lunes, 9 de febrero de 2009

Subida al Banderilla (S.cazorla-1993 m) Octubre/07




SUBIDA AL PICO BANDERILLAS (P.N CAZORLA)



Sierra de Segura, Cordillera del Banderilla, para ubicarnos mejor, Sierra de Cazorla. Casi lindando con la provincia de Albacete, se levanta un inmenso murallón que alcanza casi los 2000 metros de altura. Está lejos de casi todo, es poco conocido, y por suerte fuera de las clásicas rutas de Cazorla. Por eso su aproximación es larga, dura y requiere de un gran esfuerzo para alcanzar su cumbre, el banderilla de1993 m de altura.


“Te veo desde muy lejos, cuesta alcanzarte, solo un pasillo me lleva a ti. Solo un nexo imaginario, en mi mente te alcanzo, despierto y todavía no te toco, más tarde te pisaré”.


Datos de interés:

Lugar de partida: torre del vinagre, carretera Cazorla-el tranco, Jaén (680 m)
Altitud pico Banderillas: 1993 m
Desnivel: 1310 m
Desnivel acumulado: 1600 m
Tiempo: 14 horas
Dificultad: alta, por aproximación y desnivel.
Fecha: 12-13/10/07




Nos situamos en Torre del vinagre en pleno corazón del Parque natural de Segura, las Villas y Cazorla, donde la carretera une Cazorla con el embalse del Tranco.

Junto a la piscifactoría, en un gran aparcamiento dejaremos los vehículos, y una pista que bordea el río Borosa será el inicio de nuestra ruta. A pocos metros, donde el río se ensancha ligeramente, en la parte izquierda una senda con una fuerte pendiente será nuestro camino a seguir. En esta
ocasión Manolo Rivas, Mª José, Juan, Rosa, Manolo, Josefa, dos compañeras de ella y el que suscribe empezamos a andar en torno a las 12:15 a.m.



Durante la primera hora y media, la subida es muy pronunciada, y el desnivel a salvar es de más de 600 metros. El camino está perfectamente señalizado (PR, marca amarilla y blanca) y
durante todo este primer tramo se pasará por frondosos bosques, donde los madroños y posteriormente un gran pinar refrescarán nuestro andar.

Tras casi una hora más de camino alcanzamos el cortijo de Roblehondo, derruido, y en un lugar privilegiado, comimos disfrutando de unas hermosas vistas.

Ahora tenemos que salvar un gran barranco, tendremos una buena bajada, que después tendremos que subir, el desnivel se va acumulando en nuestras piernas, y ya en frente tras pasar el bosque de pinos una inmensa muralla formada por la cordillera del banderilla.



Una prolongada subida nos llevará hasta el collado de Roblehondo, donde a unos 1400 metros y después de unas cuatro horas de camino la parada era obligatoria.

Impresionante lugar, impresionantes vistas. Aquí no te cansas de mirar, de disfrutar, de contemplar. A nuestra izquierda la prolongada cuerda del banderilla, donde grandes moles graníticas resaltan con esbeltez. Al fondo la cuenca del río Borosa, y a nuestra derecha los frondosos bosques de donde venimos. Un mágico lugar para nunca olvidar.
Ahora nuestra gran pregunta ¿por donde atravesaremos este murallón? ¿Cómo escalaremos esas altas paredes?



Avanzamos por el camino que se dirige a ella en zigzag, y llegamos así al estrecho paso que nos permitirá alcanzar la otra zona de la cordillera del banderilla. Estamos en el impresionante Tranco del perro, un increíble paso artificial que antaño se construyó para poder atravesar dichas paredes.

Una vez atravesado este paso, habrá que estar muy pendiente de la indicación (señal amarilla blanca) correcta a seguir, ya que hay algunos senderillos formados tanto a izquierda como derecha. El correcto está de frente, buscando las grandes paredes, pero el sendero es bueno y perfectamente señalizado.



Nosotros aquí nos despistamos y tiramos por la derecha, después de casi una hora andando llegamos a un gran tajo, efectivamente este no era el camino. Pero mereció la pena, un bello lugar, donde las vistas de los grandes paredones, con sus buitres revoloteando nos conmovió. Ya son las 19:30, y antes de que la noche caiga decidimos montar las tiendas. Bajo una gran roca, en una pequeña planicie acoplamos nuestro campamento. El lugar era impresionante, las vistas espectaculares.
Los últimos rayos de sol iluminaban con luz intensa las grandes paredes. Los buitres sobre nuestras cabezas revolotean sin parar, y un grupo de ciervos corretean frente a nosotros. No se podía pedir más, son buenos ingredientes para descansar y dormir poco después de las nueve de la noche.



A la mañana siguiente sobre las 9,15 emprendimos la marcha en busca del deseado pico banderilla.
Volviendo de nuevo hacia el tranco del perro, desde aquí hay que subir hacia la cuerda del pico banderilla. Lo mejor es coger el camino señalizado, nosotros de nuevo no lo vimos, y subimos por un bosque de pinos con una gran pendiente. Después de hora y media llegamos al fraile de las banderillas (1900 m). Ya solo tenemos que coger el camino que sobre la cuerda del banderilla nos llevará a su cumbre.



Aunque el pico se va viendo, aún queda una hora para llegar.
Son las 12:30 y hemos llegado a la casetilla del guarda y a un refugio, que está perfectamente habilitado para dormir en él. En frente tras subir una pequeña loma alcanzamos nuestro objetivo, en solo 10 o 15 minutos tocamos su poste geodésico.
El panorama es impresionante: hacia el oeste y hacia abajo, el abismo, y más allá la grandiosa cuenca del Aguasmulas, aún más lejos el embalse del Tranco. Hacía el este una vasta extensión de páramos (campos de Hernán Perea), y por encima del horizonte La Sagra, y más allá Sierra Nevada.

Son unas siete horas de una larga aproximación, de un gran desnivel y de un hermoso paisaje.


“….hacia ti hemos llegado, y ahora que te toco, ya se como eres, y porque tú desde aquí, como un guardián en su garita, divisas todo, y te proteges de la gran invasión….”

Subida al Cisne (S.Almijara-1484 m) Mayo/07


SUBIDA AL PICO DEL CISNE (P.N.ALMIJARA Y TEJADA)

TRAS LOS PASOS DE RÍO HIGUERÓN



Un estrecho cauce formado por el río higuerón, en algunos tramos, con altas paredes, otros el agua simplemente acaricia sus márgenes. El cauce del río higuerón, a veces con agua, otras seca y otras húmeda. Sí, es este río, el que poco a poco nos adentra en un lugar mágico, cubierto por una frondosa vegetación, donde en el fondo del valle, grandes picos destacan de forma exuberante en la lejanía. El cisne, con una forma picuda, nos seduce, y se resiste a que lo pisemos. Su camino es largo, difícil y con un terreno inestable. Son unos buenos ingredientes para anhelar con más ansía este reto.
Tranquilo Cisne; te alcanzaremos, te pisaremos te sentiremos.


Datos de interés:

Ubicación: P.N Sierra Almijara y Tejada, frigiliana (Málaga)
Dificultad: Muy alta
Recorrido: 13 horas
Longitud: 21 km.
Desnivel acumulado: 1300 m
Altura pico Cisne: 1484 m
Grupo-de-montañismo: www.senalycamino.es

Son la 9:00 a.m y empezamos a andar. Desde el bello pueblo de Frigiliana, y junto a la oficina de turismo, detrás de una casa, sale una pequeña senda por la que tendremos que tirar. El camino va de forma serpenteante buscando una pista, a la que tendremos que llegar después de una pequeña bajada. Detrás, Frigiliana, colgada en un pequeño cerro y de forma elegante la vamos perdiendo.

Al principio, la pista atraviesa una arbolada, donde en tramos y de forma tímida, aparecen las aguas del río Higuerón casi por sorpresa.
Una parada en un espacio habilitado para picnic, nos vendría bien. Aquí aprovechamos para ojear nuestros mapas y trazar bien el difícil recorrido que nos espera para recorrer.
Ahora si, el agua es nuestra fiel acompañante, cada vez con mayor caudal hasta llegar a una pequeña acequia.

Desde aquí, este río no tiene secreto; de forma sincera nos muestra sus grandes maravillas. El río se va encañonando, formando los cahorros del río Higuerón.
Nosotros casi de forma obligada entre salto y salto, y con piedras salpicadas por el cauce, vamos atravesando de una, a la otra orilla de forma permanente, pero claro, hay veces que nuestros pies van directamente al agua, no hay otra alternativa.


Ya en su parte más intima, el río no nos deja pasar. Estrechado por un cañón, una gran cascada nos impide el paso, y aquí tenemos que volver.
Unos 200 o 300 metros atrás por donde hemos venido, un pequeño hito nos marca el camino a seguir, ahora hay que subir, y además con una fuerte pendiente (200 metros).
El camino ahora por arriba, divisa los grandes picos, las grandes paredes, y el cañón, donde el río Higuerón fluye orgulloso a su paso, dejando un sonido agradable con sus aguas al caer.

El río nos atrae, y el camino de nuevo nos lleva hasta aquí, hasta el agua, hasta el río Higuerón.
Tras una hora más de recorrido, y siempre siguiendo el cauce llegamos al Helipuerto. Ya son las 12:30, y un merecido descanso junto con un pequeño refrigerio nos vamos a tomar.

Tras media hora, reanudamos la marcha. Ahora si empezamos a subir, pero de momento unos 400 metros por una pista cómoda hasta llegar a una caída de agua, que en forma de fuente nos repondrá nuestras botellas y cantimploras para la fuerte subida. Allí arriba, muy arriba el pico Cisne nos desafía, lo vemos, y a él tendremos que llegar.

En la parte izquierda de la pista, un hito, junto a una torrentera, nos marcará el camino de subida. Pero que subida!!. Hace un calor achicharrante, son las 14:00, no hablamos, es más no podemos hablar, solo pensamos en subir.

Asfixiados, agotados, destrozados seguimos subiendo. Las piedras son arrastradas por un suelo inestable, se desprenden fácilmente, ya no podemos más tenemos que parar. Allí donde la
sombra casi no existe, un pequeño pino nos cobija, los diez, casi codo con codo encontramos un poco de sombra.

Buscamos casi de forma desesperada “la puerta”, un par de pequeños hitos, a izquierda y derecha, que nos subirá hasta el collado.

Aquí el terreno se desmorona, las caídas son permanentes, y la fuerte subida sigue acompañando a un calor infernal. No tenemos más remedio, tenemos que seguir subiendo, ¿por dónde?, ¿donde pisamos?, ¿A dónde nos agarramos?. El Cisne está allí arriba, y hasta él tenemos que llegar.
Por fin, ya casi hemos llegado, estamos en el collado. Un grupo de árboles nos dejarán su sombra, y desde allí, a unos diez minutos el pico Cisne, donde en la lejanía un pequeño buzón se divisa vagamente.

Salteando por grandes rocas fáciles de subir, el pico Cisne, y nunca mejor dicho, “el pico”. No entramos más de dos en el mismo sitio. Un lugar estrecho, donde las vistas son espectaculares: el mar, el pico Lucero, La Maroma y muy abajo el lugar de donde venimos, un desnivel total de 1300 metros.
Aquí el calor es aún mayor, pero una pequeña brisa nos refresca para disfrutar de nuestro esfuerzo.

Esfuerzo sin lugar a dudas recompensado por estas vistas y que tanto a Paco, Carmen, Manolo, Josefa, Rafael, Julio, Irene, Juan, Rosa y un servidor, que como locos montañeros buscamos esto, nos satisface, y nos complace junto al cisne disfrutar de esta paz y de esta libertad, y aunque la vida rueda y sigue, desde aquí se ve mejor, se vive mejor.

viernes, 6 de febrero de 2009

Pico Castillejo y Concha (S.blanca-1230m,1270 m) Abril/07



SUBIDA AL PICO CASTILLEJO Y CONCHA, SIERRA BLANCA ( MALAGA)

MARBELLA VISTA DESDE EL CIELO



Una visión bien distinta de la costa del sol, de Marbella, y de sus grandes placeres y manjares. Desde aquí, desde lo alto, desde el pico de la concha, todo se ve más claro, Marbella allí abajo no deja de ser lo que es, un enorme complejo turístico de ruido y gentío. Aquí arriba, el silencio, la paz, el sosiego invade nuestro ser. Costa y montaña en un mismo sitio, dos lugares bien distinto, contraste de placer y de paz. Yo antes en la costa, ahora en la montaña, y mañana ??.

Datos de interés:

Ubicación: San Pedro de Alcantara-Ojén ( Málaga), Sierra Blanca.
Recorrido total: 21 km
Lugar partida: Ref. de Juanar (848 m )
Pico Castillejo: 1230 m
Pico la Concha: 1270 m
Desnivel Acumulado: 1000 m
Duración: 9 horas
Dificultad: Alta, largo recorrido.
Fecha: 13-04-07
Grupo senderismo y montañismo: http://www.senalycamino.es/


Desde San Pedro de Alcántara, dirección a la localidad de Ojén, una pequeña carretera plagada de curvas nos llevará al refugio de Juanar.
Situado a 848 m de altitud, un grupo de montañeros, compañeros y amigos nos disponemos a patalear estas montañas y durante nueve horas disfrutar de los grandes placeres que nos deparará.

Manolo, Julio, Irene, Carmen, Rosa, Juan, Josefa, Alejandro, los coordinadores Rafael y Manolo y un servidor, con mochila a cuesta, bastones, y con un gran amor hacia las montañas empezamos la ruta.
Desde el citado refugio y volviendo por la carretera hacia atrás, a unos 300 metros, un pequeño sendero en la parte izquierda, nos llevará hacia el pico Castillejo, nuestro primer destino.


La senda empieza a subir bruscamente, el sol aprieta, y poco a poco nos vamos desprendiendo de alguna que otra ropa. Al final de esta serpenteante cuesta llegamos a un gran hito de piedras, que a una altura de 1080 metros, nos da una pequeña tregua para refrescarnos. Desde aquí una empinada cuesta en la parte izquierda nos llevará directamente al pico Castellejo. El camino, en partes sin marcar, con zarzas, jaras, y en tramos abriendo camino, poco a poco nos vamos
acercando a la cumbre. Ya casi en lo alto, una zona de pedregal, peña y grandes acantilados embellece el lugar. Con precaución, e intentando colocar nuestros pies y manos en todo hueco formado en las rocas conseguimos llegar. El viento azota fuertemente, las vistas de las montañas son espectaculares, estamos a 1235 metros. Inmortalizamos nuestros cuerpos con el “clip” de nuestras cámaras y empezamos a bajar.


Una vez en el hito comentado anteriormente, seguiremos por el sendero bien marcado en la parte derecha. Un camino cómodo, agradable y con buenas vistas nos lleva a una zona de pinsapos. Algunos en flor, con un color lila rojizo, contrastan fuertemente con el amarillo de las jaras salpicadas por el camino.


El sendero de arenisca, quizás por la influencia del mar, poco a poco se acerca a una bella dolina rodeada de grandes crestas, de grandes picachos y de un precioso lugar. Aquí el camino se pierde, no sabemos por donde tirar. Hacia derecha, izquierda, arriba, abajo, en distintos grupos dispersos y salpicados, conseguimos a lo lejos, muy a lo lejos ver un pequeño montículo de piedras. Por fin dimos con el camino. Avanzando primero por la dolina y después por una
pequeña cresta, el grupo de los once compañeros empezamos a tener sensación de sed, de hambre, de descansar. Como pensado para nosotros, un gran árbol nos cobija, con una enorme sombra nos refresca el lugar, y protegido del intenso calor, tomamos un refrigerio.


A partir de aquí, sin camino alguno empezamos a crestear. Una imponente “pared” casi vertical en forma de peña tuvimos que subir en el tramo primero. Con fuertes caídas a derecha e izquierda, la subida se tiene que hacer lentamente y con mucha precaución. Yo siguiendo los pasos de Manolo Ortega aprendo de él, Rafael, al final del cordal nos guía en la lejanía. Dos expertos montañeros, sin camino marcado, ellos se orientan, y abriendo camino entre las zarzas, poco a poco llegamos al final de la cresta.

La costa, Marbella. Allí abajo queda el mar. ¿ Que vistas ?.Aquí ya cogemos el sendero oficial que sube a la Concha y que viene desde el refugio de Juanar.
Atravesamos el desfiladero del lobo, un precioso lugar, donde el ancho del camino, en algunos tramos, ocupa prácticamente poco más que nuestros pies. ¡Que bonitas vistas!, nuestro esfuerzo merece la pena, ya que casi de forma permanente es recompensada por este espectacular paraíso.



Ya vemos el pico de la Concha, allí está. Abajo el mar, una línea ondulada nos dibuja toda la costa, detrás grandes montañas. Todavía queda treinta o cuarenta minutos hasta llegar al final, al pico de la Concha.
En un gran saliente, y a una altura de 1270 m, este pico embellece el lugar. El camino que llega hacia él va bordeando la cresta. Cada poco te tienes que detener, y alzando la mirada, recorres visualmente este impresionante lugar.Ya la bajada la hacemos de forma relajada por el camino oficial, fácil y marcado atraviesa un frondoso bosque de pinos, y poco más abajo un olivar aparece por sorpresa ante nuestros ojos.
Nueve horas de camino, nueve horas de felicidad, muchos minutos de sufrir, otros tantos de placer.
Sierra blanca, vecina de las Nieves, dos picos, Castellejo y la Concha. Un camino que los une, camino sin marcar.
Las montañas atraen, si, atraen hasta el final, altas y bajas, picudas y redondeadas, todas transmiten lo mismo. Una enorme paz.

Pico Aznaitin (S.Magina-1720 m) marzo/07



SUBIDA AL PICO AZNAITIN DE ALBANCHEZ


Solo y abandonado ha quedado esta imponente mole. Junto a Ssierra Mágina, aislado por los caprichos de la naturaleza. Con gran belleza destaca sobre los campos de Jaén, veredas con ciento de olivos, que con la vista nos lleva hasta el pueblo de Albanchez, protegido al abrigo del pico Aznaitín.


Datos de interés:

Ubicación: S.Magina ( Jaén ),Bedmar
Dormir: Hostal paraíso (Bedmar)
Pico Aznaitín de Albanchez: 1720 m
Lugar de partida: Puerto de Albanchez 1250 m
Desnivel: 500 m
Longitud: 10 km
Nivel: Media, debido al fuerte desnivel
Duración: 4 horas.
Fecha de la ruta: 24-25/03/07
Club senderismo y montañismo: señal y camino, http://www.senalycamino.es/


Desde Albánchez, subiendo por una estrecha carretera hacia el puerto del mismo nombre (1250m), y justamente donde aparece el cartel indicativo de dicho puerto, dejaremos nuestros coches en una gran explanada.



Somos trece los compañeros que en el día de hoy nos hemos animado a subir a este pico, frente a los veintiséis que en día de ayer coronamos el pico Mágina.

Justamente en la parte derecha (de la dirección que traíamos), sale una pista de tierra, en la que después de unos dos kilómetros, cogeremos hacia la derecha y empezaremos a subir. Si, subir fuertemente. En lo alto se ven grandes peñas a la que tendremos que llegar.


Sin una senda marcada, el camino empieza a subir. Como referencia se puede tomar una gran roca que con dimensiones gigantescas queda a media altura en la parte izquierda.
La subida es muy pronunciada, el camino serpenteante nos lleva hasta la cima. El colorido de nuestras ropas y nuestras mochilas destacan fuertemente en la aridez del terreno. Algunos repechos se hacen asfixiantes, cada poco tenemos que parar.



Una vez arriba, con prácticamente todo el desnivel superado, un tajo con una caída vertical nos impresiona. Las vistas desde aquí son espectaculares. En frente, el pico Almadén empieza a estar oculto parcialmente por negras nubes. El día amenaza, aunque creo que aguantará.
Un poco a lo lejos, el poste geodésico destaca sobre el pico Aznaitín. Cresteando y bajando una pequeña dolina conseguimos llegar hasta dicho vértice. El viento azota fuertemente, el peligro es amenazador. Desde aquí la precaución tiene que ser permanente, ya que dicho poste está situado en el mismo borde de un fuerte acantilado.

Tras esperar al resto de los compañeros, y disfrutar un rato de unas impresionantes vistas, en frente tenemos otro pico (el Aznaitín de Albanchez); no lo podemos remediar, tenemos que hasta él llegar.



Como cabras locas o montañeros locos, atraídos por el otro pico. Las grandes rocas hacían de escalones para intentar llegar. Estando a la misma altura (1720 m), el pico Aznaitín, como hermano gemelo, decoran el paisaje de este peculiar enclave. En frente las siluetas de sierra Mágina, nos hizo recordar en una nostalgia breve, corta y reciente la mágica ruta en el día de ayer por estos montes, por estas montañas y por este bello lugar.


Sin pérdida alguna, la bajada, aunque pronunciada es fácil de realizar. Abajo la pista se ve en todo momento, solo es cuestión de tiempo, y con mucha precaución, ya que el desprendimiento de piedras es casi constante, cuando nuestras botas pisan las fuertes pendientes.

Tras cuatro horas de camino, mi mente alimentada por estas vistas, por este lugar y por este trocito de mi vida, que al igual que otras tantas, estarán para perpetuar y para mis recuerdos.