo, y que se encuentra hacia el norte de la cumbre, justamente al lado del vértice geodésico.
Sin sendero marcado, y saltando de piedra en piedra (un poco incómodo, dicho sea de paso) nos dirigimos hacia un bosquete que hay antes de llegar al circo.


En esta bajada nos encontramos con los restos de una avioneta militar, que tuvo un accidente hace ya algunos años (en este tramo bajamos unos 350 m de desnivel).


Ya en el circo, anduvimos un poco hasta alcanzar el sendero de subida (por el que cogimos a la ida), en el que hay un cartel explicativo del circo de San Miguel.


Desde este lugar podemos disfrutar de unas hermosas vistas.
De nuevo el sendero se adentra en el bosque, y en 15 minutos llegamos al Santuario.

Ruta fácil y cómoda, en la que con cuatro horas es suficiente para acometer el objetivo. Nosotros llegaremos sobre las 15 horas.

miércoles, 29 de julio de 2009

Subida al Aneto (3404 m, Huesca) Julio 09




SUBIDA AL ANETO


TECHO DE HUESCA



Datos de interés:

Lugar de partida: Benasque, Plan del Hospital, plan de la Basurta (1893 m)

Altitud: 3404 m

Desnivel: 1511 m

Dificultad: Muy alta

Duración: 12 horas

Fecha: 11-07-09

Longitud: 12 Kilómetros

Dificultades añadidas: Glaciar helado del Aneto y el paso de Mahoma.


Por fin, hoy vamos a realizar la subida al pico Aneto. Quizás el más difícil de todos los techos de España, siendo la cumbre más alta de los Pirineos.

Esta cima genera varias dificultades: el paso por el glaciar del Aneto (con una fuerte pendiente en el último tramo), el conocido paso de Mahoma, su largo recorrido, y la posible inclemencia del tiempo.


Barajando todos los ingredientes, teníamos que conseguir el objetivo, y para ello no podíamos dejar nada al azar.

De este modo el día 11-7-09, mi compañera Rosa y yo partimos desde Zaragoza hacia Benasque. Una vez allí,

buscamos la escuela de alta montaña, en donde nos quedamos a dormir. Aquí preguntamos si había algún grupo que partiera al día siguiente hacia el Aneto, a lo que nos contestaron que no.


Preguntando en Benasque, al final contactamos con un guía que llevaba un grupo de cinco personas (un madrileño, un cántabro, un brasileño, un peruano y un venezolano), y para remate el guía, colombiano.

Buena combinación internacional. A este grupo nos incorporamos.


Así que a las 4,30 horas quedamos para salir hacia el albergue del hospital de Benasque, en coche 15 minutos. Aquí decenas de montañeros venidos de todas las parte del mundo ataviados con todo lo necesario para la ascensión. Impacientes, esperamos la llegada del autobús (zona protegida, no pueden pasar los coches).



Aquí deberemos coger el autobús que nos llevará hasta el plan de la Basurta (17 kilómetros desde Benasque).

Lucecillas dispersas por todas partes, provenientes de los muchos frontales allí presente, medio iluminaba el lugar.


A las 5,00 todos corremos para hacer cola al ver la llegada del autobús.

Apretados hasta las cejas conseguimos subir al autobús, otros no tuvieron la misma suerte, tendrían que esperar al próximo.


A las 5,30 llegamos al aparcamiento del plan de la Basurta (1830 m).

Empezamos la ruta, aún es denoche, encendemos los frontales. Con una buena temperatura empezamos a avanzar el grupo de los ocho.


Desde donde se deja el autobús, y junto a un bar, el sendero se adentra hasta llegar a un cartel indicativo (10 minutos), hacia la izquierda el plan de Aigualluts (por ahí regresaremos), y hacia la derecha el refugio de la Renclusa (este será nuestro camino).


En 50 minutos alcanzamos el refugio (2140 m) por un sendero perfectamente marcado y con una fuerte pendiente en algunos tramos.


A partir de aquí, por la izquierda del refugio (SO) remontaremos por una pronunciada y empinada zona pedregosa, donde la caída del agua por las rocas hace que prestemos especial atención a la hora de pisar.

Tras dos horas de subida (7,30 A.M) llegamos al puerto de la Renclusa (2700 m)


A partir de aquí son varios los caminos que se pueden coger hasta subir al Portillón superior. La gente sigue de frente atravesando un gran nevero con una fuerte pendiente.


Sergio, nuestro guía, nos indica tirar, una vez llegado al puerto, por el camino marcado por hitos y grandes rocas situado en la parte izquierda.


Así lo hicimos, sin perder el sendero, buscamos los hitos que poco a poco nos va ascendiendo hasta alcanzar el portillón inferior (2745 m, 3 horas de camino). De frente el impresionante glaciar de la Madaleta (1,42 km por 1,4 km) nos deja atónito por su delicada belleza. En 15 o 20 minutos, y tras pasar un gran nevero llegamos al Portillón superior (2908 m, 3,20 horas de camino).



Éste es un hueco que se abre en la cresta, y que da paso al glaciar del Aneto. Aquí la gente se empieza a poner los crampones.


A partir de aquí, aunque la huella está marcada, hay que tener precaución, ya que la nieve y el hielo es permanente.


Las vistas son impresionantes, y ahora sí, de frente ya vemos el Aneto.

Bajo los grandes paredones, avanzamos con cuidado, pero sin dejar de maravillarnos de este hermoso paisaje.

Al poco, la pendiente es mayor, y la nieve se convierte en hielo.



Es la hora de calzar los crampones y colocar los arneses. Avanzamos por el glaciar dirigiéndonos hacia el collado de Coronas.


De frente vemos una gran mancha de nieve con color más obscuro, es hielo, hielo puro, los crampones parecen no clavar, avanzaremos con mucha precaución.


A las 10,30 A.M (5 horas de camino, 3198 m), ya estamos en el pequeño lago de Coronado, que se encuentra en la base del Aneto. Aquí paramos 10 o 15 minutos para disfrutar de las vistas y preparar la parte más delicada

.

Desde aquí hay un tramo con una gran pendiente y que nos dirige hasta la Punta Olivera (3298 m).

Aquí nos quitamos los crampones, y ya subimos hasta casi la cumbre (son las 11,15 A.M). 5 horas y 45 minutos de subida.

Por fin, ahora sí, junto a mí, el famoso paso de Mahoma. Lo había visto en cientos de fotos, de videos, y siempre intentaba hacerme la idea de su dificultad. ¿Por qué muchos llegan hasta aquí, y no lo pasan?


Ahora ya no son fotos, ni videos. Lo tengo delante de mí.

El paso de Mahoma es una arista aérea de unos 30 metros de longitud, situada justo antes de la cumbre.

Tiene precipicios a ambos lados, con caída de varios cientos de metros.



De ahí que muchos no toquen la gran cruz de la cumbre, por miedo a este paso.

Es estrecho, y hay mucha gente, así que hay que guardar turno.

Sin que haya “semáforo”, sabemos cuándo pasar, y cuando esperar.


Sergio, nos engancha la cuerda a los arneses, y hacemos un cordal. Uno de los compañeros prefiere no pasar.

Allá vamos, increíble, estoy pasando el famoso paso de Mahoma. Vamos desplazando la cuerda, y con trasero en roca, poco a poco vamos avanzando. Impresiona la caída a ambos lados.

Hasta que pie o mano no estén perfectamente apoyados no soltamos los otros.

Aunque pueda impresionar, y de hecho impresiona, se puede pasar perfectamente, solo tenemos que apoyar bien.


Ya tocamos la gran cruz de aluminio. Objetivo cumplido. ¡Qué plena satisfacción!

Qué vistas, con tantos 3000s: Madaleta, Posets, Alba, y otros tantos mas.

De vuelta por el paso de Mahoma, tras casi una hora, relajados, charlando y disfrutando de este enclave espectacular, sobre las 12,30 Horas empezamos a bajar.


En la parte más delicada y empinada de la bajada, volvimos a encordarnos y a utilizar el piolet.


La pendiente es muy fuerte, y algunas zonas están con hielo.

Atravesando el glaciar, lo hacemos ahora en diagonal, buscando otro camino de bajada, concretamente dirección al lago de Salterillo (2450 m).


Dos horas y media después de bajar del Aneto llegamos a dicho lago.


En una de las miradas hacia atrás, para simplemente despedirnos del Aneto, por encima de él, unos colores azules, rojos, verdes.…. como si se tratase de la Aurora boreal, nos daban una bonita estampa.

Ya en el lago, paramos para descansar 15 minutos, y disfrutar de las cascadas del lugar.


A partir de aquí, el sendero marcado por algunos hitos sueltos nos llevará directamente hasta el plan de Aiguallut, al que llegaríamos sobre las 16,30 horas.

Tras descalzarnos de la botas y atravesar el río (por cierto el agua estaba helada) nos tumbamos en la hierba.


Contemplando toda aquella inmensidad allí arriba, vemos el glaciar, el Aneto, y todos los picos satélites.


Sí, de allí arriba venimos. Con el pensamiento recordamos dicha ruta, y recordamos cada paso, cada metro, cada instante…………


Sobre las 17,30 llegamos al aparcamiento de la Basurta,. Aquí una cervecita fresquita nos esperaba, y todos nos felicitamos por haber culminado esta cumbre, esta hazaña, y esta experiencia que jamás olvidaremos.

ésta, la subida al Aneto, techo de Huesca, y el pico más alto de los Pirineos.