jueves, 27 de septiembre de 2018

Ruta por el río Tinto desde Nerva hasta el puente de las Majadillas (septiembre/18)




Bien se podría decir que este es un viaje a otro mundo, sí, por ejemplo un viaje a Marte.

Un río rojo, salpicado en muchos tramos de su cauce por curiosas formaciones rocosas.
Una mina ya abandonada, y que durante tantos años tuvo relevancia en nuestras tierras andaluzas.
Esta ruta es distinta, no se parece en nada a otras que ya hemos realizado; es original, peculiar y su paisaje totalmente diferente. Es una ruta para fotografiar.

Estamos en el Paisaje Protegido del Parque Minero de Río Tinto-Nerva, situado en la provincia de Huelva, haciendo frontera con Sevilla.



Hoy nos damos cita siete compañeros de nuestro Club, aunque uno de ellos a la mitad del camino se tuvo que volver.

No es mucha la distancia que recorreremos, no llega a los 16 km, unos escasos 150 metros de desnivel, y en total, disfrutando de los colores de este paisaje, no llegó a las 5 horas de marcha.



Nos situamos en la localidad de Nerva, y pasada esta con dirección a Río Tinto, a un kilómetro escaso, nos encontramos un cartel a nuestra izquierda "Ferrocarril Turístico Minero", a unos 300 metros llegamos a su estación, en donde aparcaremos los coches.


Son las nueve de la mañana, ahora no hace calor, pero avanzada la mañana el sol arreará fuertemente.
Así que gorros, líquidos y algo de fruta para picar...


Desde la misma estación, ya se pueden fotografiar algunas escenas del paisaje, será solo el preludio de esta bonita y coloreada ruta.
Unas cascadas vemos como sus aguas las vierten al río, al río por el que dentro de poco transitaremos.


Salimos de la estación, y avanzamos por la carreterilla que tenemos de frente. A los 10 minutos la abandonamos por un carril que sale a nuestra izquierda.


Y siguiendo por ese carril, al poco nos lleva a esta mina abandonada, en donde podemos contemplar todos los restos de las antiguas maquinarias y edificios...salpicados en este paraje, casi irreal.


Estas minas ya fueron explotadas desde tiempos prehistóricos. Hubo una época que fue considerada como la mejor mina mundial debido a la producción que alcanzaba. Esta época coincide con la explotación de la compañía británica The Río Tinto Company Ltd.


Nos movemos y curioseamos por sus ruinas, posiblemente fueron voladas.
Nuestra mente por un momento intenta retroceder en el tiempo, e intentar ver como sería este lugar en sus orígenes fuertes de producción. 


Una vez que dejamos atrás toda esta zona, allá a lo lejos, nuestra vista cambia de color. Una combinación entre intensos amarillentos, combinado con el verde de los pinos...y más allá, una mole  negra como el carbón, será nuestro siguiente destino.


Pero ahora toca disfrutar de este trocito de suelo, amarillento y que rápidamente me atrae hasta unos pequeños montículos, que en una forma juguetona me hacen sacar mi cámara y "disparar".


Nos acercamos ahora a esta "montañita" negra, de donde aquí, ya sacarían un mineral puro, tan puro como el contraste de colores que mi vista alcanza a ver.
Aquí aprovechamos para inmortalizarnos...el grupo.


De nuevo cogemos un tramo de la carreerilla que nos llevará hasta la misma estación en donde nos encontraremos todos sus trenes y locomotoras ya abandonados...y que el tiempo los ha dejado en el olvido, pero antes seguimos disfrutando de más colores... 





A nuestro paso, dejamos a la derecha unos edificios, quizás fueran los almacenes en donde dejar mercancías, ya que vemos como una vía llega hasta ese mismo lugar.


Allá vemos a Pepe, que siguiendo los pasos del track, casi se sube a la vagoneta...nosotros hemos seguido por arriba, él bajo para curiosear.



Y llegamos a la estación...
Son muchas las maquinarias, grúas, vagones, locomotoras...y todo tipo de artilugios de la  época más próspera de esta mina...totalmente abandonados. Parece esto el cementerio del ferrocarril.



Unos por aquí, otros por allí, unos se suben al vagón, otros a la locomotora...
Ya está bien, dejemos de jugar..vamos hacernos una fotillo de grupo.


Mientras que mis compañeros siguen por la vía y se dirigen al lugar donde se encuentran los talleres y lugar de cobijo para el tren turístico, a escasos metros, yo bajo hacia el río para hacer algunas fotillos y empezar a tener el primer contacto de cerca con los colores de las aguas del río.


Aprovecho los rayos de sol que me pegan por la espalda para fotografiar mi propia sombra en siluetada haciendo juego con el propio paisaje


¡Que contraste de colores...me encanta!


Abandonando el río, y dirigiéndome hacia la vía del tren que es por donde siguen mis compañeros, voy a su encuentro...



Y de nuevo bajo hacia el río...para seguir quedándome maravillado de estos colores...



Ahora atravieso una zona de terrazas, recordando aquellas plantaciones de arrozales de tierras lejanas de Indonesia, Nepal o China.
Obviamente esto no son arrozales, me supongo que serían correnterias de agua en donde se depositarían los minerales, digo yo, o algo similar.


Y desde la misma altura de la vía del tren, Manolo me inmortaliza en estas curiosas terrazas, mientras me dirijo a su encuentro.


Llevamos una hora y media de ruta, y a partir de aquí, ya iremos todo el tiempo junto al río y la vía del tren turístico. A veces iremos junto a la vía y otras veces el sendero nos lleva con dirección al río.
Las vistas son espectaculares...





Y casi una hora después llegamos al puente de las Majadillas


Un pequeño descanso a la sombra, unos aperitivos...y diez minutos después de nuevo en marcha...


El entorno que rodea a este puente es uno de los rincones mas bellos de toda la ruta.
Ya no solo por los colores del río, sino también por las formaciones rocosas.



Ya de camino de vuelta, y después de pasar la entrada que nos lleva al embalse del Jarrama (a solo diez minutos) , por la parte derecha, Manolo, Pepe y yo atravesamos a la otra orilla por una piedras (con mucho cuidado), mientras que los otros compañeros siguieron por la misma orilla por la que vinimos. 


Estábamos siguiendo el track que Pepe había descargado, de ahí que pasáramos a la otra orilla, además de ver los restos de un molino y una tirolina.


Piedras por las que atravesamos a la otra orilla...


¡Que maravilla de colores!


No me canso de disparar...


Y ya en la otra orilla vimos la tirolina...


Intento llegar hasta la misma tirolina, para comprobar si es utilizable...y llego hasta donde veo que es seguro. Descarto subirme a ella, no me da seguridad.




Desde la otra orilla Joaquín nos inmortaliza cuando todos tienen cámara en mano...


Y de nuevo atravesamos a la otra orilla para reunirnos con el grupo...
¡Que colores, parece fuego!


Llegamos de nuevo a la estación del ferrocarril, en donde ya estuvimos (recuerdo, donde estaban las locomotoras abandonadas) ...y en ese momento vimos como salía el tren turístico para recoger a pasajeros.


A partir de aquí ya fuimos todo el tiempo junto a la vía, que es por donde discurre el sendero oficial.


Ya solo quedan unos dos o tres kilómetros por llegar.


Es la una del mediodía pasada, hace calor...por momentos mucho calor.


Son las dos de la tarde ya hemos llegado, justo cuando un grupo de personas se estaban subiendo al tren, para en breve partir.


Y que toca ahora
¡la esperada cervezona!
Hasta la próxima ruta, que espero que sea pronto...