En este último fin de semana de mayo nos vamos a la Sierra de Gredos
(Ávila), a subir a la Mira (2343 msnm), por los Galayos, por su cara sur, y
otra ruta por los montes de Guadalupe (Cáceres), los molinos del Guadalupejo.
Es una salida oficial del club, coordinadas por los compañeros Joaquín y
Lorenzo y en la que nos daremos cita 24 compañeros.
Partimos de la pequeña localidad abulense de Guisandos, y desde ahí a
pocos kilómetros llegamos a la plataforma Nogal del Barranco (1080 msnm), en
donde dejaremos los coches.
Por delante tendremos unos 14 km (I/V) de marcha, unos
1230 metros de desnivel, y para ello echaremos unas ocho horas, disfrutando del
paisaje.
De los 24 compañeros que vinimos para pasar el fin de semana, 22 son
los que partimos hacia la Mira, haciéndose varios grupos posteriores, según
nivel de dificultad. Como orientación podíamos decir que el M.I.D.E de esta
ruta es 4344 (alta).
Nota antes de empezar:
esta ruta la podemos realizar de forma semicircular, subiendo por las zetas y
bajando por la Apretura (bastante delicado por la posible caída de piedras de
los torreones de los galayos) o viceversa. O bien hacerla lineal, ida y vuelta
por las zetas (fue nuestro caso, para 11 compañeros) y para otro grupo de 5
compañeros intentaron la bajada por la apretura pero al final lo descartaron y
bajaron por la parte trasera de los galayos.
Pues
bien, allá vamos, son las nueve de la mañana y hace una temperatura ideal para
realizar este subidón de 1200 metros en tan poca distancia. Según salimos de la
rotonda en la que se encuentra la escultura del “macho de cabra montés”,
cogemos el sendero empedrado marcado como PR-AV 43. Al principio la cosa es
suave, además agradable porque circulamos bajo los árboles de un pequeño
bosquete. Pero al poco salimos a cielo abierto en el que ya podemos observar un
inmenso barranco por el que tendremos que subir.
A unos 30 minutos de marcha, encontramos un pequeño desvío, nosotros seguiremos de frente (la referencia hacia la apretura), por aquí bajarían el otro grupo de cinco compañeros que hicieron la circular.
Frente
a nuestros ojos vemos imponente los paredones de los Galayos, y en la otra
vertiente de las chorreras, muy detrás y cubierto por nubes bajas estaría la
Mira, nuestro objetivo, al que todavía queda mucho por llegar.
Seguimos avanzando por el sendero empedrado y llegamos a la primera fuente (una hora después) “fuente del amanecer” en donde podemos refrescarnos y echar algún trago.
Cuando
el sendero empieza a coger bastante desnivel, algún que otro compañero se va
quedando atrás, y poco a poco irán subiendo a su ritmo. Intentarán llegar hasta
el refugio, pero dos de ellos desistirán y más adelante se volverán, nosotros
seguimos ascendiendo.
Media hora después llegamos a la “fuente Macario” en donde de nuevo nos refrescamos y humedecemos nuestras secas gargantas.
Frente
a nosotros ya vemos el refugio Victory (1950 msnm) al que tendremos que llegar
tras una empinada caminata.
De momento hemos llegado a la bifurcación (las zetas a la izquierda y la Apretura hacia la derecha), insisto, esta última tiene más riesgo e incluso parece ser que un cartel informa de esta caída de piedras, es la alternativa que cogen los escaladores que van en busca de las paredes de los torreones.
Pero
el hecho de que nosotros subamos por las zetas, no es más suave, tiene que
superar un gran desnivel, aunque subiendo poco a poco y disfrutando de los
espectaculares picos de los Galayos se nos hace más ameno.
Conocido
también como El Galayar, son un
conjunto de agujas graníticas entre los 2000 y 2200 metros de altura. Todas
ellas son objetivo para los escaladores: el Gran Diedro (110 m), el Torreón
(150 m), la Aguja Negra, la Peña del Águila, la Torre de Amezúa… ¡una verdadera
gozada poder disfrutar de ellas!
Según
subimos no dejamos de observar esas moles, y es cuando nos damos cuenta de lo
fantástica que es la naturaleza, y como a lo largo de los siglos se han ido
forjando todas estas formaciones.
El terreno es pedregoso y con algún escalón de roca que tendremos que ir sorteando con mucho cuidado. En más de una ocasión hay que echar las manos y los pies en pequeñas trepadas.
Según
subo, pienso, esta zona con algunos pequeños regueros de agua que corren bajo
nuestros pies, en invierno, con todo esto helado y con la fuerte pendiente, los
crampones y mil ojos serían imprescindibles para poder progresar.
Por
fin llegamos al refugio Victory (1950 msnm). Son
casi las doce del mediodía, no está mal, hemos tardado casi tres horas en
llegar. Aquí haremos una parada para picar algo y esperar al otro grupo de tres compañeros que vienen muy descolgados.
Este
refugio fue inaugurado en 1949 y construido por la Real Sociedad de Alpinismo
de Peñalara y debe su nombre a Antonio Victory Rojas (1890-1972) pionero del
montañismo castellano. Tiene capacidad para 14 personas, pero caso de necesidad
se puede ampliar.
Quince
minutos después partimos de nuevo hacia la Mira. Cuatro compañeros se quedan
aquí, no suben, por lo que empezamos a ascender los otros 16.
El
terreno ahora es muy empinado, pedregoso y con mucha piedra suelta, con lo que
hay que prestar mucha atención a los resbalones.
El
silencio se ha apoderado de todos nosotros y solamente el resoplido es el único
sonido a emitir. Subimos, subimos y subimos…pero atención estamos en el camino
equivocado (vamos hacia la falsa portilla), el camino perfectamente señalizado
por hitos va un poco hacia la izquierda. Casi todo el mundo aquí se equivoca y
tira de frente. De hecho pudimos comprobar que no fuimos los primeros… ¡ni los
últimos!
Subiendo
en el último tramo por una canal junto a unas rocas, llegamos a las llanuras de
Los Pelaos, la ante cima de la Mira,
en donde podemos ver algunos neveros y otras tantas charcas.
El viento ahora azota fuertemente y el frío se ha incrementado por
momentos. ¡A abrigarse!
Las nubes corretean de un sitio para otro y de vez en
cuando podemos entrever la torreta de la Mira.
Llegamos,
son las 13:30 horas. Las cabras montesas nos reciben alegremente a la espera de
su porción de comida. Fotos…y foto de grupo.
Aunque
no podemos verlo bien por las nubes que suben y bajan, allí detrás está el
circo de Gredos y presidiendo a este, el Almanzor (el más alto de Gredos 2591
msnm, Joaquín, Rufino ¡cuántos recuerdos!).
Tras
una apetitosa comida (los bocatas de siempre) empezamos a bajar. Aquí un grupo
de otros cinco compañeros se irán por detrás de los Galayos, nosotros 11
bajamos directamente hasta el refugio.
Hay que ir muy atentos a lo hitos ya que por momentos las nubes bajan
y obscurecen el camino.
Descendemos por la canal, y de nuevo a disfrutar de
unas formidables vistas de los Galayos.
Además ahora tenemos el premio de ver a los escaladores entre las rendijas de los paredones y en lo alto de una de las agujas, el Torreón. Con la cámara puedo observan como empiezan a tirar de cuerda para hacer la bajada en rápel.
Al
poco de nuevo en el refugio…y seguimos bajando.
Mirando
hacia los Galayos vemos al grupo de compañeros intentando bajar por la lengua
de piedras (la ruta de la Apretura), pero al poco desistieron y volvieron hacia
atrás.
Y ya
lo único que queda es bajar y bajar, zigzaguear
por las zetas… y hacia nuestros coches, a los que llegaríamos sobre las
cinco de la tarde. Los otros cinco compañeros llegarían dos horas después.
Y ya, llegando al final de nuestra ruta, y tal como podemos ver escrito en la fachada de esta casa-bar toca la cervezona, aunque no aquí, porque estaba cerrado, en Arenas de San Pedro.
¡Formidable
la ruta, los Galayos majestuosos, buena compañía! Imposible mejorar.
Mañana nos
vamos a Guadalupe, pero eso ya será otra historia.
3 comentarios:
Impresionante crónica y sorprendentes imágenes.
Gracias.
Gracias Patricia, es un lugar en el que por lo menos una vez en la vida hay que pisar, y los montañeros muchas mas
Muchas gracias!!!
es Divino el blog y cada publicacion!!!
Soy fans de este blog, siempre lo leo!
Felicitaciones!!!Muchas gracias!!!
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Soy fans de este blog, siempre lo leo!
Felicitaciones!!!
abrazo
abrazo
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