por una pala de nieve.
Pongo el zoom y cazo a uno con el fondo de los grandes tresmiles, parece una imagen casi invernal más que preveraniega.
Conseguimos ver algo de los Lavaderos de la Reina, aunque sea poco.

geodésico aunque no esté situado en el punto más alto de la loma.
Luego empezamos a bajar por una empinada pedrera hacia la cabecera del Barranco del Alhorí. Esto nos hace entrar en calor y empezamos a aligerarnos de ropa, aquí ya no corre tanta "rasca".
Las cabras que estaban tan a gusto en su solitaria atalaya empiezan a "huecar el ala".
Nosotros también proseguimos el

descenso, nos quedan 1.100 m de bajada hasta el refugio.
Ya vemos los Ventisqueros del Carbón, debajo de ellos nace el río Alhorí.
Bajamos evitando pisar la niege, ya que hay tramos helados y podemos pegarnos un batacazo.
Y llegamos al nacimiento del río Alhorí, allí hay unas cabras que pastan tranquilamente.
Una parece menos temerosa o más curiosa que las otras.
Y allí mismo,

debajo de unas rocas vemos el recién nacido Alhorí como emerge a la luz y empieza su recorrido descendete.
En el mismo nacimiento, Antonio busca la foto de dos cabras que parecen querer
topar en lo alto de una roca.
Y el Alhorí, al poco de nacer, ya empieza a mostrar su fuerza y poderío.
Ahora estamos en el tramo más espectacular de esta ruta, lo mejor lo hemos guardado para el final. Bonito decorado para una foto de pareja.
El río ahora se encajona, por lo que

proseguimos por un difuso senderillo que atraviesa una gran pedrera.
Y bajamos a unos borreguiles (prados de montaña) donde hay una gran roca sobre el cauce del río.
Los borreguiles están completamente encharcados, aún así, me acerco a la orilla del río para sacar fotos de

"postal".
El río vuelve a encajonarse formando cascadas y, como la cosa no está clara, vamos buscando el camino unos por la izquierda...
...y otros por la derecha con cuidado de nos resbalar.
Pero al final todos tenemos que saltar el río pasando a la izquierda.
Para sortear el tramo más delicado del recorrido por un estrecho y empinado pasillo entre las rocas. Parecemos

liliputienses ante la grandeza de la montaña.
A pesar del esfuerzo vamos disfrutandoa tope, como se nota en la caras.
Tenemos que cruzar el río varias veces con el consiguiente cuidado, ya que va muy crecido.
Y llega un momento en que el barranco se abre y nosotros nos por vamos por un senderillo a media ladera por la loma dejando que el río Alhorí siga su bajada hacia Jérez del

Marquesado.
Aunque veamos el pinar, el cortafuegos y el refugio, todavía nos queda un buen rato para llegar hasta él.
Y casi diez horas después (aquí hemos venido a disfrutar no a correr) llegamos al refugio. El Postero Alto está formado por varios módulos que imitan un poblado minero.
En el refugio cenamos y pasamos la noche.
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