lunes, 9 de febrero de 2009

Subida al Cisne (S.Almijara-1484 m) Mayo/07


SUBIDA AL PICO DEL CISNE (P.N.ALMIJARA Y TEJADA)

TRAS LOS PASOS DE RÍO HIGUERÓN



Un estrecho cauce formado por el río higuerón, en algunos tramos, con altas paredes, otros el agua simplemente acaricia sus márgenes. El cauce del río higuerón, a veces con agua, otras seca y otras húmeda. Sí, es este río, el que poco a poco nos adentra en un lugar mágico, cubierto por una frondosa vegetación, donde en el fondo del valle, grandes picos destacan de forma exuberante en la lejanía. El cisne, con una forma picuda, nos seduce, y se resiste a que lo pisemos. Su camino es largo, difícil y con un terreno inestable. Son unos buenos ingredientes para anhelar con más ansía este reto.
Tranquilo Cisne; te alcanzaremos, te pisaremos te sentiremos.


Datos de interés:

Ubicación: P.N Sierra Almijara y Tejada, frigiliana (Málaga)
Dificultad: Muy alta
Recorrido: 13 horas
Longitud: 21 km.
Desnivel acumulado: 1300 m
Altura pico Cisne: 1484 m
Grupo-de-montañismo: www.senalycamino.es

Son la 9:00 a.m y empezamos a andar. Desde el bello pueblo de Frigiliana, y junto a la oficina de turismo, detrás de una casa, sale una pequeña senda por la que tendremos que tirar. El camino va de forma serpenteante buscando una pista, a la que tendremos que llegar después de una pequeña bajada. Detrás, Frigiliana, colgada en un pequeño cerro y de forma elegante la vamos perdiendo.

Al principio, la pista atraviesa una arbolada, donde en tramos y de forma tímida, aparecen las aguas del río Higuerón casi por sorpresa.
Una parada en un espacio habilitado para picnic, nos vendría bien. Aquí aprovechamos para ojear nuestros mapas y trazar bien el difícil recorrido que nos espera para recorrer.
Ahora si, el agua es nuestra fiel acompañante, cada vez con mayor caudal hasta llegar a una pequeña acequia.

Desde aquí, este río no tiene secreto; de forma sincera nos muestra sus grandes maravillas. El río se va encañonando, formando los cahorros del río Higuerón.
Nosotros casi de forma obligada entre salto y salto, y con piedras salpicadas por el cauce, vamos atravesando de una, a la otra orilla de forma permanente, pero claro, hay veces que nuestros pies van directamente al agua, no hay otra alternativa.


Ya en su parte más intima, el río no nos deja pasar. Estrechado por un cañón, una gran cascada nos impide el paso, y aquí tenemos que volver.
Unos 200 o 300 metros atrás por donde hemos venido, un pequeño hito nos marca el camino a seguir, ahora hay que subir, y además con una fuerte pendiente (200 metros).
El camino ahora por arriba, divisa los grandes picos, las grandes paredes, y el cañón, donde el río Higuerón fluye orgulloso a su paso, dejando un sonido agradable con sus aguas al caer.

El río nos atrae, y el camino de nuevo nos lleva hasta aquí, hasta el agua, hasta el río Higuerón.
Tras una hora más de recorrido, y siempre siguiendo el cauce llegamos al Helipuerto. Ya son las 12:30, y un merecido descanso junto con un pequeño refrigerio nos vamos a tomar.

Tras media hora, reanudamos la marcha. Ahora si empezamos a subir, pero de momento unos 400 metros por una pista cómoda hasta llegar a una caída de agua, que en forma de fuente nos repondrá nuestras botellas y cantimploras para la fuerte subida. Allí arriba, muy arriba el pico Cisne nos desafía, lo vemos, y a él tendremos que llegar.

En la parte izquierda de la pista, un hito, junto a una torrentera, nos marcará el camino de subida. Pero que subida!!. Hace un calor achicharrante, son las 14:00, no hablamos, es más no podemos hablar, solo pensamos en subir.

Asfixiados, agotados, destrozados seguimos subiendo. Las piedras son arrastradas por un suelo inestable, se desprenden fácilmente, ya no podemos más tenemos que parar. Allí donde la
sombra casi no existe, un pequeño pino nos cobija, los diez, casi codo con codo encontramos un poco de sombra.

Buscamos casi de forma desesperada “la puerta”, un par de pequeños hitos, a izquierda y derecha, que nos subirá hasta el collado.

Aquí el terreno se desmorona, las caídas son permanentes, y la fuerte subida sigue acompañando a un calor infernal. No tenemos más remedio, tenemos que seguir subiendo, ¿por dónde?, ¿donde pisamos?, ¿A dónde nos agarramos?. El Cisne está allí arriba, y hasta él tenemos que llegar.
Por fin, ya casi hemos llegado, estamos en el collado. Un grupo de árboles nos dejarán su sombra, y desde allí, a unos diez minutos el pico Cisne, donde en la lejanía un pequeño buzón se divisa vagamente.

Salteando por grandes rocas fáciles de subir, el pico Cisne, y nunca mejor dicho, “el pico”. No entramos más de dos en el mismo sitio. Un lugar estrecho, donde las vistas son espectaculares: el mar, el pico Lucero, La Maroma y muy abajo el lugar de donde venimos, un desnivel total de 1300 metros.
Aquí el calor es aún mayor, pero una pequeña brisa nos refresca para disfrutar de nuestro esfuerzo.

Esfuerzo sin lugar a dudas recompensado por estas vistas y que tanto a Paco, Carmen, Manolo, Josefa, Rafael, Julio, Irene, Juan, Rosa y un servidor, que como locos montañeros buscamos esto, nos satisface, y nos complace junto al cisne disfrutar de esta paz y de esta libertad, y aunque la vida rueda y sigue, desde aquí se ve mejor, se vive mejor.

viernes, 6 de febrero de 2009

Pico Castillejo y Concha (S.blanca-1230m,1270 m) Abril/07



SUBIDA AL PICO CASTILLEJO Y CONCHA, SIERRA BLANCA ( MALAGA)

MARBELLA VISTA DESDE EL CIELO



Una visión bien distinta de la costa del sol, de Marbella, y de sus grandes placeres y manjares. Desde aquí, desde lo alto, desde el pico de la concha, todo se ve más claro, Marbella allí abajo no deja de ser lo que es, un enorme complejo turístico de ruido y gentío. Aquí arriba, el silencio, la paz, el sosiego invade nuestro ser. Costa y montaña en un mismo sitio, dos lugares bien distinto, contraste de placer y de paz. Yo antes en la costa, ahora en la montaña, y mañana ??.

Datos de interés:

Ubicación: San Pedro de Alcantara-Ojén ( Málaga), Sierra Blanca.
Recorrido total: 21 km
Lugar partida: Ref. de Juanar (848 m )
Pico Castillejo: 1230 m
Pico la Concha: 1270 m
Desnivel Acumulado: 1000 m
Duración: 9 horas
Dificultad: Alta, largo recorrido.
Fecha: 13-04-07
Grupo senderismo y montañismo: http://www.senalycamino.es/


Desde San Pedro de Alcántara, dirección a la localidad de Ojén, una pequeña carretera plagada de curvas nos llevará al refugio de Juanar.
Situado a 848 m de altitud, un grupo de montañeros, compañeros y amigos nos disponemos a patalear estas montañas y durante nueve horas disfrutar de los grandes placeres que nos deparará.

Manolo, Julio, Irene, Carmen, Rosa, Juan, Josefa, Alejandro, los coordinadores Rafael y Manolo y un servidor, con mochila a cuesta, bastones, y con un gran amor hacia las montañas empezamos la ruta.
Desde el citado refugio y volviendo por la carretera hacia atrás, a unos 300 metros, un pequeño sendero en la parte izquierda, nos llevará hacia el pico Castillejo, nuestro primer destino.


La senda empieza a subir bruscamente, el sol aprieta, y poco a poco nos vamos desprendiendo de alguna que otra ropa. Al final de esta serpenteante cuesta llegamos a un gran hito de piedras, que a una altura de 1080 metros, nos da una pequeña tregua para refrescarnos. Desde aquí una empinada cuesta en la parte izquierda nos llevará directamente al pico Castellejo. El camino, en partes sin marcar, con zarzas, jaras, y en tramos abriendo camino, poco a poco nos vamos
acercando a la cumbre. Ya casi en lo alto, una zona de pedregal, peña y grandes acantilados embellece el lugar. Con precaución, e intentando colocar nuestros pies y manos en todo hueco formado en las rocas conseguimos llegar. El viento azota fuertemente, las vistas de las montañas son espectaculares, estamos a 1235 metros. Inmortalizamos nuestros cuerpos con el “clip” de nuestras cámaras y empezamos a bajar.


Una vez en el hito comentado anteriormente, seguiremos por el sendero bien marcado en la parte derecha. Un camino cómodo, agradable y con buenas vistas nos lleva a una zona de pinsapos. Algunos en flor, con un color lila rojizo, contrastan fuertemente con el amarillo de las jaras salpicadas por el camino.


El sendero de arenisca, quizás por la influencia del mar, poco a poco se acerca a una bella dolina rodeada de grandes crestas, de grandes picachos y de un precioso lugar. Aquí el camino se pierde, no sabemos por donde tirar. Hacia derecha, izquierda, arriba, abajo, en distintos grupos dispersos y salpicados, conseguimos a lo lejos, muy a lo lejos ver un pequeño montículo de piedras. Por fin dimos con el camino. Avanzando primero por la dolina y después por una
pequeña cresta, el grupo de los once compañeros empezamos a tener sensación de sed, de hambre, de descansar. Como pensado para nosotros, un gran árbol nos cobija, con una enorme sombra nos refresca el lugar, y protegido del intenso calor, tomamos un refrigerio.


A partir de aquí, sin camino alguno empezamos a crestear. Una imponente “pared” casi vertical en forma de peña tuvimos que subir en el tramo primero. Con fuertes caídas a derecha e izquierda, la subida se tiene que hacer lentamente y con mucha precaución. Yo siguiendo los pasos de Manolo Ortega aprendo de él, Rafael, al final del cordal nos guía en la lejanía. Dos expertos montañeros, sin camino marcado, ellos se orientan, y abriendo camino entre las zarzas, poco a poco llegamos al final de la cresta.

La costa, Marbella. Allí abajo queda el mar. ¿ Que vistas ?.Aquí ya cogemos el sendero oficial que sube a la Concha y que viene desde el refugio de Juanar.
Atravesamos el desfiladero del lobo, un precioso lugar, donde el ancho del camino, en algunos tramos, ocupa prácticamente poco más que nuestros pies. ¡Que bonitas vistas!, nuestro esfuerzo merece la pena, ya que casi de forma permanente es recompensada por este espectacular paraíso.



Ya vemos el pico de la Concha, allí está. Abajo el mar, una línea ondulada nos dibuja toda la costa, detrás grandes montañas. Todavía queda treinta o cuarenta minutos hasta llegar al final, al pico de la Concha.
En un gran saliente, y a una altura de 1270 m, este pico embellece el lugar. El camino que llega hacia él va bordeando la cresta. Cada poco te tienes que detener, y alzando la mirada, recorres visualmente este impresionante lugar.Ya la bajada la hacemos de forma relajada por el camino oficial, fácil y marcado atraviesa un frondoso bosque de pinos, y poco más abajo un olivar aparece por sorpresa ante nuestros ojos.
Nueve horas de camino, nueve horas de felicidad, muchos minutos de sufrir, otros tantos de placer.
Sierra blanca, vecina de las Nieves, dos picos, Castellejo y la Concha. Un camino que los une, camino sin marcar.
Las montañas atraen, si, atraen hasta el final, altas y bajas, picudas y redondeadas, todas transmiten lo mismo. Una enorme paz.

Pico Aznaitin (S.Magina-1720 m) marzo/07



SUBIDA AL PICO AZNAITIN DE ALBANCHEZ


Solo y abandonado ha quedado esta imponente mole. Junto a Ssierra Mágina, aislado por los caprichos de la naturaleza. Con gran belleza destaca sobre los campos de Jaén, veredas con ciento de olivos, que con la vista nos lleva hasta el pueblo de Albanchez, protegido al abrigo del pico Aznaitín.


Datos de interés:

Ubicación: S.Magina ( Jaén ),Bedmar
Dormir: Hostal paraíso (Bedmar)
Pico Aznaitín de Albanchez: 1720 m
Lugar de partida: Puerto de Albanchez 1250 m
Desnivel: 500 m
Longitud: 10 km
Nivel: Media, debido al fuerte desnivel
Duración: 4 horas.
Fecha de la ruta: 24-25/03/07
Club senderismo y montañismo: señal y camino, http://www.senalycamino.es/


Desde Albánchez, subiendo por una estrecha carretera hacia el puerto del mismo nombre (1250m), y justamente donde aparece el cartel indicativo de dicho puerto, dejaremos nuestros coches en una gran explanada.



Somos trece los compañeros que en el día de hoy nos hemos animado a subir a este pico, frente a los veintiséis que en día de ayer coronamos el pico Mágina.

Justamente en la parte derecha (de la dirección que traíamos), sale una pista de tierra, en la que después de unos dos kilómetros, cogeremos hacia la derecha y empezaremos a subir. Si, subir fuertemente. En lo alto se ven grandes peñas a la que tendremos que llegar.


Sin una senda marcada, el camino empieza a subir. Como referencia se puede tomar una gran roca que con dimensiones gigantescas queda a media altura en la parte izquierda.
La subida es muy pronunciada, el camino serpenteante nos lleva hasta la cima. El colorido de nuestras ropas y nuestras mochilas destacan fuertemente en la aridez del terreno. Algunos repechos se hacen asfixiantes, cada poco tenemos que parar.



Una vez arriba, con prácticamente todo el desnivel superado, un tajo con una caída vertical nos impresiona. Las vistas desde aquí son espectaculares. En frente, el pico Almadén empieza a estar oculto parcialmente por negras nubes. El día amenaza, aunque creo que aguantará.
Un poco a lo lejos, el poste geodésico destaca sobre el pico Aznaitín. Cresteando y bajando una pequeña dolina conseguimos llegar hasta dicho vértice. El viento azota fuertemente, el peligro es amenazador. Desde aquí la precaución tiene que ser permanente, ya que dicho poste está situado en el mismo borde de un fuerte acantilado.

Tras esperar al resto de los compañeros, y disfrutar un rato de unas impresionantes vistas, en frente tenemos otro pico (el Aznaitín de Albanchez); no lo podemos remediar, tenemos que hasta él llegar.



Como cabras locas o montañeros locos, atraídos por el otro pico. Las grandes rocas hacían de escalones para intentar llegar. Estando a la misma altura (1720 m), el pico Aznaitín, como hermano gemelo, decoran el paisaje de este peculiar enclave. En frente las siluetas de sierra Mágina, nos hizo recordar en una nostalgia breve, corta y reciente la mágica ruta en el día de ayer por estos montes, por estas montañas y por este bello lugar.


Sin pérdida alguna, la bajada, aunque pronunciada es fácil de realizar. Abajo la pista se ve en todo momento, solo es cuestión de tiempo, y con mucha precaución, ya que el desprendimiento de piedras es casi constante, cuando nuestras botas pisan las fuertes pendientes.

Tras cuatro horas de camino, mi mente alimentada por estas vistas, por este lugar y por este trocito de mi vida, que al igual que otras tantas, estarán para perpetuar y para mis recuerdos.

Subida Abanto y Alcojona (S. Nieves-1490 m,1525 m) Marzo/07


SUBIDA AL PICO ALCOJONA Y ABANTO
( SIERRA DE LAS NIEVES )

EL PINSAPO DE LA ESCALERETA


Datos interés:

Ubicación: Sierra de las Nieves
Pico Alcojona: 1490 m.
Desnivel: 400 m
Dificultad: media
Pico Abanto: 1525 m
Desnivel: 500 m
Dificultad: media
Desnivel Acumulado total: 1000 m.
Grupo senderismo y montañismo: http://www.senalycamino.es/
Fecha de la ruta: 10/03/07

Mi primera ruta propiamente de montaña con el grupo de expertos montañeros.
Ilusionado y ansioso por subir, por patalear estas montañas, por disfrutar de las vistas, y en definitiva por vivirlas, porque, aunque están ahí, hay que descubrirlas.
Manolo, Rafael, Emilio, Josefa, Carmen, Silvia, Rosa, José, el coordinador de la ruta Víctor y un servidor partimos a las 7:30 para nuestra particular aventura. Aventura que al poco de partir dio su fruto. Poco antes de llegar a Ronda nos vimos involucrado en un accidente de tráfico, del cual nosotros salimos ilesos sin ningún tipo de incidente, no corrió la misma suerte el coche contrario.
Para acceder al Parque Natural Sierra de las Nieves lo hacemos por la carretera A-376, Ronda-San Pedro de Alcántara, a unos doce kilómetros de la primera población, en la parte izquierda sale un carril asfaltado en tramos, y de tierra en otros, que nos llevará hasta el mismo corazón de parque.
Tras algunos kilómetros por una pista de tierra, a nuestra derecha se ve el majestuoso monte Alcojona. El camino nos llevará a una bifurcación, donde nosotros cogeremos por el ramal derecho que señaliza la dirección a Tolox,, Río Verde y la Escalereta, de frente nos llevaría hacia los Quejigales.
Con el firme del camino un poco irregular en algunos tramos, y con fuertes socavones en otros, seguimos avanzando por la pista hasta llegar a otra pequeña bifurcación, donde nosotros cogeremos por la derecha dirección La Escalereta. Ya en el tramo final y después de dos kilómetros de bajada hasta la zona del pinsapar, aparcaremos nuestros coches.
Ya estamos en el Llano de la Laguna
(1050 m) y desde aquí empezaremos nuestra ruta a pie.



Tomamos el sendero de la Escalereta, en el fondo, la vista del pico Torrecilla (1919 m.) es sencillamente espectacular. El camino se adentra en un bosque mixto de pinsapos, pinos, encinas y quejigos. Son las 12:45 y empezamos a andar, el silencio del bosque es abrumador, solo alterado por el canto de los pájaros, que a nuestro paso nos dan la bienvenida.


En la izquierda sale un sendero que nos conduce después de 300 m. al pinsapo de La Escalereta, el mayor ejemplar de la sierra, de dimensiones sorprendentes y de una antigüedad superior a los 400 años; todo esto le ha valido para que sea declarado monumento natural por la Junta de Andalucía; el sendero continua por la Cuesta de las Lajas, hacia la cabecera de río Verde, un antiguo camino que comunicaba las Vegas de río Verde con La Nava,


La senda se aleja del bosque de pinsapos, y a cielo abierto, por encima del río verde, seguimos llaneando hasta llegar a un arroyo. Las vistas durante todo el trayecto son espectaculares.
Entre cortes de las montañas, el mar a lo lejos, azul, y un verde intenso con escalonamientos en las laderas de los montes, dibujan una estampa digna de perpetuar en la mente.
Ya en el arroyo, bajo algunos árboles, tomamos un refrigerio. El sonido del agua al caer nos alegraba el entorno,


Seguimos estando a la misma altura de la que partimos, e incluso podría decir que algo menos ( 970 m ). Pero, a partir de aquí la subida se hace por una fuerte pendiente, la senda sube sin parar. Sin camino alguno, ni marcado, ninguna señal, ningún hito. Pero la cima se ve, y hasta allí tenemos que llegar. Pisando entre grandes rocas, desprendimientos de piedras. En la subida, decenas de troncos de árboles dispersos a ambos lados nos dan pista de lo agreste del lugar. En fechas de tormentas, los árboles son arrancados de cuajo, y el agua los arrastra hasta caer por el arroyo al río verde.


Tomando como referencia una gran alambrada para la subida; en algunas ocasiones tenemos que saltar, ya que de lo contrario un gran tajo nos hace peligrar.
La vista cada vez se hace más espectacular: Torrecilla, Cerro Alcazaba el Valle de Río Verde, el Alcojona, Gibraltar, las montañas del Atlas marroquí, Sierra Bermeja, algunos pueblos del Genal, la costa…..
Por fin hemos llegado, estamos en el pico Abanto (1525 m), con lo que de este modo hemos salvado un desnivel de unos 500 metros aproximadamente.
A partir de aquí la bajada la realizamos rápidamente y buscamos la subida al pico Alcojona por la cara sur.




No está lejos, de hecho se ve enfrente, pero tenemos que bajar unos 300 metros, y después subir hasta coronar su cima que se encuentra a 1490 m.
Sin senda alguna, empezamos a subir. Flanqueando la ladera, buscamos el camino más cómodo, pero ninguno es cómodo ya que tenemos que subir. A veces con fuertes repechos, el aliento nos falta, tenemos que descansar. Mis compañeros Rafael y Manolo que parecen no notar las subidas fueron los primeros en llegar, por debajo un rosario de montañeros poco a poco coronábamos la cumbre.


Las vistas del pinsapar, las Sierras de Libar, Grazalema, Ronda, Olvera, Setenil, y de nuevo la costa.
Tras media hora de disfrute empezamos a bajar. Ahora lo hacemos por la cara norte, por un pedregal y siguiendo la cuerda del monte. Peligrosa la bajada, fuerte barranco, donde las piedras caen a nuestro paso, la pendiente es pronunciada y debemos tener mucha precaución en la bajada.
Ya estamos entrando en el bosque de pinsapos ¿pero por donde?, ¿Que camino?, ¿estamos perdidos?
Con mapa en mano, nos intentamos orientar, y la gran experiencia de algunos de los compañeros, rápido nos hizo encontrar el camino de vuelta.
Tras visitar el gran pinsapo, posiblemente “el falso Escalereta “, de dimensiones gigantescas. Cinco metros de circunferencia, 26 metros de altura, y su sombra abarca 200 metros cuadrados.
Ya casi anocheciendo, a las siete y treinta habíamos llegado, tras un sereno paseo por el bosque de pinsapos, y cansado, pero feliz, muy feliz.

Playa de maro (Malaga) Julio /07



PARAJE NATURAL ACANTILADOS DE MARO

Ruta navegando en kayak


Una bruma venida del mar, oculta parcialmente estos acantilados. El agua cristalina, transparente. En la orilla, el mar acaricia la arena, el agua casi inmóvil, no quiere perturbar este silencio, este lugar. Bajo el mar los peces disfrutan de esta agua, agua limpia, sin contaminar. Sobre los acantilados las gaviotas revolotean sin parar, el eco de su graznido se pierde en la lejanía. La bruma se acerca a mí, y durante varios minutos, el mar desaparece. Yo sentado en esta roca, pienso, medito, y en voz baja digo, “cual maravilloso es este lugar, este sitio, esta playa, este mar. Playa de Maro, espacio protegido, protegido para la invasión de la humanidad”.


Datos de interés:

Paraje natural: Acantilados de maro-Cerro gordo.
Lugar: Desde Maro hasta la Herradura. Málaga-Granada.
Superficie: 395 ha.
Curiosidades: Ruta en Kayak por la costa.
Organiza: Espacios naturales protegidos. Egmasa
Kayak: pequeña embarcación en forma de piragua.


Donde la Sierra de Almijara se sumerge en el mar, la erosión ha modelado una espectacular costa de acantilados, calas y pequeñas playas que se extiende a lo largo de 395 ha de superficie, en los límites de Granada y Málaga, el Paraje Natural Acantilados de Maro-Cerro Gordo, destaca por su belleza.
Son las 10:30 a.m, Germán, que así se llama nuestro monitor, nos da unas breves explicaciones sobre el kayak: historia, materiales, y como navegar.
Rosa y yo, nos instalamos en este kayak biplaza. Empezamos a remar, a navegar.


El mar en calma, se avanza suavemente. Los colores contrastados de alguno kayak son reflejados en el mar; amarillos, rojos, verdes, y el intenso azul del mar.
Bordeando la costa, las siluetas de los acantilados aparecen casi por sorpresa. Ciento de gaviotas salen disparadas desde algunas rocas salpicadas por el mar. Seguimos navegando, y algunos senderos se divisan vagamente en tierra firme. Calas aisladas, desiertas y sin comunicación alguna, son habitadas únicamente por las aves, aves que planean a su ancha, sin nadie que les moleste, perturbe su vuelo, su inmensa libertad.
Después de una hora aproximadamente, llevamos nuestras embarcaciones a una pequeña playa, playa de donde sobresale un pequeño espolón formado por el derrumbe parcial de un antiguo torreón vigía, y algunas rocas salientes.


El agua, aunque fría, agradable en este caluroso día de Julio.
A la vuelta, el sol ya apretaba fuerte, y tras casi otra hora llegamos a playa de Maro.
Desde Maro hasta la Herradura (ya en la provincia de Granada), es una ruta casi obligada para hacerla por carretera. Las vistas desde algunos miradores son paradas que no nos podemos perder. El mar, acantilados de gran belleza, pequeñas calas se suceden durante el recorrido. Y ya al final, La herradura, enclavada en una pequeña bahía, paraíso para los submarinistas, ponen el broche final a este trocito de Andalucía, por suerte protegido de la especulación y de los intereses.