Viene de Parte VII
http://antonio-bueno-todosmisviajes.blogspot.com.es/2013/10/ruta-diario-albania-macedonia-bulgaria.html
Zheravna
Ya con la tarde avanzada llegamos
a Zheravna. Las primeras vistas que vemos sobre el pueblo, pensamos que será un
bonito lugar, y efectivamente comprobamos que así fue.
Según entramos en el pueblo,
preguntamos en una tienda por algún alojamiento para dormir. Ella nos dice que
conoce a alguien, y que la llamará por teléfono para que venga a recogernos.
Efectivamente, pasados diez minutos una señora nos recogió y nos llevó a una
bonita casa, y que fue donde nos alojaríamos.
25 € la habitación doble y con un
exquisito desayuno. De todos modos vimos que había bastantes casas donde uno podía pernoctar.
Una casa estupenda con un gran
jardín. La parte que los dueños alquilaba estaba pegado a su propia casa.
Cuando nos llevó a nuestra
habitación nos encantó. Todo estaba decorado al igual que hace decenas de años.
Lo que más nos sorprendió fue el
espacio reservado para el baño, en el que para poder entrar había que dar un
pequeño saltito, y con cuidadito en la cabeza no nos vayamos a dar.
Dejamos todos los bártulos y nos
fuimos a dar un paseo por el pueblo, aunque casi ya entrada la noche.
Vimos un bonito restaurante y en
él entramos a comer una buena comilona, y además por muy poco dinero.
Día
12 (BULGARIA) Zeravna-Kotel-Albanasi-convento de Sveta Troitsa-Veliko Turnovo
(150 km).
Ya por la mañana, nos despertamos
con un suculento y completo desayuno y en plan casero. Al poco empezamos a
visitar esta pequeña aldea museo.
Zhervna obtuvo cierta autonomía de los otomanos a cambio de proteger el puerto local, lo que permitió a los lugareños conservar sus costumbres.
Hasta hace poco tiempo las gallinas y las cabras circulaban a su antojo por sus callejuelas adoquinadas, pero últimamente muchos de los habitantes de la aldea han habilitado sus casa para los viajeros que van a parar aquí.
Las señoras que antes cuidaban a
los animales, ahora venden pequeños objetos típicos de la zona.
Pudimos callejear durante un buen
rato y disfrutar de bellas casas museos, en la que podemos contemplar su
antiguo estilo de vida.
Una de ellas es la casa Sava
Filaretov, construida a principios del siglo XIX y decorada con paneles de
madera tallada.
Destaca la iglesia de Sveti
Nikolai, con un hermoso iconostasio dorado rematado con dragones y águilas.
La gran mayoría de casas están
construidas con madera de época, guardando una gran armonía con el entorno de
la aldea.
Algunas de otras casas las han decorado
y habilitado como pequeños bares cafés en los que podemos tomar algo.
Ya va siendo hora de partir y
seguir con nuestra ruta. Ahora nos dirigimos hacia la cercana localidad de
Kotel, en la que hemos leído en nuestro libro que hay un barrio interesante
para visitar, el de Galata.
Kotel
Kotel se fundó en el siglo XVI
como centro para la cría de ovejas.
Mientras los pastores de Kotel
cuidaban los rebaños, las mujeres tejían las alfombras que han hecho célebre a
la población.
Cuando llegamos al pueblo,
aparcamos el coche junto a la iglesia, y preguntamos por donde quedaba el
barrio de Gálata. Estábamos junto a él.
Vimos un mercado en frente y nos
acercamos a él para comprar algo de fruta. Cuando empezamos a hablar, los
tenderos nos dijeron que si éramos españoles; rápidamente empezamos a mantener
una larga conversación sobre algunos aspectos de Bulgaria y España.
Ellos habían estado en Madrid durante un largo periodo de tiempo, y
claro su castellano era bastante fluido.
Eran de Jambol, una localidad
cercana a Sliven. Nos invitaron a pasar el día con ellos, y saborear algunas
buenas comidas de la zona, y probar unos exquisitos licores. Aunque nos quedamos
con ganas, le tuvimos que decir que no, ya que nos quedaba en sentido contrario
a nuestro plan de ruta.
Nos despedimos de ellos, y le dimos
las gracias por las frutas regaladas.
Nos dirigimos ahora al barrio de
Gálata.
Este antiguo barrio se compone de
magníficos ejemplos de esta hermosa artesanía tradicional, las alfombras.
En la antigua escuela de Kotel
(1869) podemos disfrutar de una exposición de alfombras, uno de los escasos
edificios de madera que sobrevivió al incendio que asoló a la ciudad en 1894.
Existe un museo etnográfico
situado en una casa de 1872, al que por cierto nosotros no llegamos a entrar.
Abandonamos ya Kotel, y
preguntamos a un chico por la carretera que iba a Kipilovo, con dirección a
Veliko Turnovo, y muy amablemente nos acercó hasta el mismo cruce de esta
pequeña carretera local.
Tras un largo recorrido, y después
de despistarnos un par de veces por la carretera, por fin llegamos a la pequeña
localidad de Arbanasi.
Llegamos al mediodía con un calor
infernal, y una vez allí lo primero que hicimos fue tomar un pequeño aperitivo
con una buena cervecita.
Albanasi
Arbanasi, hermoso pueblo según mi
libro, y que para mí no me resulto con tanto atractivo. Como se suele decir
“mucho ruido y pocas nueces”. Quizás
influyó la hora, o el calor, pero el caso es que solo me encontré con muchos
restaurantes y alojamientos para turistas.
Arbanasi está formado por un
laberinto de calles y grandes casas tipo fortaleza.
Quizás lo que más puede atraer es
la iglesia de la natividad. Con un sencillo exterior oculta un fantástico
interior: los muros y el techo abovedado están cubiertos por bonitos murales de
santos y escenas bíblicas que alternan con inscripciones en griego.
Cuando nos dispusimos a entrar,
una pareja de españoles nos comentó que no merecía la pena, y que con los
murales que se veían desde el exterior era suficiente. De este modo y
atendiendo a su criterio, no llegamos a entrar.
En mi opinión está demasiado
explotado para lo que hay que ver.
Callejeamos un poco y tomamos
café en unos de los muchos restaurantes que hay en la localidad y que disponen
de unos hermosos y refrescantes jardines.
Casi que se podría decir que es
lo mejor de este lugar.
Excelente decoración y
engalanados con aperos, carros y grandes jarrones cargados de coloridas flores.
Salimos ya de Arbanasi y nos
dirigimos hacia la cercana ciudad de Veliko Turnovo.
Según divisamos las hermosas
vistas de la ciudad, una carreterilla a mano derecha nos llevará hacia nuestro
siguiente destino “el Convento de Sveta troisa”.
Convento de Sveta Troitsa
Estrecha y en muchos tramos
invadidos por la plantas, esta carretera se adentra en un bonito paisaje
durante 11 km hasta llegar a este escondido convento.
Llegamos algo después de las
cinco de la tarde, con lo que no pudimos entrar al encontrarse ya cerrado.
Este convento se alza
sobre el emplazamiento de un monasterio del siglo XI. En 1847 se levantó sobre
el lugar una nueva iglesia, pero quedó destruida durante el terremoto de 1913.
El edificio que podemos contemplar en la actualidad es de 1927.
Nos dirigimos ahora
hacia la bella y quizás la más turística ciudad de Bulgaria, Veliko Turnovo.
Día
13 Veliko Turnovo
Llegamos ayer por la tarde, y
como teníamos reservado ya el hotel desde España, aquí estaremos en plan
tranquilo durante un día y medio, disfrutando de esta hermosa ciudad, y además,
para descansar algo del ajetreado viaje.
El hotel Minotel está ubicado en
la calle central que bordea los acantilados con vistas a la fortaleza. En un
lugar privilegiado, este hotel es recomendado cien por cien. Además, la simpática
chica de recepción habla un castellano
perfecto, con lo cual intercambiamos algunas opiniones sobre ambos países, y de
paso algunas recetas de comida búlgara.
Veliko Turnovo disfruta de un
bello emplazamiento en la ladera de una montaña, una bella arquitectura y
abundantes monumentos históricos, lo que la convierte en una de las ciudades
más hermosas de Bulgaria. Sus casas altas y estrechas se asoman al borde de las
paredes verticales que se alzan sobre el río Yantra. Al Este se encuentra las ruinas
de la majestuosa fortaleza de Tsaverets. Esta localidad fue la capital del
segundo reino (1185-1393) y posteriormente acogió la sede de la primera
asamblea nacional de la Bulgaria libre.
Para situarnos en esta ciudad, es
conveniente dividir la visita en tres partes bien diferenciadas: la fortaleza
de Tsaverets, el barrio de Asenova, y el propio centro comercial e histórico de
Veliko Turnovo.
Fortaleza de Tsaverets. (6 levas la entrada) Muy cerca del hotel, y
divisándolo desde el principio nos dirigimos hasta esta vistosa fortaleza.
Esta impresionante fortaleza
disfruta de un magnífico emplazamiento sobre una colina rocosa rodeada casi por
completo por el río Yantra.
Desde el año 1186, el Zar Petur
la convirtió en capital del segundo reino búlgaro. A partir de de esa fecha los
reyes de Bulgaria vivieron en el palacio Real de la ciudadela. Cuando el reino
cayó en manos de los otomanos en 1393, Tsaverets fue reducida a escombros. De
los 400 edificios y 22 iglesias originales, solo unos pocos se han restaurado
por completo.
Dentro del recinto amurallado
podemos encontrar la iglesia de Sveti Dimitur. Decorada con frescos medievales,
esta iglesia está dedicada a San Demetrio.
La iglesia del patriarcado del
siglo XIII se encuentra encaramada en lo más alto de la ciudadela. Formó parte
del complejo residencial del patriarca.
Desde lo más alto podemos
disfrutar de excelentes vistas de toda la ciudad, y el barrio de Asenova que
queda allá abajo junto al río Yantra.
Abandonamos ya el recinto por la
puerta de Asenova. Esta torre de acceso de tres alturas se reconstruyó en 1976,
y por ella accedían los artesanos y clérigos que vivían en el barrio de
Asenova, bajo la fortaleza.
Barrio de Asenova: Bajamos por la carretera que nos lleva a este
barrio. Durante toda la bajada podemos disfrutar de hermosas vistas de todo
este enclave.
Este barrio se extiende a ambas
orillas del río Yantra bajo los elevados muros fortificados de Tsaverets.
Con varias iglesias, este barrio
estuvo habitado por una prospera comunidad de artesanos y clérigos que se
vieron obligados a abandonarla tras el terremoto de 1913.
En el podemos encontrar un
conjunto interesante de casas de madera, y junto a ellas un puentecillo de
madera nos da paso a la otra orilla donde podemos disfrutar de otras bellas y
antiguas iglesias.
De nuevo subimos la carretera y
nos dirigimos hacia el centro de Veliko Turnovo.
Veliko Turnovo. Dentro de la ciudad podemos distinguir entre la
parte donde se encuentran todas los tenderetes de los artesanos y parte del
casco histórico que sube hacia la colina, y por otra parte la que baja hacia el
río.
Nos dirigimos hacia la calle
peatonal G.S Rakovski, donde se encuentra el bazar Samovodska Charshiya en el
barrio de Varusha, lugar en el que se hallan
todas las tiendas de artesanos. Aquí las casas de madera con algunos alerones
tienen un bello colorido.
En la entrada, un plano nos
indica la ubicación de cada una de ellas.
En nuestro callejeo podemos
disfrutar de extraordinarias obras de arte que algunos artesanos trabajan desde
hace años.
Al igual, charlamos con algunos
de ellos, y que gustosamente nos invitan a que ojeemos sus trabajos
finalizados.
Nos encontramos con un grupo de
japoneses que estaban rodando algún reportaje sobre esta zona. Buen despliegue
de equipo de cámaras y de personal.
La verdad que no me extraña ya
que es un bonito e interesante lugar.
Sobre todo hay varios artesanos
que trabajan con madera, y muchos de ellos con exquisitos diseños.
Y sobre todo muchos objetos de
recuerdos y de suvenires. De hecho es un buen lugar para comprar y por qué no,
también hay que regatear.
Aprovechamos para entrar en una
casa artesanal en el que servían café turco (con los posos de siempre), y claro
no pudimos resistir la tentación. Aquí sentados al fresquito y viendo el
trasiego de gente pasar.
Continuamos hasta el final de la
calle Rakovski para desembocar en la plaza donde se encuentra la casa del
monito.
Esta casa que data de 1849 es una
de las muchas viviendas que el gran arquitecto local Kolio Ficheto (1800-1881)
diseñó en Veliko. Ubicada en la ladera
de una colina, la entrada de la planta baja se encuentra a nivel de la calle,
mientras en la parte trasera se accede a través de los pisos superiores en
voladizo.
La fachada presenta dos ventanas
en saliente y la estatua del mono que da nombre a la casa.
Un poco más abajo nos encontramos
una calle ancha y con muchas tiendas de ropa de todas las marcas. En esta zona
el ambiente comercial se nota a cada paso que damos.
Justo detrás y subiendo hacia la
colina, podemos encontrar varias callejuelas, en donde decenas de gatos rondan
por esta zona que parece algo más deplorable, y que podemos contemplar cómo
viven muchas personas mayores, y en donde algunas de sus casas están en estado
semiderruido.
Un poco más abajo de nuevo el
bazar, y algunas bonitas calles, en donde se han improvisado algunos
alojamientos rurales y algún que otro hotelito con encanto.
Ahora nos trasladamos a las
callejuelas que nos llevan hacia abajo con dirección al río.
La tarde empieza a caer, y el
paseo se hace de lo más agradable por estas
tranquilas callejuelas. Hermosas vistas sobre las laderas de la ciudad,
cargadas de coloridas casas, y con el
río Yantra allá abajo.
En la otra orilla podemos ver el
monumento a Asenevtsi. Éste se inauguró
en 1987 para celebrar el 800 aniversario de la fundación del segundo reino
búlgaro. En él aparecen representados Asen, Petur, Ivan Asen II y Kaloyan a
lomos de sus caballos junto a una grandiosa espada.
Nos trasladamos ya para el hotel,
y cuando estamos cenando nos comenta la chica de recepción que igualmente esa
noche tenemos espectáculo de luz en la fortaleza de Tsaverets. Para disfrutar
de esta vistosa noche, por lo visto hay que pagar 500 €. Así que si algún grupo
de turistas lo quiere, no tiene más que pagarlo y a disfrutar. Con tantos
grupos, alguno lo pagaría.
Efectivamente cuando estábamos
cenando pudimos disfrutar de hermosos juegos de luces que salían de la
fortaleza de Tsaverets. Suerte que nuestro restaurante esta justamente en
frente con unas vistas privilegiadas.
Ahora a dormir que mañana tenemos
más ruta…
Día
14 (BULGARIA) Veliko Turnovo-Monasterio de Dryanovo-cuevas de Bako
Kiro-Tryavna-complejo de Etura-Lovec
(160km)
CONTINÚA EN (PARTE IX) Y ÚLTIMA
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