miércoles, 21 de diciembre de 2016

Subida a Piedra Dionisia (1689 msnm) Sierra de Segura (Dic/16)



En este puente de diciembre nos dirigimos hacia la remota Sierra de Segura (Jaén) seis compañeros del club: Concha y Pepe, Valme y Lorenzo,  Rosa y el que escribe. Serán cuatro estupendos días de ruta las que haremos por esta hermosa Sierra.

1-Sendero de la peña del Olivar
2-Subida a Piedra Dionisia
3-Subida al Puntal de la Misa
4-Subida al Yelmo

Hoy toca la subida a Piedra Dionisia desde Huelga Utrera, pasando por la Cueva de Agua y la aldea de Poyotello. Hoy Rosa no pudo venir.
En total recorreremos unos 17 kilómetros, con un desnivel aproximado de 750 metros y unas ocho horas de marcha.
En esta ruta hay que distinguir dos tramos bien diferenciado; el primero Huelga Utrera-Poyotello perfectamente señalizado con postes y sendero marcado (PR-A 195) y el segundo tramo Poyotello-Piedra Dionisia sin sendero, orientándose por camino de cabras y un poco de intuición montañera.


Allá vamos:
Nos situamos en la pequeñísima aldea de Huelga Utrera (1018 msnm), ya cerca del embalse de las Anchuricas, situada en la carretera local Jf-7038, a unos cinco kilómetros de la Toba viniendo del sur.
Desde esta misma carretera a mano derecha habrá una indicación que nos llevará hasta dicha aldea en unos 900 metros de pista no muy bien asfaltada.


El coche lo dejaremos justamente en la entrada de la aldea. Aunque el cielo está despejado y el pronostico del tiempo es bueno, a estas horas de la mañana aún hace bastante frío.


Desde la misma aldea cogemos la pista que sale a mano izquierda, paralelo al río Segura, recorriendo algunas huertas y con un paisaje repleto de pinos laricios.


A un par de kilómetros aproximadamente la pista se convierte en un sendero que se adentra en unos grandes paredones de roca (ideales para realizar unas ferratas)


Y el sendero empieza a ascender bruscamente adentrándose en un hermoso bosque de pinos. Aquí mas de uno empezamos a desprendernos de algunas capas de abrigo. Se nota que la cuesta es bastante pronunciada.


En un tímido respiro, las nubes intentan escapar de la frondosidad del bosque, ocultándose más allá de las montañas, mientras nosotros seguimos avanzando por el sendero y de vez en cuando mirar entre el follaje al encuentro de alguna seta escondida.


Poco después y cuando llegamos a lo más alto de la pronunciada cuesta, un grandioso  "mirador" nos estaba esperando para mostrarnos las maravillas de este rincón de la Sierra de Segura.



Ahora el sendero empieza a descender, flanqueado por impresionantes paredones que van quedando a nuestra izquierda, viendo como el valle se va estrechando y el cauce del río Segura sigue a acompañándonos en todo nuestro recorrido.




Junto a estos paredones, la humedad y la umbría hace que los musgos y los líquenes adosados a las rocas y los árboles nos embellezcan aún más el paisaje. A nuestro paso, el crujir de las botas sobre las hojas otoñales ya muertas nos generan un sosegado y relajante sendero.


Al poco, una indicación nos avisa que tenemos que desviarnos para contemplar el maravilloso salto de agua conocido como "Charco del Humo", y claro, allá vamos, está solo a algunos metros.


Tendremos que bajar por una pequeña pasarela protegida por unos palos y unas cuerdas, evitando de este modo un resbalón tonto y dar por finalizada la ruta.


Atravesamos un pequeño puente de madera y ya llegamos a la cascada que ferozmente deja caer sus aguas y se despeña en las pozas transparente que abajo las esperan.



Para llegar a la misma altura de la cascada hay que pasar por un paso algo delicado junto a la pared, pero con precaución podemos bajar.



¡Ojo con el terreno que está muy resbaladizo, y no nos queremos mojar!




Tras disfrutar algunos minutos de estas refrescantes aguas, subimos de nuevo y continuamos por el sendero bajo los paredones que parecen llorar, si, bien digo llorar, son algunas pequeñas caídas de agua salpicadas entre sus grandes oquedades, algunos de estos huecos parecen ojos, otros nuestra imaginación nos traslada a un mundo irreal, pero en cualquier caso es un lugar mágico.


El sendero ahora empieza a subir por nuestra izquierda abandonando las tranquilas aguas del río Segura.


Y ya en lo alto llegamos a la Cueva del Agua, un verdadero reclamo para cualquier senderista que hace esta ruta. Un verdadero exponente del paisaje kárstico segureño.


Este refugio cueva de ganado en otras épocas, tiene unas impresionantes dimensiones, conteniendo en su interior un manantial, llegándose a cubrir de agua parte de la cueva.


Desde el exterior de la cueva tenemos un excelente mirador desde el que podemos disfrutar de los paisajes del cañón del Segura.


El sendero ahora empieza a coger altura y la empinada cuesta hace que de vez en cuando tengamos que realizar alguna paradita. Allí a lo lejos, en lo alto ya vemos algunas casas del poblado de Poyotello.


Una vez llegamos arriba vemos un cartel que nos da la descripción de la ruta que estamos realizando, y en el que nos dice que hasta Huelga Utrera tenemos un total de 5,5 km y estamos a una altitud de 1440 metros


LLegamos a Poyotello, una recóndita aldea perteneciente a Santiago Pontones y que nos resulta ser un espectacular balcón natural del cañón del Segura.


Nos entretenemos un poco dando charla a uno de los pocos habitantes del poblado, nos cuenta algunas curiosidades del lugar y nos pregunta que a donde vamos. A Piedra Dionisia le contestamos, él con una sonrisa irónica nos contesta, pues tened cuidado que allí hace frío, abrigaros.



Aprovechamos para picar algo antes de empezar a subir, pero eso si, resguardado al calorcito de la pared. Algo de frutos secos, naranja, plátano...y los gatos pidiendo de comer. 


Tras quince minutos de relax y jugueteando con los gatos (pobres al final no comieron nada) empezamos a subir, y para ello nos dirigimos hacia la salida del poblado.


Sin sendero marcado, ni indicado, ni intuido, ni nada de nada...solo siguiendo algunos caminillos de cabras... rastreando las bolitas redondas y negrillas que expulsan las cabras...
Menos mal que llevamos dos track para llegar a la cumbre, eso si, no se en que momento lo harían, o si iban bebidos, porque el caso es que dimos muchas vueltas hasta llegar a la cumbre.


A la izquierda, no a la derecha...por aquí. No el track me marca por allí. Quizás por detrás de aquella roca gigante...
Allí vemos una valla, vamos a saltarla y veremos por donde vamos...


Vamos bien, el track de momento me dice que sí. Espera que ahora hay que girar a la derecha...


¡Eh, aquí hay un montículo de piedras, será algún hito despistado!


Con las nubes metidas a nuestra altura, resultó que todo lo que anduvimos hacia la parte derecha después tuvimos que hacerlo en dirección contraria.


Por fin ya vemos el vértice geodésico. Hace frío mucho frío. Hasta allí nos dirigimos.


Justo el tiempo de hacer la foto y para abajo pitando que nos quedamos helados.


La vuelta, ya orientándonos por el poblado de Poyotello llegamos fácilmente.
...Y así hasta que llegamos al coche tras hacer una pequeña parada para comer los bocatas.

Si quieres ver otra de las rutas que hicimos por la Sierra pincha en ella:
Subida al Yelmo

martes, 13 de diciembre de 2016

Ferrata de Benaoján (Dic/16, Enero/17) y Benaoján iniciación (Enero/17)


En el día de hoy Pepi, Víctor y yo teníamos previsto realizar las vías ferratas de Montejaque y de Benaoján; acabamos de regresar de trepar las paredes de la "reina de las ferratas", la espectacular y grandiosa vía de Montejaque todavía con los brazos cargados nos trasladamos a la cercana localidad de Benaoján para realizar esta otra ferrata.


El inicio de la ferrata se encuentra en la salida del pueblo, a unos 100 metros bajando por la carretera. A unos cinco minutos andando veremos las grapas en las paredes a nuestra izquierda.


Aunque esta ferrata no es muy larga, requiere de cierta destreza para realizarla ya que nos encontraremos un extraplomo bastante atlético y algunas grapas muy separadas unas de otras, y que las personas bajitas lo pasarán un poco mal, nuestra compañera Pepi lo sufrió en sus propias carnes. Incluso con piernas no tan cortas tienes que hacer un esfuerzo para alcanzar la siguiente grapa.


Un poco más adelante, antes del puente tibetano hay otro extraplomo pero de menor dificultad y que se puede pasar sin problemas. Por tales motivos esta vía ferrata la podríamos valorar con un nivel K2-K3 (máximo 6) teniendo las siguientes características:

Fuerza:3
Factor psicológico: 4
Resistencia: 3
Terreno:2
Equipamiento:1


Empezamos la ferrata con una buena temperatura. Pepi se coloca primera, después Víctor y cerrando el grupo ahí voy yo


En el primer tramo empezamos a coger altura, subiendo unos 40 metros, y ya aquí es donde nos encontramos algunas grapas muy separadas unas de otras, así que atención.


Y llegamos al extraplomo con una pronunciada barriga y un pequeño techito. De este modo, a preparar la baga de reposo por si la tenemos que utilizarla y a tirar de  los brazos para subir. 


La vía ahora se desplaza hacia la derecha en busca del puente tibetano, pero antes tendremos que superar otro pequeño extaplomo que fácilmente se puede pasar (en la foto está por debajo de Pepi)


Víctor lo está pasando ahora, vemos como sus brazos se enganchan a las grapas, al igual que las lagartijas a las paredes. Pepi ya va atravesando el puente tibetano.


Víctor aprovecha desde arriba para inmortalizar mi paso por el extraplomo. Voy tan concentrado que no miro ni hacia arriba, y por supuesto tampoco hacia abajo. Los brazos bien tirar hacia afuera.


Algunas grapas después y ya llegamos al puente tibetano en el que manteniendo bien el equilibrio se puede pasar sin problemas.






Superado este último obstáculo terminamos la ferrata, para ello habíamos echado unos tres cuartos de hora. Contentos y relajados por nuestra jornada ferretera, nos quedamos algunos minutos charlando y contemplando las hermosas vistas de Benaoján.


En la bajada al pueblo hay que estar muy atento al camino ya que no hay hitos marcados, pero la dirección hacia el pueblo hace que no sea complicado. En 15 minutos llegamos abajo.

Y como siempre que toca ahora...una cervecita fresquita en buena compañía.


Repetida de nuevo en (Enero/17)











Benaojan infantil/incicación (Enero/17)

Esta coqueta y fácil ferrata (infantil/iniciación) al estar a escasos metros de la otra de Benaoján, es una aportación ideal para aquellas personas que se quieran iniciar en esta actividad.


Nosotros no la conocíamos, así que cuando terminamos la anterior nos acercamos para verla, y ya que estábamos allí la hicimos. Sobre todo para conocerla y poder ser una buena ferrata para los compañeros que se quieran iniciar.


Ubicada a unos cien metros de la anterior, siguiendo por la carretera hasta la altura de la estación de Benaojan, junto a una fuente.
Los coches los podemos dejar en la misma carretera Benaojan-Ronda


Tiene un corto recorrido con un par de puentes tibetanos. El primero muy bajo, acondicionado para los críos y el segundo algo más alto pero con los cables muy bajos para los adultos (ver fotos).
Ademas las grapas están muy juntitas, preparado para los pequeños.