Vía Ferrata de Archidona
En este sábado primaveral del mes de abril nos disponemos a realizar
varias vías ferratas, concretamente cinco. Aunque la ruta inicial era acceder a
las cuatro de loja; Victor que llevaba la ruta, propuso, ya que pasábamos por Archidona,
realizar también la que hay en esa localidad. Dicho y hecho, todos los
componentes del grupo (Carmina, Juan, Lorenzo, Manolo O, Victor y yo) lo
aceptamos sin rechistar.
De este modo, y con algo de lluvia, salimos de Sevilla. Daban las siete y
media de la mañana, cuando muchos feriantes regresaban a sus casas, con cara de
poco dormir, y mucho beber y bailar. Sin embargo nosotros, llevábamos otro rostro,
un rostro que nos delataba, ganas de disfrutar de un día de ferratas.
Así que tras un buen desayuno en el camino, llegamos a Archidona sobre
las 9,30. Aquí teníamos para elegir entre dos opciones a la hora de dejar los coches; o bien en el
inicio de la ferrata o en el final. Optamos por lo más cómodo, directamente
subimos hasta el Santuario de Nuestra Señora de Gracia, que es donde terminaría
la ferrata, y en donde se encuentran varias antenas de comunicaciones. Una vez
terminemos la ferrata, ya tendremos los coches aquí.
Así que lo que toca ahora es bajar hasta el inicio de la ferrata. Sin saber exactamente el lugar por donde bajar (no hay indicación alguna) nos guiamos por el cerro con las antenas (la ferrata esta justamente debajo) y buscamos una pequeña carretera que discurre por la parte alta del pueblo. Para ello, desde el coche bajamos primero por unas escaleras en la misma muralla del Santuario.
Y después bajamos campo a través hasta alcanzar dicha carreterilla, un
carril de tierra a la derecha nos deja directamente en el inicio de la ferrata.
Posiblemente encontraremos algún coche aparcado, fue nuestro caso, en
donde otro grupo de tres participantes también iniciaban la ruta.
Características de la ferrata
Dificultad: Fácil-Media
(K2-k3)
Tiempo de
acceso a la vía: 5 minutos, si aparcamos el coche en el inicio. 20 minutos si lo hacemos
desde el Santuario.
Tiempo de
realización: 60 minutos.
Desnivel
ascendido: 100 metros.
A destacar: 1 puente tibetano.
Un cartel en el inicio de la ruta, nos da algunas explicaciones y
consejos sobre la realización de la misma.
Una vez en la base de la pared vemos que hay otro grupo de cuatro
miembros que han empezado a subir. Pasado cinco minutos observamos que alguno
de esos participantes no tienen experiencia y suben muy lentamente, y además
sin saber cómo hacerlo. Nos echamos las manos a la cabeza, y en voz baja
decimos “a este paso no subiremos nunca”.
Así que aprovechamos que esta vía tiene alguna repisa de descanso y
subimos rápidamente nosotros y lo adelantamos, siempre habiéndolo acordado con
ellos así.
Allá vamos, Juan sube primero y se lo comenta a los otros. Se detienen en
el descansillo y subimos nosotros.
Aunque es una buena pared vertical, se sube cómodamente y sin desplomes
alguno. Casi sin darnos cuenta hemos subido bastantes metros de altura en poco
tiempo. Además entre medio hay varias zonas sin peldaños, utilizadas también
como vías de escape, y en donde se puede aprovechar para un descaso, caso de
que se necesite. Pero ojo, porque algunas piedras están algo inseguras, creo
que aquí deberían haber colocado más peldaños.
Según subimos, las vistas de toda la zona son fantásticas. Allí abajo
vemos el carril antes mencionado con algunos coches aparcados.
Una vez alcanzado el último descansillo, y subiendo por
una grieta, llegamos hasta el puente tibetano.
He de insistir sobre la fragilidad de algunas piedras sueltas, e incluso
un par de peldaños con algún movimiento.
Este puente tibetano de unos 30 metros de longitud le da cierto aliciente
a esta ferrata. El cable está poco tensado, con lo que la sensación al
atravesarlo es un tanto inseguro en el movimiento; hay que agarrarse bien.
A la entrada del puente a Juan se le caen las gafas. Por suerte queda atascada a un par de metros por debajo del puente. Con mucho cuidado, y como si se tratase de una imagen de película, consigue cogerla.
Poco a poco lo vamos atravesando todos, algunos con más pericia que
otros.
Una vez pasado, y tras
atravesar un roquedal llegamos a la parte más alta del cerro, en donde las
antenas será nuestro fin de ferrata.
Bajando por un senderillo, en cinco minutos llegamos a los coches.
3 comentarios:
Echo de menos la naturaleza, salir cada 15 días con mi grupo de montaña.
Es precioso disfrutar así de ese silencio infinito y de esa paz que te llena el alma.
Me ha encantado la ruta.
Saludos.
Excelente, maravillosas fotos y genial descripción.
La hemos disfrutado desde aquí. Enhorabuena.
Muchas gracias por vuestros comentarios, fue una excelente jornada de ferrata.
Por cierto tania, de que grupo de montaña eres?
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